En Chile, la Astronomía se ha vuelto popular. Miles de personas llenan las charlas de los astrónomos, piden sus autógrafos y compran libros que son verdaderos superventas. Así lo resalta el diario El País.

Los padres empujan a sus hijos a estudiar esta ciencia y si hace 40 años no había ni 20 astrónomos en el país, actualmente unos 200 profesionales trabajan en las universidades y en los observatoriosdel norte del territorio o en el extranjero.

La directora del Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), María Teresa Ruiz, la mayor institución nacional dedicada a la investigación astronómica, dice que el interés masivo por la astronomía está ligado a la instalación de grandes observatorios internacionales desde fines de los años cincuenta.

“Chile se estableció como una verdadera ventana al universo, donde se han instalado los más avanzados instrumentos de observación de las potencias tecnológicas del mundo.

Los astrónomos chilenos pueden utilizar el 10% de la capacidad de observación de los grandes centros europeos, japoneses, estadounidenses o taiwaneses que se encuentran en el norte del país, como ALMA y Paranal, lo que ha empuja a la ciencia.

Una de las muestras de que la Astronomía es una ciencia de moda fue el eclipse del pasado 2 de julio. Este acontecimiento atrajo a visitantes para observar el fenómeno natural.

El norte de Chile está declarado como el mejor lugar de la Tierra para la Astronomía: actualmente, el 50% de la capacidad óptica instalada para observar el cielo está en Chile y en 10 años llegará al 70%. Pero los investigadores se volcaron a las calles.

Los astrónomos descartan que se trate de una moda, porque esta no es pasajera sino progresiva.

En CATA, por ejemplo, en 2013 se ofrecieron cuatro cursos para público general, pero en 2018 fueron 13. En el último lustro los visitantes de la página de Facebook del centro pasaron de 600.000 a los cuatro millones y medio. (I)