El presidente estadounidense, Donald Trump, tildó este lunes 7 de enero de «locos lunáticos» a los periodistas críticos con su presidencia, sumida en un cierre parcial de la Administración desde el pasado 22 de diciembre, y afirmó que los medios de comunicación de su país usan «fuentes inexistentes».
«¡Muchos (periodistas) se han convertido en locos lunáticos que han renunciado a la VERDAD!«, exclamó Trump en su cuenta de Twitter, después de repasar los «éxitos» de su Gobierno.
«Con todo el éxito que nuestro país está teniendo, incluyendo los números de empleo recién publicados, que son fuera de serie, los medios de comunicación falsos y totalmente deshonestos con respecto a mí y mi presidencia (dicen) que (mi presidencia) nunca ha estado tan mal«, dijo el mandatario.
Asimismo, Trump aseguró que los medios de comunicación estadounidenses «mentirán y degradarán» su figura «a sabiendas» para hacer que el «tremendo éxito» de su Administración «se vea tan mal como sea posible«.
«Usan fuentes inexistentes y escriben historias que son ficción total. ¡Nuestro país lo está haciendo muy bien, sin embargo, este es un día triste en Estados Unidos!», denunció el presidente.
Es habitual que Trump cargue contra los medios de comunicación y los periodistas y los acuse de mentir, aunque hasta ahora no había usado el término «locos lunáticos» para referirse a los profesionales de la comunicación críticos con su presidencia.
La Administración está parcialmente cerrada desde el pasado 22 de diciembre debido a que la negociación entre republicanos y demócratas en el Congreso se bloqueó por la exigencia de Trump de que el proyecto de presupuestos incluya una partida de más de 5.600 millones de dólares para financiar el muro fronterizo.
La actitud inamovible de Trump respecto a la construcción del muro, que fue una de sus promesas electorales estrella, y la negativa continua por parte de los demócratas para pactar sobre esta cuestión, ha llevado al Gobierno a estar parcialmente cerrado 17 días.
Esta situación ha provocado que algunos medios de comunicación cataloguen el momento actual como el peor del Gobierno estadounidense desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, una opinión que no ha gustado al mandatario.
La parálisis administrativa afecta a agencias de diez departamentos del Ejecutivo, incluyendo Transporte y Justicia; así como a decenas de parques nacionales, que suelen ser una gran atracción turística.
Además, perjudica a unos 800.000 de los 2,1 millones de trabajadores federales, que no cobrarán mientras permanezca cerrado el Gobierno y están a expensas de la aprobación de un nuevo presupuesto. (I)