El Barcelona dio un paso de gigante para disputar su novena final consecutiva de la Liga ACB, al vencer al Unicaja de Málaga por 91-70 en el segundo encuentro de la semifinal y dejar la serie en 2-0, asegurándose el quinto partido, si fuera necesario, de nuevo en el Palau Blaugrana. Poco cambió con respecto al primer partido, aunque en esta ocasión el derroche de fuerzas de Jayson Granger, Stefan Markovic y Will Thomas evitó que el choque se fuese por los derroteros del primero y la derrota no fuese tan escandalosa. Joan Plaza planteó de salida un encuentro distinto al del primer partido. Sólo mantuvo en el cinco inicial a Jayson Granger y dio entrada a sus ‘artilleros’ Stefansson y Suárez, junto a Will Thomas y Fran Vázquez para jugar por dentro.

La tercera falta del islandés a los tres minutos provocó la entrada de Ryan Toolson y dos triples casi consecutivos suyos, junto a otro de Carlos Suárez, daba una ligera ventaja a los visitantes que, en el primera partido habían sumado 6 triples en 40 minutos y ahora llevaban 5 de 6 en sólo nueve. Pleiss, que había relevado a Tomic, dominaba en la pintura malacitana y con dos acciones suyas sumadas a un triple de Satoransky permitía al Barcelona recuperar el mando en el electrónico, aunque era Golubovic el que cerraba el primer cuarto con igualada (23-23). Sería la ultima igualada en el marcador porque Marcelinho, que está teniendo un espectacular final de temporada, tomó las riendas del encuentro y lanzaba, con 11 puntos suyos en este cuarto, a su equipo a un ritmo demoledor que rompía el encuentro con dos triples seguidos de Álex Abrines (40-28, m.17).

Los de Plaza reaccionaban tímidamente con acciones aisladas de Kuzminskas y un triple de Vasileiadis (42-34, m.18), pero el omnipresente Marcelinho, con un triple, y Oleson dejaban las cosas en su lugar (50-33, m.20). Sólo dos canastas de Suárez y Granger cortaban la racha del Barcelona al descanso (50-33), pero los azulgrana ya habían anulado de raíz las posibilidades visitantes, que en el segundo cuarto perdieron ya toda su efectividad exterior. El Barcelona volvía con su cinco inicial al inicio de segundo tiempo y Unicaja repetía con la única variación de Toolson por Stefansson, pero la buena marca de Oleson sobre el escolta estadounidense lo anulaba totalmente y era relevado por Markovic (59-43, m.25).

Dos triples de Markovic y Thomas recortaban distancias (63-51, m.29), pero Lampe, que había relevado a Pleiss lesionado en el tobillo derecho, imponía su ley en la zona visitante (67-51, m.29), y sólo acciones de Markovic lograban cerrar el período con 67-55. Aunque Unicaja había frenado el golpe definitivo de su rival, lo cierto es que el Barcelona controlaba totalmente el ritmo del partido y Marcelinho superaba a Markovic, con lo que el técnico visitante optó por dar entrada a Granger en apoyo del base serbio (72-57, m.35). A partir de ahí el encuentro se convirtió en un intercambio de canastas y el juego se ralentizó totalmente. Ni el retorno de Satoransky (75-62, m.36) sacó al choque de la monotonía final, que sólo fue rota por un mate estratosférico de Mario Hezonja que estableció la máxima ventaja (91-70) y el resultado final.

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