"Basta de dar dinero a lesbianas", la frase que hizo al calcio femenino suspender una final
Si hay un reducto del fútbol mundial que está maltratado es el que juegan mujeres. Además de tener muy poco espacio en los medios de comunicación (si es que tienen alguno), su situación reside lejos del profesionalismo, con clubes cuyas jugadoras ponen ellas mismas el dinero para poder hacer lo que más les gusta. Pero es que además, a veces tienen que aguantar vejaciones de todo tipo. La última viene de Italia, país bastante tradicional, ciertamente.
El presidente de la Lega Dilettanti (es decir, la que rige todo el fútbol amateur y donde, por tanto, se incluye el fútbol femenino), Felice Belloli, saltó a la palestra hace pocos días con una frase lapidaria que ha provocado un terremoto en todo el fútbol femenino: “Basta ya de dar dinero para cuatro lesbianas”. Las pronunció, precisamente, durante el Consejo del Departamento de fútbol femenino del pasado 5 de marzo, pero que no han salido a la luz hasta el pasado 14 de mayo. Su segundo, Antonio Cosentino, entregó la transcripción como correspondía al calcio femminile y éste lo ha llevado a la FIGC (Federación Italiana de Fútbol).
Por supuesto, la reacción de las chicas no se ha hecho esperar: este sábado debía jugarse la final de la Coppa Italia entre el Brescia y el Tavagnacco, pero ambos clubes, junto a todos los representantes de la Serie A y Serie B femeninas, han decidido suspenderla hasta que el presidente Belloli no presente su dimisión. “No había pasado nunca una huelga así. Son ya muchos años que el fútbol femenino está prácticamente inmóvil, sin ayuda de nadie”, decía Sara di Filippo, entrenadora del Tavagnacco a Radio2.
“La infeliz frase del presidente Belloli ha dado origen a esta huelga, que sinceramente me parece necesaria. Son palabras que han mandado al fútbol femenino, y a toda Italia, en realidad, a una situación terrible”, continúa Di Filippo, que añade que la dimisión de Belloli es sólo el principio de la petición de las mujeres futbolistas, ya que la segunda (y quizás más importante) es “darle libertad al fútbol femenino saliendo de la Lega Dilettanti y tener representación en la FIGC, teniendo así más voz y visibilidad”.
Y la disposición de las chicas va muy en serio. O dimite Belloli o no se juega. Lo peor quizás sea el poquísimo apoyo recibido por parte del fútbol masculino, el grande, el profesional. “Pedimos a los futbolistas profesionales su apoyo y por ahora sólo nos ha respondido el jugador del Napoli Manolo Gabbiadini, que es hermano de Melania Gabbiadini, una jugadora del Verona, que acaba de ganar el Scudetto”. Sólo Carlo Tavecchio, presidente de la FIGC y antecesor de Belloli en su puesto, se ha solidarizado públicamente con las futbolistas.
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