El destino del idolatrado Unai Emery y la incertidumbre del pujante Fran Escribá
“¡Y el próximo año a por la Champions!”, gritó Emery a pleno pulmón en la gran fiesta del Sevilla tras el éxito alcanzado en Varsovia. Con miles de felices de aficionados cantando al unísono “Unai, quédate”, el laureado entrenador ha optado por no desvelar con claridad qué hará la temporada que viene. Con un año más de contrato, todo apunta a que continuará dirigiendo al campeón de la Europa League porque Monchi, el exitoso Director Deportivo, ya ha anunciado que el Sevilla seguirá siendo un equipo competitivo. Mientras, la alternativa más clara ve cómo se le escapa la oportunidad de entrenar un grande. Un Fran Escribá cuyo excelente trabajo en el Elche le ha colocado en una dimensión superior.
El entrenador valenciano, que subió al Elche y lo mantuvo en Primera división a pesar de la precaria y caótica situación del club alicantino, se presenta como el candidato idónea para reemplazar a Emery en el caso de que éste decida, que no parece, renunciar al banquillo del Sevilla. Monchi, viendo lo que podía pasar, se movió para tener atado un sustituto llegado el caso. Escribá es el que más valora, aunque será lo que pase en los próximos días lo que le colocará o no en el Sevilla. Emery tiene la palabra.
No ha sido claro en estos últimos días Unai Emery a la hora de confirmar su continuidad en el Sevilla, entre otras cosas porque hasta su nombre sonó en las oficinas del Santiago Bernabéu. El técnico vasco prescindió no hace mucho de su agente, momento en el que otros dos aparecieron en escena para ofrecer sus servicios al Real Madrid. La jugada no salió porque finalmente Rafa Benítez fue el elegido por Florentino Pérez para reflotar el equipo el próximo ejercicio. Su nombre también se ha vinculado al Milan, pero es Carlo Ancelotti, sentenciado por Florentino desde hace mucho, al que presiona sin descanso Silvio Berlusconi.
Unai Emery y Fran Escribá, antes de un Sevilla-Elche (EFE)
Vigilado largo tiempo por Monchi
Monchi apuntó su matrícula hace mucho tiempo. Ya en 2010, cuando el Atlético de Madrid celebraba la Europa League ganada al Fulham en Hamburgo, el Director Deportivo sevillista conocía la valía del entonces asistente de Quique Sánchez Flores. Éste se había comprometido para entrenar al club hispalense la temporada siguiente, pero a última hora el Atlético de Madrid varió su opinión y decidió renovar el contrato del técnico que había dirigido al equipo que volvió a levantar un trofeo después de interminables años de sequía.
Cuando optó por iniciar su carrera como entrenador en solitario, Fran Escribá continuó siendo vigilado de cerca por el responsable de la exitosa trayectoria del Sevilla en los últimos años. Cuando el futuro de Unai Emery como entrenador del equipo andaluz estuvo realmente en peligro, el técnico valenciano apareció como una clara opción para relevar, llegado el caso, al de Hondarribia. Xavi Gracia, tras una gran temporada en el Málaga, también se situó en una buena posición, pero finalmente Escribá se quedó como la más clara opción para Monchi.
La decisión de Florentino Pérez de apostar por el fichaje de Rafa Benítez, que será presentado en sociedad en breve, dejó a Emery sin la opción de cumplir un gran sueño. Cuando fue informado de que su nombre estaba circulando en el Santiago Bernabéu, tuvo claro que no podía dejar escapar una oportunidad así. Ahora, para alegría del Sevilla, su futuro está más atado al campeón de la Europa League, donde siempre ha reconocido sentirse contento aunque le costó ganarse a la fiel hinchada.
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