Un centro revitaliza la historia y arte de los afro
Con las mujeres vistiendo faldas largas, blusas holgadas, pañolón en la cabeza, y los hombres usando pantalones largos recogidos hasta los tobillos, camisa desabotonada y un pañuelo en el cuello, así se pone en escena el show de danza y música del grupo de marimba Juanito Bosco.
Esta agrupación pertenece al centro de referencia con ese mismo nombre, institución de obra social administrada por la misión Salesianos Ecuador, que funciona hace ocho años en el barrio Nigeria, ubicado en la coop. Independencia 2, de la Isla Trinitaria, sur de Guayaquil.
La institución, además de ofrecer un espacio sano de recreación, busca rescatar la cultura de los pueblos afrodescendientes, etnia predominante en el sector, a través del estudio de expresiones dancísticas y musicales.
El profesor Carlos Valencia es el encargado de dictar las clases de danza y música afro.
Aquí, los interesados reciben clases de marimba 3 veces por semana, que están a cargo del profesor Carlos Valencia, quien lleva ocho años preparando a bailarines y músicos de ritmos afro.
Valencia explica que es importante visibilizar estas prácticas para que los más jóvenes mantengan viva la memoria cultural de su pueblo. “Nosotros captamos a los jóvenes y los involucramos en un proceso de aprendizaje sobre sus raíces, historia y arte. Estamos revitalizando los valores de la cultura afro a través del estudio, entre otros aspectos, de instrumentos como la marimba, el bombo y el guasá, tradicionales para generar la música afro”.
La marimba se trata tanto de un instrumento como de una expresión danzada de origen africano, que se cree alcanzó nuestras tierras a través de los esclavos africanos traídos por los españoles en el siglo XVI.
Los niños del centro aprenden desde muy temprano a entonar los instrumentos.
“La marimba es un teclado de madera, sus teclas están hechas de chonta y tiene unos resonadores de caña guadúa”, explica Valencia.
Otros instrumentos básicos en la entonación de las sonoridades afro son el bombo y el guasá, sonajero de caña guadúa y semillas de achira.
Estela Arroyo, residente afrodescendiente de 69 años, participa en las actividades. “Despacito, despacito, no hagan bulla que la Virgen se ha quedado dormidita en la cuna”, canta mientras hace sonar su guasá.
Valencia explica que además de los miembros del Centro Juanito Bosco, la agrupación también la conforman miembros del Pastoral Afro, Hermandad de Misioneros Afro y Centro Cultural Afroecuatoriano.
Sofía Ayala, coordinadora del Centro Juanito Bosco, pondera que gracias a estas iniciativas se ha rescatado a jóvenes de la violencia y, sobre todo, del trabajo infantil. Los interesados pueden comunicarse al teléfono 098 7226880. (I)