Tres factores genéticos dan la forma a las cabelleras
La forma de los cabellos, como el ensortijado, está ligada a circunstancias biológicas, genéticas y fisiológicas de los seres humanos.
Justamente en 2009, los científicos del Instituto de Investigación Médica de Queensland descubrieron que una mutación del gen TCHH era responsable de la formación del pelo rizado entre un porcentaje de la población europea. Su presencia en el ADN de cada persona marcaba la diferencia entre quienes tenían la cabellera lisa y los que la lucían rizada.
La existencia del gen TCHH y la cantidad de Tricohialina están vinculadas con los folículos pilosos (cavidades donde nace el pelo). El tamaño y la forma de su abertura al exterior regula el grosor y su aspecto.
El último factor que incide en el sistema genético de células y cadenas moleculares es la queratina. Su composición en cada individuo impondrá que la naturaleza del pelo sea lisa, rizada u ondulada.
La queratina es una proteína fibrosa con estructura helicoidal que se une entre sí a través de puentes o enlaces de disulfuro, formando largas cadenas resistentes. Según cómo estén organizados estos enlaces, el pelo será más rizado o más liso.
Se estima que a nivel mundial, el 11% de toda la población posee este tipo de cabellera. En Ecuador, de acuerdo con el Censo de Población y VI de Vivienda realizado en 2010 hay 1’041,559 personas afro, es decir, el 7,19% de los habitantes.
Por otro lado, lucir el look en algunos continentes puede llegar a tener significado. En África, las mujeres que deciden llevar el cabello “al natural” son vistas con sorpresa y es hasta una postura política.
En Latinoamérica, historiadores cuentan que en el siglo XVI los esclavos a través del trenzadodiseñaban mapas en las cabezas con las rutas hacia la libertad. (I)
Foto: José Morán / El Telégrafo