El español que aprendió a ser feliz en Bután: "Aquí no ganaba ni para gasolina"
«Necesitaba irme porque sentía que aquí me estaba perdiendo algo muy bonito«. Ser futbolista profesional es una meta que tan sólo está al alcance de unos privilegiados, aunque para ello sea necesario hacer las maletas. Ése es el caso de Álvaro Miguel Alonso, un joven de 21 años que se vio obligado a emigrar para probar suerte con el balón. Ahora, no sólo es feliz con el esférico, sino que vive del fútbol y ya puede presumir de ser el primer futbolista español en jugar en Bután, el ‘país de la felicidad’, donde ya ha hecho historia y donde tratará de seguir siendo feliz sobre el verde.
El joven jugador gallego puede presumir de ser el primer futbolista nacional en formar parte de un país tan exótico como Bután, lo que califica de «oportunidad única» que no podía desaprovechar. Pero a pesar de ser un país, a priori, poco conocido en el mundo del fútbol, lo cierto es que el balón ocupa buena parte de la vida de Bután: «Me ha sorprendido que este país respira fútbol por todas partes, ves incluso a los niños jugar con piedras como si fueran balones. No me sorprende que pronto más extranjeros traten de venir aquí a jugar, pero ser el primer español aquí ya no me lo quita nadie», confiesa.
Alonso se dio cuenta de que tenía que buscarse la vida en el extranjero a la salida de un examen. El nuevo delantero del Thimpu FC asegura en conversación con El Confidencial que «ya tenía la idea en la cabeza», pero al terminar la prueba en la universidad decidió que había llegado el momento de cambiar de aires: «El examen lo había preparado muy bien, pero sólo aprobaron 4 de los 70 que nos presentamos. Ése fue el punto de inflexión». El joven futbolista se dio cuenta de que había llegado el momento de cambiar de aires y de «disfrutar de lo que mejor sé hacer»: jugar al fútbol.
Fue entonces cuando la fortuna le iba a llevar a Filipinas, donde se convirtió en futbolista profesional. Fichado por el Manila Jeepney, pronto demostró sus cualidades sobre el terreno de juego, un equipo que le iba a dar la felicidad plena. «Lo más importante ha sido el cambio, pues he pasado de jugar por pasar el rato a firmar un contrato profesional, ver mis partidos por televisión y competir en la primera división de un país», confiesa. Aunque lo que más le sorprendía era ver a los filipinos luchar contra el sol: «Con 40 grados, se ponían camisetas términcas de manga larga.. y yo bronceador«, asegura entre risas.
Y, tras un gran año en Filipinas, llegó la oportunidad de jugar en Bután. «Mi fichaje fue muy sencillo. Hablando con el agente Danilo Babboni de la Agencia de Representación Ruiz & López, le comenté que había visto una foto del estadio nacional, el Changlimithang«. A partir de ahí, sólo unas semanas más tarde, su sueño se hacía realidad: «Tenía muchas ganas de jugar en Bután proque sé de las dificultades de poder visitar este país«. Ahora, Alonso jugará en el Thimpú FC «durante dos meses y medio, donde mi equipo opta a ganar la liga y a obtener una plaza para competición continental».
El español, más valorado en el extranjero
El caso de Álvaro Miguel Alonso es el de muchos futbolistas españoles que se ven obligados a hacer la maleta para que se les valore y hacerse un hueco en el fútbol profesional. Así lo confiesa el propio protagonista, que en el extranjero encontró una estabilidad económica que en el fútbol modesto español no existe: «Yo venía de ganar dinero para gasolina y poco más, mientras que en Filipinas vivía en una de las mejores zonas de Manila, en un apartamento con seguridad privada, piscina en la azotea, gimnasio propio…». Unos lujos difícilmente alcanzables en España.
Aunque tras su llegada a Bután, su estilo de vida es algo distinto, pues al fichar sólo por dos meses y medio vive en un hotel. Lo que tiene claro es que en España no se valora al jugador modesto, entendiendo que no se le cuida como debería: «Muchos, pero muchos españoles están haciendo las maletas y marchándose al extranjero, donde van a ser mucho más valorados«. Y tiene muy claro que no va a volver a España: «Si voy, será de vacaciones. Me quedan muchos kilómetros por hacer y muchas culturas que conocer«, como lo está haciendo en «el primer país budista en el que estoy viviendo».
En sus primeros días en Bután, Alonso se ha visto sorprendido por muchas de las costumbres: desde entender que «el color del del traje del monje budista varía con su nvel de preparación», a ver que hay imágenes del rey «en todos los lugares y no por obligación, sino porque lo idolatran«. De momento, el joven delantero anota «cada cosa en una libreta», donde trata de «vivir la experiencia como uno más y no como un turista«. Así es el primer futbolista español en Bután, un jugador que quiere seguir recorriendo mundo y derribando barreras haciendo lo que mejor se le da: marcar goles.
@BrenpCom
#Web #España #Madrid #Barcelona #Valencia #Sevilla #Zaragoza #Málaga #Murcia #Palma #Mallorca #LasPalmas #Andalucía #Bilbao