Xavi Hernández: 500 partidos, 7 Ligas y 96 asistencias de gol

El de Xavi es un nombre demasiado corto para una carrera tan larga y una huella tan profunda en la historia del fútbol, no solo en la del FC Barcelona, también en la del deporte español. Más de 750 partidos le contemplan con la camiseta del Barça, club al que ha defendido durante 17 temporadas, el único para el que ha jugado y, desde ayer, cuando sustituyó a Iniesta en el tramo final del partido ante el Espanyol, es el octavo futbolista en sumar 500 partidos en la Liga española, por detrás de Zubizarreta (622), Raúl (550), Eusebio (543), Buyo (542) Sanchís (523) Casillas (506) y Soler (504).

El centrocampista de Terrassa llegó al Barcelona con 12 años y no se ha movido de ahí

Xavi es el cuarto futbolista español que accede al selecto club de los 500 partidos en Liga defendiendo los colores de un único club tras Sanchís, Raúl y Casillas, que los alcanzaron jugando tan solo para el Real Madrid. El centrocampista de Terrassa llegó al Barcelona con 12 años y no se ha movido de ahí. La casualidad quiso que el partido coincidiera con el encuentro número 500 de Steve Gerrard en el Liverpool, otro hombre que ha dedicado toda su carrera a un único club, otro futbolista ejemplar.

El volante catalán debutó en primera división el 3 de octubre de 1997, en Mestalla, de la mano de Louis Van Gaal –“un técnico muy valiente, un adelantado por sus métodos, que no se casaba con nadie, valiente, pero que a veces asustaba, por lo menos a mí, que entonces era un crio”- reconoce ahora el capitán del primer equipo, y en mayor o menor medida, desde el holandés, ocho entrenadores le han dado su confianza: Serra Ferrer, Rexach, Antic, Rijkaard, Guardiola, Vilanova, Martino y Luis Enrique.

Xavi ha marcado 57 goles, ha dado 96 pases de gol y ha celebrado 7 ligas para un total de 22 títulos que ha ganado con el Barcelona en estos años, siendo el futbolista español más laureado de la historia. Acostumbra a señalarlas como su mejor recuerdo en el Barça, sin desdeñar los triunfos en las finales de las Copas de Europa, en especial las de Roma y Wembley “por el alto nivel de juego que ofrecimos”. Tampoco olvida el gol que le marcó a su amigo Iker en el Bernabéu, de vaselina, tras una asistencia de Kluivert, al final de la primera temporada de Rijkaard en el Barcelona, que sirvió para que el Barcelona ganara aquel partido (1-2)

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“Ni por casualidad soñé que conseguiría lo que he conseguido. Ni por un segundo, de niño, se me pasó por la cabeza vivir todo esto. Me siento un auténtico privilegiado” ha dicho Xavi, que difícilmente olvidará la bronca que acompañó la puesta en escena de su quinto centenario en la Liga. Faltaban pocos minutos para el término del partido cuando Luis Enrique le mandó sustituir a Iniesta, a quien acompañó la tradicional ovación que le recuerda como héroe de la final de Johannesburgo y por el detalle que tuvo al dedicarle el gol y el triunfo a su amigo Jarque, fallecido de un paro cardiaco y capitán españolista. Fue poner el pie en el campo Xavi y las palmas se tornaron una estruendosa pitada. La respuesta del catalán fue tirarle un sombrero a un centrocampista local.

El contrato de Xavi con el Barcelona termina el 30 de junio de 2016, pero no está claro que vaya a continuar en la disciplina del club en el que ingresó con 12 años. La decisión, en cualquier caso, solo depende de él, que debe decidir si cumple el documento en vigor con el Barcelona o acepta una de las dos ofertas que tiene sobre la mesa, la de un club catarí o la del New York City. El Barça pretende que se quede al menos hasta enero de 2016, pero le ha dado vía libre para que decida lo que mejor le convenga.

Al ataque, con o sin lesionados

Al Barça no le ha ido nada bien en sus partidos con el Bayern. La última eliminatoria de Champions, en 2012-13, se saldó con dos goleadas del equipo de Heynckes: 4-0 y 0-3. La enfermedad de Vilanova y la lesión de Messi facilitaron el éxito del club alemán, que acabaría siendo el campeón, como ha venido ocurriendo con el equipo que ha eliminado al Barça —semifinalista en ocho de las últimas diez ediciones— a excepción del año pasado con el Atlético. Los alemanes se vengaron de la exhibición azulgrana en 2008-09 con Guardiola en el banquillo del Camp Nou: 4-0 y 1-1. Una excepción porque el Bayern se impuso en las semifinales de la UEFA 1995-96 (2-2 y 1-2) y en la liguilla de 1998-99 (1-0 y 1-2). Y queda para el inventario el amistoso ganado en 2013 por el equipo de Baviera ya entrenado por Guardiola: 2-0.

Ambos equipos, de nuevo enfrentados en la Champions, aspiran a ganar la Liga —a los alemanes les faltan cuatro puntos— y la Copa. El choque europeo, con la ida en el Camp Nou, estará condicionado precisamente por los partidos previos y por las lesiones, numerosas en el Bayern. Alaba, Javi Martínez y Badstuber parecen descartados mientras son duda, aunque con muchas opciones de jugar, Robben, Ribery, Bernat, Benatia y Rafinha. Muy fecundos en Múnich, alimentados por figuras como Neuer, Lham, Götze, Müller y Lewandowski, los alemanes tienen más disfunciones en defensa cuando no consiguen tener la posesión de la pelota, aspecto que depende sobre todo de Xabi Alonso y el exazulgrana Thiago, que se enfrentará a su hermano Rafinha.

No hay manera de contener a Messi si está bien, y lo sé bien”, sentenció Guardiola

“No hay manera de contener a Messi si está bien, y lo sé bien”, sentenció Guardiola, protagonista del cruce morboso después de su etapa exitosa en el Barça. “El Barcelona es el más fuerte, pero no estamos desahuciados”, terció Beckenbauer, presidente del Bayern, ganador de cinco Copas de Europa, una más que el Barça.