El combinado de Modric, Rakitic y Mandzukic está donde quería

Croacia ya está donde quería, a la altura de la generación del 98, la más reputada hasta ahora de su historia y la primera antes de la actual en conseguir situarse en las semifinales.

Se ha abonado al sufrimiento el conjunto balcánico que tras un recorrido impactante por la fase de grupos, donde sobresalió la exhibición contra Argentina, ha superado con agonía tanto los octavos como los cuartos de final para llegar al lugar que ansiaba.

Resultó épico el triunfo contra Dinamarca. Y también el partido contra Rusia.

Diluida la dinámica que le impulsó con el impacto inicial, el paso de ronda a ronda ha tenido un gasto extra. Una hora de más y diez lanzamientos desde el punto de penalti para aferrarse al torneo.

Croacia está en semifinales. El reto inicial de esta generación en el umbral del ocaso. Un derroche de talento que no acababa de explotar. Plagado de inestabilidad en cada fase. Aferrado al gran talento de sus jugadores, inmersos en la treintena y con la cuesta abajo como amenaza.

Luka Modric, Iván Rakitic, Iván Perisic, Mario Madzukic o Nikola Kalinic son habituales advertidos por el tiempo de que en Rusia agotan la última gran ocasión de competir en las mejores condiciones, sin que la edad mengüe el esfuerzo y afee sus cualidades.

La actual selección croata ya es comparada con aquella dorada, la que bendice su actual presidente, Davor Suker, que en Francia 1998, en la primera participación en un Mundial como país independiente, fue la sensación del torneo y también compitió hasta la última semana.

Nunca pudo ser más a tiempo aquella llamada en octubre de 2017. Dalic, sin excesiva repercusión en los banquillos, consiguió el triunfo vital, necesario, de Croacia en Kiev, frente a Ucrania, para amarrar el segundo puesto del grupo y tener derecho a la repesca, que después superó ante Grecia para sellar el pasaporte al Mundial.

Zlatko Dalic, DT de 51 años, supo sosegar a un grupo plagado de aptitud pero sin orden. Dalic optó por rentabilizar las cualidades de sus dos pilares, Luka Modrice Iván Rakitic. Y el mando en el juego ya fue cosa de los dos. Ahora apuntan a la gran final. (I)