Desde hoy hasta el 26 de mayo se realizarán las elecciones del Parlamento Europeo. Sin embargo, la coyuntura no es sencilla.

La Unión Europea (UE), el gran proyecto de la modernidad liberal de la postguerra, tiene grandes tensiones internas y externas que afronta con dificultad.

De acuerdo con el portal alnavio.com, dos grupos pueden crecer en estas elecciones: las fuerzas euroescepticismo y el antieuropeísmo. Ambas tienen expresiones políticas que usan el populismo como reto para las instituciones comunitarias, reclamando el regreso a las potestades nacionales en temas clave, como migración y economía.

Al respecto, la salida de Reino Unido del bloque con el brexit es la expresión más evidente de las nuevas corrientes, pero no es la única, ya que se avecina una crisis demográfica.

El Parlamento Europeo (PE), con 751 miembros, es una de las asambleas democráticas más grandes del mundo y una institución clave del proceso de integración de la UE, detalló diario El Mundo.

Reino Unido, donde se inician las elecciones, obligó a replantear la composición del Parlamento Europeo a 705 escaños después del Brexit.

Este ente es el único en Europa que se elige por sufragio universal y por tanto, el representante directo de los ciudadanos europeos. Más de 365 millones de habitantes pueden votar.

Los eurodiputados tienen tres competencias básicas: debatir y aprobar la legislación europea, debatir y aprobar el presupuesto de la UE con el Consejo Europeo y ejercer un control democrático sobre las demás instituciones europeas.

La Comisión Europea ostenta el poder ejecutivo de la UE, propone reformas y nuevas directivas; y el Consejo está integrado por los líderes de los Estados miembros para marcar la agenda política global de la UE.

La despedida de Merkel

Las elecciones al Parlamento Europeo son también las últimas con la canciller Angela Merkel a la cabeza de la locomotora alemana y con los británicos dentro del proyecto común.

Es decir, estas votaciones al Parlamento Europeo representan el cierre de un ciclo en su liderazgo interno y en su institucionalidad.

Según las encuestas, serían los primeros sufragios en los que desaparezca el dominio que populares y socialdemócratas ejercen, al reducir su peso conjunto a menos de la mitad de la cámara como efecto del crecimiento de otras fuerzas.

Tanto el Partido Socialista Europeo como el Partido Popular Europeo son los grandes directores de orquesta y moderadores en el sistema político comunitario.

La pérdida de su dominio sobre el Parlamento expresa un agotamiento institucional dentro de los regímenes democráticos.

Por último, la posición autárquica del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha roto la alianza atlántica que los vinculaba.

No son momentos fáciles, los tiempos de prosperidad y crecimiento parecen quedar atrás. (I)