Los mamíferos tienen sangre caliente y los peces, sangre fría. Es una de las primeras cosas que nos cuentan en el colegio. Lo que nadie nos dijo es que esta regla podía tener excepciones. Científicos de la Administración Oceánica y Atmosférica Nacioanl (NOAA) han descubierto el primer pez de sangre caliente, el opah conocido como «pez luna real».
En un artículo publicado en la revista ‘Science‘, los investigadores describen un mecanismo único que permite al opah, un pez depredador que suele habitar en aguas profundas, mantener su sangre caliente. El secreto está en un conjunto de vasos sanguíneos que están en las branquias de los peces, lo que facilita la circulación de la sangre caliente por todo su cuerpo.
Descubierto el primer pez de sangre caliente
Los científicos ya sospechaban que el opah era especial, asegura Heidi Dewar, investigadora del NOAA y una de las autoras de este artículo. La mayoría de los peces que viven en aguas tan profundas y oscuras son muy lentos por las bajas temperaturas. Incluso los peces que son depredadores se mueven despacio cuando acechan a sus presas.
Pero el opah es un animal muy musculado, con un corazón grande, que tiene una vista muy aguda y se mueve muy deprisa. «Eso le convierte en una animal curioso», explica Dewar. Es cierto que algunos pescados como el atún, el pez espada o el tiburón no tienen la sangre fría al 100%, ya que al ser tan fuertes y moverse deprisa mantienen partes de su cuerpo más calientes. Sin embargo, el pez luna real es el primer pez de sangre caliente el 100%.
El secreto del Opah salió a la luz cuando el investigador Nicholas Wegner al observar una muestra de las branquias del Opah, descubrió algo inquietante. A diferencia de los demás peces, los vasos sanguíneos del Opah estaban diseñados para poner en contacto la sangre fría con la caliente para conservar el calor en el interior del animal. Por eso, su cuerpo está a cinco grados más que el agua que le rodea.
Gracias a su capacidad para mantener el calor el pez luna real se ha convertido en un depredador muy efectivo. «Es capaz de cazar presas tan ágiles como los calamares y de recorrer grandes distancias», asegura Nicholas Wegner, biólogo del NOAA ye investigador jefe
«Con lo difícil que es conservar la temperatura rodeado de agua helada, el opah se las ha arreglado para conseguirlo. A veces la naturaleza es capaz de encontrar estrategias para sorprenderte cuando menos te lo esperas», concluye Wegner.