Estas son las nuevas tecnologías que revolucionarán el coche eléctrico
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La mayoría de los fabricantes de automóviles han decidido hacer del coche eléctrico un proyecto de futuro, en parte por sus nuevas implementaciones y tecnologías. También se han prohibido los motores de gasolina en algunos países a partir del año 2025 o 2030. Para mantener a raya estas elevadas exigencias, los fabricantes están fabricando vehículos electrificados cada vez más eficientes pero, ¿hay tecnologías que harán por mejorarlo? ¿Cuáles son?
El coche eléctrico avanza al futuro
Es posible que una de las causas por las que a los automóviles eléctricos les cuesta despegar en ventas es la autonomía, unido a unos precios generalmente elevados respecto a los de combustión. Una de las soluciones para hacer frente a este problema sería emplear una batería más grande. Haciendo un paralelismo con los vehículos de combustión, esto equivaldría, por ejemplo, a instalar un depósito más grande.
No obstante, el consumo seguiría siendo el mismo. En un coche eléctrico sería igual, por lo que la única solución válida es que la batería sea más eficiente. ¿Y cómo se hace esto? Implementando nuevas tecnologías para el coche eléctrico, algunas de las cuales ya están en marcha y se pueden encontrar en ciertos países que lideran el avance de la electromovilidad, como Noruega o Suecia.
En esas, y de una forma muy plausible para todos, tenemos con ellos nuevas soluciones que hacen porque estos avancen, mejoren y sean alternativas fiables, seguras y, sobre todo, respetuosas con el medio ambiente. Actualmente, y siendo cada vez más eficientes para todos, se vislumbran grandes resultados.
Cuáles son sus nuevas tecnologías
Con todo, y aunque el coche eléctrico ha dado grandes pasos adelante en los últimos años, también es verdad que en los últimos tiempos todavía arrastra importantes taras en cuestiones de autonomía, precios o recargas, por ejemplo, de las que se pide un esfuerzo más o, al menos, ser más ambicioso para ello. De ahí que sean muchos los que se dirijan hoy por mecánicas como la híbrida enchufable que resulten más interesantes para algunos usuarios.
Así, había algunas posibles soluciones como el uso del coche eléctrico, una de las claves para reducir la contaminación en el futuro y fomentar un medio de transporte más eficiente. Sabemos que el vehículo eléctrico requerirá más conectividad y soluciones inteligentes. Esto significa que serán necesarias nuevas propuestas de innovación que respondan a todas las cuestiones que puedan plantear estos vehículos. Entre ellas, por ejemplo, se encuentran tecnologías como la red V2G enfocado al eléctrico, que ya se puede ver en algunos países.
Red V2G
Esta se trata del conocido como Vehicle-to-Grid (V2G), que es una de las tecnologías más innovadoras, basada en la gestión de la carga bidireccional, que transforma los vehículos eléctricos en grandes baterías móviles con ruedas que interactúan inteligentemente con la red.
Básicamente, el V2G supone que mientras nuestro coche está conectado a una toma de corriente inteligente, este podrá tanto importar electricidad para cargar su batería, por ejemplo en las horas más económicas y de menor demanda, como también poder exportar electricidad e inyectarla a la red eléctrica. Preferiblemente en las horas más caras y durante los picos de demanda.
La tecnología se está desarrollando de forma que evitará cualquier tipo de inconveniente para los usuarios. Lo único que estos tendrán que hacer es, simplemente, conectar su vehículo a la estación de carga e indicar el tiempo en el que quieren estar de vuelta en la carretera y la distancia a recorrer, o bien el porcentaje de carga que quieren tener. A partir de ese momento el sistema se encargará del resto de forma totalmente automática.
Recarga por inducción
Esta se trata de una de las tecnologías para el coche eléctrico más importantes, de la cual es una recarga inductiva estática que se basa en el principio de la inducción electromagnética. Permitirá la carga de vehículos eléctricos sin necesidad de conectarlos mediante un cable.
Así, solo será necesario que el cargador y el dispositivo receptor de la electricidad estén cerca. Bastará con aparcar el automóvil con una bobina receptora instalada bajo la carrocería en un aparcamiento que cuente con la bobina emisora integrada, para que el proceso de carga tenga lugar de forma automática.
Carga ultrarrápida
La carga ultrarrápida es la respuesta a una de las limitaciones que veían los usuarios existentes o potenciales de los coches eléctricos. Considerando que la carga de un vehículo a combustión tarda algunos minutos y que en un coche eléctrico puede durar entre 30 minutos y varias horas, el tiempo se convertía en una desventaja.
Ya en marcha y con la posibilidad de dirigirnos a ella en según qué situaciones y estaciones, esta es la solución que estaban esperando los seguidores y usuarios de los coches eléctricos. Con esta, el tiempo de carga completa de la batería de un coche eléctrico dura tan solo 10 minutos, lo cual es mucho menos de lo que se lograba con la carga convencional.
Esto se consigue elevando la potencia de recarga, con el aumento del voltaje en los puntos de carga de coches eléctricos. Actualmente, los puntos de carga convencionales operan con una potencia de 50 kW a un voltaje de 400 V. En los puntos de carga ultrarrápida la potencia pasa a ser de 150 kW y la intensidad de la corriente llega a 375 A o más.
Nueva tecnología de baterías
La química del litio utilizada en las baterías actuales ha alcanzado una madurez notable. De hecho, ya hay vehículos con baterías de iones de litio circulando por nuestras carreteras que nos proponen una autonomía muy interesante. Aun así, es evidente que el rol protagonista que aspiran a tener los vehículos eléctricos a medio plazo en el sector del transporte requiere que las tecnologías de las baterías se desarrollen más para el mejor avance del eléctrico. Y ahí, de cara al inmediato presente y futuro, contamos ya con nuevas soluciones.
En esas, por ejemplo, se dan las baterías con electrolito sólido, las cuales están llamadas a reemplazar a las baterías de iones de litio convencionales. Esto ha provocado que prácticamente todos los fabricantes estén dedicando recursos a su desarrollo.
También se ven las de grafeno, que soportan cargas 60 veces más veloces que las actuales y triplica su durabilidad, ofreciendo hasta 3.000 ciclos de carga. Al mismo tiempo, aunque ya con años de desarrollo, se hayan las de silicio, baterías apenas necesitan recargas de 10 minutos para su llenado y gran parte de su secreto reside en que las células son cilíndricas, lo que permitiría conseguir reducir drásticamente estos tiempos de recarga.
Paneles solares en los techos
Todavía en fase de pruebas, son varios los fabricantes que apuntan a esta dirección, donde sus vehículos montan en sus techos pequeños paneles solares que permiten aportar un extra de energía o autonomía. Bien desde las caravanas y furgonetas camperizadas hasta vehículos que prometen funcionar muchos kilómetros gracias a la luz del sol.
Hay casos, por ejemplo, como el ‘eléctrico solar’ Lightyear One, que aterrizó en el mercado hace un par de años, y aún lejos de llegar a producción ha batido algún que otro récord, como que puede recibir 72 km extra de autonomía en un día soleado.