El Real Madrid pesentó su novena Copa de Europa, conquistada ante el Olympiacos griego (78-59), en la sede de la Comunidad de Madrid, donde la plantilla, los técnicos y la directiva fue recibida por el presidente, Ignacio González. Con una pancarta con la inscripción ‘¡Felicidades CAMPEONES!’ en el balcón de la sede de la Puerta del Sol fue recibida la expedición madridista, que partió en un autobús desde el Santiago Bernabéu. Dentro de la Real Casa de Correos, las autoridades de la Comunidad esperaban al equipo, encabezadas por el presidente González, el consejero de Presidencia, Justicia y portavoz del Gobierno, Salvador Victoria; la consejera de Educación, Juventud y Deporte, Lucía Figar; la consejera de Empleo, Turismo y Cultura, Ana Isabel Mariño; y el consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda, Pablo Cavero.
Recibidos con el himno madridista, el capitán blanco Felipe Reyes llegó con el trofeo de la Euroliga en torno a las 12.15 horas del mediodía, en una expedición en la que también participó el presidente del club, Florentino Pérez, el entrenador Pablo Laso junto a todo su cuerpo técnico, y veteranos madridistas como Clifford Luyk o Emiliano Rodríguez. Ignacio González entregó una placa conmemorativa del éxito a Florentino Pérez, que a su vez correspondió con una réplica de la copa de la Euroliga. Por su parte, Felipe Reyes obsequió al presidente regional con una camiseta de juego del conjunto blanco, con el dorsal 1 y la inscripción ‘I. González’, así como otra conmemorativa del éxito, la que llevaron los jugadores tras el partido.
Reyes fue el primero en tomar la palabra en la Real Casa de Correos, en la que destacó que la plantilla está «encantada» de acudir de nuevo a la sede regional tras las conquistas de la Supercopa y la Copa del Rey, así como reiteró que esta Euroliga era «un objetivo desde hace mucho tiempo«. A continuación, el presidente Florentino Pérez tomó la palabra. «Lo soñamos, lo prometimos, y aquí hemos venido con la novena Copa de Europa«, dijo el mandatario blanco. que destacó el carácter madridista como el del un equipo que «no se rinde nunca». Pérez también agradeció el apoyo del presidente regional al club blanco. «Has estado con nosotros en las tres finales europeas, en Londres, Milán y Madrid. Gracias presidente por el apoyo constante que siempre nos has dado», agregó.
González remarcó la importancia del título, así como explicó cómo hace quince días le dijo a Reyes en la entrega de la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo, que estaba convencido de la victoria. «Ese día yo dije que el palmarés de Felipe era, si no el mejor, de los mejores, pero se le resistía la Copa de Europa. Ese día yo ya le dije que estaba seguro que dentro de unos días podría completar ese palmarés y recibirle aquí», confesó González. Tras las fotos con el fondo musical del ‘We Are The Champions’ de Queen, el conjunto madridista subió al balcón de la Casa de Correos para saludar a unos 500 aficionados congregados en la Puerta del Sol.
«Gracias por estar aquí y venir a apoyarnos. Creo que el MVP debería venir a decir unas palabras«, dijo el capitán Felipe Reyes, que le pasó el micrófono al alero argentino Andrés ‘Chapu’ Nocioni, declarado mejor jugador de la final. «Es un placer para nosotros estar acá y entregarle el trofeo a esta grandiosa afición. El MVP fue el equipo entero«, comentó Nocioni. Tras unos minutos de gritos y celebraciones, el Real Madrid emprendió en torno a las 13.00 horas su camino hacia el Ayuntamiento de Madrid, donde continuaban las celebraciones.
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AutorEl ConfidencialEmailelconfidencial
Fecha18.05.2015 – 10:15 H.Actualizado: 10:16 H.
Adiós a una leyenda de los deportes extremos. Dean Potter, escalador profesional, murió el pasado sábado en el Parque Nacional de Yosemite (Estados Unidos). Según informó Scott Gediman, un portavoz del recinto, el paracaídas no se le abrió después de haber saltado desde una altura de 2,3 kilómetros. Tanto Potter como su compañero Graham Hunt fallecieron en el acto a causa del impacto contra el sueño.
Ambos deportistas habían saltado desde el promontorio de Taft Point ataviados con un traje con alas –denominado ‘wingsuit’– una vestimenta que posibilita el planeo durante los segundos que dura el descenso. Los cuerpos de Potter (de 43 años) y Hunt (de 29) fueron encontrados tras una búsqueda en helicóptero que se inició al perder el contacto con ellos. De momento, no se ha esclarecido la razón de por qué murieron ambas personas. Se cree que saltaron juntos, pero fueron encontrados en lugares diferentes.
El salto BASE es ilegal en el Parque de Yosemite, pero Hunt y Potter se saltaron la prohibición y llevaron a cabo una de sus mayores aficiones. Este tipo de deporte recibe su nombre de las siglas en inglés de los lugares desde los que se salta: Buildings, Anthens, Spans y Earth (edificios, antenas, puentes y acantilados).
Dean Potter era conocido por sus paseos sobre la cuerda floja y sus adrenalínicas aventuras, en las que destacaba su afición por la escalada de montañas extremas y sus saltos en paracaídas de alto riesgo. En algunos de ellos, el deportista estuvo acompañado por su perro. Potter fue el primer alpinista en escalar tres de las paredes rocosas más famosas de Yosemite en un solo día.
Potter, el acróbata más extremo, muere en Yosemite en un salto mortal
Un vídeo publicado por Dean Potter (@deanpotter) el 3 de Jun de 2014 a la(s) 7:15 PDT
El objetivo es aumentar el interés del aficionado por la Fórmula 1, tanto en la televisión como en el circuito. El Grupo de Estrategia de la F1 se reunió el pasado jueves para tratar de poner algunos puntos en común de cara a mejorar el espectáculo y se llegaron a diferentes conclusiones, una afectaría al campeonato de 2016 y otras cuatro para 2017, entre las que destaca el regreso de los repostajes y un remozado aerodinámico para hacer los vehículos más atractivos y rápidos.
Después de un cambio de reglas como el del año pasado, entra dentro de los planes que algún equipo se diferencia del resto. Sin embargo, la ventaja que obtuvo Mercedes fue tan grande que supuso la gota que colmó el vaso para el espectáculo de una competición que debió inventar el DRS para que un coche pudiera adelantar a otro.
Habiendo caído la audiencia a través de la pequeña campaña y en los trazados, el grupo formado la FIA –Jean Todt-, FOM –Bernie Ecclestone-, y de cada uno de los seis primeras escuderías de 2014 –Mercedes, Red Bull, Williams, Ferrari, McLaren y Force India– buscaron dar un impulso a su negocio en la reunión en Biggin Hill, a la que también asistieron Donald Mackenzie (CVC) y representantes de los fabricantes de motores.
Para la próxima temporada, 2016, las escuderías han luchado por dejar en sus manos la libre elección de dos compuestos de neumáticos seco (de cuatro disponibles). Actualmente es Pirelli quien elige las gomas de cada fin de semana. La petición de los equipos choca con la seguridad que garantiza la compañía italiana desde que hace dos temporadas –por seguir las peticiones de ‘espectáculo’ que recibió- dio varios sustos con reventones repentinos.
De cara a 2017, con más tiempo, se planean intervenciones más decisivas:
– Coches más rápidos con una evolución aerodinámica: se pretende arrancar al cronómetro entre cinco y seis segundos con respecto a los tiempos por vuelta actuales. Ello vendrá de la mano de una modificación en las reglas aerodinámicas, con unos neumáticos más anchos y la reducción del peso del coche. Aparentemente, este punto no debiera abrir diferencias entre vehículos.
– Repostajes: además de la emoción que supone entrar a boxes para echar gasolina, esta medida provocará pilotos que puedan exprimir más su monoplaza. La estrategia influirá más en el resultado de la carrera así como la concepción del monoplaza. Ahora mismo se trata de una competición de economizar –neumáticos y gasolina-, concepto que podría cambiar.
– Motores con mayor número de revoluciones y que emitan más decibelios (más ruidoso). En el presente año, el ruido aumentó en los propulsores con respecto al anterior, en esta nueva era eléctrica, por una cuestión de estética. Sigue siendo insuficiente en comparación al pasado.
– En otro aspecto para hacer más atractivo al monoplaza, los diseños serán más agresivos.
Además, sobre la mesa también quedaron otros debates más complejos y profundos como el del formato del fin de semana de competición y tomar las medidas necesarias para que las salidas solo se activen por los pilotos sin necesidad de asistencia exterior.
Los puntos acordados en esta cita deben ser trabajados para que la propuesta tome fuerza y vea la luz verde por parte de la Comisión de la F1 y el Consejo Mundial del Mundo del Motor de la FIA, cuya reunión tendrá lugar el próximo mes de julio, en México.
Este lunes será la octava mejor tenista del mundo. Carla Suárez no da importancia al asunto, “es sólo un número”. Sí que es para enmarcar lo que hay detrás de esa cifra. Una jugadora que está rematando de cabeza en este 2015 su trabajo mental de las últimas temporadas. En Roma, este domingo perdió su segunda final de Masters 1000 en lo que va de año, y la ganadora del torneo, la número dos del mundo, María Sharapova, indicó al final del mismo que “Carla tiene mucha confianza y eso es peligroso”.
“Nos faltó gasolina hoy de tanto desgaste acumulado”, escribió en Twitter Xavi Budó, el preparador de la jugadora canaria. No hablaba del físico, sino del aspecto psicológico, ese que tanto mima Budó cuando baja al banco de Carla durante algunos partidos, como ya hizo en la final de Miami frente a Serena Williams cuando la dijo: “Me da igual quién esté al otro lado, Carla. Cree”.
En Estados Unidos, la tenista de 26 años no fue rival para Serena con un contundente 6-2 y 6-0. En Roma, con esa experiencia acumulada, la situación (y la rival) fue diferente y cayó por 4-6, 7-5 y 6-1, ya sin el mencionado combustible en la recta final del partido. Decía Alfredo di Stefano que “las finales no se juegan, se ganan”, y la cabeza de Carla, hoy, está mejor preparada para asimilar el mensaje de la Saeta.
“La semana ha sido muy positiva porque mentalmente iba muy justa. Cada día, el hecho de superarme en pista lo valoro muchísimo porque era una de las asignaturas que tenía pendientes. Lo importante es que de estas cosas se puede aprender”, valoró Suárez, quien admitió que llevaba “arrastrado cansancio mental, que es el más importante”.
En el mejor momento de su carrera deportiva llega Roland Garros, que arranca el próximo domingo y cuyo mejor resultado son unos cuartos de final. “¡Vamos equipo! Seguimos creciendo”, escribía Budó el sábado, cuando Carla se clasificó para la final. En París, el siguiente paso.
“Ha sido una pelea constante con la moto”. De poco le sirvió a Marc Márquez firmar una espléndida en el Gran Premio de Francia porque, un día después, su Honda le hizo perder la batalla. El actual campeón del mundo tuvo más problemas de lo esperado debido a las consecuencias de las altas temperaturas en Le Mans; tanto que no sólo peleó con sus compañeros de parrilla, dejando un bonito espectáculo con Iannone, sino que tuvo que hacerlo contra su máquina. La Honda ya no es la mejor moto de la parrilla y hay problemas que debe solucionar por mucho que “el talento de Marc Márquez” los camufle. Dovizioso dixit.
El pasado mes de noviembre, con el título aún en el paladar, el piloto de Cervera se subió a la Honda que la fábrica del ala dorada le había preparado para 2015. Con Valencia como escenario, Márquez avisó que lo que tenía entre manos no terminaba de convencerle: “Igual que dije que el año pasado tenía una gran moto con la que me encontraba a gusto, cuando probé la nueva había cositas que no me gustaban”. Marc hizo sus particulares peticiones -un motor más suave- y confió en “la capacidad de reacción que Honda ya ha demostrado en el pasado”. Seis meses después, su moto sigue sin estar bien afinada: sigue siendo rápida, pero con unas condiciones muy específicas. A esto hay que añadir que esta temporada la Yamaha es mucho más equilibrada y las Ducati, más potentes.
Marc Márquez en su box (Efe).
Así las cosas, es normal que Márquez declare que mantiene una pelea constante con su moto. Tanto él como Emilio Alzamora han comentado que esta temporada está mejor que la pasada en el aspecto físico, pero acaba mucho más cansado porque tiene que esforzarse más para sujetar la Honda. A la moto de Marc le falta el punto de equilibrio exacto entre la presión de la frenada, la deceleración y la trazada necesaria para salir de la curva. Además carece de la estabilidad necesaria para que el de Cervera pueda escuchar a su moto; en consecuencia, no goza del control al cien por cien. Era el propio Márquez el que daba la calve: “Hemos mejorado mucho el tren delantero y, quizás, el trasero no ha seguido al delantero en la evolución: éste me permite entrar bien en curva pero el trasero no le sigue”.
A lo largo de la temporada pasada, Honda consiguió evolucionar el tren delantero, pero el trasero se quedó descolgado. Con el Mundial en marcha, la fábrica nipona trabaja para terminar de pulir la moto de Marc. Después de la cita de Jerez y aún renqueante por su operación en el dedo meñique, Márquez tuvo que probar varias piezas, entre ellas un basculante más rígido, destinadas a mejorar la parte trasera de su moto. El objetivo pasa por mejorar la entrada y la salida en las curvas y, sobre todo, disminuir las derrapadas. Sí, la seña de identidad de un Marc Márquez que ha llegado a confesar que su actual Honda lo hace “demasiado y cuando quiero que acabe, no se termina. Esto me hace perder tiempo y es donde más estamos trabajando”.
Marc Márquez en Le Mans (Repsol Media).
La temporada pasada, el piloto de Cervera manejaba la Honda a su antojo y hacía con ella lo que quería; se trataba de una moto imperfecta porque así se lo pidió al fabricante japonés. El resultado salta a la vista: diez victorias consecutivas y un rastro de récords destrozados para lograr su segundo Mundial de MotoGP. Este año está fuera de su control. Tanto que todavía no se ha subido a lo más alto del podio y se ha visto obligado a adaptar su particular estilo a su actual máquina, igual que en 2013 cuando aterrizó en la máxima categoría: “Con la otra moto, yo creaba un poquito esta derrapada cuando quería. Ahora es al revés porque la moto la crea y yo intento que no derrape tanto”.
Ahora que el viento no sopla a su favor, es el momento en el que Marc Márquez debe demostrar su valía como piloto para lograr resultados con una moto que le obliga a vivir una batalla en cada carrera. Mientras, el piloto asegura que están “intentando trabajar con el basculante para ver un poco la dirección que debemos tomar, pero no es suficiente porque sigo derrapando demasiado en la entrada de las curvas. También tenemos que trabajar un poco en la salida de curva ya que cuando no entras bien normalmente la salida no es buena. Tenemos que intentar mejorar un poco todo”. El problema es que Rossi (102), Lorenzo (87), Dovizioso (83), Yamaha y Ducati no están dispuestos a esperar y sí a aprovechar el momento.
Cuando la temporada no había dado comienzo y los equipos estaban poniéndose a punto para afrontarla, muchos dudaron. Encajar tres piezas de tanto nivel no se presentaba como tarea sencilla para Luis Enrique. No sólo a nivel futbolístico, sobre todo personal teniendo presente que hablamos de tres estrellas de nivel mundial. El primer asunto quedó resuelto hace mucho a la vista de los espectaculares números firmados por este trío, y el segundo no se reveló como problemático nunca. La convivencia entre Messi, Neymar y Luis Suárez se ha desarrollado por el mejor cauce, sobre todo gracias al silencioso y efectivo trabajo realizado por Mascherano. Fundamental de principio a fin. Y primer título de la temporada en el bolsillo tras el triunfo logrado en el Vicente Calderón.
Los números que han firmado –con un partido de Liga, final de Copa y final de Champions League por disputar– los tres atacantes del Barcelona son descomunales. Ni más ni menos que 115 goles han marcado hasta el momento entre los tres en todas las competiciones, Liga, Champions y Copa del Rey. Messi (41, 10 y 3), Neymar (22, 9 y 6) y Luis Suárez (16, 6 y 2) han lanzado a un Barcelona que puede firmar un histórico triplete. Leo ha encontrado la felicidad, sobre todo porque ninguno de sus dos compañeros puso en cuestión su liderazgo, lo que sí hicieron otros como Eto’o o Ibrahimovic, en el Barcelona, o Tévez en la selección argentina.
Con los peligrosos precedentes de Eto’o, Ibrahimovic y Villa, se temía que Messi no aceptara de buena gana tener a su lado a dos futbolistas de un nivel superlativo que hicieran sombra a su eterna autoridad futbolística. La convivencia con Neymar no empezó de la mejor manera, con una fría distancia entre ambos en los primeros tiempos, cuando Leo aún mascullaba entre dientes por no tener a su lado al Kun Agüero. No le agradó la contratación del brasileño, un icono mundial que podía poner en peligro su liderazgo. Pero eso no sucedió, entre otras cosas porque Neymar repitió una mil veces que el argentino era el mejor, el indiscutible capo del equipo. Y Mascherano, al que respeta como a nadie su compañero de equipo y selección, cumplió una función básica para que la convivencia no se ensuciara.
Messi, nada más marcar el gol que dio la Liga al Barcelona (Reuters)
El arranque de la relación entre Neymar y Messi tuvo la frialdad como bandera. El de Rosario no le recibió precisamente con los brazos abiertos. Pero poco a poco, y gracias a la actitud del brasileño, el ambiente se fue relajando. Cada vez que podía, el icono de la canarinha lanzaba flores a su compañero. “Leo es el mejor jugador que he visto”, dijo en alguna oportunidad, mensaje, como otros similares, que relajó a su compañero. A lo largo de esta temporada, en la que Ney plasmó en el terreno de juego todo lo bueno que tiene, su convivencia con Messi acabó convirtiéndose en más que respetuosa. Cada uno encontró su espacio para alumbrar un Barcelona que desde hace tiempo se muestra intratable.
Mascherano, al que Messi respeta mucho por su personalidad y por ser un impecable profesional, trabajó mucho para que las dos estrellas remaran en la misma dirección. El defensa/mediocampista argentino es todo un líder en el vestuario y su callado trabajo con Leo encontró el premio de una buena convivencia entre ambos. Sucedió algo similar cuando llegó Luis Suárez. Ambos con pasado red del Liverpool, el Jefecito trabajó para que el uruguayo entrara con buen pie en el vestuario azulgrana, sobre todo a ojos de Messi. Con una cultura similar, los asados y asuntos de conversación similares fueron clave para que encajaran perfectamente Leo y Suárez. Y todo bajo la atenta mirada de Mascherano.
En el pasado Mundial de Brasil, cuando Argentina se jugaba un lugar en la final ante Holanda, Mascherano vino a decir a sus compañeros que estaba “harto de comer mierda, quiero ganar este torneo”. La albiceleste eliminó a la Orange y se jugó la gloria con una Alemania que ganó el título gracias a un postrero gol de Götze. Basta la mencionada frase para entender el carácter de un jugador único. Curioso caso el suyo, que debutó antes con la selección mayor de Argentina en un amistoso contra Uruguay que en la primera división con River Plate, club en el que dejó huella –le gustaría acabar su carrera en el equipo de la franja roja, según ha dicho alguna vez–. Leo Astrada, el Jefe y líder del club bonaerense, le cedió el mítico 5 para terminar siendo bautizado Mascherano como el Jefecito. En el Barcelona su categoría alcanzó la condición de jefe supremo, como bien pueden atestiguar Messi, Neymar y Luis Suárez…
Muy pocos imaginaban en el verano de 2011, cuando el Real Madrid fichó a Pablo Laso para tapar el agujero que había dejado la marcha de Ettore Messina, que aquel entrenador con pasado madridista como jugador, pero con una carrera aún escasa en los banquillos, iba a ser el que devolviera la Copa de Europa al club blanco. De hecho, había dudas hasta en su casa. «Hace poco fui a comer con mi familia y mi hijo me dijo: ‘Yo no pensaba que estaríamos tanto tiempo en el Real Madrid'», contó Laso tras la final contra Olympiacos.
Cuatro años después, el balance es difícilmente mejorable. Con él en el banquillo, el Real Madrid ha dejado de ser un equipo mediocre para ser un equipo dominador. Con Laso, el Madrid ha disputado 12 de 15 finales posibles en Supercopa, Copa del Rey, ACB y Euroliga y ha ganado 8 títulos (una liga, tres Copas, tres Supercopas y una Euroliga). Y lo que es más importante, al menos para él, ha vuelto a ser un equipo reconocible con el que los aficionados han vuelto a disfrutar.
«Mi objetivo desde el principio fue dar valor al Real Madrid de baloncesto. Crecí viendo jugar a Clifford Luik, a Corbalán, a Emiliano… He sido jugador del Madrid y sé lo que significa. Para mí lo más importante era que fuéramos un equipo reconocible, más que los títulos. Aunque en el Real Madrid tienes la obligación de luchar por cada título. Llevo cuatro años aquí y estoy contento porque se han cumplido los objetivos que me fijé», explicó en la rueda de prensa. Antes de atender a los periodistas resoplaba apoyado en la barandilla, intentando asimilar lo que acababa de conseguir. A pocos metros, los jugadores, sus estrellas, como los considera él, celebraban en el vestuario.
Quizá en ese vestuario Florentino Pérez le dijo lo mismo que en febrero de 2012 en Barcelona, tras ganar la Copa del Rey, su primer título con el Madrid: «Ahora habrá que ganar la Liga». «Y llevábamos 20 años sin ganar la Copa», contaba Laso antes de la final.
En estos casi cuatro años en el banquillo madridista, el entrenador vitoriano se ha movido entre la excelencia y la exigencia. La excelencia del mejor juego del continente y la exigencia de un club en el que sólo ganarlo todo es suficiente. «A veces parece que en este club es un alivio ganar, en vez de disfrutar ganando. Disfrutemos», dijo Laso.
«Hablo mucho del equipo y me considero uno más, para lo bueno y para lo malo. Estoy muy contento y feliz. Ganar este título te da un reconocimiento que valoro tanto como el reconocimiento diario. Me mandaba un mensaje una persona muy cercana a mí y me decía que lo disfrutara, que íbamos a ganar, que sería muy feliz y que no cambiemos«, continuaba.
Si por algo ha recibido elogios el Real Madrid, y por extensión a Pablo Laso, estos últimos años, ha sido por su brillante juego ofensivo, rápido, alegre; una forma de jugar que ha enganchado a casi todos y que ha cabreado a unos pocos, que se la echaban en cara cuando llegaban las derrotas, especialmente las de las dos últimas Final Four. «El primero que piensa en el equipo soy yo, no necesito que nadie me lo diga. Yo defiendo a mi equipo a muerte, esa es mi forma de ser. Y no voy a cambiar».
Pero que nadie piense que Laso es un idealista que prefiere morir con su idea antes que cambiarla para poder ganar. Nada de eso. Y esta temporada es un buen ejemplo. Sin cambiar los pilares del juego del equipo (véase el segundo cuarto de la semifinal contra el Fenerbahçe), el Madrid supo fichar las piezas necesarias para jugar también a otra cosa, para bajar al barro cuando las finales se ponen feas y enfrente tienes a un ejército de griegos con más vidas que un gato. Ahí estaba Nocioni para complementar a un grupo que había ganado casi todo y que ya puede presumir de un palmarés completo.
«Los jugadores y los entrenadores cambian, para mí lo importante es tener un equipo», afirmó Laso. Lo que no va a cambiar es el estilo que ha implantado en el Real Madrid, quizá el equipo más reconocible del baloncesto europeo. Y también el de más exigencia, la que se pone el propio Laso: «Hemos ganado la Supercopa, la Liga, la Copa y la Euroliga. ¿Completo? No. Me conozco. Como empecemos perdiendo el miércoles, me cabrearé«.
Fundador de Genii Capital e inversor en todo tipo de sectores globalmente, Gerard López es también propietario de Lotus a través de la sociedad citada. Con su experiencia y perspectiva, siempre ofrece una visión interesante y personal de este mundo. El Confidencial le entrevistaba en su primera visita esta temporada a la Fórmula 1, en el Gran Premio de España, («no he tenido nada de tiempo hasta ahora»). A diferencia de años atrás, nuestro país también empieza a entrar ya en su radio de acción inversor.
PREGUNTA: Para entrar en contexto rápidamente. Genii Capital, ¿cómo era antes de entrar en la Fórmula 1 y después de desembarcar en ella?
RESPUESTA: Buena pregunta… Y además, una que nunca nos han hecho… (sonríe). Pues a nivel de industrias y de lo que hacemos, casi lo mismo. Tecnología: no ha cambiado nada; inmobiliaria: lo mismo. A nivel de banco de inversión ha cambiado mucho, porque se han abierto nuevas geografías y nuevos mercados. Y luego, el gran cambio es que la Fórmula 1 nos permite entrar en un mercado, el de la energía, donde sí se hace negocio. Nos ha abierto puertas en un momento dado que lo ha facilitado. En definitiva, la Fórmula 1 para Genii ha sido la de aumentar la capacidad de acción geográfica.
P: ¿Cuánto le ha costado hoy a Genii Capital y a Gerard López la Fórmula 1?
R: No lo sé, lo que sí sabemos es que, si tenemos una cuenta entre lo que ha entrado y salido, no nos ha costado nada. La cuestión está en qué es lo que metes dentro. Si tienes una relación con la que has trabajado, solo por haberlo hecho, ¿lo consideras como algo que te ha traído la Fórmula 1 o no? Bueno, nosotros no lo consideramos de manera financiera, pero objetivamente alguna consideración tienes que darle. Lo que estoy seguro es que hemos recuperado más de lo que hemos gastado. Eso seguro.
P: En Lotus, su equipo, se ha metido la tijera de forma radical y casi es autosuficiente.
R: Sí, el año pasado lo fue, sí…
Gerard López junto a Grosjean y Gastaldi (EFE)
P: Cuando se invierte, ha de ser con un retorno. Con estos años de experiencia, ¿qué no haría ahora?
R: Lo que no hubiera hecho, quizás, fue que cuando vas cuarto o quinto, intentabas jugarte el ir a por la primera plaza, o la segunda, como hicimos hace dos años. Si tienes ambición y un carácter un poco competitivo -y yo no es que tenga poco, es que lo tengo mucho-, se hace casi contra natura no ir a por ello, y te haces así tu peor enemigo.
Y la segunda cosa es que, el año pasado, en Austin, fui el primero en hablar de los problemas financieros, del deporte en general, no de un equipo… Si hubiera sabido que iba a tener tanta audiencia, digamos, quizás lo hubiéramos dicho antes.
P: ¿Y se paga un precio por liderar en la Fórmula 1 posiciones como la suya?
R: Cuando tienes opiniones propias siempre pagas un precio.
P: Con su visión global de los negocios, como alguien que está dentro de la Fórmula 1, pero que personalmente es muy aficionado al automovilismo, ¿cómo la ve como producto? Porque un tema es la visión endogámica de este mundo y otra la del aficionado.
R: Sí, además el peligro que tenemos en la Fórmula 1 es que todos nos creemos… como diría, irreemplazables. Parece que pensamos que esto es el centro del universo, lo que para nada es el caso. Y por ello tienes que adaptarte a lo que pasa fuera.
Lo primero, sigue siendo un deporte genial. Es uno de los únicos o el único que es internacional. Lo son el tenis y el fútbol, pero que se transportan de la misma manera. La Fórmula 1 sí, es el mismo campeonato en diferentes países. Es como la NBA jugándose a nivel mundial. Y esto tiene su valor.
Lo segundo, la tecnología que llevamos en los coches, aunque personalmente creo que es exagerada, positivamente es la bomba. Lo que son capaces de hacer estos coches, cómo se gestionan, es muy fuerte. Estamos increíblemente avanzados. Los datos que transferimos en cinco minutos te ibas y volvías a la luna hace treinta años.
Lo negativo, que lo hay, es que con toda esta tecnología, ¿por qué no tenemos patrocinadores o inversores tecnológicos? Porque no se lo vendemos bien. Esto se lo vendemos a empresas que fabrican coches. Más allá no llega. El resto es todo normalito. Donde falla el deporte es cómo nos conectamos al mundo tecnológico. De las diez empresas más cotizadas del mundo, tres no son tecnológicas. Las otras siete no están aquí.
El Lotus de Grosjean junto a un Red Bull en una de las carreras del Mundial (Reuters)
P: Sí, pero considerando el tema desde el punto de vista del espectador, están cayendo las audiencias televisivas…
R: Ese es el segundo punto de lo negativo. Y tienes dos problemas. Uno geográfico; ¿cómo atraes audiencia en los países en los que estás corriendo, pero ni llenas las tribunas, ni traes a la gente a la tele? China, India… Esto es cultural. Hace un momento le daba un ejemplo por aquí a alguien. Tengo un amigo en Estados Unidos que lleva la división de deportes de NBC, y cuando compraron los derechos el año pasado me decía: “¿Cómo le vendo la Fórmula 1 a los americanos?”. No se trata de ofrecer imágenes de coches, le decía, tienes que hacer que le interesa a la cultura americana. Los yates en Mónaco, las estrellas del deporte… El show, lo que no tenga la Nascar. Es una cultura diferente.
Hay que saber lo que le interesa a los indios, a los chinos… Se trata de ver cómo el mismo deporte lo metes en un paquete para cada país; aunque sepa igual, lo presentas diferente. Es como la Coca Cola, sabe igual, pero cuando la compras en China tiene otro diseño. A los chinos lo que a lo más les interesa son las apuestas, y a los indios es utilizar el móvil en vez de la tele.
P: Parece que también está cambiando la edad de la audiencia…
R: Y luego hay un problema generacional. Yo, cuando iba al cole, el lunes tenía dos temas: el Barça y Ayrton Senna. Ahora unos pocos tienen al Barça, pero nadie tiene a Lewis Hamilton. Tengo una inversión muy interesante. Soy el accionista mayoritario de la empresa de alquiler de coches más barata de Europa ¿Y por qué funciona? Porque los jóvenes no quieren comprar coche. Entonces, si no interesa el automóvil y encima no estás utilizando los medios que ellos utilizan, olvídate. Si tu único medio de presentación es la tele, que no la miran… Aquí siguen hablando de la generación MTV, y esa es cuando tenía yo dieciocho años. Ahora no es generación de nada. No miran la tele, y cuando miran es tres minutos de algo.
Uno de los Lotus durante unos entrenamientos en Barcelona (EFE)
P: En la Fórmula 1 se dice que hace falta un dictador para manejarla, para que funcione eficazmente. Si Gerard López fuera ese dictador, ¿qué es lo urgente o quirúrgico que haría?
R: La primera, y la gente me va a criticar porque tengo un equipo… Haz que cada equipo sea una franquicia como ocurre en otros deportes. Es decir, que tenga un valor que haga que un patrocinador o inversor quiera estar dentro ¿Cómo lo haces? Rentabilizando la Fórmula 1, que desde el pequeño al más grande todos tenga bastante para poder competir. Si haces esto, y cierras la puerta, todos quieren entrar.
P: Pero Bernie Ecclestone siempre ha tenido la filosofía de cuanto menos, más escaso y restringido, más valor…
R: Ya, pero lo que estoy diciendo ahora, incluso Ecclestone me lo dice, me admitió el año pasado que cometió errores al negociar la distribución de los derechos. Sería lo primero que haría. Que cualquier equipo pueda competir, no sobrevivir, hablo de competir. Haciendo esto, funciona la plataforma.
Y lo segundo, con toda la tecnología que tenemos, ¿por qué no se sabe? ¿Es que de verdad necesitamos 500 u 800 personas para hacer funcionar dos coches y no le decimos a la gente lo que está pasando? Tenemos una tecnología que no veas y nadie lo sabe. Por ejemplo, todos en los equipos estamos enviando datos constantemente. ¿Por qué no tenemos un cloud (nube) que acoja todos los datos, centralizado, más barato, más eficaz que esté protegido y te traes un patrocinador y le dices ‘tú eres nuestro cloud’. No, aquí cada uno hace lo suyo, nos cuesta un pastón a todos y no tiene valor añadido ninguno. Los presupuestos más importantes de marketing del mundo están en tecnología. Traételos aquí.
Mañana, la segunda parte de la entrevista a Gerard López.
“Entorno: ambiente, lo que rodea”. Esta es la definición que da la Real Academia de la Lengua, pero lo cierto es que en el Barcelona el entorno es mucho más que eso. Su calado e importancia es tal que es capaz de dejar marcado a un entrenador, aunque esta temporada el desequilibrio institucional reinante no ha conseguido traspasar los límites de la parcela deportiva. Desde la sanción de FIFA que impide al Barcelona reforzarse hasta enero de 2016 hasta los eternos problemas con el edificio de La Masia pasando, por supuesto, por el fichaje de Neymar, Messi y sus problemas con Hacienda o las salidas de Zubizarreta y Puyol. Las goteras de la planta noble del Camp Nou no han llegado, por suerte, al vestuario de un Barcelona campeón de Liga.
El pasado mes de diciembre, el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) rechazó el recurso que el club azulgrana presentó después de la sanción impuesta por la FIFA que le prohíbe fichar hasta enero de 2016. A este castigo deportivo tuvo que añadir una multa de casi 375.000 euros (374.137) y todo por las graves infracciones relacionadas con el traspaso e inscripción de jugadores menores de 18 años. El Barcelona pasó de ser uno de los clubes más admirados y envidiados a ver transcurrir los días desde los juzgados, donde coleccionaba casos perdidos. El fallo del TAS dejó al conjunto catalán en inferioridad de condiciones de cara a la próxima temporada porque, a pesar del título, la actual plantilla tiene algunas lagunas que deberá suplir la cantera. Sin embargo, La Masia es una forma de concebir el fútbol y no una tienda de repuestos de urgencia.
La sanción no sólo dejó al Barcelona de manos atadas en la parcela deportiva: también tuvo consecuencias para la gestión de Josep Maria Bartomeu al frente del club. El actual presidente no fue elegido por nadie, llegó al cargo porque Sandro Rosell se fue y seguir sentado en el sillón presidencial era cada vez más incómodo. Tanto que a principios de este año decidió que cuando acabe la temporada habrá comicios para elegir al nuevo mandatario culé. La directiva quería dar un giro de timón para tratar de acabar con los problemas extradeportivos. Señalado desde el principio, Bartomeu adelantó las elecciones “porque el club necesita estabilidad, tranquilidad y rebajar la tensión. Yo quería acabar el mandato, que era hasta 2016, lo he dicho muchas veces”.
La convocatoria llegó días después de la salida de Zubizarreta y Puyol. Con el inicio de 2015, Bartomeu quiso hacer bueno aquello de ‘borrón y cuenta nueva’ y rescindió el contrato del director deportivo; el mismo día Puyol presentó su dimisión. La destitución de Zubizarreta era uno de los puntos que figuraban en la hoja de ruta de Bartomeu: alguien tenía que pagar los platos rotos del club azulgrana tras la sanción de la FIFA y el director deportivo era ideal en ese sentido para aplacar el malestar del socio culé por lo que estaba sucediendo en la parcela deportiva. Una hora después del despido de Zubizarreta, el que fuera adjunto al director de fútbol, Carles Puyol, dimitía de su cargo con un comunicado publicado en su perfil de Facebook: “Por el presente comunicado os quiero anunciar que he decidido dar por finalizada mi relación laboral con el Fútbol Club Barcelona. Estos tres meses y medio me han dado la oportunidad de ver el otro lado del club. He aprendido mucho, estoy muy agradecido y, ahora, quisiera experimentar otras cosas desde otra perspectiva y desde otros lugares”.
Esta misma semana, el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata acordó llevar a juicio a Bartomeu, Sandro Rosell y al propio club por los delitos contra la Hacienda Pública y delito societario por el contrato fraudulento de Neymar. A Rosell le imputa delito contra la Hacienda Pública por el ejercicio de 2011, el mismo delito por el ejercicio de 2013 y otro por delito societario. A Bartomeu, delito contra la Hacienda Pública por el ejercicio de 2014 y al club culé por delito contra la Hacienda Pública de los ejercicios de 2011, 2013 y 2014.
Según el citado juez, aparece indiciariamente acreditado que tanto Bartomeu como Rosell conocían que el fichaje superaría los 57 millones de euros. Esta cifra perjudicaría el control de gastos que se estaba llevando a cabo para reducir la deuda. A pesar de ello “Rosell, al mando nuevamente de las negociaciones con el jugador y su entorno familiar, decidió abonar unas cantidades superiores tanto a Neymar Jr como a su club de procedencia, el Santos”. Y esas cifras son las que no se hicieron constar en las cuentas anuales que se presentaron en 2013. Rosell ideó fragmentar el pago en diversas partidas a través de una serie de contratos a pactar con el Santos y con Neymar. De lo investigado, el juez concluye que las cantidades por la adquisición del jugador ascendieron a 83.371.000 euros como mínimo. Rosell mantuvo que el coste había sido de 57.100.000, que es la cantidad que se incluyó en las cuentas anuales de la sociedad.
El delantero argentino tampoco se ha librado de los asuntos extradeportivos. Un juez de Gavà desestimó el recurso de Messi contra su imputación por tres delitos de fraude fiscal al entender que el jugador podría conocer las actividades de su padre, Jorge Horacio Messi, que es su representante y le lleva su actividad económica. El titular del juzgado de instrucción número 3 mantuvo la imputación contra Messi y su padre por defraudar presuntamente 4,1 millones de euros en las declaraciones del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas de los ejercicios 2007, 2008 y 2009, burlando la tributación de los ingresos derivados de la cesión de los derechos de imagen del jugador a través de un entramado societario.
La famosa fachada de La Masia llevó al Barcelona de nuevo a los juzgados. El pasado mes de marzo comenzó la vista civil por la demanda de la empresa Muro Cortina Modular Publicidad-MCM, que reclamaba al Barcelona 100 millones de euros por presunto incumplimiento de contrato ante la ausencia de la explotación publicitaria de la mencionada fachada. Joan Laporta, Sandro Rosell y los dos exdirectores generales del club, Joan Oliver y Antoni Rossich, desfilaron por los juzgados para dar su testimonio sobre los hechos. Estos no son otros que los contratos firmados por Laporta con MCM, la venta de un terreno de la Ciudad Deportiva y el nuevo que suscribieron Rosell y el presidente de MCM, Antonio García-Valdecasas, que anulaba el anterior. MCM posee la patente para la construcción de los leds de la fachada y La Masia; según la empresa de García-Valdecasas, debería haberse explotado tal y como estaba estipulado, supuestamente, en los contratos.
Alegría era poco para calificar lo que se vivió en el vestuario del Real Madrid. Euforia total y absoluta en un equipo que a la tercera acabó con la maldición de la Novena, que 20 años después reposará en las vitrinas del Santiago Bernabéu. Saltos, gritos, abrazos… Y mucho champán salpicando allí y allá a todo el que se asomaba. Felipe Reyes, el gran capitán blanco, que en las dos pasadas Final Four se quedó con la miel en los labios, por fin pudo recoger el trofeo que acredita al equipo blanco como campeón de Europa.
Nocioni y Campazzo, argentinos que cumplen su primera temporada en el Real Madrid, retrataron mejor que nadie el ambiente festivo que se vivió en los momentos posteriores a la final. En el vestuario, pero a la vista de las cámaras de televisión, no se cortaron y sellaron la noche con un intenso beso en la boca… Una imagen que vale más que mil palabras y que refleja lo que significó para todos ganar al temido Olympiacos.
La paciente espera de dos mitos de la sección como Clifford Luyk y Emiliano Rodríguez; el emocionante abrazo con sus hijos de Alberto Herreros, el arquitecto en la sombra de este equipo, siempre evitando los focos; la alegría de los parejas y los hijos de los jugadores… La emoción de todos ellos era el reflejo de la importancia que todo los que los jugadores y Pablo Laso habían puesto para ganar este título. Florentino Pérez, el presidente que estaba viviendo momentos complicados tras la eliminación del Real Madrid de la Champions, por fin pudo disfrutar de lo que es ganar el máximo título continental del otro deporte que da gloria a la institución.
“El baloncesto nos debía una”, exclamó Felipe Reyes, lo mismo que dijo Rudy Fernández. Los dos expresaron la alegría del momento, pero sin olvidar el padecimiento del reciente pasado. “No tengo palabras para describir tanta alegría”, subrayó el capitán blanco, que apuntó que están haciendo «un trabajo increíble» esta temporada. «Nos merecemos este título, desde el primer jugador hasta el utilero».
El MVP de la final, el Chapu Nocioni, resaltó que “el Real Madrid jugó como se debe hacer en una final, con dureza y no haciéndolo bonito». «Gracias a ello merecemos ser campeones», dijo. El sudamericano reconoció que en todo momento quiso fichar por un club que pudiera ganar la Euroliga. «Ha sido un poco más sencillo gracias a mis compañeros y a tener un entrenador como Pablo Laso”. “No me dejé ni una gota de sudor porque así soy yo y mi manera de jugar es esta. En el equipo tenemos mucho talento y yo trato de darle algo diferente, carácter, personalidad y entrega”, remató.
«El Chapu es increíble. Es, aparte de un grandísimo jugador, una bellísima persona. En los partidos importantes ha dado un paso adelante, con su veteranía ha demostrado ser joven. Esa fuerza que tiene en la pista nos hace a todos tener más confianza en los partidos en los que el Chapu juega bien», le elogió Rudy Fernández.
El jugador balear reonoció que dejó la NBA para vivir una noche como la de este domingo: “Cuando vine de Estados Unidos lo hice porque sabía que el proyecto era muy bueno”. Tenía la Euroliga entre ceja y ceja y por fin ya puede decir que la ha ganado. Rudy declaró que habían luchado «durante muchos años para ganar este título». «Imagina si llegamos a perder, habría sido un palo muy gordo, pero por fortuna hemos tenido las cosas muy claras desde el primer momento. Supimos jugar en los momentos clave y creo que la experiencia de las dos finales perdidas fue la recompensa de hoy”, dijo
Rudy, Lllull y Sergio Rodríguez, exultantes tras el éxito (Reuters)
El mexicano Ayón, uno de los nuevos, reconoció que llevaban “toda la temporada hablando de esto, de ganar la Euroliga”. Dejó la NBA buscando gloria en otro lugar y subrayó que está feliz por haber venido a España a pelear por ganar títulos. Atrás quedaron su prpblemas personales de principio de temporada, superados con el apoyo de Pablo Laso. El pívot subrayó que Spanoulis era un jugador que debían tener bien vigilado «y la verdad es que no entró en el partido”.
Sergio Llull también tuvo su cuota de protagonismo. “Es la recompensa al trabajo bien hecho”, comenzó diciendo, para añadir que “ganar esta competición es lo mejor que puedes conseguir a nivel de clubes, y este Real Madrid se lo ha merecido”. “Los objetivos siempre son los mismos, que son estar arriba y pelear por llegar a todas las finales. Es lo que tiene defender la camiseta del Real Madrid; es algo con lo que convivimos todos los días”.
Pitó Undiano Mallenco el final del partido en el Vicente Calderón y Luis Enrique se abrazó con Juan Carlos Unzué, su mano derecha mientras el resto de ayudantes iban llegando para sumarse. Los jugadores botaban mientras en el terreno de juego y todos rendían pleitesía a Leo Messi, que este domingo, otra vez, volvió a decidir el encuentro. En cuanto pudo, y sin hacer ruido, el técnico enfiló el camino de vestuarios. No es amigo Luis Enrique de hacer gestos de cara a la galería y no hizo una excepción pese a acabar de ganar su primer título. «Lo he celebrado en el campo y en el vestuario. Prefiero celebraciones íntimas y tranquilas», reconoció luego en la sala de prensa, en la que apareció empapado después de que le pasaran por la ducha.
No ha sido una temporada fácil para el asturiano, al que tampoco parecen afectarle demasiado los conflictos. Supo convivir con ellos y dar un paso atrás cuando el que tuvo con Messi amenazó con dinamitar el proyecto en enero. Con su áspero carácter no tuvo nunca ni una concesión ante las cámaras y los micrófonos. «No hay posibilidad de que un entrenador de un equipo grande no reciba críticas. Y si te va mal, te ejecutan«, afirmó. No faltó la pregunta sobre su futuro y la respuesta de turno: «Hasta que no termine la temporada no hablaré de eso«.
Pese a las dudas sobre la continuidad del técnico, Josep Maria Bartomeu sigue actuando como si no pasara nada. En Rac1, una vez concluido el partido lo tuvo claro: «Ya hemos hablado muchas veces con Luis Enrique y él quiere centrarse en la competición. No hay debate. Tiene un año más de contrato y estoy seguro que continuará«.
El técnico tiene previsto conceder ahora unos días de descanso a sus jugadores antes de cerrar el campeonato con el último encuentro ante el Dépor. Para entonces, ya se da por seguro quién será el hombre del partido: Xavi Hernández. El centrocampista se despedirá de la Liga en casa después de haber ganado nada menos que ocho campeonatos. Aún le quedará la final de Copa en el Camp Nou y la de Champions en Berlín, pero el aficionado azulgrana es consciente de estar viviendo los últimos momentos de un jugador irrepetible al que quiere decir adiós con honores.
El primer título de la temporada ya ha caído en el zurrón azulgrana. El primero de Luis Enrique, el último de Liga de Xavi.
La primera Liga de Luis Enrique, la última de Xavi Hernández
«Yo siempre decido mi futuro», dijo Luis Enrique con su habitual tono desafiante, a la vez que enigmático, la víspera de ganar su primer título como entrenador del FC Barcelona. «Pero suelo hacerlo a final de temporada», añadió el técnico asturiano para darse más importancia, aunque importante de verdad lo será si culmina la temporada con otros dos títulos que unir al conquistado en el Calderón con una jornada de sobra y tras derrotar precisamente al vigente campeón de Liga, el Atlético de Madrid (0-1), como los rojiblancos hicieron hace un año en el Camp Nou. En circunstancias normales, y en el Barça hace tiempo que no lo son, nadie dudaría de que Luis Enrique cumpliría el segundo año de contrato que firmó, ni extrañaría que incluso ya habría recibido una oferta para ampliarlo. Si no se sabe quién será el presidente del Barça a partir de este verano, como para tener claro quién será su entrenador, si bien en el caso de Lucho el problema ni siquiera es ese, sino uno mucho más complejo.
Luis Enrique podrá decidir si se va, pero ni con el triplete Messi querrá que siga
Lo contamos en El Confidencial, pero no está de más volver a recordarlo ahora que el éxito puede invitar a pensar que aquello en realidad no pasó. Tras la derrota de Anoeta (1-0), un partido en el que Messi y Neymar empezaron en el banquillo, llegó el desplante del argentino. Una presunta gastroenteritis, una llamativa ausencia del entrenamiento y el enfrentamiento entre el técnico y la estrella se hizo público, aunque para entonces ya fuera notorio. El presidente, Josep Maria Bartomeu, le dio un ultimátum a Luis Enrique: «En el Barça juegan Messi y otros diez que tú decidas», le dijo en una reunión de emergencia. El técnico, más que el guante de Bartomeu, recogió y aceptó el guantazo de Leo, quien de este modo volvió a demostrar quién manda en Can Barça.
Luis Enrique y Messi, durante un entrenamiento del FC Barcelona (Efe)
La catarsis en el vestuario azulgrana fue absoluta. Desde entonces Messi no se ha perdido ni un solo minuto, tras una intrascendente eliminatoria de Copa, y el técnico ha hecho todo lo posible por contentarle a la hora de completar el resto del once inicial. La relación del crack con su entrenador es de conveniencia y, dados los resultados, de momento campeones de Liga y finalistas de Copa y Champions, no les va nada mal. Sin embargo, desde el entorno más cercano del argentino, y en especial su propio padre, Jorge, siguen poniendo como condición para que Leo siga la próxima temporada en el Barça que Luis Enrique no lo haga.
La relación parece irreconciliable y sólo la intermediación de un reelegido y por tanto fortalecido Bartomeu quizás pudiera mantenerla, al menos otra temporada más. Otra cosa es que Lucho quiera seguir en esas condiciones, algo que por sus declaraciones parece indicar que no. El asturiano tiene en su contra nada menos que al tridente que Messi completa con sus inseparables Neymar y Luis Suárez. El Barça juega para ellos y ellos para un Barça en el que el papel del entrenador se ha convertido en secundario.
Pep Guardiola y Luis Enrique (Efe)
Esta es la tercera etapa de Luis Enrique en el FC Barcelona, después de formar parte como jugador durante ocho temporadas, desde la 1996-1997 hasta la 2003-2004, y otras tres como entrenador del filial, de 2008 a 2011. Como jugador defendió la camiseta del Barça en 300 partidos y marcó 109 goles. Como entrenador del Barça B, tomó las riendas del filial azulgrana y en su segunda temporada logró el ascenso a Segunda. Como técnico del primer equipo ya ha ganado la Liga y aún puede sumar dos títulos más, el 30 de mayo ante el Athletic en el Camp Nou y una semana después, el 6 de junio, ante la Juve en Berlín.
Cuentan quienes vivieron en primera semana la exitosa etapa de Pep Guardiola en el banquillo del Camp Nou que Messi también le echó numerosos pulsos al ahora técnico del Bayern. Incluso, algunos que es posible que Luis Enrique no hubiera aguantado lo que aguantó Pep. De hecho, este fue uno de los motivos por los que Guardiola decidió que su etapa en el Barça había terminado y veremos si no es precisamente lo mismo que pasa con el asturiano, aunque en su primera temporada. «Yo siempre decido mi futuro», afirmó Luis Enrique. ‘Pa chulo, yo’, pareció estar diciendo. Aunque él podrá decidir marcharse, veremos si alguien más chulo que él no acaba decidiendo que se marche o, al menos, poniéndolo como condición para no irse él.
Acababa de terminar el Manchester United-Arsenal y Van Gaal adquirió todo el protagonismo con unas declaraciones en las que desvelaba que el futuro de De Gea está en Madrid. En el Santiago Bernabéu, como de sobra es sabido. El entrenador holandés reconoció que el guardameta tiene una oferta sobre la mesa -sin citar el club-, pero dejando claro de dónde procede. Y, además, se apresuró a manifestar que su club no le pondrá las cosas fáciles al Madrid que preside Florentino Pérez.
Ante el micrófono de Sky Sports, insistió a la hora de valorar la situación que «repito lo que he manifestado en más de una oportunidad, cada traspaso conlleva un proceso. De Gea no abandonará el Manchester United con facilidad porque somos un gran club», para recordar que «él es español, su novia (la cantante Edurne) también lo es y es posible que se pueda ir a otro gran club. En fin, considero que será difícil para él tomar una decisión».
Sabiendo desde hace tiempo como está la situación. Van Gaal reconoció que el Manchester United maneja «una lista de porteros que pueden ocupar la vacante de De Gea». Por otra parte, repitió por enésima vez que «nosotros queremos que siga con nosotros, pero tiene que firmar el nuevo contrato y para ello David tiene que querer estar aquí». «Los jugadores deciden lo que quieren y donde quieren jugar», manifestó Jorge Mendes, agente del jugador, para valorar la situación del portero.
Pero la situación en la portería madridista se ha complicado aún más este domingo. No sólo por la que parece clara llegada de De Gea, sino por las palabras de Keylor Navas tras jugar ante el Espanyol. Preguntado en zona mixta sobre su suplencia, sus declaraciones no han dejado la más mínima duda: «Que no salga en la prensa quejándome no quiere decir que no lo esté pasando mal. Quería haber jugado más. Nunca he pensado en ser suplente, si bien es cierto que me ha tocado pasar un año difícil y lo he llevado de la mejor manera y siendo profesional. Cuando he jugado he intentado hacerlo de la mejor forma. La actitud y las ganas me han ayudado a salir adelante», confesaba.
El intermacional costarricense ha mandado un aviso a navegantes, pues Keylor no ha tenido ningún problema en confesar que no está demasiado contento con los minutos que le ha dado Carlo Ancelotti durante la presente temporada. Y es que sus apariciones por la portería madridista han sido más bien escasas: en toda la temporada, tan sólo ha jugado seis partidos en Liga, dos en Copa del Rey y dos en Champions. Y, ante la posibilidad de que el meta del United recale en el Madrid, no ha dudado en sacar las uñas ha paseo con un ‘Aquí estoy yo’.
De Gea será jugador del Real Madrid salvo sorpresa (Reuters)
En cuanto al partido en sí, un autogol de Tyler Blackett, a ocho minutos del final, equilibró el tanto inicial del español Ander Herrera que frustró el triunfo en Old Trafford del Manchester United y evitó la derrota del Arsenal (1-1), que se aferra a la tercera plaza de la Premier. A falta de una jornada para la conclusión de la liga inglesa la pelea por los puestos de la Liga de Campeones sigue abierta. El Arsenal, tercero y con un partido más todavía pendiente, frente al Sunderland, está a cinco puntos del Manchester City, que previamente ganó a domicilio al Swansea (2-4).
El cuadro de Manuel Pellegrini tiene en la mano el segundo puesto. Aunque el punto conseguido en Old Trafford hace que el Arsenal aún se ampare en las matemáticas para confiar en la conquista de su objetivo. La igualada fue un contratiempo para el equipo de Louis Van Gaal, que se aleja del tercer puesto y parece condenado a la cuarta, que obliga a disputar la fase previa de la Liga de Campeones.
En un encuentro marcado por la lesión del meta David De Gea y el debut de su compatriota Víctor Valdés, fue el cuadro local el que dominó gran parte del tiempo. El primero se marchó ovacionado en la que pudo ser su despedida de Old Trafford. Encarriló el choque a la media hora, con el gol del español Ander Herrera, que finalizó con acierto una acción dentro del área y batió al colombiano David Ospina.
Mejoró en la segunda parte el Arsenal, sobre todo con los cambios realizados por Wenger. Sin embargo, el empate llegó en una acción con fortuna. Un autogol de Tyler Blackett, que desvió el balón y confundió a Víctor Valdés, que ocho minutos antes había saltado al terreno de juego.
Jugadores del City celebran uno de los goles marcados al Swansea (Reuters)
Mientras, el marfileño Yaya Toure y el español David Silva guiaron al Manchester City a la victoria en Swansea (2-4), un resultado que asienta al equipo del chileno Manuel Pellegrini en el segundo puesto de la Premier. El centrocampista africano anotó dos goles, mientras el canario intervino directamente en dos de los cuatro goles marcador por el equipo de Pellegrini.
La quinta victoria seguida del Manchester City no se aclaró hasta el último cuarto de hora. El choque mostró los altibajos que los ‘citizens’ han evidenciado a lo largo del curso y después de disfrutar de una renta de dos goles, anotados por Yaya Toure a pase de David Silva y por James Milner, que finalizó una acción del argentino Sergio Agüero, a la media hora, se dejaron atrapar por su rival.
Gylfi Sigurdsson acortó distancia al borde del descanso y a la hora de partido, el congoleño Bafetimbi Gomis estableció el empate. En el tramo final, Toure volvió a aparecer para establecer el 2-3 y en el tiempo añadido, su compatriota Wilfried Bony cerró el partido a pase de Silva. El City, a falta de una jornada, aventaja en seis puntos al Arsenal, que juega ante el Manchester United.
Era uno de los días más bonitos de la Liga. Por fin, un día de fútbol de verdad, de los de antes, cuando para saber lo que pasaba en otros campos necesitabas el transistor, o si eras de los incautos, esperabas al final para enterarte de si a tu equipo le había venido bien tal o cual resultado. Los más espabilados no cargaban con la radio y daban la tabarra al vecino con pinganillo más cercano. Por la radio oyeron en Cornellà-El Prat que el Barça era campeón y que el hat-trick de Cristiano servía más bien poco. Y ese mismo resultado se escuchó en Mestalla y a más de uno le tocó la moral porque sabían que su equipo había dejado escapar una oportunidad de oro. Y los pocos levantinistas que había en Riazor sabían que la derrota no influía para su permanencia.
En definitiva, muchas noticias frescas iban llegando a cada uno de los estadios. Uno de los más aliviados con lo que recibía era el Calderón. Por una parte, porque sabían que el eterno enemigo no iba a ganar la Liga (eso principalmente gracias a que el Atlético perdió); por otra, que esa misma derrota tenía una menor trascendencia una vez que el Valencia no ganaba al Celta. Un gol che más y el Atleti se había visto en una situación harto complicada en la última jornada. No está cerrado su tercer puesto, ese título que tanto quería Simeone, pero un punto en Granada les dará el objetivo… siempre que gane el Valencia en Almería, de lo contrario con perder también vale.
La cosa es que ninguno de los dos lo tendrá nada fácil para sumar puntos en esa jornada decisiva, porque se enfrentan a dos equipos que se están jugando la vida. El Almería, de hecho, está en descenso ahora mismo y sería matemático si contásemos con esos tres puntos que le quitó la FIFA y que el TAS le devolvió. Con 32, los mismos que el Eibar, se encuentra a dos de la salvación, que la marcan Granada y Deportivo, con 34. Y a pesar de todo, el que parece que lo tiene más complicado es el Depor, que visita el Camp Nou. Cierto que el Barça es ya campeón y que no se jugará nada, pero puntuar allí es un reto sensacional.
Y es que se podría dar hasta un cuádruple empate a 35 puntos (la salvación va a estar bastante barata este año) si Eibar y Almería ganan a Córdoba y Valencia respectivamente y Granada y Deportivo empatan ante Atleti y Barça. En ese caso, se computaría como si de una liga entre los cuatro se tratase, en la que el Almería estaría salvado junto con el Deportivo. En caso de empate de puntos entre dos equipos, el Granada sólo tiene ganado el golaveraje con los gallegos y estos sólo con el Eibar, que lo tiene ganado con los nazaríes. En fin, un lío.
En Europa, más lío. Empecemos por arriba del todo. El tercer puesto ya está analizado, pero el cuarto se pone interesante también, porque gracias al triunfo del Sevilla ante el Almería, la presión que le mete al Valencia es brutal. Un punto los separa, así que cualquier error valencianista puede ser aprovechado por los hispalenses para meterse en la previa de la Champions (que la evitarían si ganan la Europa League).
Pero es que por la Europa League el mejunje también es interesante. El Athletic lo tiene casi hecho, porque es séptimo e iría a Europa gane o pierda la Copa del Rey con el Barça, pero si pincha en casa con el Villarreal (ya clasificado), dos equipos esperan detrás ansiosos por arrebatarle ese lugar de privilegio. Eso sí, al Athletic le puede valer un punto siempre que el Málaga no gane al Sevilla. Son los malacitanos los únicos que le pueden alcanzar en ese caso, puesto que tienen ganado el golaveraje particular. El Espanyol, noveno, tiene imposible ir a Europa, pero el Rayo, con los mismos puntos, sí puede ir si pierde el Athletic y ellos ganan a la Real Sociedad. Con todo esto lo que quiero decir es que ¡no se pierdan la última jornada!
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