Apple iPhone 13 Pro, análisis: luces, cámara, 120 Hz y ¡acción!
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Con cada iPhone el debate suele pulular por las mismas dicotomías: ¿nos gusta o no que sean conservadores en el diseño? ¿Es una renovación “completa” o se trataría de un modelo “s”? Cuando parece que precisamente los modelos intermedios están desaparecidos o en letargo, llegan los de este año con una dosis de cambios que puede resultar discreta, pero que en algunos puntos se trata de aspectos aparentemente significativos. En el análisis del iPhone 13 Pro lo comprobamos con uno de los candidatos a mejor móvil del año.
El pequeño de la línea Pro de Apple con respecto al iPhone 13 Pro Max, aunque únicamente en lo referente a tamaño (y batería). Son dos móviles empatados a nivel de cámaras y las nuevas funciones, su pantalla a 120 Hz y el almacenamiento hasta 1 TB entre otras características. Veamos qué nota le ponemos a este esperado rival en la gama más alta del panorama del móvil actual.
Ficha técnica del iPhone 13 Pro
IPHONE 13 PRO | |
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DIMENSIONES Y PESO | 146,7×71,5×7,65 mm 204 gramos |
PANTALLA | Super Retina XDR 6,1 pulgadas ProMotion 120 Hz 2.532 x 1.170 px, 460 ppp 1.000 nits, contraste 2.000.000:1 |
PROCESADOR | Apple A15 Bionic |
RAM | N. d. |
ALMACENAMIENTO | 128/256/512 GB/1 TB |
CÁMARAS TRASERAS | Telefoto: 12 MP f/2.8, 77mm, 3x óptico Ultrawide: 12 MP f/1.8, 6P, 120º Principal: 12 MP f/1.5, 1,9um |
CÁMARA FRONTAL | 12 MP f/2.2 |
BATERÍA | N.d. |
SISTEMA OPERATIVO | iOS 15 |
CONECTIVIDAD | 5G (sub-6 GHz) LTE Gigabit con MIMO 4×4 y LAA Wifi 802.11ax (6.ª gen.) con MIMO 2×2 Bluetooth 5.0 Chip de banda ultraancha NFC |
OTROS | IP68 Sonido estéreo FaceID |
PRECIO | Desde 1.159 euros |
Diseño: ojos más grandes para verte mejor
Que dos hermanos nacidos el mismo día sean o no iguales depende de los óvulos: si hay uno serán gemelos idénticos (o casi, casi) y si hay dos serán mellizos. Al iPhone 13 Pro y al iPhone 12 Pro les pasa casi lo primero, porque son como dos gotas de agua salvo algunos detalles.
En la parte trasera vemos que el cristal domina la superficie con la alternancia de mate y brillo, esto último en un módulo de cámaras que crece en tamaño. Las lentes son más grandes (también alguno de los sensores) y la baldosa cuadrada con esquinas redondeadas tiene la arista de prácticamente la mitad de ancho de la trasera.
El acabado mate, que en general suele dar quizás un toque más sofisticado (esto ya según gustos), tiene la maravillosa ventaja de no ensuciarse y no resbalar, como hemos visto anteriormente en casos como el de su predecesor o el del Samsung Galaxy Z Fold2. También como en éste último, las partes con brillo sí son más proclives a que queden las huellas, ocurriendo en este caso en los bordes (de nuevo planos) y en el logotipo.
Quienes sean usuarios de un iPhone 12 Pro notarán pronto otro cambio al empezar a usar el 13 Pro: los botones han cambiado ligeramente de ubicación. Nada negativo ni preocupante porque siguen estando al alcance de los dedos sin exagerar la postura, pero están algo más bajos.
La bandeja de la SIM pasa a estar algo más alta en el mismo lateral y en la parte inferior todo sin cambios, con el puerto Lightning al centro centrísimo y el altavoz y el micrófono a cada lado, con los mismos agujeros. Sigue también el botón de modo Silencio, marca de la casa.
Siendo tan, tan parecido a su predecesor, también lo son las dimensiones y el agarre. Un usuario de un iPhone 12 Pro no va a notar diferencias, como mucho (y si es muy sensible en este sentido) en el peso. Las esquinas en ángulo de 90 grados siguen siendo algo menos cómodas que los bordes redondeados que se habían mantenido hasta el iPhone 11 Pro (desde los iPhone 6), pero no es complicado acostumbrarse y no llegan a molestar, siendo un móvil que casi puede usarse con una mano sin mucho problema (aunque para esto más propicios los tamaños de los iPhone 13 mini y iPhone 13).
Con todo esto, es un móvil relativamente compacto, teniendo en cuenta las tendencias. Comparado con algunos rivales, y en el caso de haberlo escogiendo el tamaño más pequeño, el iPhone 13 Pro llega a ser más compacto que el Samsung Galaxy S21 y que el Sony Xperia 5 III, pero es el de Sony el más ligero de esta selección (y con mayor batería que el S21 y el iPhone, probablemente). Atendiendo a los números, el 13 Pro es estrictamente algo más voluminoso y pesado que el 12 Pro, pero como hemos dicho no son diferencias apreciables.
ALTURA (MILÍMETROS) | ANCHURA (MILÍMETROS) | GROSOR (MILÍMETROS) | PESO (GRAMOS) | PANTALLA (PULGADAS) | BATERÍA | SUPERFICIE (CM²) | VOLUMEN (CM3) | |
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IPHONE 13 PRO | 146,7 | 71,5 | 7,65 | 204 | 6,1 | N. d. | 104,89 | 80,24 |
IPHONE 12 PRO | 146,7 | 71,5 | 7,4 | 187 | 6,1 | 2.815 | 104,89 | 77,61 |
SAMSUNG GALAXY S21 | 151,7 | 71,2 | 7,9 | 171 | 6,2 | 4.000 | 108,01 | 85,33 |
REALME GT | 158,5 | 73,3 | 9,1 | 186,5 | 6,43 | 4.500 | 116,18 | 105,73 |
XIAOMI MI 11 UTRA | 164,3 | 74,6 | 8,38 | 234 | 6,81 | 5.000 | 122,57 | 102,71 |
SONY XPERIA 5 III | 157 | 68 | 8,2 | 169 | 6,1 | 4.500 | 106,76 | 87,54 |
HUAWEI P40 PRO | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
ONEPLUS 9 PRO | 163,2 | 73,6 | 8,7 | 197 | 6,7 | 4.500 | 120,12 | 104,5 |
Hablando del frontal, aquí vemos otro cambio que es significativo de puertas de Cupertino para dentro. Apple se mantiene altamente conservadora a nivel de cambiar el estilo en lo referente a la pantalla, y el iPhone X fue uno de los saltos más importantes en este sentido al dejar atrás unos bordes muy simétricos pero bastante arcaicos en la ya entrada era de la lucha por el aprovechamiento de pantalla. Y en este caso no vemos ese salto, pero sí una “esperada” reducción del tamaño del notch o muesca.
No llega a ser algo tan pequeño como alguno de los múltiples renders previos o el agujero en pantalla que abunda en la actualidad y se espera para el iPhone 14, sino un notch más corto y menos alto (en teoría, un 20% más pequeño). Con ello se gana algo más de superficie para la pantalla y que los iconos de la barra de tareas puedan estar algo más anchos, pero tampoco es algo demasiado notable en la práctica (hablaremos de la experiencia en la próxima sección).
Con todo esto, el iPhone 13 Pro es un móvil construido con materiales de calidad y bien acabado, dando la impresión de que es resistente y con buenas sensaciones al agarre y al tacto, sin que resbale ni se ensucie en la mayor parte de su superficie. Sin muchos cambios para lo bueno y para lo no tan bueno.
Pantalla: así sí se saca partido a lo que ya era un OLED bueno
El panel es una de esas partes más ambiguas que ejemplifica tanto el cambio como la conservación. La llegada de los 120 Hz con ProMotion es la principal novedad, pasando así de tener una tasa de refresco de 60 Hz estáticos a una variación entre 10 Hz y 120 Hz, según considere el sistema según el uso (y lo que pida/soporte la app), al estilo del ajuste variable de Samsung y otras similares que ya hemos estado probando en móviles Android.
Por lo demás, tenemos de nuevo un panel Super Retina XDR de 6,1 pulgadas con resolución de 2.532 x 1.170 píxeles, resultando esto en unos 460 píxeles por pulgada. El ratio de contraste se mantiene en 2.000.000:1, que no es poco, y sí que han potenciado el brillo pico para que llegue a los 1.200 nits.
Haciendo una comparación aséptica, sin tener en cuenta la experiencia los iPhone no van a ganar en resolución ni en densidad, pero son unos valores que quedan por encima del recurrido FullHD+ y lo que suelen ser entre 408 y 420 puntos. Queda por debajo de las densidades que alcanzan móviles como el Samsung Galaxy S21 Ultra (515 ppp, 3.200 x 1.440 píxeles)) o los inalcanzables Sony Xperia de gama más alta (el Sony Xperia 1 III tiene una densidad de 643 ppp y resolución 4K), pero el nivel de detalle es más que suficiente y a este nivel la experiencia es muy buena.
Uno de los aspectos que suelen acertar los de Cupertino es la calibración del panel y en este caso tampoco hay sorpresas para bien. La pantalla llega con unos parámetros adecuados de color, contraste y temperatura, pudiendo optar por el True Tone (un ajuste automático según las condiciones), que funciona muy bien. Apple añadió, eso sí, un extra de brillo pico que vendrá bien cuanto más incida la luz solar, pero incluso sin llegar al máximo la visualización es correcta, con un buen trabajo del ajuste automático del brillo.
La superestrella de las novedades de la pantalla no fue tanto la rumoreada llegada de un panel LTPO, pero se mantiene el OLED y lo que se incorpora es el máximo de 120 Hz. Se iguala así a su primo lejano el iPad Pro y al estándar que más o menos está quedando en la industria, viendo que esta frecuencia se acomoda incluso en la gama media más ambiciosa y que los “sólo 60 Hz” van quedando para las propuestas más modestas y conformistas.
¿Se notan los 120 Hz? Se notan cuando se dan, y si somos especialmente sensibles. La tasa de refresco de la pantalla de los iPhone 13 Pro, como la del iPad Pro, tiene el ajuste ProMotion como condición sine qua non junto a los 120 Hz, con lo cual la tasa fluctúa según qué app ejecutemos, así que no es algo constante y la verdad es que tampoco es un cambio muy drástico en la experiencia a priori, pero sí algo que ayuda a que mejore y a que al final esté al día en lo que se le exige a un buque insignia.
Además, el ajuste ProMotion trabaja de manera que es el sistema el que marca la tasa y no las apps, con lo que por esta optimización el ahorro energético puede llegar a ser mayor que en otros ajustes similares en los que el sistema no toma el timón. De si se nota en la autonomía hablaremos en la sección correspondiente más adelante.
Eso sí, a nivel de ajuste manual iOS no ofrece las opciones que solemos ver en las distintas capas de Android para que el máximo sea quizás 90 Hz o alguna tasa intermedia (probablemente por poner toda la confianza en su propio ajuste). Lo que podemos hacer, si prefiriésemos no optar a tasas de refresco mayores, es limitar a 60 Hz dicho aspecto yendo al menú de accesibilidad (teniendo en cuenta que 60 Hz será el máximo pero que podrá seguir bajando hasta 10 Hz).
Más allá de la tasa de refresco, la pantalla ofrece una gama de color correcta y una saturación que no va más allá del habitual toque extra de un panel OLED, con una dosis de contraste que se agradece. La sensibilidad táctil es también adecuada y en general responde bien a todo.
Donde no brilla iOS en general, ni tampoco en su única versión, es en personalización. Con iOS 14 llegaron los widgets y eso amplió mínimamente las escasas (o nulas) posibilidades de personalizar un poco la pantalla de inicio en iOS, pero no ha habido cambios y no podemos elegir entre cajón o escritorio, cambiar parrilla, personalizar la pantalla de bloqueo, una pantalla ambiente o el resto de aspectos que se suelen ofrecer en Android. Esto siempre es cuestión de gustos y habrá a quien los widgets ya le den suficiente juego, pero el caso es que ofrecerlo, no lo ofrece.
En cuanto al notch, la experiencia en la práctica es muy parecida a lo que ya había. El paso es positivo de cara a rascar milímetros cuadrados para la pantalla, pero sin recurrir a los trucos de la competencia como el agujero en pantalla para la cámara frontal, la propia cámara bajo la pantalla o los bordes en cascada (cada uno también con sus contras asociados) la sensación “todo pantalla” puede ser algo menor según de qué móvil vengamos.
Aquí quizás habría que introducir algún ajuste automático para que los juegos a pantalla completa no ocupasen el área bajo la muesca o bien que los desarrolladores tuvieran que hacerlo, de modo que el notch no cubra botones o menús. Por lo demás, es más o menos la experiencia de siempre, con un pequeño tanto por ciento más de pantalla.
Rendimiento: el nuevo procesador puede con todo
Siguiendo con la tradición, Apple estrena procesador con cada renovación anual de la línea principal de iPhone. En este caso, los iPhone 13 vienen con el Apple A15 Bionic, pero curiosamente los Pro cuentan con una versión más avanzada del mismo (una GPU de cinco núcleos frente a la de cuatro de los iPhone 13 no Pro). Apple no indica la RAM, pero según los benchmarks que veréis al final de este punto el iPhone 13 Pro viene con 6 GB, que sería lo mismo que en los 12 Pro.
En esta parte se repite lo de que no hay sorpresas para bien. Hemos podido jugar, editar vídeos, hacer uso y abuso del modo cinematográfico y todo lo que se nos ha ocurrido sin ver problemas o que se quede corto en potencia. El iPhone 13 Pro y su A15 Bionic a tope pueden con todo, y sin acalorarse demasiado. Eso sí, salvo cuando ejecutamos ‘Genshin Impact’ o iMovie, que llegan a dejar el iPhone más o menos como una taza con un café con leche acabado de servir, aunque puntualmente y tras un buen rato. Dejando a una lado estas excepciones, en general no es un calentamiento que no hayamos visto en generaciones previas.
En cuanto a los benchmarks, ponemos los que hemos podido sacar para comparar en la tabla y alguno más en la galería de imágenes a continuación.
IPHONE 13 PRO | IPHONE 12 PRO | SONY XPERIA 1 III | VIVO X60 PRO | REALME GT | ASUS ZENFONE 8 | XIAOMI MI 11 ULTRA | SAMSUNG GALAXY S21 ULTRA | HUAWEI P40 PRO | |
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PROCESADOR | Apple A15 Bionic | Apple A14 Bionic | Snapdragon 888 | Snapdragon 888 | Snapdragon 888 | Snapdragon 888 | Snapdragon 888 | Exynos 2100 | Kirin 990 |
RAM | 6 GB | 6 GB | 12 GB | 12 GB | 8 GB | 16 GB | 12 GB | 12 GB | 8 GB |
GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI) | 1.736 / 4.518 | 1.614 / 4.148 | 1.132 / 3.634 | 1.033 / 3.385 | 1.143 / 3.511 | 1.031 / 3.538 | 1.127 / 3.663 | 991 / 3.272 | 943 / 2.527 |
3D MARK (SLING SHOT) | (Maxed out) | – | (Maxed out) | (Maxed out) | (Maxed out) | (Maxed out) | (Maxed out) | 9.226 | 8.726 |
PCMARK WORK | – | – | 11.857 | 11.163 | 14.673 | 11.113 | 11.691 | 14.043 | 9.476 |
Software: apostando por las apps propias
Nuevo iPhone, nuevo iOS. Los iPhone 13 llegan con iOS 15 de la mano, de modo que el sistema por fin llega a todos los usuarios con móvil compatible, y por ahora hemos probado la primera versión de este software. Se trata de una iteración en la que se han centrado, según explicaron, en cambios en algunas de sus apps propias como Safari, FaceTime o Tiempo.
La organización de las apps y el aspecto se mantiene, con un escritorio como lugar para disponer las apps (además de la Biblioteca), el Centro de notificaciones (tirando de la parte izquierda superior hacia abajo), el Centro de control (tirando de la parte derecha superior hacia abajo) y la galería de widgets (a la izquierda, como lo estaría Google Discover en muchos móviles Android). Como hemos comentado, la personalización aquí sigue siendo bastante limitada si miramos las opciones habituales en Android.
Algo que se mantiene también bastante intacto son los ajustes del sistema. La organización es bastante intuitiva, salvo quizás la sección de iCloud, aunque lo que sigue siendo algo menos deductivo es que los ajustes propios de cada app estén en los generales y que siga sin haber un acceso directo desde la misma, como podrían ser Mail, Cámara o las notificaciones y el Centro de control. Tal y como sigue, nos obliga a salir de la app cada vez que queremos realizar un ajuste como el de mostrar un elemento o configurar una acción, dado que tampoco hay pantalla dividida en iOS.
Algo positivo, que sí van mejorando de manera notable, es la información que tiene el usuario de sus datos y las posibilidades en cuanto a la privacidad. iOS informa y avisa muy bien en cada caso, y se mantiene el ofrecimiento al usuario en cada app de que éste acepte o no el rastreo de la misma.
Algo que también se incorpora por fin en iOS es lo que parece una aproximación a Google Lens a nivel del tratamiento de texto a tiempo real en una fotografía. Veremos que la app de cámara nos indica con un pequeño logo que ha detectado el texto, y al pulsar sobre él lo selecciona y nos ofrece opciones, como copiar o traducirlo.
Los modos de concentración son otra de las novedades. De nuevo no es una idea nueva, pero la implementación está muy bien y pueden resultar muy útiles a la hora de facilitarnos dicha concentración o bien todo lo contrario, la desconexión, al ser muy personalizables y no haber limitaciones en las apps (admitiendo propias y de terceros).
iOS 15 por ahora muestra un funcionamiento correcto casi al 100%, sin cierres repentinos y únicamente con algunos bugs que probablemente puedan reparar en próximas actualizaciones como los elementos superpuestos (empezó pasando en Instagram pero se reparó) o el fallo de sincronización con el Apple Watch para el desbloqueo. Salvando eso, se muestra estable y fiable en el segundo plano.
No, pese a los rumores los iPhone 13 no recuperaron el Touch ID (el lector de huellas que Apple incorporó en el iPhone 5s), y de hecho el rumor ha pasado a los iPhone 15. Lo que sí mantienen es el Face ID, el sistema de reconocimiento facial 3D propio de Apple.
El de Apple es, quizás, uno de los mejores sistemas en cuanto a funcionamiento en la oscuridad haciendo un reconocimiento 3D, dado que no necesita nada de luz para funcionar. De hecho, lo hace incluso aunque llevemos gafas sin haber registrado un rostro alternativo con ellas.
El desbloqueo es muy rápido y el gesto levantar para activar es su mejor acompañante. Eso sí, el sobresaliente que le pondríamos a Face ID per se se ve ensombrecido por lo que el desbloqueo necesita mejorar si necesitamos un método alternativo. Un usuario sin Apple Watch (o con él mientras dure el bug) tendrá que recurrir al código si lleva mascarilla o si por lo que sea no puede mirar al móvil, y la invocación del código sigue siendo muy lenta. Se solucionaría con un simple acceso rápido tipo “Usar código” directamente al despertar pantalla, sobre todo si el sistema no detecta ningún rostro.
Cámaras: la prueba de lo conveniente que es apostar por sensores más grandes
La fotografía se ha estado destacando como la principal área de mejora de los iPhone 13 Pro, y sobre el papel desde luego hay puntos que destacan. A nivel de hardware, Apple sigue dejando a un lado la guerra por los megapíxeles, avivada en el último año y medio, para escalar por otro (más) interesante zigurat: el del tamaño de sensor y el de la estabilización.
Apple dice haber montado el sensor más grande hasta la fecha en sus móviles y, en el caso de los Pro, los píxeles son de 1,9 µm (en el iPhone 12 Pro eran de 1,4 µm). Con ello la promesa es de un mejor desempeño sobre todo en condiciones de baja luz. Además, las aperturas también se incrementan tanto en el gran angular como en la principal, y a esto se suma que la estabilización óptica de la imagen por desplazamiento del sensor que en la generación anterior sólo podíamos encontrar en el modelo Pro Max, y que en el 13 Pro también se ha incorporado en su cámara principal (el teleobjetivo tiene OIS estándar).
Con todo, lo que vemos en el iPhone 13 Pro a nivel de cámaras es lo siguiente:
- Telefoto: sensor de 12 megapíxeles con lente con apertura f/2.8 (77 mm) y zoom óptico 3x. OIS.
- Ultra gran angular: sensor de 12 megapíxeles con lente de 6 elementos con apertura f/1.8 y campo de visión de 120º.
- Principal: sensor de 12 megapíxeles con lente con apertura f/1.5 y OIS por sensor-shift.
- Cámara frontal: sensor de 12 megapíxeles con lente con apertura f/2.2.
Las cámaras de los iPhone 13, mini, Pro y Pro Max, explicadas: su hardware fotográfico ha mejorado, pero es el software el que marca la diferencia
A nivel de software, el ProRaw se mantiene y pasa a la frontal, con la llegada del ProRes para vídeo más adelante. El modo noche pasa a estar disponible en todas las cámaras y hay dos incorporaciones más destacadas: el modo macro y el modo cinematográfico. Los veremos en detalle en el apartado de fotografía (el primero) y vídeo (especialmente el segundo). Ah, y también se incluyen los Estilos, una manera de incorporar estilos (valga la redundancia) de manera que no quede en un filtro sencillo y que haya detrás un trabajo de los algoritmos, según la marca.
App de cámara
La app de iOS para las cámaras es como esa pared que acabas de pintar y que sabes que necesita algo, un añadido, pero que te da pánico hacer cualquier cosa y fastidiar su novedad y su minimalismo. Apple ha ido añadiendo (y quitando) funciones y eso, en muchos casos, ha requerido su icono o su botón en la interfaz, y desde el modo retrato hemos visto el modo noche, las live photos o los Estilos esta vez, entre otras cosas.
La navegación por secciones se produce deslizando entre pestañas fijas, con los habituales botones para saltar a cada lente. Como ausencias detectamos que el SmartHDR no se puede desactivar desde ajustes y como añadidos tenemos ese nuevo modo cinematográfico, y no el macro como un modo manual. El modo macro se activa automáticamente al acercarnos a un objeto, sin que podamos activarlo o desactivarlo.
Los Estilos se añaden como uno de los botones accesorios escondidos, como los de live photos o el flash. Para los ajustes, como hemos comentado en el apartado anterior, hemos de ir a los generales, y según lo que activemos ahí podremos ver la opción de RAW o configurar una calidad de vídeo predeterminada, entre otros aspectos
La app funciona bien, fluida y se adapta bien a lo que ofrece el terminal, pero hay algunas mejoras posibles de cara al uso de las nuevas funciones. Por ejemplo, el modo macro podría tener alguna opción de aplicación manual para evitar “el baile” que se produce con el cambio de lente cuando rozamos el límite de activación, de manera que si queremos aprovechar el desenfoque natural de la lente principal podamos hacerlo tranquilamente, y del mismo modo si queremos hacer una macro con el gran angular (en teoría Apple lo va a corregir, según apuntaron).
Los Estilos también podrían marcarse algo más cuando están activados, de manera que no se hagan fotografías de manera accidental con uno de ellos activado. Sobre todo porque los estilos, al no ser un filtro (sino quedar en el procesado de la fotografía), no pueden eliminarse a posteriori.
Cámaras traseras
El nuevo combo de hardware y software hacen de la cámara principal una verdadera todoterreno. No es infalible porque la noche sigue suponiendo un entorno complicado y ha mostrado algún desempeño con más dificultad, pero en general va a ser el estandarte de la tríada trasera y la que dé más confianza en cualquier situación.
Hablando de ella, nos da fotografías con muy buen rango dinámico y un tratamiento del color equilibrado y realista. Parece que el procesado con matices anaranjados y cálidos que nos hemos encontrado las últimas veces ya no es tal y el balance de blancos suele dar en el blanco (valga la redundancia).
El contraste es correcto y el nivel de detalle de día es destacable. El bokeh natural es equilibrado, gradual y bonito, con lo que se coloca como una de las mejores en esto como la cámara del Pixel 5 o la del Samsung Galaxy S21 Ultra en este tipo de disparos.
De hecho, salvo que queramos un disparo a unos 2 centímetros del objeto (estilo lupa), y como mantenemos con cámara macro que se coloca, un disparo en primer plano con la cámara principal dará siempre una foto de mayor calidad que una estrictamente macro. En todo caso, aquí cabe decir que la aproximación del disparo macro es bastante superior a muchas de las que vemos hoy en día.
La explicación: Apple, como en casos como OnePlus o ASUS (también con buenos resultados en el primer caso), recurre a la cámara gran angular para este tipo de disparos y, por tanto, como respaldo hay un sensor grande y con suficiente resolución. Nada que ver con la cámara macro más de relleno que vemos en muchísimos móviles actuales, con sensores de 2 megapíxeles muy pequeños y con resultado mediocre.
Así, puede que en nuestro caso recurrir al disparo macro sea algo anecdótico, pero al menos el sistema lo soporta y es una aproximación “del lado bueno” como OnePlus. Eso sí, la aplicación es completamente automática y esto a veces puede ser molesto, si lo que queremos es apurar un disparo macro con la principal.
Al fin y al cabo, la lente gran angular es el lastre de este iPhone si atendemos a lo que no se corresponde con el día bien iluminado. Esperábamos resultados bastante mejores sobre todo por la tarde y de noche, situaciones en las que la escena no mantiene el detalle, se desdibuja y aparece el ruido. Hay que tener en cuenta, además, que es una cámara que siempre tiende a subexponer y que requerirá más luz que la principal para acercar el resultado, notando además un lavado de color que destaca al intentar hacer el disparo macro.
El teleobjetivo sale mejor parado. Los 3x normalmente nos acercan la escena manteniendo el detalle y, sobre todo, sin apreciar un lavado de color o cambios en el balance de blancos. De noche o en baja luz, eso sí, podremos ver que no actúa y que sube al escenario la lente principal con recorte. Con ello vemos que se tiende a exacerbar contornos y que la fotografía puede quedar demasiado dramática y exagerada, pero de día con el tele nos da disparos de calidad y con colorimetría muy adecuada.
En general vemos que la mejor interpretación de iluminaciones y sombras recae en la principal, y que el gran angular va a ser el que más contraste extra pueda recibir. Ahí quizás podemos optar por uno de los Estilos, aunque siempre tendremos la opción de recurrir al editor.
Hablando de los Estilos, se trata de la aplicación de un preajuste que queda inherente a la fotografía. Es decir, con un filtro vestimos la fotografía con una capa quita y pon, con un Estilo integramos parámetros en el ADN de la fotografía para que se exprese, por ejemplo, con más brillo, más contraste o cierto balance de blancos.
Puede que también tenga un uso más anecdótico, sobre todo porque su activación es algo menos directa que los filtros (salvo que lo tengamos preestablecido). En todo caso, podemos ajustar manualmente el efecto, de modo que podamos aplicarlo de manera más o menos sutil.
En el modo retrato no vemos un cambio notable con respecto al iPhone 12 Pro. El recorte suele ser bueno y respeta bastante los contornos reales incluso con pelo, aunque en interiores y de noche tiene más problemas y da fotos con ruido y recortes algo más bastos.
Cámara frontal
La cámara frontal de los iPhone ha ido dando unos resultados algo menos realistas en cuanto a balance de blancos y primer plano desde el iPhone XS, con fotografías más cálidas y próximas al punto fucsia, aunque sin sacrificar detalle (ni siquiera de noche). En este iPhone 13 Pro vemos algunos cambios: la autofoto mejora el balance de blancos y ya no tiende tanto a esto, sin dejar del todo ese tono cálido, pero de noche tiene problemas demasiado llamativos.
En modo automático de día tenemos fotografías muy fieles a la realidad en iluminación, contraste, color, balance de blancos y saturación. Se echaba de menos este equilibrio en los selfies de los smartphones de Apple y, en este modo, lo han recuperado casi del todo. Además, tenemos ProRaw si se quiere editar el archivo sin procesar.
En estas condiciones es cuando mejor rinde también el modo retrato. Vemos que, según el fondo, el recorte puede ser algo más bruto que con la cámara principal, pero el primer plano se mantiene en definición y el resto de parámetros.
De noche, todos los gatos son pardos y todas las fotos son más lentas de hacer y más ruidosas. La clave va a ser la iluminación y si se recurre o no a los modos noche y retrato. El primero nos ayuda a salvar una fotografía en condiciones de poca luz, mejorando la interpretación de las sombras y logrando definir un poco más la imagen sin exagerar contornos, el segundo puede ser un auténtico desastre con iluminación indirecta o las primeras luces del día: invasión de ruido y, habitualmente, fotos movidas. Algo muy sorprendente comparando con fotografías en modo automático en exactamente la misma situación cuando la iluminación no lo debería poner tan difícil.
Vídeo
El iPhone 13 Pro se mueve como pez en el agua en la grabación. Tanto el 4K como el FullHD dan tomas de calidad, equilibradas y con buen nivel de detalle si hablamos de condiciones favorables de iluminación.
La estabilización es una delicia, especialmente de día. De noche podremos notar algún temblor a FullHD (en modo normal), pero dadas las condiciones y lo que solemos ver en esta situación no es algo llamativo. Eso sí, aunque el salto de una lente a otra no es nada agresivo a nivel de imagen, en el audio notaremos que el tele y el gran angular tienen una peor captura.
La fluidez se mantiene tanto a 60 fps como en el resto de condiciones. De noche veremos que se acusa algo más la pérdida de definición y los contornos se diluyen, especialmente en el gran angular, más o menos lo que cabría pensar según el resultado en fotografía.
El modo macro se habilita en vídeo… A veces. Dado que depende del sistema en cualquier caso, invocarlo puede costar un poco y no siempre ocurre.
El modo cinematográfico es la verdadera sorpresa y lo que parece estar causando mucha sensación en su estreno. Es una aproximación al modo retrato que hemos visto previamente en Samsung y otros fabricantes, pero con un tratamiento muy bueno y bastante mejor a la hora de manejar el desenfoque selectivo.
El sistema detecta animales y personas y nos los preselecciona para que lo tengamos más fácil a la hora de cambiar el ítem enfocado. También podemos darle al fondo o a objetos inanimados aunque no nos los marque.