El Real Betis, gracias a su goleada por 3-0, vuelve a Primera División por la puerta grande, como campeón y a falta de dos jornadas para que concluya la competición, y para ello fue invitado de honor el Alcorcón, que solo pudo ver cómo los locales fueron superiores de principio a fin. La formación sevillana, sabedora de que los resultados del Girona y el Sporting, sus perseguidores para el ascenso directo, no le habían favorecido, saltó al campo con la misión de ganar, lo único que le valía para ser este domingo equipo de Primera.

Las lágrimas que brotaron hace justo un año, frente a Osasuna, por el descenso se han cambiado por abrazos tras recuperar la categoría gracias al doblete firmado por Rubén Castro, ‘pichichi’ de Segunda con 32 goles y que lleva siete partidos consecutivos marcando. El delantero canario ha rubricado doce dianas en los últimos siete encuentros del Real Betis, aporte necesario para explicar el ascenso verdiblanco. Jorge Molina, complemento y socio perfecto del canario, dio la puntilla al conjunto alfarero con un gol a la contra descartando cualquier milagro de alcanzar la zona de promoción.Â

De esta manera, el conjunto de Heliópolis clausura — indiscutiblemente con 25 triunfos y solo seis derrotas– un año y medio en el que la afición verdiblanca ha sufrido en exceso por un mal proyecto en Primera División y un dudoso arranque en Segunda con el salmantino Julio Velázquez en la dirección técnica. Para dar la vuelta a la situación, Pepe Mel fue de nuevo el hombre indicado.

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