Tercera promoción de Agentes Civiles de Tránsito. Hace 10 años, en las instalaciones de la Escuela de Policía Metropolitana se materializó el sueño y vocación de 302 aspirantes que se formaron como Agentes Civiles de Tránsito, quienes desde aquel día entregan su servicio hacia la comunidad quiteña. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram  ingresa al siguiente enlace.

La tercera promoción se fundó con el nombre de un prócer quiteño, don José Mejía Lequerica, un personaje ilustre de nuestra ciudad, discípulo de un gran maestro y periodista, Eugenio Espejo.

Este viernes 20 de enero, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) realizó un reconocimiento y homenaje al trabajo del personal, mismo que requiere de capacitación constante, resiliencia y responsabilidad.

4230 kilómetros del Distrito Metropolitano de Quito son controlados y gestionados por Agentes Civiles de Tránsito (ACT) quienes basados en su misión ejecutan el control de tránsito y transporte terrestre, a través de planes operativos que buscan mejorar la circulación y brindar seguridad vial.

Silvana Vallejo, directora general de la AMT, mencionó que “hoy vivimos momentos trascendentales para construir un mejor futuro para la institución, sin corrupción, con honestidad, con la confianza que tenemos en que cada uno hace lo que debe; esa es la realidad diaria de la entidad”. Además, indicó que seguirá trabajando para solventar sus necesidades.

“Esta mañana, más de 300 hombres y mujeres reafirmaron su compromiso de servir incondicionalmente a todos los conductores, peatones, ciclistas y motociclistas con la finalidad de fomentar una cultura de respeto y paz en las vías de la “Carita de Dios”, concluyó Vallejo.

Su principal herramienta de trabajo es un coche rodante que usa para ofertar agua de horchata, chocolate y pan con queso por diferentes calles céntricas de Santo Domingo

A través de esta actividad consigue el dinero para financiar los gastos que demanda el curso de su hijo Ángel Hernández Rodríguez, quien integra la tercera promoción de aspirantes a Agentes Civiles de Tránsito.

La fémina confiesa que ha pasado momentos difíciles. En ocasiones pensó en tirar la toalla, pero saca fuerzas y se llena de optimismo porque sabe el beneficio significativo para el mayor de sus retoños.