Android Automotive es la gran apuesta de Google para coches
Android Automotive es la evolución de Android Auto, el gran plan de Google para la industria del automóvil en los próximos años. La compañía ya ha hecho oficiales las novedades de Android Automotive 12, su versión basada en Android 12 para coches.
Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Vamos a contarte cuáles son los principales cambios que llegan con esta versión, en la que varias de las funciones de Android 12 llegan directamente al vehículo. Una gran actualización que, por el momento, poco podrán disfrutar.
Android Automotive va más allá de Android Auto
Android Automotive es el sistema operativo de Google directamente integrado en el coche. Al contrario que Auto, aquí no hace falta conectar el teléfono: es el propio sistema del vehículo, por lo que la integración y funciones son mayores. En este caso, llega la versión 12, que hereda novedades de Android 12 para teléfonos.
El código AOSP de Android Automotive 12 ha revelado los cambios internos que recibe esta versión, entre los que destacan que solo estará disponible en versión de 64 bits, siendo así la primera versión que elimina soporte para plataformas de 32 bits.
Otro de los cambios es una nueva API de gestión de energía, que permitirá personalizar la distribución de energía de algunos elementos del coche. Llegan también mejoras en las notificaciones, mejoras en privacidad y un rediseño completo de los ajustes, adaptado a las grandes pantallas de los coches.
Llega la detección de tiempo automática vía GPS, para que el coche pueda obtener información sin necesidad de conexión a internet, y mejoras a nivel de conectividad. Pequeños cambios para hacer del sistema operativo integrado en automóviles de Google algo mucho más completo.
Por el momento Automotive tan solo funciona en coches como el Polestar Precept, pero se espera que los distintos fabricantes puedan ir implementándolo. Gigantes como Honda, Volvo, Renault, Ford o General Motors ya tienen previsto utilizarlo en algunos de sus vehículos para 2022.