Títulos en un avanzado punto de desarrollo, juegos que pudieron ser auténticos títulos para recordar, pero que por unos motivos u otros, fueron cancelados.
Enterrados en el olvido, desempolvamos algunas de estas extrañas rarezas de las que seguro habéis oido hablar… o no.
La productora de videojuego Konami, una de las habituales en esto del diseño de videojuegos, no pasa por su mejor momento y sufre semanas convulsas que afectan a sus primeros espadas en lo que respecta a lanzamiento. Todo comenzó con la salida de Hideo Kojima, diseñador de la saga Metal Gear, que anunció su marcha de la compañía tras el próximo lanzamiento de Metal Gear Solid V.
Kojima daba el pistoletazo de salida a lo que muchos ya ven como la caída del gigante japonés que en la década de los noventa lanzó grandes juegos y que gestiona sagas de prestigio y éxito comercial como la propia Metal Gear o la deportiva Pro Evolution Soccer. El diseñador confirmaba su salida de la empresa por diferencias con la dirección y sembraba el caos entre los seguidores.
Los efectos secundarios de la salida de Kojima se han llevado una víctima. Ese daño colateral se llama Silent Hills, nueva entrega de la saga de terror de Konami que ha sido cancelada y que contaba con los apoyos del cineasta Guillermo del Toro y el actor Norman Reedus. Los dos se han bajado del barco al conocer que el prestigioso diseñador japonés no seguía en la compañía.
Por otra parte, el futuro de Konami se ve todavía más dudoso con la confirmación de la salida de la marca de la Bolsa de Nueva York, donde desde ayer dejó de cotizar. La decisión se ha tomado «para ahorrar gastos», según explica la compañía, que está realizando recortes en sus equipos de desarrollo desde hace semanas, con el estudio de la saga Metal Gear entre los afectados.
Lo cierto es que la saga Silent Hill dejó de brillar por si misma con últimos juegos, pero el nuevo proyecto tenía un sabor diferente y un planteamiento que levantaba gran expectación entre los amantes del género al mezclar la primera persona con el terror psicológico guiado por una ambientación sonora y visual sin precedentes. El sueño se ha terminado, así que toca repasar la trayectoria de la saga de terror.
Excusa Nº 1: “Es que había Lag”
Ah, el infinito y vasto mundo de las excusas. Tan grande, imaginativo y original que a veces hay tipos que son dechados de inventiva y deberían estar escribiendo “el Gran Libro de las Excusas”, un manual que en su vertiente de videojuegos incluiría de todo, desde excusas reales que no se las cree nadie, hasta excusas más trilladas que un campo de maíz que no se las cree nadie. Y es que es verdad que nadie nos cree la justificación que buscamos cuando perdemos a un juego sea cual sea el motivo. Como cuando sucede con el tema del Lag, ese retraso entre el servidor y nuestro equipo que puede provocar que perdamos y hagamos lo mismo que el mítico Angry German Kid. O los bugs en un juego que necesita ser parcheado y/o bien optimizado. Hay veces en que ocurre de verdad, que no es cosa nuestra sino de la conexión. Pero es que esa excusa maldiciendo al Lag al final de un Battle Royale o un Deatmatch la hemos oído ya tantas veces por los cascos, que es imposible no soltarle al quejicoso de turno “ya, ya. Seguro….”. Aunque en tema de bugs, y tras los ejemplos vistos en 2014 con los estrenos de Halo: the Master Chief Collection o Driveclub -este último ya subsanado-, la excusa de perder por fallos sin arreglar tenía toda la validez del mundo