El fútbol español, un gran aliado para otros sectores

El fútbol profesional español, que ha alcanzado un potencial económico similar al 1,37 % del Producto Interno Bruto (PIB) de España con unos $ 17.600 millones de impacto económico, es una locomotora para otras industrias, que generan más de $ 4.500 millones por temporada de la mano de este deporte.

El efecto generador de riqueza de LaLiga, que se ha duplicado en los últimos cuatro años según la segunda edición del informe sobre impacto económico, fiscal y social del fútbol profesional en España, elaborado por la consultora Price Waterhouse Coopers (PWC) va más allá de los clubes, sus empleados y sus proveedores.

Según los expertos, el efecto “tractor” de LaLiga, en el sentido de tener la capacidad de impulsar otras áreas de la economía, fue en la temporada 2016-17 equivalente a $ 4.520 millones, sin contar ahí los proveedores de los clubes o la competición.

“Muchos sectores económicos utilizan el fútbol como palanca para generar actividad”, explica el socio director del área de análisis económico de la consultora, Jordi Esteve.

Entre estas industrias que generan riqueza a remolque del tractor del balompié profesional están sectores como hostelería y restauración, transporte y alojamiento, medios de comunicación, videojuegos, televisión de pago y apuestas.

Por ejemplo, el impacto del fútbol en las industrias relacionadas con el día del partido es de $ 2.711 millones de temporada, en los que se incluyen los gastos por asistir al estadio (transporte, aparcamiento, compra de productos), el gasto en bares y el gasto turístico de quienes viajan para acompañar a su equipo.

Los cálculos de este estudio, apoyado por una encuesta a 800 personas y los datos macroeconómicos del sector, aseguran que las personas que acuden a los partidos gastan una media de 29 euros en restauración y productos relacionados con el fútbol, unos 19 euros de media en transporte y aparcamiento para acudir a los escenarios y 122 euros de media si viajan a otra localidad a seguir a su equipo.

En total, unos $ 1.200 millones de gasto y 16.336 empleos estimados relacionados con quienes van a un estadio, a los que se pueden añadir unos $ 100 millones y 1.585 empleos respecto a las visitas a atracciones turísticas de los aficionados que acuden fuera de su ciudad a ver un partido, sin contar a los extranjeros.

Aquellos que optan por una costumbre tan arraigada como ver el encuentro en un bar o restaurante, algo que cada español hace entre dos y tres veces al año, con un gasto medio de $ 11,19 por persona, genera otros $ 1.386 millones y alimenta 19.415 empleos de la industria de la hostelería.

Otro ejemplo es la industria de la televisión de pago, que en España está íntimamente relacionada con la de las telecomunicaciones en los últimos años, en los que han proliferado las ofertas convergentes que aúnan contratos telefónicos, acceso a internet de alta velocidad y servicios de televisión.

En este caso, un 58% de los abonados a servicios de televisión de pago cuentan con canales de fútbol y un 41% no contrataría estos servicios de comunicación si no contaran con la retransmisión de los partidos.

El fútbol supone un 18% del tiempo medio de consumo de estos espectadores, de manera que el impacto es de $ 561 millones, relacionado con unos 8.852 puestos de trabajo.

Para los medios de comunicación, el fútbol también es un tema fundamental del interés que generan en la sociedad, hasta el punto que un 64,6% de los lectores de la prensa generalista leen los deportes -y un 22% no compraría el periódico sin ellos-; un 6% del tiempo de visionado en televisión es de contenidos relacionados con el fútbol, 18% del tiempo de escucha en radio y 14% de los contenidos en internet.

Según los cálculos de la patronal, estos contenidos generan unos ingresos publicitarios de $ 55,5 millones para la prensa, $ 109 millones para las televisiones, $ 82 millones para las radios y $ 214 millones para los portales digitales. Unos $ 516 millones en total en todo el sector y 2.900 empleos.

El sector de los juegos de azar y las apuestas, que movió unos $ 3.000 millones en la temporada 2016-17, sobre la que se basa el estudio, recibe de esta manera un margen de $ 261 millones y genera más de 4.000 empleos.

El sector de los videojuegos, en el que el juego más vendido en España es precisamente un simulador de fútbol, deporte en el que se basan cuatro de los 10 más vendidos, genera unos $ 217 millones entre videojuegos y juegos en apps, en una industria en la que 5.700 puestos de trabajo se relacionan con esos productos. (I)