Simeone «Si tengo que motivar a mis jugadores para jugar mañana me tendría que ir»

Simeone «Si tengo que motivar a mis jugadores para jugar mañana me tendría que ir» Simeone «Si tengo que motivar

La tajante orden de Simeone: evitar la ruleta rusa de una previa en la Champions

El Atlético de Madrid está ante uno de los partidos más importantes de la temporada. El día en el que Simeone cumplirá 100 partidos como entrenador en el Vicente Calderón, el destino ha querido ser caprichoso: sólo un año antes, el conjunto rojiblanco se medía al Barcelona en el Camp Nou en busca de levantar la Liga; ahora, el caso es el contrario, pues son los azulgranas los que buscan certificar el título en el feudo colchonero. Y, entre medias, la necesidad de ganar por parte del Atlético con el objetivo de asegurarse su presencia en la próxima Champions sin pasar por la fase previa.

En jornada unificada, la Liga pasa por el Calderón. El Barcelona necesita hacer el mismo o mejor resultado que el Real Madrid -que se enfrenta al Espanyol en Cornellà- para convertirse en el nuevo campeón. Pero el Atlético tampoco puede relajarse, pues es consciente de que el Valencia le pisa los talones y que necesita una victoria para asegurar la tercera plaza, la misma que le da acceso directo a la fase de grupos de la Liga de Campeones. Y, desde luego, el conjunto rojiblanco no se quiere ‘jugar los cuartos’ ante el Granada, un equipo que se pelea por no descender a Segunda.

Por ello, el partido ante el Barça será realmente importante para los rojiblancos. Es cierto que el equipo de Simeone depende de sí mismo y que tiene cuatro puntos de ventaja sobre el Valencia, por lo que cualquier tropiezo del conjunto ché -ante el Celta o Almería- le dejaría en bandeja la tercera plaza al Atlético, pero los rojiblancos quieren certificarlo cuanto antes y no tener que jugársela a última hora. Y es que la diferencia entre ser tercero y cuarto en la Liga es realmente importante, no sólo porque condiciona la pretemporada, sino porque alcanzar la Champions puede ser realmente complicado.

El tercer equipo en la liga española entrará directo en la fase de grupos, mientras que el cuarto jugará el play-off de acceso a la Champions. O, lo que es lo mismo, la planificación de la temporada empezaría mucho antes, con el objetivo de lograr la clasificación… y no está asegurado un cruce sencillo. Pese a que este año ha habido un cambio en la elección de los cabezas de serie en la fase de grupos, estea modificación no se ha aplicado al ‘play-off’, es decir, se seguirán enfrentando en busca de un hueco en la Champions los cinco con mejor coeficiente contra los cinco de ránking inferior.

Este coeficiente lo marcan los resultados de los clubes en sus últimas cinco campañas en Europa, por lo que los cruces pueden ser caprichosos: los rivales podrían ir desde equipos asequibles clasificados desde la previa como el Maribor, el Zalgiris o el Malmoe, a otros con tradición en la Champions como el BATE Borisov, el Ludogorets, el Dinamo de Zagreb o el Celtic. O, incluso, el rival podría ser algún coco si se dan los resultados, como es el caso del Mónaco -si se clasifica- o del Ajax -si se meten Shakthar y Nápoles-. Así, el ‘play-off’ podría no ser un paseo en busca de la Champions.

La pasada temporada, el Atlético de Madrid celebraba la Liga ante el Barcelona

El Atlético necesita una victoria más

Esta situación provoca que Atlético y Valencia busquen de manera desesperada acabar la temporada en la tercera posición, una pelea en la que los rojiblancos tienen ventaja. Pero no pueden descuidarse lo más mínimo, por lo que la mejor manera de evitar complicaciones es cerrar cualquier opción de su rival con una victoria ante el todopoderoso Barcelona. Sumando tres puntos este domingo, los rojiblancos confirmarían su presencia en la próxima Liga de Campeones y, si el Real Madrid gana su compromiso, provocaría que la Liga aún no estuviera decidida en favor de los azulgranas.

Simeone bromeaba con respecto a esta situación en la rueda de prensa previa al partido: «Son situaciones del destino que nos encontramos nuevamente Barcelona y Atlético en esta jornada y con la posibilidad de que el Barcelona también perdiendo el Real Madrid puede salir campeón y por ahí quedamos todos contentos», bromeó el técnico. Pero una frase resonó en la sala de prensa cuando aseguró cómo valoraba el partido: «Es una gran oportunidad para acabar terceros». Este domingo, el Atlético puede cerrar su tercera presencia seguida en Champions… y olvidar un verano movido.

El Levante vuelve a frenar al Atlético, que se jugará ante el Barcelona la tercera plaza

Por segundo año seguido, el Atleti tenía que jugar en el Ciudad de Valencia en la antepenúltima jornada. En el próximo sorteo de Liga, ese que tiene de puro lo mismo que el aire que se respira en Chernóbil, la directiva rojiblanca debería presionar para que no se vuelva a repetir esta jornada. De hecho, si pudieran pedir, seguramente sugerirían que no tuvieran que viajar a Valencia para jugar en el estadio granota. Dos puntos de doce posibles para Simeone en todas sus visitas al Levante. Pero no es lo mismo empatar (2-2) en ese campo en la jornada 5 que en la 36ª, lo cual se convierte en peligroso dependiendo de si los objetivos se han conseguido o no a estas alturas. Y para el Atleti no están cerrados, ni mucho menos. Ahora está a cuatro puntos del Valencia… con el gol-average perdido.

Y faltan dos partidos, que es lo delicado. Qué bien le hubiese parecido a los madridistas este empate del Atlético en Valencia si ellos hubieran ganando al equipo che este sábado. Porque ahora, el equipo del Cholo está obligado a ganar al Barça en la próxima jornada, o al menos no perder, si es que se juega, claro. Por mucho que caigan los culés, los blancos se quedarían a un punto… Ahora poco importa, en realidad, para el Madrid. Como el año pasado, que el Madrid se autoeliminó de la lucha por la Liga y el último Barça-Atleti fue un duelo entre ellos sin convidados de piedra. El de este curso, en el Calderón, tendrá objetivos distintos, pero no tendrá mucho que ver el Madrid.

La verdad es que el Atleti, por dominio, se mereció algo más que un punto. Sin embargo, le cuesta tanto crear ocasiones que tanta pelota se convierte en inútil. Hay posesión, pero no hay claridad. Evidentemente, el Levante no iba a disputarle el balón, sino que como equipo modesto que asume su papel, iba a esperar bien cerrado atrás con la voluntad de buscar hacer daño al contragolpe. Para ello, Lucas Alcaraz bloqueó cualquier vía de entrada con cinco defensas y tres currantes en el mediocampo. Para pelearse con el mundo defensivo rojiblanco ya tenía a dos perros de presa como Uche y Barral arriba. Y el resultado estuvo a punto de ser excelente y acabó siendo bueno.

Siqueira celebra el gol que ponía el 1-1 (FOTO: clubatleticodemadrid.com).

Ahora que se acaba el año y no hay más competiciones que disputar, Simeone se ha dejado de rotaciones y ha vuelto a apostar por su equipo de gala. Ni Gámez de lateral izquierdo, siquiera. Eso, jugó Siqueira… El brasileño ha sido uno de los más señalados tanto por el argentino y por la afición cada vez que ha habido algún mal partido. Quién le iba a decir que de repente, en los partidos decisivos de la Liga, Simeone iba a contar con él como pieza básica del once titular, y que, además, iba a marcar uno de los goles del partido. ¿Cómo apareció Siqueira como delantero centro para rematar? Difícil de decir, pero fue una de las consecuencias de la táctica defensiva del Levante.

Al cerrar tanto el espacio por el centro, Alcaraz obligaba al Atleti a esforzarse por los costados para poder tener opciones ofensivas. Tiene cierta lógica: el Atlético no tiene extremos puros, sino dos futbolistas muy talentosos que tienen que jugar caídos a las bandas. Estos son Koke y Arda, que ninguno ocupa constantemente su posición pegados a la línea de cal, sino que tienden a incorporarse al juego por el centro. De ahí que necesitaran de constantes incorporaciones tanto de Juanfran como de Siqueira para buscar a Mandzukic. Y en una de esas lo encontraron, pero el croata ya no sabe marcar. Siqueira subió varias veces, y de repente, en una se quedó dentro del área para rematar.

Fue la sensacional reacción colchonera al gol de Barral. Como suele pasarle al Levante, tiene que aprovechar muy bien las ocasiones contra los grandes para poder tener opciones de puntuar. Y contra el Atleti tuvo dos claras y las dos fueron para adentro. Un error de Miranda en un despeje y otro en el marcaje sobre Uche sirvieron para que el Levante estuviera muy cerca de sumar tres puntos y asegurar la permanencia. Pero era mucho resistir. Quedaban demasiados minutos por delante y con un Atleti necesitado de al menos un puntito para que otro tropiezo no le quite directamente la tercera plaza.

Y mientras Mandzukic sigue sin marcar y se acerca vertiginosamente a su tercer mes sin gol, su suplente, Fernando Torres, se está transformando en el salvador, en el jugador que sale en los últimos minutos y soluciona los partidos. No es el papel que él quisiera, en absoluto, pero al menos está marcando, disfrutando de los goles. Dio tres puntos en el Madrigal y ha regalado otro en el Ciudad de Valencia. Torres no es el jugador más importante, pero sí empieza a ser el más resolutivo.

Ficha técnica:

2 – Levante: Mariño; Iván López, Juanfran, Ramis, Vyntra, Toño; Sissoko, Camarasa (José Mari, m.85), Morales (Ivanschitz, m.89); Uche (Rafael Martins, m.86) y Barral.

2 – Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Miranda, Giménez, Siqueira; Tiago (Saul, m.68), Gabi (Raúl García, m.74), Koke, Arda; Griezmann y Mandzukic (Fernando Torres, m.60).

Goles: 1-0, m.32: Barral. 1-1, m.35: Siqueira. 2-1, m.62: Uche. 2-2, m.80: Fernando Torres.

Árbitro: Hernández Hernández (Comité de Las Palmas). Mostró tarjeta amarilla a los locales Toño y Barral y a los visitantes Tiago y Miranda.

Incidencias: partido de la jornada 36 de la Liga BBVA disputado en el estadio Ciutat de València ante 19.314 espectadores.

Menos llegada y menos pegada

La llegada de Saúl o la influencia anímica y el despliegue que Gabi fue la gran duda de Diego Pablo Simeone en su cuestionado planteamiento de la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Santiago Bernabéu. En su decisión final de alinear a Saúl pesó la necesidad de hacer un gol que nunca llegó. Cuando Simeone se agarra a las estadísticas observa que sus centrocampistas esta temporada no alcanzan en Liga los registros goleadores del curso pasado. Solo Tiago, con cinco tantos por los dos del curso anterior y Mario, uno por ninguno, han mejorado sus cifras. A estas alturas del campeonato, Raúl García (9/5), Koke (6/2), Arda (3/2), Gabi (3/0) tienen una marca inferior. Saúl, que no estaba en el plantel, lleva cuatro y solo superaría los tantos conseguidos en la Liga pasada por Óliver Torres (1), Cebolla Rodríguez (1) y Diego Ribas (1). El recuento final dice que los centrocampistas rojiblancos del equipo campeón de Liga sumaban 26 goles por 17 hasta la jornada 35. Menos llegada y menos pegada que pueden explicar parte de ese déficit de puntos que no permiten pelear el campeonato hasta el final. Aunque en la comparación, también la pareja de delanteros Diego Costa-Villa (27 y 13) sale ganadora por siete goles de diferencia frente a Griezmann-Mandzukic (22 y 12).

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Entre las muchas facetas que Simeone ha extrapolado de su época de jugador a la de entrenador está la de la llegada desde la segunda línea de los centrocampistas. Él fue un volante llegador que en sus mejores épocas rondaba la decena de goles por campaña. Era más frecuente verle tocar de primeras hacia adelante para descolgarse hacia el área que verle retrasar el juego y volver a mostrarse. Con la pelota, Simeone siempre tendió más a verticalizar el juego que a entretenerlo en horizontal. Desde su llegada al banquillo del Atlético le ha exigido el gol a sus centrocampistas. El juego del equipo ha girado mucho sobre la sobre la idea de sorprender desde la llegada por sorpresa de los medios. En este sentido, el fichaje de Mandzukic, además de lastrar el contragolpe, también supuso cierta indefinición. Al inicio, con la apuesta de alimentarle de centros desde los costados y jugar menos al contragolpe, los medios, a veces, se frenaban esperando que el croata llegara a ocupar el centro del ataque. En un principio, Mandzukic también debía servir para balones y darlos a los medios que llegaban desde la segunda línea. En algunos partidos lo hizo, pero son minoría. Cuando Simeone rectificó en parte haciendo caer más a las bandas al croata para despejarle el frente a la velocidad de Griezmann ese recurso quedó más limitado.

Los medios rojiblancos llevan 9 goles menos  este curso que el anterior

El partido del Bernabéu fue muy significativo en otros detalles que no han terminado de hacer del Atlético un equipo tan redondo como el de la temporada pasada. En la configuración de ese centro del campo formado por Koke, Tiago, Saúl y Arda el entrenador rojiblanco pensó que juntaba a los cuatro centrocampistas más técnicos que tiene en el plantel. No quería la posesión, pero sí asegurar los pases para una delantera en la que también optó por Mandzukic pensando en una mejor relación de este con los centrocampistas que la que pueda tener Torres. Ni lo uno ni lo otro se dio. Metido en su campo, la presencia del croata impidió que se estirara el equipo, incapaz de salir de la presión del Madrid con balones largos al espacio. No estuvieron acertados en el pase los centrocampistas en el Bernabéu, como tampoco lo estuvieron el sábado ante el Athletic. El mal pie generalizado, sobre todo durante el primer tiempo, es una tónica general de un equipo que perdió 116 balones y que de 477 pases totales más de un tercio, 148, fueron malos. La imprecisión en los últimos partidos se ha viralizado sobre todo en el centro del campo.

Simeone: “El fútbol es muy bueno porque todos tenemos razón”

Entre los 200 partidos que cumple mañana en Villarreal, su 45 cumpleaños y los coletazos críticos del euroderbi compusieron una comparecencia tan distendida como reflexiva de Diego Pablo Simeone. Tranquilo, el entrenador del Atlético entrelazaba los pulgares mientras elaboraba pausadamente unas respuestas que pocas veces fueron tan largas. Y nunca tan expresivas con esa sensación de amenaza o de vértigo que pueden generar una avalancha de críticas incluso en un entrenador de fútbol tan valorado por una afición. “En estos 200 partidos han pasado cosas muy buenas. El esfuerzo, la entrega y la competencia que hemos tenido en todos los futbolistas que han pasado nos ha permitido encontrarnos en un lugar de exigencia tremendo y eso habla muy bien de todo lo que se ha hecho. Esperamos seguir de la misma manera, pensado que me pueden echar mañana y eso me hace estar alerta para cuidar el lugar que tengo porque me gusta, lo quiero y porque me siento identificado con el club”.

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Simeone fue preguntado, más allá del crédito que tiene entre la hinchada, por si no había percibido la sensación de desencanto generalizado por su planteamiento del Bernabéu. “¿Las sensaciones?”, se repreguntó, “Las sensaciones son muy amplias, en el fútbol podemos discutir un montón de cosas, si es mejor perder 4-2-, 5-3 y 1-0 sobre el final con uno menos, que eso no lo recuerdan mucho, o con Tiago que había pedido el cambio porque estaba fundido. Pero uno no busca excusas, sino que habla de una realidad que es incompatible con lo que opinan desde otro lugar. Es entendible porque las criticas son justas desde el lugar que uno tiene y tienen que existir, y se puede discutir. El fútbol es muy bueno porque todos tenemos razón”.

Estoy en alerta para cuidar el lugar que tengo porque me gusta, lo quiero y me siento identificado con el club”

Tiene Simeone un convencimiento total en que es el la pura eliminación y no el cómo fue lo que ha disparado la cascada de críticas hacia su planteamiento del miércoles pasado. “No hay que enojarse con la críticas, no fastidiarse, todo lo contrario, hay que tomar algún comentario y obviamente dejar de lado los que no tienen argumento. Me acuerdo cuando empezamos, los primeros partidos con el Madrid o el Barça decían: ‘Hay que apretarlos arriba’. Y te metían cinco, seis; ‘Hay que apretarlos fuerte atrás’. Y te metían cinco, seis goles… “El futbol”, advierte Simeone, “da la oportunidad de que hablemos todos y que tengamos nuestras razones porque todos somos entrenadores. Los que estamos ahí tenemos que tomar decisiones y estamos más expuestos al resultado y cuando este es negativo, las criticas tienen más valor”. “Pero cuando jugamos en el Bernabéu”, señala el técnico refiriéndose a la final de Copa conquistada en 2013, «y ganamos después de 14 años nos reventaron los palos todo el partido, pero vencimos 2-1. Esto es el fútbol”, zanjó de forma lacónica.

Cuando ganamos la Copa en el Bernabéu nos reventaron los palos todo el partido, pero ganamos 2-1- Esto es el fútbol»

Desde el miércoles se ha entremezclado de mala manera el liderazgo que Simeone tiene entre la hinchada y sus méritos, con las críticas por un solo partido. No se ha cuestionado una trayectoria, pero sí 90 minutos en los que el Atlético apenas dio sensación de poder imponerse a ese Madrid en el que no estaban ni Modric, ni Marcelo, ni Benzema, ni Bale. “La gente no consume solamente lo que escucha o lo que lee, sino lo que ve, y lo que ve es una realidad que dice que desde hace tres años y medio competimos, que hemos estado a la altura de todas las competencias. Más allá de lo que puedan leer o escuchar están acompañando al equipo porque ha mostrado rebeldía, insistir, no bajar los brazos… las señas de identidad del club. La gente se encuentra totalmente identificada con los jugadores y que griten que están orgullosos de ellos no es fácil. La gente quiere a este equipo y vamos a seguir compitiendo con nuestras armas”.

De estos 200 partidos me quedó con el que ganamos la Liga en el Camp Nou, ningún hincha del Atlético lo olvidará»

En estos tres años y medio y 200 partidos, Simeone apunta a su mayor logro como el momento más inolvidable. “El partido en el Camp Nou… Con el Barça jugando de local y 90.000 espectadores, perdiendo 1-0 y sin Arda y sin Diego Costa que se lesionaron en el primer tiempo… Que el equipo logre ganar la Liga, la verdad que nunca se nos va a olvidar a ningún hincha del Atlético que pueda vivir ese momento”, concluyó.

Simeone se defiende: "Contra Madrid y Barça, apretar atrás es lo que sale bien"

El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, explicó su visión de la eliminación de la Liga de Campeones asegurando que lo que «sale bien» ante Real Madrid y Barcelona es «apretar atrás» y no «arriba», defendiendo su planteamiento y aceptando que «las críticas son justas», añadiendo que hubiese firmado a principio de temporada «tener opciones numéricas» de ser campeón de la Liga BBVA. «El Real Madrid hace gol en el minuto 87. Estuvimos a tres minutos de poder ganar, y perdimos 1-0. La sensación es muy amplia porque podemos discutir de fútbol un montón de cosas, como si es mejor perder 4-2, 5-3 o 1-0 con uno menos, porque siempre se olvida que jugamos con uno menos«, aseveró Simeone este martes en rueda de prensa.

Sobre este encuentro también aclaró que «Tiago había pedido el cambio porque estaba fundido» y que «no busca excusas» para explicar la eliminación, sino que se trata de «una realidad incompatible» con ciertas opiniones, matizando que «es entendible» que haya críticas hacia su planteamiento, que considera «justas» por ser el entrenador. «Al principio me decían que al Barcelona y al Real Madrid se les ganaba apretando arriba, pero te meten seis o siete goles. Si se aprieta atrás es cuando sale bien. El fútbol da la oportunidad de que hablemos todos. Todos somos entrenadores, y los que estamos ahí tenemos que estar expuestos a los resultados», repasó Simeone.

Finalmente, también opinó sobre los juicios a su actuación que «no hay que fastidiarse» por ellos sino «tomar algún comentario que pueda servir y dejar de lado los que no tienen argumento», valorando que «cuando los resultados son negativos, las críticas tienen más valor«. «Cuando jugamos en el Bernabéu y ganamos después de 14 años nos reventaron los palos. El fútbol es esto», sentenció el técnico argentino, que hubiese «aceptado» si le hubiesen dicho al inicio de temporada que tendría «opciones numéricas» a estas alturas de repetir como campeón, aunque exista «una diferencia importante con el primero». «La gente no consume solamente lo que escucha y lo que lee, sino también lo que ve. Este año hemos estado a la altura en todas las competiciones, y el equipo siempre mostró rebeldía y estuvo sin bajar los brazos. La gente se siente relacionada con los jugadores», analizó sobre el apoyo de la grada.

«No se sabe cómo llegaremos ante el Barça»

Sobre lo que resta de liga, el ‘Cholo’ confesó que tratarán de apurar los partidos para estar «lo más cerca posible» de los 90 puntos con los que fueron campeones el año pasado, una misión «difícil, pero no imposible» en la que deberán medirse al Barcelona, pudiendo ser jueces del título liguero. «Hay que ver cómo se llega a ese momento. Todavía hay nueve puntos en juego, y son muchos. Todavía no se sabe cómo vamos a llegar los dos a ese partido», contestó Simeone al ser preguntado por ese partido en concreto y la posibilidad de hacer un favor al Real Madrid. Además, Simeone, que cumple este martes 45 años, también fue cuestionado por su partido 200 ante el Villarreal, considerando que han ido «poco a poco construyendo equipos competitivos» en su andadura al frente del Atlético de Madrid, ya que tardaron «dos años en poder ganar un partido al Real Madrid, después de catorce sin hacerlo».

«Cuando llegué, siempre imaginé lo mejor, no más de lo que hay, ni menos de lo que tenemos. Siempre hemos seguido un camino muy bueno, en el que dependemos del partido que viene, y ese estímulo nos ha permitido estar fuertes y llegar a este número de partidos», confesó el argentino. Además, reconoció que se siente «totalmente identificado y orgulloso de la elección de venir al club en un momento difícil», agradeciendo la labor de los futbolistas, ya que sin ellos no hubiesen sido «capaces» en el cuerpo técnico de llevar a cabo sus «ideas e ilusiones». Finalmente, avisó del peligro del Villarreal, su rival de este miércoles y «uno de los equipos que mejor juega en España, porque siempre tienen una identidad definida«. «Es un conjunto siempre ordenado, que tácticamente trabaja muy bien. Marcelino ha hecho una labor extraordinaria, y siempre da gusto ver cómo juegan», expresó

La caza del Madrid al Barcelona tiene trampa: el Calderón dictará sentencia… o no

El calendario es el mejor aliado, a priori, de un FC Barcelona que a falta de cinco jornadas tiene el título de Liga al alcance de la mano. Este martes visita el Camp Nou (20:00 horas) un Getafe que aún tiene que remar para sellar la salvación, un rival teóricamente asequible para el equipo de Luis Enrique. Visita a Córdoba, Real Sociedad en el Camp Nou, cita en el Vicente Calderón y Deportivo en Barcelona en la última jornada. Su gran enemigo ha de afrontar, tras recibir este miércoles al Almería, una complicada salida al Sánchez Pizjuán, para enfrentarse a continuación al Valencia en el Bernabéu; Espanyol, como visitante, y Getafe, en casa, aguardan en el horizonte. Con este panorama, el Atlético-Barcelona apunta a partido definitivo… o no. Dependerá  de la situación del equipo de Simeone en la tabla.

Se apunta al Vicente Calderón como epicentro del desenlace de la Liga. Es el rival más complicado que le queda por delante al equipo de Luis Enrique, pero antes de que llegue esa cita, los resultados dictarán su importancia capital o todo lo contrario. Puede suceder que el Real Madrid se imponga a Sevilla y Valencia para meter máxima presión al Barcelona, pero si lo consigue el escenario para los intereses del equipo de Simeone puede estar ya despejado. Luchando por la tercera plaza con los citados rivales del equipo de Ancelotti, si ambos caen en sendos partidos dejarían a los rojiblancos con el objetivo cumplido si no fallan antes de esa penúltima jornada. El Barça, entonces, se mediría a un rival sin la necesidad de ganar y que, además, tendría en su mano la posibilidad de quitar la Liga a su gran enemigo.

Con este panorama, y teniendo como primer mandamiento de obligado cumplimiento ganar a Sevilla y Valencia, consecutivamente, es el Atlético de Madrid el equipo del que depende el Real Madrid claramente. La escuadra de Simeone ha de afrontar, antes de recibir la visita del Barcelona, tres correosos partidos. Este miércoles rinde visita al siempre complicado Villarreal -se impuso en el Calderón en la primera vuelta-, que no se puede despistar en su lucha por conseguir plaza europea. Días después recibe la visita del Athletic, que todavía pelea por el mismo objetivo; y a renglón seguido visita a un Levante que huye del descenso y que la temporada pasada se impuso en el Nou Estadi al Atleti en la antepenúltima jornada de Liga. Si sale airoso de estos compromisos, el partido ante el Barça será un puro trámite. Si la tercera plaza -incluso la cuarta- está en juego, será una auténtica final para el equipo del Manzanares.

Valencia y Sevilla, los huesos del Madrid

En esta lucha por ganar la Liga se mezclan un puñado de contendientes, cada uno con sus respectivas batallas. Apuntando al Vicente Calderón como lugar caliente para el desenlace final, Sevilla y Valencia tendrán su incidencia en función de sus resultados. Al margen sus enfrentamientos con el Real Madrid, ambos tienen un calendario que, con sus complicaciones, pueden sacar adelante para estar presionando -si es que falla- al Atlético de Madrid hasta el final. Los de Nuno deben recibir a Celta y Eibar, viajando a Vallecas y Almería. Mientras, el equipo entrenado por Unai Emery debe desplazarse a Eibar, Vigo y Málaga, enfrentándose al Almería en el Sánchez Pizjuán. 

Presionado por el Real Madrid, no da la impresión de que Luis Enrique vaya revolucionar en exceso su once para recibir al Getafe. Messi sigue siendo intocable porque el argentino no entiende de descansos, mientras Neymar parece haber adquirido un rol similar tras enganchar una serie de enfados por salir del terreno de juego antes de tiempo. Aún así, Pedro podría entrar en acción por el brasileño. No se olvida en Barcelona, por otra parte, que el Getafe arrancó un punto del Camp Nou (2-2) la pasada temporada, que acabó siendo definitivo para que la Liga volara a las vitrinas del Vicente Calderón. Rakitic y Xavi tienen opciones de recuperar galones de titular, mientras Adriano ocupará el lugar del sancionado Jordi Alba y Bartra podría tener su oportunidad, después de que Luis Enrique haya dejado fuera de la convocatoria a Gerard Piqué.

La derrota sufrida en casa ante el Levante en la última jornada, obligan al Getafe a no descuidarse en esta recta final de temporada. Con un colchón de 7 puntos con el Deportivo, equipo que marca la zona de descenso, los de Pablo Franco no se pueden despistar. El equipo del sur de Madrid se presenta en el Camp Nou con los justos, pues a los lesionados de larga duración -Yoda, Lafita, Valera y Álvaro Vázquez-, hay que añadir a Diego Castro y Pablo Sarabia, ambos con problemas físicos. Ello provocará que Emiliano Buendía o Álex Felip, ambos canteranos, encuentre un sitio en el once. Por el contrario, el técnico recupera para armar la zaga a Alexis y Velázquez, dos jugadores básicos para el Getafe.

Alineaciones probables:

Barcelona: Bravo; Alves, Bartra, Mathieu, Adriano; Xavi, Busquets, Rakitic; Messi, Suárez y Pedro.

Getafe: Guaita; Vigaray, Alexis, Velázquez, Escudero; Juan Rodríguez, Lacen; Pedro León, Emi o Alex Felip, Hinestroza; y Babá.

Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz).

Estadio: Camp Nou.

Hora: 20.00.

Griezmann reanima al Atlético

Sentado en el palco por su expulsión en A Coruña, Diego Pablo Simeone asistió a otro reconocimiento unánime de su hinchada. Cada nombre de un jugador del Atlético anunciado por megafonía fue correspondido por una fuerte ovación. Sin embargo, la más atronadora fue para él. La afición rojiblanca quiso desligar la fe ciega que tiene en su entrenador del sentimiento generalizado de decepción por su planteamiento del miércoles. A la grada le importó el cómo fue eliminado su equipo desde el juego, no desde el esfuerzo, que nunca fue cuestionado. El resquemor, aparte de caer con el Madrid, tenía que ver con la sensación de que ante las bajas sensibles del vecino se podría haber dado un paso adelante.

Con ese calor de las gradas pobladas de niños por ser el día elegido por el club para ellos, el Atlético se dispuso a acometer su último gran objetivo de la temporada, terminar tercero o segundo en esta recta final del campeonato. Cumplió, aunque hasta el segundo tiempo liderado por el acierto de Griezmann no pudo concretar una victoria muy necesaria.

El oficio del gol en el Atlético le pertenece al francés, transformado ya hasta en un ratero de área si es preciso. Sus dos tantos respondieron al oportunismo de los cazagoles de toda la vida. En el primero enganchó al vuelo y de cabeza un despeje prodigioso de Tyton a remate picado, y con bote, de Koke. En el segundo estuvo rápido para meter la puntera antes que el portero tras un centro de Saúl, ganador de una disputa del balón en el área. Hasta tuvo Griezmann ese letargo melancólico de los goleadores a los que suele despertar el instinto. No estaba Griezmann en el partido y apareció para ganarlo.

El Elche, salvo en los primeros minutos en los que intentó sacar partido de las secuelas nerviosas iniciales que dejó el euroderbi, no dejó nada. Una de sus pocas muescas ofensivas fue un disparo de Adrián, que hurgó en un malentendido entre Giménez y Godín en la frontal del área. Se fue el conjunto de Escribá con tres goles en contra, pero pudo llevarse un saco si no llega a ser por su portero. Cuando el Atlético se desperezó, ajustó los pases fáciles y se soltó por la banda de Siqueira, emergió Tyton, que respondió a una volea y a un cabezazo de Raúl García con reflejos y colocación. El navarro fue incluido en el once en lugar de Arda, muy guadianesco en el último mes, y amenaza con consolidarse en el once de aquí al final de curso. Hizo un gol muy suyo, un golpeo seco de zurda desde el pico del área que sorprendió a Tyton por su palo. Antes, como Torres, había desperdiciado un par de ocasiones.

Cada vez se asienta más la percepción de que los rojiblancos juegan más cómodos sin Mandzukic

La primera de El Niño llegó cuando Koke burló la línea de cuatro del Elche con un pase con el exterior que le dejó ante Tyton. El remate fue un ejercicio de imprecisión por querer reventar la pelota. Un síntoma de ansiedad ante el gol. No marcó Torres en esa ocasión, ni en otra, al poco de iniciarse el segundo tiempo tras controlar a la carrera un pase largo. No encuentra el gol, pero sus movimientos mezclan mejor con el juego originario del equipo. Cada vez se asienta más la percepción de que el Atlético juega más cómodo sin Mandzukic, algo que ya se atisbaba incluso en sus mejores momentos. Sus centrocampistas están muy acostumbrados a verticalizar sin freno el juego en cuanto hay pradera que correr.

El croata calentó banquillo y vio como Simeone prefirió darle entrada antes a Raúl Jiménez que a él, no se sabe si porque prefirió no arriesgar por sus molestias en el tobillo. Lo que sí se conoce es que también el mexicano encaja mejor con las características de los centrocampistas y con el estilo histórico que obligó a variar el fichaje de Mandzukic. El mismo con el que los homenajeados antes del partido lograron la Intercontinental hace 40 años. El contragolpe.

Chicharito rompió la muralla del Atlético y mete al Madrid en semifinales de Champions

A la octava fue la vencida. La única victoria del Real Madrid (1-0) en este curso sobre el Atlético de Madrid ha servido para clasificarse para semifinales –por quinto año consecutivo– de la Champions League gracias al gol de Chicharito en el minuto 88 de partido. El gato al agua se lo llevó el equipo que más lo intentó sobre el césped del Santiago Bernabéu y, dentro de los madridistas, quien más peleó por atravesar la muralla de Oblak fue el que se llevó el mayor premio: Chicharito.

El primer gol en Champions de Javier ‘Chicharito’ Hernández llegó en el mejor momento para su equipo, cuando el ataque merengue cojeaba por las ausencias y la temporada llega a su momento clave. Match ball salvado sin cuatro titulares también porque Sergio Ramos se arremangó cuando le dijo Carlo Ancelotti que jugaría en el centro del campo, cerca de Kroos y por delante de su posición habitual, donde estaban Pepe y Varane. El experimento le salió bien al italiano y, sin crear numerosas ocasiones, jugó durante todo el partido con la misma intensidad que en la primera mitad de la ida, como había pedido Ancelotti… para desgracia de Simeone, que había solicitado algo similar a los suyos.

Desde que pitó el inicio el colegiado alemán Felix Brych, el conjunto local tomó el mando del partido con posesiones largas. En el minuto 2 avisó Kroos y Chicharito mandó otro en el 12, estrellando la pelota en el lateral de la red en un disparo escorado. Un minuto más tarde fue Cristiano Ronaldo desde lejos.

No eran ocasiones claras porque el Atlético no suele brindar tales oportunidades, pero resultaban acercamientos que mantenían la pelota lejos del área de Iker Casillas. El primer chut rojiblanco vino en el 15 tras quitarle de las manos una pelota Ramos, cuyo despeje acabó en las botas de Koke, aunque su volea se marchó por alto. El otro tiro medianamente peligroso en estos primeros 45 minutos lo realizaría Jesús Gámez en el 28, tras robar una pelota en el centro a James. Diego Simeone había pedido tras la ida más “intensidad” en el centro del campo para este choque….

En el 44, Cristiano falló (casi) un mano a mano

El resto del tiempo el balón era blanco. James y Cristiano Ronaldo lo intentaron de falta y Chicharito, en el 30, de cabeza a pase del colombiano. Juanfran desvió el remate. La ocasión más clara para los locales llegó en el 44, cuando James robó una pelota a Saúl y adelantó a Cristiano Ronaldo, que disparó ligeramente echado a la derecha pero con casi toda la portería para elegir: Oblak, como le sucedió a Bale en la ida, sacó un brazo para evitar el primer tanto de la eliminatoria.

El Cholo observó que el despiste de Saúl, que casi cuesta un gol, no fue el único, y en la segunda parte le sentó por Gabi. El Madrid se inmutó poco y la intensidad mandaba sobre cualquier otro factor. Isco, escondido en labores ofensivas durante el primer periodo, cogió el balón y vio un desmarque de un trabajador Chicharito… mano a mano fallado en fuera de juego.

Oblak, nuevamente, debió intervenir en el 58 para atrapar un remate de Varane a la salida de un córner. El Atlético y su centro del campo continuaban sin dar señales positivas mientras que en el Madrid, sin tirar cohetes, hasta se animaba a rematar su mediocampista de excepción esta noche, Sergio Ramos.

Arda, roja en el 75: el principio del fin rojiblanco

Con Raúl García sustituyendo a Griezmann en el 64, el Atlético buscaría de diferente manera el ataque. Aunque estuviese jugando con fuego dejando la pelota al Madrid, el Atlético no estaba excesivamente incómodo por el resultado y porque a balón parado sí que merodeaba un posible golpe ganador. En el 69, incluso Koke remató sin oposición dentro del área de cabeza tras una jugada trenzada.

En el 75, Arda Turán vería la segunda amarilla (plancha a Ramos) e instantes después Oblak desvió por centímetros un tiro cruzado de Chicharito desde la derecha. Quien la sigue la consigue y el mexicano, en el 88, remataba a gol una jugada entre Cristiano y James. No desaprovechó el pase del luso para marcar el primer tanto en 178 minutos de eliminatoria. Un activo Chicharito recibiría una ovación más del público cuando fue sustituido por Jesé en el descuento. Quizás la cesión esté amortizada con su segundo gol en el Santiago Bernabéu.

Ficha técnica:

1 – Real Madrid: Casillas; Carvajal, Varane, Pepe, Coentrao (Arbeloa, m.90); Sergio Ramos, Kroos, Isco (Illarramendi, m.92); James, Cristiano Ronaldo y ‘Chicharito’ Hernández (Jesé, m.90).

0 – Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Miranda, Godín, Gámez; Arda, Tiago (Giménez, m.85), Koke, Saúl (Gabi, m.46); Griezmann (Raúl García, m.65) y Mandzukic.

Goles: 1-0, m.88: Chicharito.

Árbitro: Félix Brych (Alemania). Amonestó a Pepe (74) y Arbeloa (92) por el Real Madrid; a Raúl Garcia (74) y Koke (93) por el Atlético de Madrid. Expulsó a los 76 minutos a Arda por una entrada en plancha a Ramos tras haber visto la primera cartulina a los 31 minutos.

Incidencias: encuentro de vuelta de los cuartos de final de Liga de Campeones, disputado en el estadio Santiago Bernabéu lleno, con la presencia de 83.500 espectadores.