“Hasta mañana, Ludwig”

Josep Guardiola acostumbra a madrugar, por hábito y por vocación; porque entendió de niño que a quien madruga, Dios le ayuda; porque, como ya dijo, quien se pone en danza bien pronto, bien pronto tiene el cielo ganado. Pero básicamente de lo que se trata en casa de los Guardiola, en Múnich, a la seis y media de la mañana, es de vivir en familia y en su caso de ejercer de padre antes que de entrenador del Bayern, su pasión y profesión. El jueves pasado, como acostumbra, a las siete y media, Guardiola saludó a Ludwig, el conserje de la finca en la que vive frente al río Isar, a diez minutos paseando de la céntrica Marienplatz, y con sus tres hijos caminó hasta la parada del bus escolar. Ya de vuelta a casa desayunó con Cristina, con la que se casó hace un año en Marruecos.

Antes de las ocho y media salió de casa. “Hasta mañana, Ludwig”, le dijo al conserje. Al volante de un Audi gris, en media hora, llegó al número 51 de la Säbener Straße, donde está la ciudad deportiva del Bayern Múnich. Tan pronto que a Manel Estiarte incluso le extrañó. Su asesor suele ser el primero en llegar y cuando lo hizo vio la puerta del despacho del entrenador abierta. Allí le encontró, escribiendo compulsivamente en la pared, pintada especialmente para tal menester: “Lo tengo claro; igual nos meten siete, pero lo tengo muy claro”, le dijo. Nadie sabe la fórmula, pero al parecer sabe desde el jueves la mejor manera de que Messi “no nos haga mucho daño”. “Está on fire” se comenta desde el jueves en el Bayern. “Así lleva todo el año. Inventando ante cada contratiempo”. “Hombre, a Messi pararle no le vamos a parar, igual le molestamos”, se le ha escuchado decir a Pep, entre risas, desde el sorteo.

Ha reinventado defensivamente al equipo”, dicen los jugadores

“Lo de este año es un milagro” cuentan. “Se ha pasado el curso reinventado defensivamente el equipo”. A cada lesión —hasta 14, con nueve operados—, una solución. “Ha sido impresionante”. “Si le dice a Rafinha [lateral derecho brasileño] que se case con él, se casa”, se ríen. “Le ha hecho jugar de todo. Si le pide que salga de portero, de portero juega”. “Pep ha elevado el juego del Bayern a la categoría científica”, se le reconoce incluso en los bares. O eso cuenta el hincha Florian Merk en la barra del Schall & Rauch, un bar del barrio universitario, el jueves por la noche: “Ir al Allianz es como ir a ver un espectáculo de teatro”, asegura mientras Teresa, su pareja, va mas allá. “Pep es guapo y viste muy bien”, dice mientras presume de que los hijos del catalán se calcen en la zapatería de su madre. “Pep ha hecho suyo al equipo. Creen en él como no creían el año pasado”, cuentan en el club, donde están locos por renovarle el contrato que acaba en junio de la próxima temporada.

“Conociéndole, ya habrá visto diez partidos del Barça”, dijo el miércoles medio en broma Javi Martínez. Ese día, tras caer eliminado contra el Borussia Dortmund en la semifinal de la Copa, Pep vio cinco, y el jueves seis más. “Son muchos detalles, pero entiendes por qué es un entrenador distinto”, reconoce Xabi Alonso, que destaca “la capacidad que tiene para tomarse en serio cualquiera partido de la Liga como si fuera una final de la Champions. El análisis y el trabajo, las herramientas, son idénticas y así construye las bases del juego durante el curso”. El exmadridista añade: “Sabe aunar y ganarse al vestuario. Estoy aprendiendo mucho de él”.

“Es mejor entrenador desde que ha llegado a Múnich”, le reconocen los que compartieron con él los años en el Barça. “Por una razón principal: la manera como ha trabajado defensivamente al equipo”, admite Carles Planchart, analista de partidos. “Con el Barça nos atacaban con un delantero o ninguno. Aquí van a por ti y eso te obliga mucho”. “Bueno, la experiencia tal vez te hace mejor, pero no tengo esa sensación, no sabría decir”, se escapa Guardiola.

El técnico busca la fórmula para que Messi “no nos haga mucho daño”

Martínez da la razón a quien señala que el Bayern ha experimentado un crecimiento defensivo brutal, “y en una situación complicada. La defensa la hemos trabajado muchísimo. Pep no te dice ‘juegas de central’ y ya está. Te explica el porqué, el cómo. Yo soy muy curioso y le pregunto mucho. Incluso lesionado le he preguntado por sus elecciones, por qué esta manera de jugar…”, explica el navarro. Nadie, en cualquier caso, más interesado en esos temas que Thiago. “Tienen conversaciones de entrenador”, reconocen testigos de las visitas del centrocampista al despacho del técnico. “Me interesa mucho. Suelo preguntar: ‘¿Y el Nuremberg, qué?’ Y él me cuenta: ‘Nos atacarán por banda derecha, tienen un punta muy grande’. Y me encanta”, explica el futbolista.

“Pep es pasión y en consecuencia, mucha intensidad en los entrenamientos”, dice Reina, que amplía las claves que han llevado al Bayern a ser el equipo menos goleado de Europa: 15 goles encajados y 207 remates recibidos, menos que nadie en el continente; el año del triplete, con Heynckes, el Bayern encajó 18. ¿La clave? “Defender con el balón, recuperarlo lo antes posible, ser intensos en la presión, tener al rival lo más lejos posible de nuestra portería”, explica Reina, que reconoce estar aprendiendo mucho “por cómo prepara los partidos y analiza al rival. Ayuda a que cada jugador sea mejor y al final la sensación que tengo es que sé más de fútbol por haber trabajado con él”.

Guardiola miró con un ojo al Leverkusen —hizo debutar a Strieder, capitán del filial, y a Görtler, con lo que son 11 los que se han estrenado con el catalán en la Bundesliga— y con el otro miraba al Barça de Luis Enrique, al tiempo que atendía a los mensajes de su esposa, que se pasó el día acompañando niños a la consulta del dentista. El jueves comió un poco de sushi y por supuesto no le hizo ni caso a Mona Nemmer, la dietista del equipo, que lleva todo el curso pidiéndole que por el bien de su espalda, si debe pasarse 300 horas delante del ordenador, lo haga sentado en una bola de goma de las que se utilizan para ejercicios de pilates, una bola que está arrinconada en una esquina del despacho. Tampoco pisó el gimnasio, al que parece tenerle alergia. Pasadas las nueve de la noche, Guardiola volvió a casa. Los niños habían cenado; Ludwig ya no estaba en la puerta.

El espectáculo está en la grada

Si solo fuera un partido de fútbol, no tendría mucha historia. Una victoria 2-0 del equipo de casa con un juego trabado y poco vistoso, con varios postes que le dieron emoción al encuentro. Pero si solo fuera un partido de fútbol, no sería un Boca-River en La Bombonera. Ni el periodista tendría que poner su dedo en unos detectores de huellas dactilares colocados para evitar que se cuelen los ultras más peligrosos. Ni tendría sentado al lado a Alessandro Baricco, el escritor italiano, autor de Seda, que se ha cruzado el océano solo para ver este partido y contarlo. Si solo fuera un partido de fútbol, el interés estaría en el terreno de juego. Pero en un Boca-River, y más en este Boca-River, el primero de tres superclásicos que se jugarán en dos semanas, el espectáculo está en la grada.

Los argentinos llaman ya “la trilogía de mayo” a este juego del azar. Boca, con dos goles de Pavón y Pablo Pérez en los últimos cinco minutos, ganó el primer asalto, el que tenía más impacto psicológico y menos valor competitivo. Este era por el campeonato. Llegaban empatados. Boca se pone primero, pero quedan 20 jornadas. La guerra de verdad viene ahora, donde ambos se juegan, primero en el Monumental y después de nuevo en La Bombonera, el pase a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Y ahí es a todo o nada.

La guerra de verdad viene ahora, donde ambos se juegan el pase a las semifinales de la Libertadores

Dos horas antes de que empiece el partido, las zonas de pie del estadio, donde están las entradas baratas y nadie garantiza un buen lugar, están ya completamente llenas. Bueno, no del todo, porque un grupo de ultras se encarga de dejar un enorme hueco para que entren cuando quieran los líderes de la 12, los ultras xeneizes. Suelen hacerlo en el último momento con gran estrépito, exhibiendo su poder, el que les permite dominar no solo el estadio, sino también los alrededores, el barrio y los suculentos negocios en torno al fútbol, como la reventa, los aparcamientos, la comida, los transportes.

Esta vez no estaban todos. Faltaban los jefes, sobre todo Rafael Di Zeo, el líder. El Boca-River es mucho más que fútbol. Y durante toda la semana se produjo una batalla entre el club y el Gobierno, que exigía que no dejaran entrar a los líderes de la 12 en La Bombonera por su trayectoria delictiva. El Ejecutivo llegó a amenazar con no poner un dispositivo de seguridad, lo que obligaría a jugar el Boca-River sin público. Un escándalo. Se negoció y finalmente se pactó dejar fuera para este partido a los líderes de la 12. Y el Gobierno colocó 1.200 policías para controlar un partido de máximo riesgo. Muchos de ellos con chalecos antibalas. Más seguridad que a la entrada de una cumbre de la OTAN.

Y eso que, precisamente por seguridad, no había hinchada rival. Fútbol y política están tan relacionados en Argentina que en cuanto acabó el partido uno de los candidatos presidenciales, Sergio Massa, buscó votos en esa anomalía que apena a los argentinos: estadios en los que no hay guerra entre hinchadas como antes. Massa prometió que si gana volverá a haber Boca-River con un estadio dividido a mitad entre dos hinchadas. “El fútbol es un hecho cultural, da pena ver que River – Boca, o Tigre – Chicago se jueguen sin público visitante porque nadie puede garantizar la seguridad. Es como suspender el uso de vehículos porque hay muchos accidentes”, se quejó Massa.

Dicen los veteranos que un Boca-River sin hinchada rival no es lo mismo, que es más frío. Es difícil imaginar cómo sería antes. Porque nadie puede describir un ambiente más caldeado que el de anoche. Dicen que La Bombonera no tiembla, late. El estadio de hormigón de los años 40 sufre cuando los hinchas botan gritando “dale, dale, dale, booooo”. Y se mueve. Esta noche no vibraba. Crujía. “Nos han puesto hasta la luna llena de fondo, parece un decorado”, se ríe Baricco, impresionado como todos por el espectáculo de 40.000 personas cantando sin parar y saltando, sin sentarse nunca, durante cuatro horas.

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Cualquier canción conocida vale, desde Calamaro a Xuxa, para convertirla en una nueva versión para animar a Boca y sobre todo para machacar a River con ironía y mala leche. Para los bosteros (de bosta, caca de animal) River es el rico del norte –el Monumental está en el norte de la ciudad, en el acomodado barrio de Núñez, y le apodan “millonarios”- mientras ellos son los pobres del sur, donde está la Boca. En realidad todo es mucho más complejo y los dos equipos son ya enormes, no hay ricos frente a pobres, pero la historia está escrita así. Ese enemigo eterno, River, cometió un error mortal. Bajó a segunda en 2011. Y desde entonces todas las canciones de Boca son variaciones sobre este tema. “River, decime que se siente, haber jugado en Nacional (B). Te juro, que aunque pasen los años, nunca lo vamos a olvidar. Esa mancha no se borra nunca más” cantan con una coordinación inexplicable.

El partido no parece importarle a casi nadie, salvo el resultado. Cuando Boca marca el primer gol el estadio estalla, con el segundo parece que se va a romper. Jugar bien, en un fútbol argentino que atraviesa horas bajas –difícil mantener el nivel cuando los mejores se van a Europa siendo niños- no es importante. Ninguno de los dos equipos lo intentó mucho. Y eso que el vasco Arruabarrena, el entrenador de Boca, sacó en la segunda parte al exmadridista Gago, al que en principio iba a reservar para la Libertadores, para buscar un poco más de fútbol. Se animó algo el partido, pero siempre con una imprecisión después de otra. Boca dominaba, buscaba el gol más que River, pero nadie lograba terminar una buena jugada.

Da igual. Un Boca-River es un teatro en el que el gran protagonista es el público. Los jugadores participan a su manera. No ponen mucho fútbol pero sí emoción, y pelea. Y de vez en cuando se tiran de manera escandalosa e injustificada al suelo y así calientan aún más a la grada. Y allí, en las tribunas, hay decenas de personas colgadas de las barras instaladas para evitar avalanchas que ni siquiera miran el partido. No están allí para eso. Ellos se giran hacia la grada, y organizan los cánticos. Porque todos saben que el espectáculo de verdad está lejos del césped.

El fútbol según Shakespeare

En secreto, todos los futbolistas temen a las jugadas inofensivas. Son las más peligrosas. Cuando parece que no ocurre nada interesante, y los mediocentros marean el balón como si diesen vueltas a un guiso, de pronto se escucha un crack en una rodilla, reducida a migas de pan. Esa onomatopeya anuncia la bancarrota en forma de larga lesión, pues hay futuros que dependen de que no se despeine un músculo. Sergio Asenjo, el portero del Villarreal, va por su tercera rotura, algo que lo convierte en un caballero irreductible al que la tormenta hostiga todo el tiempo, pero nunca derrota.

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Un futbolista lesionado siempre sale a flote. En cierto sentido, te evoca a aquel vecino de Ourense al que hace 80 años subieron a una camioneta y condujeron al bosque. Allí le descerrajaron tres tiros. Nada grave, aunque lo dieron por muerto. El joven se arrastró hasta la carretera. Alguien lo recogió y lo llevó al hospital. Días después, tan pronto sus ejecutores se enteraron, partieron hacia la clínica y lo arrojaron por la ventana, desde un tercero. Mal podían imaginar, al huir por una puerta trasera, que el chico no se había roto un solo hueso. Esos son los futbolistas que me gustan. Ni siquiera hace falta que jueguen al fútbol.

Cuando un muchacho se va al hospital en una jugada de trámite, se repone. Lentamente, se hace a la idea de que los huesos despedazados son pelusilla en los hombros, que se sacude sin más. No importa si caes hasta el fondo, ni si el dolor te estremece, ni si cojeas. Todos sabemos que cojo se juega mejor, del mismo modo que un equipo diezmado, según Helenio Herrera, se volvía imbatible. Tal vez la lesión sea una de las primeras adversidades a las que deba someterse un futbolista para ponerse a prueba y descartar que no prefiere ser radiólogo o detective privado.

Cuando nada importante está en juego, y el día te sonríe, adviene la bancarrota

La lesión es lo que pasa mientras no pasa nada. Luka Modric se rompió hace un mes por disputar el dominio de una piedra que confundió con un balón de reglamento. ¿Pudo evitarse? No. Al croata le gusta demasiado el fútbol como para menospreciar los lances estériles, que sólo te conducirán a la ruina. Además es tan buen jugador que no necesita el balón. Puede darte un pase de gol con una lata de Fanta. “Lukita, inventa”, le dice un amigo al comienzo de cada partido. El encuentro contra el Málaga iba a ser un picnic, y se derrumbaron Modric y Bale. Cuando nada importante está en juego, y el día te sonríe, adviene la bancarrota. Shakespeare, que reflexionó mucho sobre fútbol, aunque antes de que se inventase, ya nos alertó en El rey Lear, por boca de Edgar: “El cambio que nos desmantela nos llega siempre cuando estamos instalados en lo mejor”.

La salud se vuelve sospechosa. Carlos Castilho, exguardameta del Fluminense, sufrió su quinta rotura en el meñique izquierdo en el momento que el equipo acariciaba el título. El médico le explicó que con una operación sencilla, y dos meses de reposo, estaría a punto para el comienzo de la siguiente temporada. Castilho lo miró desencajado, y preguntó si no habría manera de acortar la convalecencia. “Por supuesto que sí”, dijo el doctor entre risas. ¿Cómo? “Amputando”. Dos semanas después, Castilho ya defendía la portería con nueve dedos, que se bastan y sobran. Los futbolistas que no cuentan hasta diez para hacer las cosas, viven para siempre en nuestra memoria.

Benzema, fuera de la lista para el partido contra la Juventus

El delantero francés Karim Benzema no forma parte de la expedición madridista que viaja a Turín para jugar el martes la ida de las semifinales de Liga de Campeones, y recién recuperado de un esguince de rodilla, Carlo Ancelotti prefiere reservar a su jugador para que reaparezca ante el Valencia.

Benzema regresó como estaba previsto el domingo a la dinámica de grupo pero Ancelotti ha considerado que su regreso en Liga de Campeones sería precipitado y se queda entrenando en solitario en Madrid para mejorar su condición física antes de reaparecer. Será el del Juventus Stadium el quinto encuentro que se pierde Benzema, que cayó lesionado en el Vicente Calderón en la ida de cuartos de final de Liga de Campeones, para posteriormente perderse la vuelta ante el

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Atlético de Madrid y los partidos de Liga contra Celta, Almería y Sevilla. Ancelotti ha facilitado una lista de 20 jugadores, de la que tendrá que descartar a dos a última hora, y en la que no entra por lesión el croata Luka Modric y por decisión técnica el alemán Sami Khedira.

La expedición que aterrizará en Turín alrededor de las 12:30 (10:30h) horas la forman: Iker Casillas, Keylor Navas, Pacheco, Carvajal, Arbeloa, Varane, Pepe, Coentrao, Marcelo, Nacho, Sergio Ramos, Lucas Silva, Kroos, Illarramendi, Isco, James, Bale, Jesé, Cristiano Ronaldo y Chicharito. El último entrenamiento antes del encuentro de ida de semifinales, lo completará el Real Madrid en la tarde de hoy en el escenario del partido,el Juventus Stadium, desde las 18:30 horas (16:30h).

Allegri borra la sombra de Conte

Cuando había clase de canto en el colegio, a Massimiliano Allegri la maestra le colocaba en la última fila para que no se le escuchara. «Era un desafinado», dice. No ha desafinado en la Juve. Y eso que la tarea de sustituir a Antonio Conte era complicada. Conte fue quien rescató al equipo de las tinieblas, el que lo hizo volver a ganar después de pasarse cinco años en blanco, los que siguieron al ascenso a Primera después de la sanción por calciopoli (la Juve fue castigada a la Serie B por la compra de árbitros). Conte había devuelto el ADN ganador y luchador al equipo bianconero. En el imaginario colectivo parecía que sin él, el equipo volvería a derrumbarse.

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Borrar su sombra, además de seguir ganando, era la misión de Allegri. Beppe Marotta, el administrador delegado, le llamó después de la final del Mundial. Llevaba seis meses en el paro, el Milan le había destituido en enero y él se había pasado el invierno y la primavera esquiando. Esperó paciente una llamada y cuando llegó hizo las maletas y se marchó a Turín. Tuttosport, el periódico deportivo de la ciudad, le recibió con una encuesta demoledora. De los 20.000 aficionados que votaron, el 91,5% contestó que la elección de Allegri no había sido la correcta. Por si eso no era suficiente, el técnico perdió el primer amistoso de verano contra los suplentes de un equipo de Cuarta División. Los hinchas congregados en las redes sociales dictaron sentencia: «No llegará a Navidad, por blando».

11 meses después, Allegri ha ganado el scudetto (con cuatro jornadas de antelación, récord histórico para el club), jugará la final de Copa y ha llevado al equipo a semifinales de Champions. Algo que Conte nunca consiguió (el primer año no pasó de la fase de grupo y el segundo cayó en cuartos). Es más, el ahora seleccionador italiano abandonó la Juve, peleado con la dirección deportiva, porque consideraba que no le habían armado un equipo competitivo para luchar en Europa. «Uno no se puede sentar con diez euros a una mesa de un restaurante de cien», fue su famosa frase. Con el mismo equipo (y la incorporación de Morata), Allegri ha superado su predecesor. Los pesos pesados del vestuario celebraron su llegada. Estaban exhaustos de los métodos de Conte: les había exprimido durante tres años. Sin pausa, sin posibilidad de respirar. Los dueños del club también se habían cansado del técnico crecido como jugador en la Juve.

«Su idea es que uno tiene que estar cómodo para jugar en ataque», dice Tévez

«Conte es un ganador. No puedes relajarte un segundo con él, ni en los entrenamientos ni en los partidos. Es ganar o ganar, para él no existe otra cosa. Allegri es más relajado, es de disfrutar un poco más, sobre todo cuando se gana. Conte llegaba después de una victoria y ya pensaba en mañana», confesó Tévez en una entrevista en El País. El delantero argentino, con la libertad táctica que la ha concedido Allegri, ha firmado su mejor temporada. «A Conte le gustaba mucho jugar con los dos puntas muy pegados, no quería que se separaran tanto. Allegri te pide que tengas una posición fija pero sólo cuando defiendes. Su idea es que cuando ataque, uno tiene que estar cómodo para jugar como más le gusta», explica el Apache.

«El míster heredó un buen grupo, con grandes valores morales y gran calidad, pero nos ha dado mucho. Cualquiera que hubiese venido a la Juve después de Conte habría encontrado un camino complicado… Para nosotros fue un estimulo, queríamos demostrar que los jugadores también tenemos nuestro valor», explica el capitán, Gigi Buffon. «Parecía que con la marcha de Conte iban a ser todas dificultades. Queríamos demostrar que somos un gran grupo», asegura Pirlo. «Nos daban por muertos con el cambio de técnico y hemos demostrado que este equipo vale y mucho», dice Chiellini.

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Allegri, que vive en el centro de Turín y ha hecho migas con los pesos pesados del vestuario (incluido Pirlo, al que jubiló en el Milán en 2011 forzándole a marcharse) ha salido indemne del pos-Conte. Durante el temporal de verano -llegaron a lanzarle huevos-, con los hinchas revueltos, siempre encontró el paraguas del club, de los Agnelli y de la dirección deportiva. Marotta apostó por él -ya le había buscado cuando estaba en el Cagliari- no solo por su capacidad de adaptación sino también por su docilidad. Allegri es el clásico «entrenador de club». Después del huracán Conte, en la Juve buscaban un técnico que armase el equipo con las piezas que había en el vestuario sin aparecer a diario con nuevas peticiones, sin tensar la cuerda todo el rato. A Allegri, que firmó un contrato de 2 años, los más veteranos le comparan con Fabio Capello. Serio y duro en los entrenamientos pero sin estar encima de los jugadores una vez terminado el trabajo; con una gran capacidad para leer los partidos y hacer los cambios sobre la marcha.

En Turín ha tenido paciencia. Nunca le ha gustado el esquema de Conte (3-5-2) pero sabía que no podía cambiarlo todo de golpe; menos sabiendo que había traído tantos buenos resultados. Ha esperado los momentos oportunos para dar su sello al equipo con un 4-3-1-2. Ha hecho crecer a Morata (con el que ha tenido muchos entrenamientos individuales) y ha dado más libertades tácticas a sus jugadores. Sin pasearse como una sombra por los hoteles de concentración controlando cual sargento que no comieran un dulce demás. No es un sargento pero tiene carácter. Así también lo ve el presidente Agnelli. «Allegri los tiene cuadrados. Es la segunda liga que gana en su primer año», le piropeó el sábado.

Juventus-Real Madrid, más allá de La Séptima

Dos colosos de Europa. Juventus y Real Madrid se enfrentarán el martes por 17ª vez. Atrás queda el gol de Mijatovic para poner fin a una sequía de 32 años, la ovación a Del Piero en el Bernabéu o aquel primer e intenso duelo en 1961 con Di Stéfano, Puskas y John Charles como protagonistas. Más de tres décadas de rivalidad entre dos equipos cuyas vitrinas suman 20 Copas de Europa.

2013-14. Fase de grupos.

Crónica del partido

El último enfrentamiento entre el Madrid y la Juventus fue la temporada pasada, en la fase de grupo. El cuadro de Ancelotti empató en Turín con goles de Cristiano y Bale para meterse la clasificación prácticamente en el bolsillo. El Madrid acabó conquistando la ansiada Décima tras superar al Atlético en la intensa final de Lisboa.

2008-09. Fase de grupos

Crónica del partido.

No tuvieron mucha historia los duelos de la fase de grupos en la temporada 2008-2009. La Juve fue muy superior tanto en Turín (2-1) como en Madrid (0-2). Lo más recordado de estos partidos fue la enorme ovación que el Bernabéu regaló a Alessandro del Piero cuando fue sustituido. El delantero juventino había anotado los dos goles del encuentro y el coliseo blanco se puso en pie para despedirlo. El 10 bianconero dijo más tarde que había sido uno de los momentos más emocionantes que había vivido en el fútbol.

2002-03. Semifinales.

Crónica del partido.

La derrota en semifinales de 2003 propició el final del conocido como Madrid de los Galácticos y sentenció a Vicente del Bosque como entrenador merengue. La victoria por 2-1 en el Bernabéu no fue suficiente y en Turín la Juventus desmontó a un Madrid que acusó en exceso las bajas de Makelele y Ronaldo Nazario, aunque este jugó tocado los últimos minutos. Trezeget, Del Piero y Nevded hicieron los goles bianconeri. Buffon paró un penalti a Figo que pudo igualar la eliminatoria y el postrero gol de Zidane no fue suficiente. La Juve alcanzó la final de Manchester y allí cayó contra el Milan de Ancelotti en los penaltis.

1997-98

La crónica del partido.

Y por fin llegó la Séptima. El Real Madrid se proclamó campeón de Europa 32 años después. Pedja Mijatovic pasó a la historia del madridismo con ese gol en el minuto 66, el único de un partido tenso e igualado. El entrenador de los blancos, Jupp Heynckes, lograba el ansiado trofeo para el club y era cesado poco después. Enfrente estaba una Juve de altura, con Zidane, Del Piero, Inzaghi, Deschamps… pero el Madrid se encomendó a su vieja guardia (Hierro, Sanchís, Redondo…) y a su tridente atacante (Raúl, Mijatovic y Morientes) para sacar el duelo adelante.

1995-96. Cuartos de final.

Crónica del partido de vuelta.

El Madrid sumó en 1996 su trigésimo año sin coronarse en Europa. En medio de una temporada convulsa el equipo blanco sucumbió ante la Juve de Del Piero, Vialli y Ravanelli. Un gol de Raúl en Madrid decantó la eliminatoria para los blancos en la ida, pero en Turín el equipo de Arsenio Iglesias sumó un nuevo tropiezo para una temporada que acabarían fuera de la los puestos europeos. Ese año, la Juve conquistó el título tras batir al Ajax en una final decidida por penaltis.

1986-87. Octavos de final.

Crónica del partido de vuelta.

El Madrid de Butragueño, Gordillo, Michel, Juanito y Buyo, entre otros, se volvía a encontrar al cuadro italiano en Europa. La ida la solventaron los blancos en casa con un gol del Butragueño, pero el empate en Turín alargó el encuentro de vuelta hasta los penaltis. Allí emergió Buyo tras un buen encuentro del conjunto de Beenhakker. Paró dos penaltis. Avanzó el Madrid, en cuartos eliminó al Estrella Roja y en semifinales fue apeado por el Bayern de Múnich, el encuentro marcado por el pisotón de Juanito a Matthäus.

1961-62. Cuartos de final.

Así fue el partido. Memorias en blanco y negro.

Séptima edición de la Copa de Europa. Año 1963. El Real Madrid, pentacampeón de Europa, se ve las caras por primera vez con la Juventus en la competición continental. El cuadro de Muñoz se citó con Vecchia Signora en cuartos de final. Un Madrid con Gento, Puskas, Di Stéfano. Una Juve con John Charles y Sívori. En la ida el equipo blanco se impuso a domicilio con gol de la Saeta Rubia. En el Bernabéu Sívori puso el 0-1 para los italianos. La eliminatoria se decidiría finalmente en París, en un encuentro de desempate, que acaba con victoria del Madrid por 3-1, con goles de Felo, Del Sol, y Tejada.

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Carlo Ancelotti: “Aquí gana el más valiente”

Massimiliano Allegri, el técnico de la Juventus, se acurrucó en la mesa de la sala de conferencias, pálido, ojeroso, macilento y con barba de tres días, ayer en el Juventus Stadium. Dicen que padecía una gripe que no le acobardó a la hora de presentarse en público a cumplir con el protocolo. Con un hilo de áspera voz, esforzándose por abrir una vía en su garganta inflamada, hizo una evaluación rápida de su colega Carlo Ancelotti: “Es un buen hombre, es inteligente, y es un furbo”, dijo, empleando la expresión coloquial que en italiano se aproxima al pícaro, al villano superviviente.

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Allegri borra la sombra de Conte
Pirlo: “Necesitaba volver a emocionarme”
https://deportes.elpais.com/deportes/2015/05/04/champions/1430732706_181982.html

Allegri habló con afecto de su amigo. El entrenador del Madrid es un hombre querido en toda Italia. Salvo en algunos reductos, especialmente en un sector de la afición del Juventus, la gente le tiene un gran respeto. Ayer le preguntaron por algo que escribió en su biografía al respecto: “Nunca podré amar a la Juve”. Pareció incómodo. Por primera vez en toda la comparecencia. “He entrenado aquí dos años”, respondió, “y me encontré muy bien con una parte de la afición y con el club. Solo tuve problemas con una parte de la hinchada. Realmente he aprendido mucho. Esos años me han ayudado mucho para crecer”.

Ancelotti regresó una vez más al escenario amargo del único paso fallido de su carrera. El emiliano dirigió con éxito al Parma, el Milan, el Chelsea, el PSG y el Madrid. A todos los equipos los elevó al máximo de sus posibilidades. Su carrera habría sido una cadena de experiencias exitosas de no haber sido por su fichaje como entrenador del Juventus en 1999. Tenía entre manos a un equipo formidable, armado de Zidane y Del Piero, pero solo ganó una Copa Intertoto. El sector ultra de la hinchada se esforzó por denigrarle con una batería de cánticos insultantes. Después de dejar la Juventus ya no fue el mismo hombre. Tampoco volvió a fallar: conquistó 16 títulos. Algunos de esos trofeos tuvieron como protagonista a Andrea Pirlo, el actual conductor de la Juve.

Pirlo dijo el domingo que Ancelotti es “como un padre” para él. El centrocampista recordó que el técnico le cambió la vida resituándole como mediocentro en el Milan. “Pirlo es un gran jugador”, dijo el técnico, cuando le preguntaron por el comentario. “Yo no lo considero un hijo; lo considero un hermano”.

Ancelotti solo se permitió una risita cuando le preguntaron por la estadística negra del Madrid frente a la Juve en su campo. El equipo blanco ganó su primer y último partido aquí en 1962, con un gol de Alfredo di Stéfano (0-1). “Las semifinales de la Champions son tan equilibradas que no las gana el mejor, sino el que consigue expresar mejor sus cualidades”, dijo. “Expresa mejor sus cualidades quien es valiente. Quien tiene miedo queda eliminado”.

“20 millones de euros donde antes solo había tres”

“Donde antes recibían cero ahora percibirán al menos 10 millones; y por la Copa del Rey, sin contar la final, que antes vendían por tres millones, ahora recibirán 10 millones”, dijo Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, cuantificando lo beneficioso para la federación y lo solidario para el fútbol que es el real decreto que regula la venta centralizada de los derechos televisivos del fútbol español. “Y cinco millones serán para el fútbol no profesional, la Segunda B y el fútbol femenino. Solo el fútbol recibirá el mismo dinero de la Administración que la suma del resto de las federaciones”.

Cuatro días después de que el Consejo de Ministros aprobara la norma con los criterios del reparto entre las familias del fútbol, la federación española aún no ha reaccionado oficialmente, aunque a través de vías indirectas ha hecho saber su disconformidad y su disposición a pelear por obtener una mayor parte del pastel que se presume.

“Cinco millones serán para el sector no profesional, el fútbol femenino y Segunda B”

Anticipándose a la probable reivindicación del organismo presidido por Ángel María Villar, Cardenal, motor e impulsor de la venta centralizada, puso números a la letra del real decreto. El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) ofreció tres cálculos de ingresos, uno conservador (1.000 millones de euros de ingresos por temporada, 900 de ellos para Primera División), uno razonable (1.250 millones totales; 1.125 para Primera) y uno optimista (1.500 y 1.350 millones). En todos ellos se contempla que mientras los ingresos de los dos clubes que más perciben con la actual venta individual, el Madrid y el Barcelona, apenas variarán (seguirán rondando los 130 millones anuales), aplicando los criterios del reparto centralizado (50% fijo; 25% según valor deportivo y 25% según valor social), los de los demás equipos no serán tan escandalosamente menores.

En el cálculo llamado razonable (1.250 millones por temporada, incluida la venta de derechos al extranjero que alcanzaría un mínimo de 400 millones), el Valencia y el Atlético de Madrid, que actualmente perciben unos 45 millones, la tercera parte de los dos grandes, pasarían a 85 millones, con un ratio de solo 1,4 a uno; y los que menos reciben, los tres últimos clasificados, pasarán de ingresar la séptima parte de lo que reciben los primeros a la cuarta parte. “Esto permitirá una Liga más competitiva y un descenso de la deuda con Hacienda”, dijo Cardenal.

Dado que todos los clubes tienen contrato en vigor con algún operador para la próxima temporada, el real decreto regulará la venta a partir de la temporada 2016-17, pero Cardenal no excluyó que la Liga recupere los derechos y se pueda anticipar una temporada. Los operadores de la televisión de pago así lo desean, conscientes de que España es el país europeo con menor penetración de este sistema (cuatro millones de abonados, los mismos que Portugal, con una penetración de solo el 22%), y de que el fútbol sería la gran locomotora de su multiplicación.

“Sin Xabi Alonso, no nos salimos”

Joan Laporta entró en la habitación del hospital donde Valentina, recién nacida, dormía en los brazos de Cristina y le propuso al padre, Pep Guardiola, hacerse cargo del primer equipo del Barça. De eso hace casi seis años y el técnico empezó a pensar aquella tarde en armar un equipo. Y pensó en fichar a Xabi Alonso; jugaba en el Liverpool. Nunca se vistió de azulgrana. “Había otras prioridades”, cuentan quienes entonces tenían poder de decisión en el Barça. Así que el de Tolosa terminó vistiéndose de blanco, también porque apareció Busquets en la cabeza del entrenador. Y los caminos de Pep y Xabi no se juntaron hasta Múnich, hace unos meses, cuando se borraron las cuitas que defendió el jugador en nombre del mourinhismo más radical. A Pep solo le importó hacer grande al Bayern. Y a Xabi, trabajar con Pep. “Por eso fiché, para afrontar nuevos retos y trabajar con él”, cuenta ahora. Y se encontraron.

“Xabi no aceptó irse del Madrid hasta que ganó la Champions”, dicen los que conocen las negociaciones. “No fichó por el Bayern, fichó por Pep”, avisan. “Buscaba un reto, algo nuevo”, asegura Xabi, de vuelta al Camp Nou, donde sabe que está mal visto. No le importa. “Es fútbol”, admite. Juega en el Bayern y lo hace orgulloso, sobrado de razón.

“Siempre he sido muy fiel y comprometido con mis entrenadores”, dice el tolosarra

“Vino a echar una mano y nos ha aguantado la temporada. Sin él, no salimos de esta”, le reconocen en el cuerpo técnico alemán tras un año en el que le pidieron la mano y ha dado el brazo entero. Le buscó Guardiola para que jugara un partido a la semana y resulta que jugó todo y más. Suma 24 partidos en la Bundesliga, acumula 100 recuperaciones, tres asistencias, 208 pases largos, 2.278 cortos, 40 a su espalda, 800 a zona de ataque, ocho remates, dos goles y un tiro al poste, ha cometido 37 faltas y ha recibido 33, y todo, en la zona donde se cocina el juego. “No es estresante, es mi juego, participo mucho y me gusta”, dice. “He sido una esponja, era yo quien debía adaptarme. A eso vine, a aprender”. Y lo ha hecho.

Alonso es consciente de que haber trabajado con Mourinho y hacerlo con Guardiola da que hablar. “Hay matices, no me gusta comparar. Son diferentes, claro. Pero siempre he sido muy fiel y comprometido con mis entrenadores. De Guardiola he aprendido mucho. He absorbido, aprendiendo de una nueva manera de trabajo, de una nueva cultura. He disfrutado, ha sido muy enriquecedor. El reto era saber si sería capaz de adaptarme y ganarme a la gente, al entrenador y a los compañeros”, dice, contento el tolosarra. “El rendimiento de Xabi ha sido espectacular. Ha sido enorme lo que nos ha dado”, resume Pep, encantado de su rendimiento. “Ha sido muy enriquecedor conocerle”, dice el vasco.

Lahm: “Ha sido espectacular lo que Xabi le ha aportado este año al equipo”

En Múnich se le pone nota máxima a su estreno. Se puede valorar de muchas maneras, pero se mire por donde se mire, y aún por terminar, su primer año ya ha dejado huella. Da igual si le preguntas a Guardiola, a Lahm, el capitán, a Thiago o a Javi Martínez, dos de sus compañeros españoles. O a su amigo Reina. Nadie duda. “Xabi es un tío que ha encajado en el vestuario y en el campo. Es difícil hacerlo con tanta naturalidad. No es el chaval que conocí en el Liverpool, es un veterano que conoce los tiempos de los partidos, los porqués del juego y el funcionamiento del vestuario”, asegura Reina, que convivió con él en Liverpool y en la selección.

“Xabi es un referente. Por su carrera, que es espectacular, y por su capacidad para escoger siempre bien el pase, por cómo lee las necesidades del juego en cada momento del partido”, admite Thiago. “De Xabi he aprendido un huevo”, dice Javi Martínez, que se explaya: “Además de ser súper majo, es un jugador con un sentido táctico extraordinario, que ordena mucho al equipo”. Y tercia Lahm: “Su aportación ha sido brillante esta temporada. No es fácil llegar y dar un rendimiento como el suyo, excelente en todo, tanto en el vestuario como en el equipo, aportando experiencia y recursos técnicos. Ha sido muy importante toda la temporada para el Bayern”, dice el alemán.

“Le hemos estrujado”, admiten en el cuerpo técnico. Lo sabe el jugador, que vino a regalar dosis de calidad y ha regalado toneladas de juego y minutos. “Pasaba una semana y pensaba: bueno, el lunes que viene recuperaremos a uno o a dos. Y resultó que el sábado se nos lesionaba otro, así todo el año”, recuerda el jugador, resignado pero contento porque dejar Madrid no fue fácil. “Allí fui feliz”, asegura camino de otro reto: parar al Barça con lo puesto: “Son favoritos, pero hay que jugar. Pensar en parar a Messi es fácil, lo difícil es hacerlo. Pero se puede competir y a eso vamos, pensando que son dos partidos y que somos capaces de hacerlo”, dice antes de reconocer que para él hubiera sido distinto “volver a Madrid”. Xabi Alonso vuelve a Barcelona. En el fondo, eso también sabe a clásico.

Un punto de locura

Almería y Celta empataron en un duelo alocado, lleno de alternativas y de dominio alterno. El equipo gallego saboreó la victoria y se adelantó por 0-2 en un fantástico primer tiempo. Luego, sufrió la expulsión de Cabral y la emotiva reacción del Almería, que llegó a empatar el partido amparado en el partidazo de Thievy y su superioridad numérica. La roja a su defensa Dos Santos, muy ingenua, lo bloqueó cuando soñaba con la remontada. Entonces, en el último cuarto de hora, volvió a mandar el Celta, conducido por un rápido Orellana y el trabajo de Pablo Hernández. Augusto, en el minuto 93, remató al palo con todo a favor.

El resultado fue un empate que no sirve demasiado a los intereses de ambos equipos. Al Almería lo coloca con 29 puntos en espera de la resolución del TAS sobre su sanción de tres puntos (será el 20 de este mes) y al Celta lo deja noveno, con 46 puntos y a solo dos puntos de la séptima plaza, que puede ser europea si el Barcelona gana la Copa. Por el camino, erraron Sergi y Berizzo con sus decisiones y se demostró que hay tanto en juego en estas últimas jornadas que los nervios alteran el normal funcionamiento de los jugadores.

Sergi fue un magnífico lateral izquierdo. Como entrenador se está labrando todavía su futuro. Quizás por esa querencia al puesto, el catalán decidió jugar con dos laterales izquierdos para taponar la banda de Santi Mina, en espléndido momento de forma. La decisión le salió muy mal a Sergi, puesto que Casado demostró que está fuera de forma. Llegado en el marcado invernal sin apenas jugar desde el Málaga, el veterano lateral no fue de verdad en la jugada que dio origen al primer gol del Celta. Krohn-Dehli se internó y Casado metió el pie sin fuerza, lo que propició que el balón le llegara a Nolito, quien definió de fábula con el interior. Más grave fue su actuación en el segundo tanto de los gallegos. Una absurda cesión a Rubén acabó en los pies de Santi Mina, que aprovechó el regalo para colocar un 0-2 magnífico para el Celta.

El Almería tuvo buenos momentos en el primer tiempo, pero tiró por tierra sus opciones con dos regalos que no se pueden comprender cuando uno se está jugando todo. Su situación es delicada, pero venía de ganar dos encuentros en casa de la mano de Sergi. El Celta, muy suelto, se metía de lleno en la pelea por la séptima plaza gracias al excelente juego de Nolito y la clase de un futbolista de altos vuelos como es Krohn-Dehli.

El panorama cambió radicalmente en la segunda mitad. Marcó Thievy rápido y Cabral vio la roja por derribar al propio Thievy, una bala. El Almería se lanzó sin complejos a por el empate y lo encontró en una acción de Zongo dentro del área pequeña. Con el 2-2 y en superioridad numérica, al Almería le faltó un punto de madurez. Dos Santos vio la segunda amarilla en un agarrón infantil a Pablo Hernández, lo que provocó que su equipo se desactivara. Volvió a mandar el Celta, como en el primer tiempo, pero Berizzo ya había quitado a Nolito. Luego también dio salida a Santi Mina. Sin su pareja mágica, no obstante, el Celta estuvo a punto de ganar en un remate postrero de Augusto. Todo quedó en un empate y un partido con un punto de locura.

La historia alerta al Real Madrid ante la Juventus

La imponente onda expansiva de Real Madrid, Barça y Bayern parece haber rebajado a poco menos que a la condición de telonero de las semifinales a la Juve. No traga Carlo Ancelotti, hombre de fútbol, que sabe de la enorme solera de su paisano adversario. Por algo no es precisamente el club de sus amores. Pese a su tránsito por el banquillo turinés, el actual técnico madridista nunca enraizó con la institución de la familia Agnelli, su enconado rival como jugador y entrenador. Y, al igual que su míster, también debe estar en alerta todo el Madrid, al que su deslumbrante galaxia hace partir como favorito por méritos propios.

Pero desde finales de los ochenta, Italia nunca fue un paraíso madridista. A doble eliminatoria, el Real no despacha a un equipo del calcio desde 1987. Paradojas de la vida, desde que Ancelotti sorprendiera a Buyo con un zapatazo kilométrico en el origen del 5-0 del Milan de Arrigo Sacchi a la Quinta en 1989, los blancos han caído en las siete citas posteriores con italianos a dos partidos. Dos veces con el mismo Milan, tres con el Juventus y una con Torino y Roma. Cierto que los de Chamartín se desquitaron con creces a un solo encuentro, en la Séptima, en la final de 1998 con los blanquinegros vencidos por Mijatovic.

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Ancelotti: “Aquí gana el más valiente”
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Ni entonces ni ahora, el Juventus era un equipo cualquiera. No puede serlo el club que afilió a Sívori, Boniperti, Zoff, Rossi, Scirea, Platini, Boniek, Baggio, Zidane, Pirlo… Se trata de la entidad más laureada del campeonato italiano (31 ligas) y fue la primera en la historia en conquistar los tres títulos europeos (Copa de Europa, Recopa y Copa de la UEFA)… Es uno de los 12 conjuntos que han levantado más de una Orejona (dos) en 59 ediciones. En definitiva, el Madrid, con sus muchas virtudes y toda su mística en esta competición, se mide a un adversario heráldico, de esos que compiten en las buenas y en las malas, de los que acostumbran a tener un plus en los genes. “Seguramente, la Juve sea la sorpresa de las semifinales, pero es serio candidato al título”, sostuvo ayer Ancelotti, que no espera un contrario similar al Atlético, “sino un partido distinto, porque a la Juve también le gusta la posesión”.

Al campeón le aguarda un Juventus de pura cepa italiana, que lo primero que negocia es la portería a salvo y penaliza los descuidos ajenos. Para ello se aferra en muchas ocasiones a su propia BBC —Bonucci, Barzagli y Chiellini—, tres centrales internacionales sobre los que sustenta su dique delante de Buffon, imperecedero a sus 37 años. Él lidera a un equipo titular cuya media de edad fluctúa entre los 30,5 años si el ariete es Morata o los 31,2 si el elegido es Llorente. Massimiliano Allegri, su técnico, no tiene reparos en alterar el sistema, y el equipo está acostumbrado a mutar de una línea de tres centrales a una tapia con solo cuatro zagueros. En ese caso, a Tévez y al delantero español de turno los auxilia el argentino Pereyra, acunado en River Plate. Allegri hizo un guiño al respecto de la táctica para hoy: “Ancelotti ha dicho que cuatro atrás y yo también digo cuatro”. En su opinión, “una semifinal requiere un partido perfecto en la ida y en la vuelta”. Quien aún no está listo es el francés Pogba, que ayer no se entrenó con el grupo.

«Habrá que defender mejor de lo que lo hemos hecho últimamente”, dijo Ancelotti

“No sabemos seguro cómo van a jugar, pero, sobre todo, habrá que defender mejor de lo que lo hemos hecho últimamente”, dijo Ancelotti, que puntualizó que su equipo se perfila para “jugar un partido de ataque”. En ese sentido, “Bale está perfecto” y la baja de Benzema no puede determinar, según el entrenador, que el equipo no tenga movilidad “con o sin balón, o que no lo mueva con rapidez”. Por tercera vez en menos de un mes, Sergio Ramos estará en el eje del campo. Eso sugirió el preparador italiano, que no dio más pistas sobre la alineación de partida.

Ancelotti hizo bien en mostrar cautelas. Una institución de la aristocracia de la Juve pocas veces puede ser un tapado. Su sedimento le avala, y también su solvencia en Europa y en el campeonato italiano, por mucho que no esté en su momento de mayor púrpura. En su nuevo estadio, con aforo para 41.000 espectadores, tiene la oportunidad de iniciar el retorno a una final doce años después. Entonces, sucumbió ante el Milan de… Ancelotti. En Turín, asentada la regeneración institucional tras las vergüenzas del Moggigate, parte de la capital del Piamonte y gran parte de Italia sueñan con el regreso a la cumbre. A la que nunca pudo volver el Gran Torino, el otro emblema turinés, de cuya desgracia en Superga se cumplieron ayer 66 años, con homenajes en la ciudad en memoria de aquellos 31 muertos —18 futbolistas del Toro incluidos, con el glorioso Valentino Mazzola a la cabeza— en el accidente aéreo que cambió drásticamente el panorama del fútbol italiano y europeo.

La Juve, mientras, se mantiene con toda su raigambre. En principio, se atisba la cruda Juve de toda la vida, la que con más o menos cartel de vestuario se las suele apañar para desafiar a cualquiera, incluido a todo un campeón mayúsculo como este Madrid. Luego, el fútbol dirá.

El Barça de la inmediatez

Xavi dio marcha atrás este verano y decidió quedarse en el Barça, por lo que desde la dirección deportiva respiraron aliviados al no tener que buscar un sustituto que garantizara el orden en el juego, alguien que llevara las manijas del fútbol azulgrana. Prefirieron, además, aguardar a la evolución de Samper, jugador del filial con un cerebro en los pies, y le antepusieron a Kroos, futbolista que finalmente recaló en el Madrid.

Los dos relevos naturales de Xavi ya emigraron del Barcelona. El primero fue Thiago, que prefirió el Bayern porque suponía que tendría más continuidad y porque Guardiola le hizo ver lo importante que sería en su equipo. Ahora, después de una lesión de rodilla que le apartó un año de los campos, ha regresado con el toque y la clarividencia de siempre, futbolista que descuenta líneas de presión con un pase y que alborota el fútbol en las zonas concluyentes. Acaba de celebrar la Bundesliga y pide turno para medirse con el Barça en Europa. También se marchó Cesc, molesto por unas cuantas pitadas del Camp Nou y con el sentimiento de la incomprensión porque no hubo quién diera más asistencias de gol (22) y quien ofreciera más posibilidades en su fútbol, bien de mediocentro, de mediapunta o de falso delantero. También acaba de festejar la victoria de la Premier con el Chelsea tras 23 asistencias.

Thiago y Cesc se marcharon, por lo que no queda un relevo natural de Xavi más allá de Samper

Ahora, la opción de Samper parece haber perdido un poco de fuelle porque no ha podido brillar en el filial, equipo destartalado que pelea sin demasiado éxito por no descender a Segunda B. La falta de un relevo para Xavi, en cualquier caso, es un mal endémico en este Barcelona, toda vez que varios jugadores ya han deslizado su intención de marcharse o, al menos, sus serias dudas de continuidad. Es el caso del mismo Xavi, de Pedro, de Adriano y de Alves. Luis Enrique tiene contrato hasta 2016, pero no habla sobre su futuro. “No concibo el Barça del año que viene sin este entrenador”, expuso Bartomeu. Pero tampoco se sabe quién será el nuevo presidente, con las anunciadas elecciones a la vuelta de la esquina, por más que la fecha de los comicios esté por determinar.

El Barça funciona de rechupete ahora, con técnico, plantilla compensada y Xavi como baluarte para guardar el balón en caso de necesidad; pero no se sabe en qué acabará el año que viene, sancionado por la FIFA a no fichar hasta enero de 2016 por la contratación irregular de menores.

James contra Pirlo

La figura de James Rodríguez ha cobrado un valor que no tenía a ojos de sus compañeros, cuando comenzó la temporada. Con el paso de los meses, el mediapunta colombiano, de 23 años, se ha ido ganando el corazón y el aprecio profesional de los futbolistas y de los técnicos del Madrid. Este reconocimiento alcanza su pico en lo más álgido del año futbolístico. Esta noche en Delle Alpi, James cargará sobre sus espaldas el peso del deber de la creación. Sin Modric ni Benzema, su condición de futbolista experto en meter el último pase adquiere una nueva dimensión. Enfrente se alzará la fortaleza de la Juventus coronada por Pirlo.

El presidente Florentino Pérez se movía por los pasillos de Valdebebas con el paso firme de un mánager deportivo, el domingo, después del entrenamiento. Los jugadores lo veían ir del gimnasio al despacho de Ancelotti con la presencia suelta de los líderes cuando están en campaña. A todos les había asombrado el aparatoso vendaje que momentos antes había lucido la rodilla derecha de Benzema durante el entrenamiento a puerta cerrada. Los medios del club difundieron oportunamente las terribles cintas compresoras. Benzema llevaba meses con molestias físicas y a varios de sus compañeros les resultó extraño su repentino ingreso en la lista de bajas hace dos semanas. Aunque no tan raro como su ausencia en el avión que trasladó a la expedición a Turín, ayer por la mañana. Benzema no parecía estar tan mal, después de todo. Bale ocupará su lugar.

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Sin el delantero francés, el hombre más cualificado de la plantilla para generar espacios en ataques estáticos contra defensas cerradas, el Madrid pierde un recurso único. Un instrumento especialmente valioso si a la Juventus se le da por emboscarse atrás especulando con resolver la eliminatoria en el Bernabéu.

A falta de Modric y Benzema, el Madrid que ha configurado Ancelotti es una maquinaria de acusado perfil contragolpeador. Con Bale y Cristiano en punta, la tendencia se acentúa. Esta apuesta por la velocidad es eficaz contra equipos que se despliegan en ataque. Pero la Juventus no siempre toma la iniciativa. “Es uno de los pocos equipos en Europa que pueden pasar sin problemas de la defensa de tres a la defensa de cuatro”, dijo ayer Ancelotti, en referencia a la línea de centrales que saben formar Chiellini, Barzagli y Bonucci, flanqueados por dos laterales muy duros como Lichtsteiner y Evra. Esta faceta encastillada es la que más temen en el vestuario del Madrid. Sin espacios para correr, y sin un Benzema que los alimente, Bale y Cristiano tienden a ahogarse.

Ancelotti teme que la Juve se cierre con tres centrales para proteger al mediocentro

Ancelotti observa que el punto débil de la Juventus está en el eje de su estructura. Pirlo, a sus 35 años, no siempre se encuentra físicamente fresco para proteger a los centrales. Si tiene un mal día es como si el equipo jugara sin mediocentro. Para compensar esta situación, Conte primero y Allegri ahora, recurren a la defensa de tres centrales. Verdadero laberinto para el ataque del Madrid. “La dificultad para encontrar posiciones claras de remate no dependerá de un jugador”, advierte Ancelotti; “dependerá sobre todo del movimiento del equipo, del ritmo del juego con balón, y, sobre todo, de los movimientos sin balón”.

Ahí es donde James resulta especial porque ninguno de los titulares en Turín posee su inteligencia para moverse en espacios reducidos. Ancelotti ha descubierto que James da un nivel excelente como volante por derecha en el 4-4-2. El técnico considera que el colombiano es más diligente que Bale en las dos fases del juego. Defiende con más bravura y, puesto a atacar, no se limita a desmarcarse en busca del gol. James apoya, se ofrece, toca, colabora en la construcción de la jugada y sabe ser concluyente en los últimos metros. Incluso como extremo, sin ser veloz, se las ingenia para anticiparse a sus marcadores y desbordar. Sus compañeros destacan su humildad. Es la cualidad que lo distingue de otras estrellas en el equipo.

«Tendremos que movernos muy bien sin balón para encontrar espacios», dice el técnico

“Normalmente los jugadores de talento son potentes porque en su constitución predomina ese tipo de fibra muscular”, opina Ancelotti. “Pero James es talentoso y es físicamente resistente. Esta anomalía le ayuda a jugar en el centro del campo donde los esfuerzos son más prolongados”.

James Rodríguez fue decisivo en la maniobra que precedió el 1-0 de Chicharito al Atlético. Fue una de las pocas ocasiones verdaderamente claras que dispuso el Madrid en los cuartos de final. La clase de ocasión que necesitará generar esta noche en el laberinto de Pirlo.

Muguruza cae eliminada en Madrid tras cometer diez dobles faltas ante Kuznetsova

La rusa Svetlana Kuznetsova, excampeona de Roland Garros en 2009, dejó fuera de combate a la española Garbiñe Muguruza por 6-3, 5-7 y 7-5 en dos horas y 32 minutos en la segunda ronda del torneo de Madrid.

En el primer enfrentamiento entre ambas que sirvió para abrir el turno en la pista Manolo Santana de la Caja Mágica, el juego envolvente de la rusa desesperó a Garbiñe, que fiel a su máxima, «mi principal problema es la falta de constancia«, sucumbió en los momentos finales del partido, cuando de nuevo como en el segundo set había remontado un 4-2 adverso.

«Estás dudando, te quedas a medias, cambia el ritmo de las piernas, mete intensidad, entra y sal, y cuando puedas juega la bola rápido, las piernas a tope, el partido está en tus manos», fueron los milagrosos consejos del entrenador de Garbiñe, Alejo Mancisidor, que sirvieron para salvar el segundo parcial. 

Pero en el tercero Muguruza se dejó atrapar de nuevo por el inteligente juego de ‘Sveta’, que además se valió de su servicio (ocho directos, dos más que Garbiñe) y que se ayudó de las diez dobles faltas, en total, de Muguruza.

La rotura del undécimo juego del último set fue una prueba del desencanto de la segunda mejor raqueta española. Fueron tres fallos casi seguidos, una dejada, una fácil volea de revés a dos manos, y de nuevo otra doble falta. Kuznetsova sentenció a continuación con facilidad, para situarse cerca de su mejor actuación en Madrid, los octavos en 2013.

Con la derrota de Muguruza solo sigue adelante en individuales Carla Suárez de las seis españolas que comenzaron el torneo. La canaria se enfrenta este martes contra la alemana Julia Goerges, de la fase previa.

Locos por un 'selfie': una hora en la universidad con Rafa Nadal

«¿Lo has conseguido? ¿Lo has conseguido?«, le pregunta una chica a otra, ansiosa porque la respuesta sea un sí.

Son las 14:40 horas y una marea de gente colapsa los pasillos del pabellón deportivo de la Universidad Europea de Madrid (UEM). Esperan a que aparezca Rafa Nadal, que acaba de ser investido Doctor Honoris Causa por esa universidad. El tenista apenas puede andar para llegar al coche. Todo el mundo quiere hacerse una foto con él o conseguir un autógrafo. Los que no pueden acercarse, lo hacen a distancia. Alguno tiene más suerte.

«Fírmame la riñonera, donde pilles», le dice un chico al tenista, y se la pasa. Nadal la coge, la firma y se la devuelve sin dejar de sonreír. El chico se da la vuelta, satisfecho, con gesto de haber conseguido el objetivo. «¿No me has grabado mientras me firmaba?«, le dice a su acompañante. No tiene vídeo, pero al menos sí ha conseguido el autógrafo.

La fiebre por conseguir un ‘selfie’ contagió incluso al alcalde Villaviciosa de Odón, que no quiso perder la oportunidad. Aunque él fue más listo: esperó a que Nadal llegara al coche y allí lo consiguió. 

Lo sucedido en la UEM es un ejemplo más de lo que le pasa a Rafa Nadal cada vez que tiene un acto en España. Le pasa en Barcelona cuando juega el Godó y en Madrid cuando viene a jugar el Masters 1000. El tenista balear no tiene ni un minuto de respiro. Y a cada paso que da tiene a un montón de gente vitoreándolo, animándolo e intentando conseguir una foto con su ídolo.

La agenda de Rafa Nadal es muy apretada. Y no por sus compromisos deportivos. El tenista balear apenas pasa por Madrid durante la temporada (el Masters 1000 en mayo y poco más), por lo que todos los actos, publicitarios y no publicitarios, en los que le requieren suelen concentrarse en estos días. Tras ser eliminado el 23 de abril en Conde de Godó por Fognini, Nadal se fue a Manacor a preparar el resto de la temporada de tierra batida. El 29 viajó a la capital, y ese mismo día tuvo un acto con Teléfonica y Eurosport. Al día siguiente, otro con KIA. El día 1 de mayo recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Y este lunes, día 4, fue investido Doctor Honoris Causa. Lo deportivo, lo verdaderamente importante, no llegará hasta el miércoles con su debut en la Caja Mágica.

El acto estaba previsto que comenzara a las 13 horas, pero no lo hizo hasta las 13:50. Antes, cada vez que alguien se levantaba y se dirigía hacia la puerta, todos en el pabellón giraban la cabeza inmediatamente pensando que ya había llegado la estrella del evento. Pero nada. Tocaba seguir esperando. Al final llegó, tras casi una hora de retraso y con algunos pitidos para el pobre encargado de dar la cara para explicar que aquello no iba a empezar a la hora prevista. Alguno no se conformó con verlo desde su asiento y corrió para verlo más de cerca cuando entró. «Mira, todo el mundo corriendo. Tanto dinero invertido para que sólo quieran hacerse un ‘selfie’. Qué pensarán nuestros padres«, comentaba una estudiante. “Que se supone que tenemos que quedar bien, que somos de pago«, añadía.

‘¡Vamos Rafa!’

Comenzó hablando la rectora de la UEM, Águeda Benito, que intentó, sin mucho éxito, equiparar tenis y estudios y poner a Nadal como ejemplo de esfuerzo y superación para sus estudiantes, como si en vez de la rectora fuera la madre de todos: a ver si les pegaba algo. «¿Si él fuera un estudiante creen que se rendiría ante una asignatura difícil?«, dijo. Buena pregunta. Pero a alguno le faltó tiempo para gritar el famoso ‘¡Vamos, Rafa!’.

Ese fue el grito con el que cerró su discurso la periodista María Escario (con ella fue más fácil sacarse una foto) que fue la encargada de pronunciar la laudatio. «Esa es la de las Olimpiadas», le susurraba un estudiante a otro. «Me encanta», decía otra. Nadal no cambió su rostro serio mientras Escario glosaba sus éxitos. De hecho, se le vio algo agobiado. Sólo cuando le pusieron el birrete laureado, lo que levantó las risas de los asistentes, o cuando le pidieron que mordiera la medalla que le habían dado sonrió. Su discurso fue corto.»“Los deportistas, más allá de ganar o perder, debemos ser ejemplares en nuestro comportamiento«, dijo, entre otras cosas, Nadal, que lamentó no haber podido disfrutar de los años de universidad.

El acto terminó con el Gaudeamus Igitur, himno que se canta en todas los actos académicos pero del que ningún estudiante conoce la letra más allá de los dos primeros versos, no se sabe si porque les da pereza el latín o la propia universidad. Nadal sólo estuvo un poco más de una hora en la universidad, pero le dio tiempo a comprobar que la gente lo quiere mucho. Casi tanto como hacerse un ‘selfie’ con él.

El tobillo, la raqueta y una posible caída del Top 5 incrementan las dudas de Nadal

El Mutua Madrid Open ya está en marcha y, como no podía ser de otra manera, uno de los grandes atractivos del torneo es la presencia de Rafa Nadal. El tenista español continúa siendo uno de los grandes favoritos para llevarse el título en la arcilla madrileña, a pesar de que sus sensaciones siguen estando realmente lejos de las que ofreció en tiempos pasados. Y las dudas han crecido en sus primeros entrenamientos en la capital española.

En sus primeros entrenamientos para preparar el torneo, Nadal sufría un pequeño susto en su tobillo, al doblárselo en un momento de la sesión. Las alarmas se encendieron cuando se echó la mano a su articulación, aunque el español aseguró que tan sólo se trató de un aviso, descartando que sufra ningún tipo de lesión que le impida competir en Madrid: «Me doblé un poco el tobillo, pero por suerte no tengo nada«, confesaba Nadal.

Pero no es el único problema con el que se ha encontrado el español. En Montecarlo, decidía cambiar de raqueta con el objetivo de recuperar el juego perdido, pero en Madrid ha decidido no usarla. Pese a confesar que está convencido de que su nueva arma es la ideal para mejorar, el poco tiempo de adaptación que ha tenido ha provocado que dé marcha atrás hasta encontrar tiempo para entrenar y ajustarse a su nueva Babolat.

«En Madrid jugaré con la raqueta antigua, porque llevo muchos años con ésta y he tenido poco tiempo para prepararme con la otra. Sé que la nueva es la adecuada, con la que tengo que jugar en el futuro, pero tuve pocos días para prepararme con ella. Soy consciente de que aquí juego en altura y tengo un poquito menos de control con aquella raqueta. Jugaré con ésta hasta que tenga tiempo de entrenar bien con la otra«, aseguró.

Pero, pese a ello, sigue creyendo que no es el favorito en Madrid. El tenista balear continúa sin encontrarse con su mejor versión, aunque confiesa que está entrenando muy duro con el objetivo de recuperar algunas sensaciones que no terminan de llegar. Y, en especial, no las encuentra porque no termina de tener la continuidad que le permita ganar partidos consecutivos y, por tanto, la otorguen una confianza que no tiene.

Y es que ahora llega la hora de la verdad para Nadal, pues considera que puede tener una importante caída en el ránking en los próximos meses: «Caer fuera del Top 5 no es importante. Después de Roland Garros ya veremos cuál es la caída, pero son cosas del deporte». Mientras tanto, continúa entrenando con el objetivo de recuperar su mejor versión, y la primera parada es Madrid, un torneo que ya está en marcha y donde no debutará hasta el miércoles.

Eran pocos y apareció el irracional Lorenzo

No fue la carrera esperada por todos. No apretó el calor en Jerez, aunque sí lo hizo una afición que se encontró con el espectáculo justo porque Jorge Lorenzo protagonizó un fin de semana perfecto. Tanto que despejó todos los misterios con una pole que reventó el récord del trazado andaluz, liderando la carrera desde la primera vuelta –posición que ni abandonó ni vio peligrar– y aumentando los segundos de ventaja giro a giro. Su precisión de cirujano no encontró rival, pero contribuyó a ajustar más un Mundial ya de por sí abierto: Lorenzo vuelve a meterse en la pugna por el título junto a Rossi, Dovizioso y Márquez. Nada de monólogos, este año MotoGP es una actuación coral que se aprieta carrera a carrera.

Si retrocedemos un año y viajamos en el tiempo hasta la carrera de Jerez de la temporada pasada, el Mundial sólo había conocido un ganador: Marc Márquez. El actual campeón había firmado cuatro victorias que le servirían para protagonizar un arranque al alcance de muy pocos. Aquel abrumador dominio ha dado paso a la variedad: Rossi –en Qatar y Argentina–, el propio Marc en Austin y Lorenzo este fin de semana han subido a lo más alto del podio en las cuatro primeras citas del calendario. Valentino ha presentado su candidatura avalado por la segunda juventud que vive sobre la Yamaha, al actual campeón no se le puede descartar a pesar de los errores cometidos hasta el momento y los tres segundos puestos de Dovizioso (Qatar, Austin y Argentina) le han servido para meterse en la pomada.

Jorge Lorenzo en el podio de Jerez (Reuters).

Si las cosas ya estaban apretadas y el título más abierto que nunca, apareció Jorge Lorenzo para dar más emoción al Mundial e incrementar la tensión. Bien es cierto que la carrera no levantó a los aficionados de sus asientos, pero sirvió para que el piloto de Yamaha dé un paso de gigante y recuerde a su compañero de box, a Márquez y a Dovizioso que, como recordó Ramón Forcada –su jefe de mecánicos–, al mallorquín no se le ha olvidado ir en moto. Al eterno Valentino, al talentoso Márquez y a la renacida Ducati de Dovizioso se une el instinto de Lorenzo. Cuando Jorge dejó de pensar en cómo lo harían sus rivales pudo pilotar como él sabe para, precisamente, unirse a ellos en la batalla.

Por suerte, el título se va a vender caro al mejor postor. Si el Mundial sigue el camino recorrido hasta el momento, todo apunta que estos serán los cuatro nombres a tener en cuenta: Valentino, Andrea, Jorge y Marc. Un cuarteto que se mueve en un pañuelo de 26 puntos, la diferencia que Rossi (82) saca a Márquez (56) actualmente. El líder tiene una ventaja de 15 puntos sobre su compatriota, la distancia más larga puesto que Dovizioso (67) ha visto cómo Lorenzo (62) se ha situado a cinco puntos y este siente el aliento de un Marc que está a seis puntos. La primera victoria del mallorquín esta temporada le ha hecho irrumpir a golpe de martillo, algo que él maneja como nadie, sin las excusas que ya se le estaban acabando como aquel casco defectuoso, la bronquitis o el no saber gestionar los neumáticos extraduros que llevaron a Rossi al podio en Termas de Río Hondo.

Jorge Lorenzo (Yamaha).

“He sacado provecho de mi talento”. Con una sonrisa dibujada en el rostro, Jorge Lorenzo hablaba en el podio después de la entrega de trofeos. La satisfacción que se evidenciaba en su rostro había desplazado por completo a la preocupación que reinaba en su box; acababa de recibir la mejor inyección para una moral que no atravesaba su mejor momento. Y es que a pesar de que la M1 había mejorado y de que Lorenzo se había machacado hasta la saciedad para que el físico no le jugara una mala pasada, las dudas seguían ahí. Tres carreras y ni rastro de Jorge en el podio. En Yamaha tiraban balones fuera recordando que al mallorquín no se le había olvidado pilotar. Evidentemente tampoco había perdido su talento, sólo tenía que exprimirlo: “Si me llegan a decir que iba a dominar todos los entrenamientos y a ganar la carrera, no me lo hubiera creído después de los primeros grandes premios”.

Lo único que tenía que hacer era recuperar frescura y soltura. Nada más. Suena tan fácil que es ahí, precisamente, donde reside la complejidad que Jorge Lorenzo ha sabido resolver, por fin, en Jerez. Cuatro años después de su última victoria en el trazado andaluz y siete meses después de su último triunfo (Motegi), el mallorquín decidió subirse a la M1 y dejar que su parte irracional gobernara. Y acertó de lleno. Lorenzo pensó menos sobre la moto, no gastó tiempo en analizar cómo lo harían sus rivales si estuvieran dentro de su mono, tampoco se paró a desmenuzar cada detalle o cómo y dónde podría mejorar su pilotaje. Simplemente, manejó la Yamaha como siempre: con la constancia y la precisión del martillo que usaba su padre en el taller de motos y la suavidad y la limpieza con la que su madre extendía la mantequilla en las tostadas de su desayuno. Martillo y mantequilla, Lorenzo en estado puro.

El histórico Effenberg critica la obsesión por la posesión del Bayern de Pep Guardiola

El excapitán del Bayern de Múnich, Stefan Effenberg, criticó la obsesión por la posesión de pelota que tiene el club actualmente bajo la batuta de Pep Guardiola, así como el exceso de actividad del preparador catalán en la banda durante los partidos.

«Actualmente el Bayern tiene siempre entre el 65 y el 70 por ciento de posesión y quiere jugar ofensivamente a toda costa. Eso salió mal en la semifinal de 2014 tanto en Madrid como en casa«, dijo Effenberg, en una entrevista con la revista Kicker, recordando los duelos de hace un año ante el Real Madrid.

Según Effenberg, en ocasiones hay que cambiar la disposición táctica y recordó cómo su antiguo entrenador, Ottmar Hitzfeld, a veces también apostaba por un esquema defensivo en grandes partidos. Effenberg era el capitán del equipo que, con Hitzfeld en el banquillo, ganó la Liga de Campeones en 2001. El exjugador también ve con malos ojos que Guardiola esté permanentemente dando instrucciones desde la línea a sus jugadores.

«Tienes que confiar en tus jugadores, que se preparan durante días tácticamente para los partidos. Además, Guardiola en la línea también suele tener problemas con el cuarto árbitro, lo que muestra la presión que él mismo se mete», explicó. De cara a la seminal de este año contra el Barcelona, Effenberg ve al equipo catalán como favorito y cree que el Bayern tiene un 40 por ciento de posibilidades de imponerse frente a un 60 por ciento para el Barcelona.

Esos duelos será, según Effenberg, «el examen» por excelencia para Guardiola y su concepción del fútbol. Sin embargo, Effenberg no cree que en caso de una derrota Guardiola se marche a final de temporada y no termine su contrato, que vence en 2016. «Un entrenador del Bayern no puede desertar«, dijo Effenberg. 

Benzema no viaja a Turín: el francés tratará de estar listo para medirse ante el Valencia

Karim Benzema no forma parte de la expedición madridista que viaja a Turín para jugar el martes la ida de las semifinales de Liga de Campeones. Tras haberse recuperado recientemente de un esguince de rodilla, Carlo Ancelotti prefiere reservar a su jugador para que reaparezca ante el Valencia.

Benzema regresó como estaba previsto el domingo a la dinámica de grupo pero Ancelotti ha considerado que su regreso en Liga de Campeones sería precipitado y se queda entrenando en solitario en Madrid para mejorar su condición física antes de reaparecer.

Será el del Juventus Stadium el quinto encuentro que se pierde Benzema, que cayó lesionado en el Vicente Calderón en la ida de cuartos de final de Liga de Campeones, para posteriormente perderse la vuelta ante el Atlético de Madrid y los partidos de Liga contra Celta, Almería y Sevilla.

Ancelotti ha facilitado una lista de 20 jugadores, de la que tendrá que descartar a dos a última hora, y en la que tampoco ha entrado por lesión el croata Luka Modric ni por decisión técnica el alemán Sami Khedira.

La expedición que aterrizará en Turín alrededor de las 12:30 (10:30h) horas la forman: Iker Casillas, Keylor Navas, Pacheco, Carvajal, Arbeloa, Varane, Pepe, Coentrao, Marcelo, Nacho, Sergio Ramos, Lucas Silva, Kroos, Illarramendi, Isco, James, Bale, Jesé, Cristiano Ronaldo y ‘Chicharito’.

El último entrenamiento antes del encuentro de ida de semifinales, lo completará el Real Madrid en la tarde de este lunes en el escenario del partido, el Juventus Stadium, desde las 18:30 horas (16:30h). 

Dani Carvajal y sus inquietantes dudas tras el fichaje de Danilo por el Real Madrid

La Ciudad Deportiva de Valdebebas empezó a ponerse en pie una tarde de 2004. La imagen de aquel 12 de mayo fue la de Di Stéfano y un desconocido niño rubio, que a la par colocaron la primera piedra. Dani Carvajal, con 12 años y 2 en la institución, fue el elegido para representar a La Fábrica blanca en tan importante momento. El lateral derecho, tras un fugaz ida y vuelta a Alemania -firmó una gran temporada en el Bayer Leverkusen- que sólo duró un año, consiguió que un canterano se asentara en el once inicial del primer equipo del Real Madrid. Pero su vida no será la misma en el futuro tras el fichaje de Danilo, un hecho que ha provocado que Dani comience a plantearse seriamente su futuro.

Carvajal sabe lo que le espera teniendo como competidor al lateral derecho de la selección brasileña y que llega al Real Madrid tras el pago de 31,5 millones de euros -los gastos de la operación se incrementan porque aparecieron más intermediarios de lo previsto-, por lo que ya ha deslizado al club su preocupación por este nuevo escenario. Vamos, que si tiene que abandonar el Real Madrid… Pues sería cuestión de hablarlo. En el club ya se conoce el disgusto de Carvajal, que tras años de trabajo -llegó al club con cuando sólo tenía 10- para alcanzar la cima, tiene claro que Danilo tiene plaza fija en el once titular a partir de la temporada que viene.

Cuando se hizo oficial la contratación de Danilo y Carvajal comenzó a visualizar el nuevo escenario que se le presenta, tuvo claro que su participación en la próxima Eurocopa puede peligrar seriamente. A día de hoy, Juanfran y el lateral derecho del Real Madrid son los que cuentan con más opciones de estar en la lista definitiva de Del Bosque para la cita de Francia, pero para ello deben jugar con la asiduidad necesaria. Dani sabe que su participación en el Real Madrid puede perder protagonismo principal, y el seleccionador podría apostar por otro futbolista.

Danilo llega al Real Madrid con la vitola de titular indiscutible (EFE)

Arbeloa puede abandonar el club

El madridista se ha ganado un lugar en la Roja con esfuerzo y rendimiento, pero sabe que para mantenerse debe sumar minutos. Y Danilo le quitará muchos… La temporada que viene, con Eurocopa en 2016, será especialmente competitiva, con un buen puñado de futbolistas peleando por entrar en la convocatoria definitiva de Del Bosque. Carvajal sabe que el rojiblanco Juanfran, afianzado en el grupo desde hace tiempo y titular indiscutible en el Atlético, tiene plaza fija, igual que otros futbolistas, como Azpilicueta, entre otros, le pueden quitar el sitio si deja de jugar con continuidad. Un inquietante futuro que no agrada al buen lateral madridista.

Está por ver, por otra parte, qué sucede con Arbeloa, otro de los afectados por la contratación de Danilo. “Me quedaré hasta que me quieran”, declaró recientemente en el programa El Chiringuito. Con un contrato firmado hasta junio de 2016, el futuro del defensa no está nada claro y su salida del club es más que probable. El último reducto del ‘mourinhismo’ de la actual plantilla del Real Madrid ha ido perdiendo peso en el equipo a medida que Carvajal se fue afianzando en el lateral derecho. Esta temporada ya ha participado en más de 30 partidos, pero asumiendo el papel de secundario en muchas ocasiones.

Enfado y palabrotas de Feliciano en su debut en Madrid: "Me cago en la puta"

Feliciano López sacó adelante ‘in extremis’ un complicado partido ante Benjamin Becker (7-5, 3-6, 6-4) en su debut en Madrid. El partido tuvo polémica incluida y, en una tarde ventosa, con cielo plomizo y bochorno, Feliciano vio cómo el juez de silla del encuentro, Carlos Bernardez, le quitó un punto por abuso verbal, en el séptimo juego del tercer set. “Tú solo me has leído los labios, no me mientas”, le dijo Feliciano a Bernardez, cuando el árbitro le señalaba que era la tercera vez que le pillaba en esa falta. “Y estamos en Madrid en España, todo el mundo lo entiende”, señaló el juez para defender su decisión.

Feli reiteró que sus comentarios iban dirigidos a su banquillo solamente: “No puede ser que yo diga “me cago en la puta” hacia mi palco y no hacia la grada y otros jugadores digan “joder, joder, joder” y que incluso rompen una raqueta y no tengas cojones para darles un aviso. No estoy diciendo que lo haya hecho bien, pero que me quites un punto por eso. No lo comprendo, no me ha pasado en toda mi vida”. No obstante, ese punto enrabietó al español que fue capaz de ganar los cuatro últimos juegos del encuentro de forma consecutiva para hacerse con un sitio en la segunda ronda.

“Sé que me he portado mal, pero quiero que trates a todo el mundo igual”, le dijo Feliciano a Bernardez al despedirse. “Es lo que intento”, le contestó el juez de silla que también ha tenido varias polémicas con Nadal por tomarse demasiado tiempo a la hora de sacar. El español reconoció tras su victoria que su comportamiento no había sido el ideal y que se equivocó en su disputa dialéctica: “A Carlos le tengo mucho respeto, es de los mejores jueces de silla. No me he dado cuenta de que me había puesto el primer ‘warning’, no lo he oído”.

Feliciano López recordó que normalmente tiene un “comportamiento decente aunque esta vez estaba un poco nervioso. A Carlos, sólo le dije que aplicara los códigos igual a todo el mundo. No puede ser que haya jugadores que estén todo el día liándola y no pase nada. Si hay que echar a un jugador de la pista, se le echa. Hay jugadores con los que nunca pasa nada”. El toledano demandó asimismo a la ATP “reflexionar para que los códigos de conducta, de tiempo y de comportamiento se apliquen igual para todos”.

Detienen a dos padres por agresiones en partidos de alevines y benjamines

La Policía ha detenido en Gran Canaria a dos padres por delitos de lesiones cometidos durante partidos en los que jugaban sus hijos, en las categorías benjamín (de 9 a 10 años) y alevín (de 11 a 12), según ha informado la Comisaría de Maspalomas. La primera de las agresiones se produjo el sábado 25 de abril, mientras se disputaba el encuentro de fútbol entre los alevines del Esférico de Santa Cruz de Tenerife y el San Juan Tres Palmas (Gran Canaria).

Tras el partido, que se jugó en la Ciudad Deportiva de Maspalomas, fue arrestado un varón aficionado del equipo grancanario por causar lesiones a otro aficionado tinerfeño, ambos padres de jugadores de categoría alevín. La discusión se inició por la pérdida de tiempo del equipo ganador y tras haberse dirigido a la grada uno de los jugadores.

Al día siguiente, y cuando se disputaba en los mismos campos de fútbol un encuentro de Liga entre los benjamines del CD San Fernando B, de Maspalomas, y del Cerruda, de Vecindario, un aficionado del equipo local, también padre de uno de los jugadores, le rompió la nariz al árbitro. El agresor se dirigió al colegiado al término del partido y le propinó un cabezazo en la cara, lo que le provocó la rotura del tabique nasal, motivo por el que fue detenido. En ambos casos, los arrestados fueron puestos a disposición del juzgado de guardia de San Bartolomé de Tirajana.

Neymar y Luis Suárez también eligieron trinchera y están en la de Messi

Después de la tormenta siempre viene la calma, y en el caso de Leo Messi, la frase se le ajusta como un guante. Tras tenérselas tiesas con Luis Enrique en un entrenamiento en enero, no acudir a un entrenamiento y quedarse en el banquillo ante la Real Sociedad, hace ya una vuelta, pocos apostaban por una solución plácida al enfrentamiento abierto entre el jugador y el entrenador. Y, sin embargo, ya se ha llegado al mes de mayo y el FC Barcelona opta al triplete con un Messi total. No solo marca, sino que asiste, piensa, se mueve, organiza y hace lo que le da la gana. Porque si hay un jugador que entiende el juego, ese es él. Si hay un futbolista al que el resto del vestuario se plega, es a él.

El argentino ha conseguido ya nada menos que 40 goles en la Liga, 51 en todas las competiciones en 50 partidos y 19 asistencias. Las cifras son estratosféricas. Los que conocen a Pep Guardiola aseguran que no han visto al técnico nervioso en esta última semana, pero sí preocupado. No es difícil imaginar que lo que más le obsesiona es cómo parar a un jugador como Messi cuando se mueve con libertad total y bien escoltado por Neymar y Luis Suárez. Pep, que fue el primero en entender que para que el equipo funcionara Messi debía sentirse feliz y sin compromisos dentro del terreno de juego, se enfrenta ahora a su obra. 

Josep Maria Bartomeu habla con Luis Enrique

El técnico asturiano se tragó el sapo

Luis Enrique también comprendió pronto que en la pelea con Leo, el que tenía las de perder era él. Así que el pasado mes de enero se tragó el sapo, toleró la salida de tono del jugador -“Messi perdió los papeles con Luis Enrique”, como señaló Mathieu-, decidió hacer de tripas corazón y ceder. Desde entonces el argentino no ha vuelto a oler el banquillo. Ha sido titular en todos y cada uno de los encuentros jugando los noventa minutos y su relación con el entrenador se limita a una cuestión profesional, aunque siguen sin hablarse. La elección de Luis Enrique, más allá de que ahora caigan o no los títulos, fue acertada ateniendo al rendimiento del jugador y a la estupenda conexión que tiene con Luis Suárez y Neymar. Eso sí, el uruguayo y el brasileño también escogieron trinchera. Y están en la Messi, no en la de su entrenador.

El líder es Leo y Neymar y Suárez se esfuerzan en complacerle. Su autoridad no se discute; la del técnico, sí. Ahí han estado los gestos malhumorados de ambos cuando Luis Enrique ha decidido sustituirles. Desde el jaleo del Pizjuán, eso sí, Neymar no ha vuelto a ser el elegido, mientras que el charrúa ha tenido que encaminarse hacia el banquillo con la cabeza gacha y sin hacer más ruidos, que bastante la lió el brasileño. Así, no es tan difícil entender el gesto de Messi el sábado en Córdoba, cuando le dejó a Neymar tirar el penalti. El voraz Messi valora tener aliados en el vestuario y el terreno de juego por encima de su feroz lucha con Cristiano Ronaldo. 

Después del evidente malhumor del portugués el pasado miércoles cuando Arbeloa le ‘quitó’ un gol ante el Getafe, las comparaciones con el argentino y su gesto de generosidad estaban cantadas. No es que a Messi no le importe el Pichichi ni Cristiano, sino que sus objetivos van más allá de ser el máximo goleador de la Liga. Dentro del vestuario siempre se ha destacado, además de sus indudables cualidades técnicas, que es un tipo listo. Y con la madurez ha comprendido que serán los títulos del equipo los que, de paso, le encumbren a él. La temporada pasada el Barça no ganó ninguno y tuvo que escuchar cómo Cristiano le retaba en Suiza con el Balón de Oro en sus manos. Para alguien como Leo, fue una afrenta que no ha olvidado. Y la manera de cobrársela es hacer justo lo que hace: Marcar goles, sí, pero sobre todo jugar para el equipo. Y lo demás, con un poco de fortuna, caerá como fruta madura.