Nacen los primeros linces fuera de Andalucía en décadas

No todo son malas noticias para el plan para evitar la extinción del lince ibérico. La recuperación se ha estancado en los últimos años y cada vez mueren más ejemplares atropellados por la inacción de las autoridades, pero hay un nuevo motivo para el optimismo: el nacimiento de al menos dos crías de lince en Extremadura, en libertad, por primera vez desde que el felino desapareciera de esta región. El proyecto para consolidar nuevas poblaciones más allá del territorio andaluz da señales esperanzadoras.

«Hace décadas que no nacía una cría en libertad fuera de Andalucía», reconoce feliz Miguel Ángel Simón, director del plan para la conservación del lince (Life-Iberlince). La madre de estos dos cachorros es Kodiac, una hembra liberada hace tan solo 10 meses en el Valle de Matachel (Badajoz). Aunque no se esperaba que fuera reproductora tan pronto (tiene dos años de edad y suelen empezar a reproducirse a los tres años) ha sorprendido gratamente después de haberla visto con dos cachorros, aunque pudiera haber alguno más. El seguimiento es muy discreto en estos momentos para no incomodar a la nueva familia.

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La hembra Kodiac, el día que fue liberada en Extremadura.

Después de consolidar dos poblaciones grandes en el entorno de Doñana y el de Sierra Morena, en Andalucía, en 2014 se comenzó por primera vez con la suelta de 26 linces (la mayoría jóvenes, más adaptables) en Castilla-La Mancha, Extremadura y Portugal, con la idea de lograr una expansión real de este animal por regiones en las que campaba hace medio siglo. En 2015, se han liberado otros cuatro linces en Badajoz (tres hembras y un macho). Siete de estos linces liberados en los nuevos territorios han muerto, en su mayoría a causa de la acción humana.

«No es habitual que las hembras jóvenes se reproduzcan, lo normal es que tarden algo más», explica Simón. Y añade: «Si se reproducen este año, seguramente también lo hagan el próximo. Estamos muy contentos». Existe otra hembra también liberada en 2014, llamada Kakapo, que está emparejada con un macho y que «presenta comportamiento de crianza», según la Junta de Extremadura, por lo que en las próximas fechas se podría confirmar el nacimiento de más crías.

Cambiar las modas en China podría salvar las especies amenazadas

En enero pasado, dos docenas de funcionarios de la Seguridad Pública china se reunieron en un reservado de un restaurante de alto standing en la ciudad de Shenzhen, para una cena privada muy especial. Tuvieron buen cuidado de cerrar la puerta antes de comenzar su banquete. Entre los platos sobre la mesa figuraba, según publicaron medios locales, una salamandra gigante, una especie en vías de extinción.

China lidera el consumo de productos de especies animales amenazadas. La demanda, que inicialmente se dirigía a ingredientes de medicamentos tradicionales chinos, ha aumentado en paralelo con la prosperidad del país y productos como el marfil se han convertido en una manera más de exhibir estatus social. Eso ha disparado los precios: un kilo de cuerno de rinoceronte es hoy más caro que uno de oro; y la organización Save the Elephants calculaba el año pasado que entre 2010 y 2014 el precio de un kilo de marfil casi se ha triplicado, de 750 dólares a 2.100. Se considera que China acapara el 75% del consumo de tiburón y el 70% del tráfico ilegal de marfil en el mundo.

China acapara el 75% del consumo de tiburón y el 70% del tráfico ilegal de marfil en el mundo

Buena parte del trabajo de las organizaciones defensoras de la vida salvaje en China se ha centrado en fomentar la concienciación pública mediante campañas publicitarias contra el uso de ese tipo de productos. “La mayor parte de la gente no tiene información suficiente sobre lo que pasa en la naturaleza, cuál es la relación entre el elefante y yo, entre el tiburón y yo. Cuando les damos información sobre el equilibrio ecológico, sobre la importancia de especies clave, entonces entienden”, explica May Mei, responsable para China de la ONG WildAid.

Una veintena de portales han adoptado una política de tolerancia cero contra la compraventa de animales salvajes

Sus esfuerzos, aseguran, han empezado a dar resultado. Un estudio de WildAid en las tres principales ciudades chinas -Pekín, Shanghái y Cantón- apunta a una mejora de las percepciones del público: en 2012, un 33% de los ciudadanos creía que el marfil solo se obtenía de animales muertos de manera natural, una cifra que en 2014 caía al 10,5%. Un 70,6% de los consultados consideraba un problema la caza ilegal de elefantes el año pasado, frente al 46,6% que opinaba así dos años antes. Y un 95% de los no consumidores se declara ahora partidario de medidas más estrictas contra la caza ilegal de rinocerontes. El Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) calcula que su campaña publicitaria contra la caza ilegal de animales ha reducido el grupo más proclive a comprar marfil de un 54% a un 26%.

La presión pública ha contribuido también a un endurecimiento de la actitud de los portales de comercio electrónico. Una veintena, encabezada por el gigante chino Taobao.com, han adoptado una política de tolerancia cero contra la compraventa de animales salvajes.

La creciente concienciación pública, y la nueva determinación para preservar el medioambiente, han motivado a Pekín a tomar nuevas medidas. Ha vetado la subasta de productos de marfil y el pasado 3 de marzo anunció una moratoria de un año a las importaciones de marfil labrado procedente de África. Según un informe de WildAid, el consumo de aleta de tiburón ha caído entre un 50% y un 70% en dos años, en buena parte gracias a la campaña del Gobierno contra la corrupción, que ha prohibido las especies protegidas en los banquetes oficiales.

El Gobierno ha anunciado una moratoria de un año a las importaciones de marfil labrado procedente de África

Aquella cena de Shenzhen, por ejemplo, no acabó bien. Alguien alertó a la prensa, que trató de fotografiar a los participantes en el banquete. Según la agencia oficial Xinhua, 14 policías quedaron bajo investigación, aparentemente por posible corrupción.

En opinión de Mei, iniciativas como la moratoria al marfil labrado, durante la cual Pekín evaluará el impacto en el tráfico ilegal, representan un paso “muy bueno”. El Gobierno chino “muestra una actitud de encontrar una manera de resolver el problema”, considera.

Las campañas de concienciación de las ONG pueden eliminar la ignorancia de los consumidores, pero no la codicia”

Otras organizaciones creen que el Gobierno aún debe hacer mucho más. Problemas como leyes contradictorias, un “mercado gris” donde es difícil determinar qué mercancía es legal y cuál no y un sistema poco eficaz para hacer cumplir las leyes contribuyen a que la demanda continúe. Grace Ge Gabriel, directora para Asia de la organización conservación IFAW, asegura que “las campañas de concienciación de las ONG pueden eliminar la ignorancia de los consumidores, pero no la codicia”.

Entre las propuestas que se han presentado, hasta ahora sin éxito, se encuentran las mociones de Yao Ming o el artista Yuan Xikun -ambos con un asiento en el organismo equivalente al Senado chino- para introducir un veto similar a otros productos de lujo procedentes de animales en peligro. “En un esfuerzo para eliminar la corrupción y condenar el consumo decadente, instamos a un decreto especial que prohíba a los funcionarios el consumo y los regalos de partes y productos de especies amenazadas”, indicaba la propuesta de Yuan.

Y según Gabriel, el paso decisivo que el Gobierno chino debe dar para contribuir a salvar a los elefantes es “prohibir el comercio de marfil de una vez por todas”.

Los atropellos y la falta de conejos frenan la recuperación del lince

Los atropellos, que sumaron un peligroso récord, y la epidemia que diezma las poblaciones de conejo han provocado que se estanque el aumento de linces ibéricos, que llevaba una notable evolución al alza desde 2002. En aquel entonces sumaban 94 ejemplares y 27 hembras reproductoras (dato esencial para el futuro de la población) y ahora son 327 y 97: un gran salto en 12 años, pero son cinco ejemplares menos que el año previo y tan solo una hembra territorial más.

Doñana pierde 14 linces en un año y vuelve a los números de 2010

El entorno de Doñana perdió gran cantidad de linces —de 94 a 80— y sus números retroceden hasta los de 2010. Precisamente en esa zona se está poniendo en evidencia el grave problema de los atropellos, donde murieron siete linces sobre el asfalto en 2014. Y lo que es peor, la situación no se arregla: en un tramo de la carretera A-481 (que depende de la Junta de Andalucía) han muerto atropellados tres animales en pocos meses y una decena en el último lustro, sin que se haya resuelto el problema con este importante punto negro de las carreteras.

«No compartimos la interpretación negativa y catastrofista que algunos están dando. Estamos actuando, estamos activos en la conservación del lince», dijo, según recoge Efe, la consejera de Medio Ambiente en funciones, María Jesús Serrano. La consejera se felicitaba el pasado viernes, en la suelta de un ejemplar en Córdoba, de que el número de linces ibéricos se haya triplicado desde 2002, aunque lo cierto es que ese hito ya se consiguió en 2011, cuando se censaron 311 ejemplares. Desde entonces el crecimiento se ha frenado «debido a los atropellos y la falta de alimento», como reconoció Serrano.

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Junto a los atropellos, que se podrían evitar con la inversión en una adecuada preparación de los entornos, la escasez de conejos es lo que más preocupa en el proyecto LIFE-IberLince que gestiona la conservación del lince ibérico. Los conejos, principal fuente de alimento, sufren desde hace años varios brotes epidémicos consecutivos de una enfermedad hemorrágica que no hay forma de curar y que no remite, provocando un descenso notable del alimento disponible (y que en algunos casos provocan las migraciones que acaban con linces atropellados).

Por otro lado, las zonas de reintroducción de linces de Guarrizas y Guadalmellato, en el entorno de Sierra Morena, han sido todo un éxito y han sostenido el número de ejemplares totales: en solo cuatro años han consolidado 86 ejemplares donde antes no los había. También en 2014 se comenzó a repoblar Extremadura, Castilla-La Mancha y Portugal con 26 linces en total, de los que habían muerto siete en los primeros meses tras su liberación.

Más información

Censo de la poblaciones de lince ibérico en 2014 (PDF)