Desde ya hace varios años las criptomonedas se han ido creando un espacio en el mundo y el comercio internacional. Esto fue incrementando con la llegada de la pandemia y las medidas de confinamiento por el COVID-19.

Las criptomonedas son monedas digitales no controladas por los bancos centrales de los países y sin el respaldo de los sistemas bancarios. Así que no están sujetas a los procesos inflacionarios que reducen el poder adquisitivo.

Este dinero digital se puede adquirir en internet con una moneda oficial (como el dólar), mediante transferencias bancarias o con el uso de las tarjetas de débito y crédito, etc. Se requiere crear una cuenta con contraseña en una de las plataformas digitales, las que funcionan como una billetera para pagar, recibir o venderlas.

El mercado de las criptomoneddas se maneja de diferente forma. De acuerdo la sitio especializado IG, el mercado de criptomonedas es una red de divisas virtuales descentralizadas, lo que significa que funciona a través de un sistema de transacciones entre pares en lugar de emplear un servidor central. Cuando las criptomonedas se compran y venden, las transacciones se añaden al blockchain, que es un libro de cuentas virtuales compartido que registra datos, a través de un proceso que se conoce como minar.

El blockchain

La tecnología blockchain o cadena de bloques se originó en 2009. “Es un método de descentralización de transacciones o transmisión segura de datos que le da oportunidad a los usuarios de estar en control de los movimientos de información sin depender de un intermediario fijo”, indicó el ingeniero informático Alejandro Varas. La cadena de bloques se hizo conocida gracias a las criptomonedas como el bitcoin, pero a su vez fue aplicada a otros ámbitos.

Para operar con este dinero digital es necesario abrir una cartera de criptomonedas y una cuenta con intercambio de criptomonedas.