​La contaminación y los gases nocivos que emiten los motores de combustión interna son una constante preocupación en la industria automotriz. Esto y las nuevas regulaciones ambientales, han motivado la creación de tecnologías sostenibles y amigables con el medio ambiente. En este contexto surge el revolucionario motor de hidrógeno.

Esta tecnología nace a partir del hidrógeno, que es el elemento químico más ligero de la tabla periódica. Se trata de un gas incoloro e inoloro que únicamente emite agua en su combustión. Se denomina a este mecanismo como la alternativa más viable a los autos eléctricos, su ventaja es que tiene la misma autonomía que un modelo convencional sin necesidad de enchufarse.

¿Cómo funcionan los vehículos de hidrógeno?

Los motores de hidrógeno tienen dos partes, la primera está conformada por una pila de combustible, misma que está instalada en la parte delantera del vehículo y produce electricidad. Esta energía nace a partir de una reacción química entre el hidrógeno almacenado en los depósitos del vehículo y el oxígeno proveniente del exterior. De esta forma, se produce electricidad para mover el auto y vapor de agua que será expulsado por el tubo de escape.

La segunda parte que compone este mecanismo es un motor eléctrico convencional, que es responsable del movimiento del vehículo. Fabricantes alrededor del mundo todavía experimentan con esta tecnología no solo en las carreteras, sino también en el mundo marítimo. Por ejemplo, Hyundai está desarrollando motores de hidrógeno para barcos, que se espera que lleguen al mercado a inicios del 2023.

Motor eléctrico vs motor de hidrógeno

Para empezar, el motor de hidrógeno ofrece una autonomía mucho más extensa que uno eléctrico, aunque pierde en potencia. En cuanto a baterías, la del auto de hidrógeno es más pequeña y no requiere enchufarse, se carga sola. El tiempo de carga también está a favor el mecanismo de pila de combustible, ya que puede recargarse en menos de 10 minutos. Finalmente, también existen algunas similitudes como las emisiones limpias y el modo de conducción.

Desventajas

Entre las principales desventajas están los altos costos de materia prima y por ende de comercialización. De igual forma, la producción de hidrógeno resulta más costosa que los combustibles tradicionales. Además, existe actualmente una pobre infraestructura que dificulta tener un auto de hidrógeno. Por esto, los modelos en el mercado son escasos y entre los más vendidos están: el Hyundai NEXO, Toyota Mirai, Honda Clarity Fuel Cell y BMW i Hydrogen NEXT, todos ellos comercializados en Europa.