The Economist alerta a América Latina sobre eventual victoria de Bolsonaro
El líder en las encuesta para las elecciones de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, recibió un duro revés por parte la revista inglesa The Economist, que lo llamó una ‘amenaza” para América Latina. Pero la crítica contra el reivindicador de la dictadura, la homofobia y el racismo también se llevó por delante la figura que el ex capitán del Ejército brasileño quiere poner en las finanzas, el ultraliberal Paulo Guedes, un “Chicago Boy” que trabajó para el pinochetismo en Chile y que defiende la apertura total de la economía.
“Con Paulo Guedes estamos apasionados, como un casamiento”, dijo Bolsonaro antes de que cambiara el rumbo de la campaña con su internación, luego de haber sido atacado el 6 de setiembre durante un atetando en el cual fue apuñalado en el estómago.
Al acercarse la fecha electoral del 7 de octubre, Bolsonaro comanda las encuestas con entre 28 y 30% de preferencias y gran parte de los analistas ven posible que este diputado que se dice al margen de la vieja política pueda llegar al Palacio del Planalto, sede de la principal economía latinoamericana, The Economist ha lanzado un alerta desde el establishment mundial de las finanzas.
La edición de The Economist dice que Bolsonaro es una “amenaza para América Latina”. Rápidamente, los “bolsonazis” o “bolsominions”, como se conoce a la militancia del candidato del Partido Social Liberal, repudiaron en las redes a la revista con sede en Londres: “The Comunist”,le dijeron. Los bolsonaristas califican, en las redes y en las calles de comunistas a quienes los critican. Es una militancia que creció en 2015, al calor del impeachment de la presidenta Dilma Rousseff y la defensa de la Operación Lava Jato, que encarceló al favorito de esta elección, el inhabilitado expresidente Lula.
“La economía es un desastre, las finanzas públicas están bajo presión y la política está totalmente podrida. Si la victoria fuera para Bolsonaro, un populista de derechas, Brasil corre el riesgo de empeorar”, dice The Economist. A Bolsonaro lo califican como un “sheriff sin noción”.
El mercado y el poder empresarial en Brasil están atentos al escenario electoral. “El dólar ha subido en los últimos meses por el escenario electoral porque las dos opciones que lideran no están en línea con la confianza que actores de la economía esperan”, dijo a El Telégrafo,Clemens Nunes, de la Fundación Getulio Vargas. En segundo lugar se ubica Fernando Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores de Lula, que sería el favoreito a disputar una segunda vuelta el 28 de octubre contra Bolsonaro.
Y en este escenario de crear confianza a los mercados -con Bolsonaro hospitalizado, recuperado pero sin fecha de alta- aparece la figura de su ‘gurú económico, Paulo Guedes. Guedes ha anunciado una reforma tributaria con aumentos en el impuesto a la renta de los empleados más pobres y con reducciones a los más ricos. “Guedes defiende la privatización de todas las empresas estatales brasileñas y la simplificación brutal de los impuestos”, afirma The Economist.
Guedes es un banquero administrador del fondo de inversión Bozano y fundador del Instituto Millenium, el think tank más influyente de la economía de Brasil. Estudió en Chicago, de donde surgen los principales admiradores del fiscalista Milton Friedman, con la reducción del Estado como principal norte de prosperidad.
Tanto Bolsonaro como Guedes admiran el modelo implementado por el dictador Augusto Pinochet en Chile. Bolsonaro, excapitán del ejército, reivindica a la dictadura braisileña, pero Guedes la critica por no haber sido abierta y libesral como la de Pinochet. A fines de los años setenta, Guedes fue contratado pro la dictadura chilena para dar clases en las universidades chilenas. “Me ofrecían 10.000 dólares y en Brasil ganaba 3.000, era irrecusable”, contó Guedes, citado por las revistas Piauí y Veja. Sin embargo, se volvió porque la policía secreta pinochetista le había requisado su departamento. En los últimos años, Guedes se transformó en un ‘ministro de Economía’ de quienes intentaban buscar la presidencia desde fuera de la política. Bolsonaro dice que la unión con Guedes es como un “casamiento”.