Un acorralado Mauricio Macri busca dinero fresco

Mauricio Macri necesita un guiño rápido del Fondo Monetario Internacional (FMI). Golpeado por la mayor crisis cambiaria de su corta gestión, que llevó el dólar a un récord de 25 pesos y desató un rebrote inflacionario que puso en jaque sus ambiciones de reelección, el presidente argentino necesita dinero fresco para ponerle un candado a la corrida de los mercados.

Y ese guiño, según comentan fuentes del palacio de Hacienda, debe traducirse en un primer y rápido desembolso de $ 10.000 millones para “compensar” todo lo que se llevó la crisis.

El superpoderoso ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, encargado de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y en cuyo escritorio se recuesta todo el poder económicoy el nuevo ajuste que se avecina en el Estado, quiere el dinero sobre la mesa en el corto plazo. Pero esa cifra inicial no es suficiente. De los $ 30.000 millones de préstamo pensados en un primer momento ahora ya se sueña con $ 50.000 millones.

“En las últimas horas, en algunos despachos oficiales, se hablaba de la posibilidad que (el préstamo) se extienda hasta más de 50.000 millones”, escribió el diario Clarín, cercano al Gobierno.

Macri ha quedado “tocado” con esta crisis. Quiere ponerle al dólar un techo de 25 pesos (de hecho la moneda estadounidense se ha mantenido apenas por debajo de ese número en los últimos días), en medio de serios interrogantes sobre una tasa de 40% anual en la política monetaria fijada por el Banco Central para frenar la escalada del dólar.

Esta fuerte devaluaciónde la moneda argentina (el dólar pasó de alrededor de 22 a 25 pesos en pocos días, con una depreciación de más del 10% del peso) provocó un escenario desestabilizador en el plano inflacionario. Las ambiciones de aquietar el índice en un 15% anual cayeron en el vacío y se encendieron todas las alarmas de una inflación que treparía a 25% este año, una cifra cercana a la de 2017.

Este duro golpe dejó a Macri tambaleante en sus planes de reelección en los comicios de fines del año próximo. Su imagen se derrumbó 9 puntos según la última encuesta de Poliarquía. Otro sondeo, realizado por Ricardo Rouvier, coloca la imagen negativa de Macri en 58,8% contra 37,9% de respaldo.

Las encuestas que cada semana llegan a los escritorios de la Casa Rosada, sede del Ejecutivo, llevaron a reflotar en muchos dirigentes la idea de encolumnarse en 2019 detrás de la popular gobernadora de la estratégica provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, quien creció en la alianza oficialista Cambiemos a la sombra del presidente. Esta joven y mediática funcionaria, de 44 años, mide mejor que Macri en todos los sondeos de opinión. Y le gana ampliamente a los potenciales candidatos de la oposición en un eventual balotaje.

Además, el futuro de Macri no se vislumbra prometedor en el corto plazo. Con un dólar disparado y una inflación en alza se avecina ahora un duro ajuste que se suma a impactantes aumentos en las tarifas de los servicios públicos y el transporte. El “regreso” al FMI es rechazado, según encuestas, por tres de cada cuatro argentinos y las protestas crecen con movilizaciones, huelgas y “piquetes” de distintos sectores gremiales y sociales.

Para el viernes 25 de mayo, sindicatos rebeldes no alineados a la peronista Confederación General del Trabajo (CGT) y las dos vertientes sindicales de izquierda (nacidos de la Central de Trabajadores de la Argentina/CTA) convocaron a una marcha en la Plaza de Mayo en protesta por la vuelta al FMI y el ajuste que se avecina.

La movilización fue sobre todo simbólica: se realizó este 25 de mayo, feriado nacional, en recuerdo del primergobierno patrio de 1810. (I)

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