El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, anunció el lunes 13 de mayo de 2019 la entrada en vigor de la Reforma de la Previsión, una enmienda que terminará con los subsidios salariales del beneficio del Programa de Integración Social (PIS) y el Programa de Formación del Patrimonio del Servidor Público (Pasep), los cuales serán suspendidos en cinco de los principales estados del país suramericano.

En este sentido, los trabajadores de bajos ingresos de Sao Paulo, Río de Janeiro, Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul se verán afectados por la suspensión de este 14° salario pagado por el Gobierno brasileño.

Esta ley de subsidio laboral estipula que aquel trabajador en territorio brasileño que devengue un pago mensual de hasta dos salarios mínimos – unos 1.9 mil reales- goza del beneficio de este pago complementario que equivale a un salario mínimo.

El jefe de Estado brasileño, Jair Bolsonaro, defendió la entrada en vigencia de esta reforma, ya que este subsidio beneficia en la actualidad a una población que recibe salarios intermediarios, hecho que, según su visión, «afecta» a aquellos en real situación de pobreza.

Por otra parte, el abogado y presidente del Instituto de Estudios de la Seguridad Social de Brasil, Roberto Santos, denunció que esta medida del Gobierno de Bolsonaro dificulta en gran medida la jubilación de los trabajadores a los que les sea retirado este subsidio.

Santos precisó que «son personas que tienen dificultades para reubicarse y que, con la reforma, también tendrán dificultad en jubilarse».

Las políticas de Bolsonaro, quien tomó posesión de su cargo el pasado 1 de enero de 2019, han reducido y cancelado partidas presupuestarias a sectores como educación y salud. (I)