Carolina Marín, la número uno y el bádminton español, al borde del precipicio

Lo dijo Carolina Marín al poco de ganar el Mundial y el tiempo no ha tardado en darle la razón: «A la federación se le ha subido el éxito a la cabeza». Mientras la onubense ha seguido creciendo hasta lograr nada menos que situarse como número uno del bádminton mundial, la federación española camina justo en la dirección contraria, de ahí la preocupación de todos sus estamentos, empezando por los propios jugadores y terminando por los directivos de las diferentes territoriales, pasando por un eslabón vital en este deporte como es el de los técnicos. Sólo la Junta directiva que controla el presidente de la FESBA, David Cabello, parece vivir al margen de esta realidad, aunque la Asamblea General Extraordinaria que se celebra este sábado en Madrid puede ser el lugar ideal para que sus miembros también se desmarquen de la gestión de su presidente. En su mano está.

La desconfianza generada hacia David Cabello es irreconducible y, tal y como hemos venido contando en El Confidencial desde el pasado mes de noviembre, sus decisiones desde que Carolina se colgó el oro mundial en Dinamarca están llevando al bádminton español al borde del precipicio. Lo paradójico es que lo está haciendo cuando los resultados deportivos son difícilmente mejorables. ¿Alguien lo entiende? Los que están dentro de este deporte, sí, de ahí su lógica preocupación por los derroteros a los que están llegando por culpa de sus decisiones y que se teme que muchas de ellas no tengan solución. De hecho, despropósito es la palabra más utilizada para calificar la situación.  

Y si hay algo que concretamente preocupa al conjunto del bádminton español es la posible marcha de Fernando Rivas, conocido por ser el entrenador de Carolina Marín, aunque reconocido aún más por ser el auténtico artífice, no sólo del éxito de la campeona del mundo, sino de que España se haya convertido en un país de referencia de un deporte hasta hace poco prácticamente desconocido en nuestro país. Los increíbles triunfos de Carolina son sólo la punta del iceberg del trabajo de Rivas. Su metodología de entrenamiento es conocido en todo el mundo con el nombre de ‘método español’. Entrenador de entrenadores, formador de los técnicos de los diferentes centros de tecnificación, sin duda la labor más importante para garantizar que el éxito del bádminton español no es efímero y reducido al talento de unos jugadores concretos. ¿Es inevitable su marcha? Sí, si quien debe evitarla no está por labor y transmite justo lo contrario, unas ganas enormes por que Fernando haga las maletas, aunque en algún caso concreto ello conlleve también la marcha de Carolina. Tampoco eso importa y a la entrevista de David Cabello en El Confidencial basta con remitirse.

Fernando Rivas

Llevarse a Rivas, matar dos pájaros de un tiro

Es normal que las potencias europeas de este deporte llamen a la puerta de Fernando Rivas. Primero, porque, como ya hemos comentado, el entrenador granadino es ya una referencia en el bádminton mundial. Más allá del fenómeno Carolina Marín, si algo ha llamado la atención en Europa es el éxito de la selección española júnior, capaz de acabar con la hegemonía de Dinamarca en la competición por equipos. Y, segundo, porque llevárselo del CARD de Madrid les serviría para neutralizar a España, quien se ha convertido en su principal rival a nivel continental. Por contra, lo que no es normal es que frente al insistente interés de otros países por fichar a Fernando Rivas, en la FESBA le hayan degradado jerárquicamente, tal y como se puede comprobar en su nuevo organigrama.

Por más que al hasta hace poco director de Alta Competición de la FESBA se le haga una subida testimonial de sueldo, de momento se le ha colocado por encima a un vicepresidente, Carlos Longo, sin ninguna formación técnica en bádminton y, pese a ello, responsable del área de alta competición y tecnificación de la FESBA. Otros dos vicepresidentes, Rodrigo Sanjurjo y Marta Puente, están al frente de las áreas de desarrollo y formación y de eventos, respectivamente. En ese sentido, llama la atención que el exdirector general, Alberto Carazo, también ha sido degradado, aunque siga siendo el encargado de la organización de eventos. 

El presidente de la FESBA apela constantemente a la «sostenibilidad» para no afrontar que el buen trabajo realizado por Fernando Rivas y el resto de técnicos se ha ganado que la inversión tenga que aumentar. En lugar de intentar generar nuevos recursos, algo indispensable para poder seguir creciendo, nadie diría que no interesa ver crecer a un deporte que ahora mismo ha demostrado de lo que es capaz en España. Y para ello es fundamental seguir contando con el técnico que ha hecho posible este milagro. 

«Yo creo que la clave del éxito está en los entrenadores que tenemos, especialmente Fernando Rivas, que es quien está enseñando al resto», aseguró Carolina Marín a El Confidencial. «El entrenador es una pieza fundamental para que un jugador pueda crecer», añadió la andaluza. Su compañera Beatriz Corrales coincidió con ella: «Creo que principalmente la clave está siendo la táctica. Necesitábamos algo más y el equipo técnico, con Fernando Rivas a la cabeza, es quien ha introducido y nos ha aportado ese trabajo táctico». «La calidad de los entrenamientos tiene mucho que ver», añadía en la misma línea que sus compañeras Kike Peñalver. «Sobre todo la intensidad con la que nos entrenamos y el equipo técnico que está detras, que hace un trabajo excelente», aseguró el actualmente mejor júnior de Europa. «Se nota que nos empiezan a tener miedo», sentenció Clara Azurmendi, la júnior de oro, en referencia a la buena preparación que están recibiendo y a la progresión del bádminton español.

Carolina Marín, la número uno y el bádminton español, al borde del precipicio

Y sigue el conflicto con los deportistas

Por cierto, y aunque Cabello se atreviera a decir delante de las máximas autoridades del deporte español que tal conflicto no existía, en la FESBA siguen sin solucionar el conflicto creado con los jugadores por lo derechos de imagen. La normativa al respecto fue aprobada sin el visto bueno de la Asamblea, otro paso en falso, pues la última palabra la tienen los jugadores y siguen sin darla. Es por ello que Carbobell tampoco debe de estar muy contento con la gestión de Cabello, pues al retraso que hubo para patrocinar a Carolina Marín se suma el hecho de que algunos deportistas aún no luzcan su publicidad debido a que el conflicto por la normativa no sólo no se ha solucionado, sino que a día de hoy las posturas se han vuelto a alejar.

La Asamblea General Extraordinaria que se celebra este sábado en Madrid, concretamente a las 11.00 horas en el Colegio Mayor Marqués de la Ensenada, puede y debe ser el mejor lugar para encontrar una solución. Cabello volverá a apelar a la sostenibilidad de la FESBA para no invertir más dinero allí donde más se ha demostrado que merece la pena invertir, pero en cambio propondrá prorrogar su contrato de colaboración, del cual ya informamos en su día en El Confidencial. Así está recogido en el orden del día. 

Y es aquí donde el Consejo Superior de Deportes tiene mucho que decir, y de momento ha dicho más bien poco, pues no es lógico que mientras a unos se les hable de sostenibilidad, otro sólo intente sostenerse en su cargo. Si Fernando Rivas acaba aceptando alguna de las ofertas que ha recibido no será porque él quiera irse, sino porque el máximo responsable de la FESBA permitirá -y quién si también celebrará- que se vaya. Esta es la paradoja en la que vive el bádminton español. Carolina, la número uno del mundo, y su federación a punto de inmolarse si su Junta directiva no lo evista. En su mano está.   

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