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Consejos prácticos para tu presupuesto

El presupuesto mensual es el punto de partida para la organización del dinero personal o familiar. Te ayudará a que el dinero te alcance y también a lograr metas financieras. Utiliza nuestra herramienta y sigue estos tips.

1. Presupuesta sobre ingresos reales. Si trabajas en relación de dependencia, tu ingreso es el líquido, ya realizados descuentos y retenciones. Si ganas por comisión, es el promedio de los últimos seis meses. Asimismo si recibes alquiler de bienes, pensión alimenticia, etc., deben ser constantes todos los meses.
2. Incluye el ahorro como un gasto. El ahorro no es lo que sobra sino lo que se guarda, por lo que debe formar parte del presupuesto como cualquier gasto. Así te aseguras de separarlo todos los meses y puedes proyectarlo en el tiempo. Puede ser 10% del ingreso o una cantidad fija que determines. Guárdalo en una cuenta de ahorros para no gastarlo.
3. Toma en cuenta el gasto hormiga. Parte del presupuesto deben ser los pequeños gastos diarios que son una fuente de fuga. Si compras todos los días una golosina de $1, en un mes gastas $30 y en un año $365. Incluirlo en el presupuesto también te servirá para convertirlo en fuente de ahorro, pues por lo general no son cosas de primera necesidad.
4. Divide los gastos de alimentos. Comer es una necesidad básica, pero salir a comer todo el tiempo no. Separa el presupuesto de compras para preparar en casa y el de restaurantes. Si una comida afuera te cuesta $20 y sales una vez por semana, gastarás $80. Con ese dinero podrías comprar comestibles prácticamente para todo el mes.
5. Determina los gastos flexibles. No es posible gastar exactamente lo mismo en comestibles o gasolina, por ejemplo. Para tu presupuesto mensual, haz un promedio de tres meses o ubica el gasto más alto. Esta segunda estrategia te ayudará a ahorrar. Por ejemplo, si vives en la Costa y usas aire acondicionado, en los meses de menor calor gastarás menos en electricidad y podrás destinar ese dinero a una meta financiera.
6. Planifica los gastos eventuales. Cumpleaños, vacaciones, Navidad, fin de año, regreso a clases, matriculación vehicular, entre otros, son gastos que no se dan todos los meses. Suma los valores, divide para doce y el resultado será el monto de gastos eventuales de tu presupuesto. Si guardas cada mes, podrás cubrirlos cuando llegue el momento.
7. No descuides los imprevistos. Presupuestar hasta el último centavo no es posible porque siempre aparece un gasto inesperado. Deja un espacio de “aire” en tu presupuesto para esos casos o asigna un porcentaje del ahorro para cubrirlos.
8. No olvides los saldos de las tarjetas. Si pagas todos los meses solo el mínimo, ponte la meta de pagar toda la deuda para tener alivio financiero y recuperar tu cupo. Establece como gasto fijo del presupuesto un monto mayor al mínimo, usando, por ejemplo, el gasto hormiga que ahorres. Si el mínimo es $20, con los $30 podrás pagar $50. Será un gasto temporal que, una vez pagada la deuda, podrás destinarlo a otra meta.
9. Incluye las deudas. El pago de cuotas es un gasto fijo mensual para deudas a plazo como auto, vivienda, etc. Plasmarlas en el presupuesto te ayudará a hacer pagos adicionales utilizando, por ejemplo, el dinero ahorrado de la comida en restaurantes. O pagos anticipados si destinas un porcentaje de tu ahorro.
10. Revisa tu presupuesto. Los gastos no están escritos en piedra. Puedes implementar medidas de ahorro de servicios básicos, lo que bajará tus pagos mensuales. O puedes agregar un gasto nuevo necesario, como seguros para ti y tus bienes. Revísalo cada tres meses para ajustarlo y siga siendo una herramienta útil para organizar y planificar.