Las redes, donde hay que estar

El escritorio del ordenador es la nueva imprenta. Esta ha sido la primera tendencia que Julio Alonso, fundador y director general de Weblogs S. L., ha definido para que los medios digitales evolucionen acorde con el tiempo y las nuevas tecnologías. Lo ha dicho ante las caras iluminadas por las pantallas, tanto de tabletas como de móviles, de los asistentes al V Congreso de iRedes que se celebra en Burgos cada año.

más información

Twitter cambia la forma de ver televisión
¿Cómo se consigue la ‘viralidad’ en Internet?
Aquí sí hay trabajo
“El nivel en redes sociales de los directivos es pésimo”

La conferencia inaugural, de la mano de Alonso, ha consistido una lista de consejos a los medios digitales, “14 tendencias en medios que no podrás creer”, haciendo un guiño a la costumbre de poner titulares llamativos que ofrecen una lista de sugerencias o que lanzan una incógnita para que se pinche en la noticia.

El experto ha destacado la pérdida de relevancia de las portadas: “Los medios nos volvemos locos intentando averiguar por dónde entran nuestros lectores a los contenidos y aún no lo sabemos del todo». Y es que, para Alonso, “el contenido es el rey, pero la distribución es la reina y es la que lleva los pantalones. Hay que adaptarse y saber llegar hasta los lectores, pues.

Los medios nos volvemos locos intentando averiguar por dónde entran nuestros lectores a los contenidos

Ha tomado el relevo Jordi Roca, elegido el mejor repostero del mundo, y, vía Skype, el veterano montañero Carlos Soria desde el Himalaya. Roca aceptó el reto de acompañar a Soria a Nepal para adaptar a las condiciones extremas la buena cocina. Las caras de asombro de los asistentes parecían inevitables ante la explicación de cómo hacer un helado a temperatura ambiente. Eso sí, siempre que la temperatura sea inferior a los diez grados bajo cero y gracias a la liofilización, una técnica que consiste en congelar el producto y posteriormente se introduce en una cámara de vacío, para luego “regenerarlo de nuevo con agua”. Para muestra de la aplicación de esta técnica, Roca ha repartido entre el público un menú completo a base de tortilla de patatas, guacamole, jarrete y arroz con leche, que él mismo ha convertido en platos exquisitos con solo añadir un poco de agua.

La importancia de informar con responsabilidad salud en Internet ha ocupado a varios expertos en comunicación de la ciencia en una mesa redonda. Ha habido acuerdo en la necesidad de informar con responsabilidad sobre salud en Internet para evitar alarmismo en los lectores más hipocondríacos. No es el único riesgo. Para Marta Borruet, jefa de gabinete del Departamento de Salud del Gobierno de Navarra, “la pseudociencia inunda las redes sociales. Sirven sobre todo para que la gente se ponga en contacto y como servicio de atención al ciudadano». Abundando en la cuestión, Clara Grima, catedrática de Matemática Aplicada de la Universidad de Sevilla, ha añadido que se sigue «a gente afín a ti; las redes se convierten en círculos cerrados que se retroalimentan, y que tienen poca repercusión fuera de ellos”.

¿Los algoritmos lo saben todo o deben ayudarles los humanos?

Hay ejércitos formados por las mentes más brillantes de la informática que se han dedicado a incrementar las probabilidades de conseguir una venta. La abundancia de datos y programas inteligentes de la era de Internet ha abierto la puerta al marketing a medida, los anuncios personalizados y las recomendaciones de productos.

Niéguenlo si quieren, pero no es un hecho sin importancia. No hay más que fijarse en la gran restructuración, propiciada por la tecnología, de los sectores de la publicidad, los medios de comunicación y la venta minorista.

Esta toma de decisiones automatizada está pensada para eliminar a los humanos de la ecuación, pero el impulso de querer que alguien supervise los resultados que vomita el ordenador es muy humano. Muchos expertos en datos matemáticos consideran que el marketing es una placa de Petri con pocos riesgos —y, sí, lucrativa— en la que poner a punto las herramientas de una nueva ciencia. “¿Qué pasa si mi algoritmo se equivoca? Que alguien ve el anuncio erróneo”, comenta Claudia Perlich, una especialista en datos que trabaja para una empresa de nueva creación que se dedica a la publicidad personalizada. “¿Qué daño puede hacer? No es un falso positivo de un cáncer de mama”.

Pero el riesgo aumenta a medida que la economía y la sociedad se empapan de los métodos y la mentalidad de la ciencia de los datos. Las grandes empresas y las de nueva creación empiezan a utilizar la tecnología para tomar decisiones relacionadas con el diagnóstico médico, la prevención de la delincuencia y la concesión de préstamos. En estos ámbitos, la aplicación de la ciencia de los datos plantea dudas sobre cuándo hace falta que una persona supervise atentamente los resultados de un algoritmo.

Los macrodatos pueden y deben aportarnos a todos más seguridad, oportunidades económicas y comodidad”

Estas dudas están dando pie a una rama de los estudios académicos conocida como responsabilidad algorítmica. Las organizaciones que velan por el interés público y los derechos civiles están examinando detenidamente las repercusiones que tiene la ciencia de los datos, tanto por sus errores como por sus posibilidades. En el prólogo de un informe del pasado mes de septiembre, Derechos civiles, macrodatos y nuestro futuro algorítmico, Wade Henderson, presidente de la Conferencia por el Liderazgo en Derechos Humanos y Civiles, escribía: “Los macrodatos pueden y deben aportarnos a todos más seguridad, oportunidades económicas y comodidad”.

Fíjense en los préstamos para el consumo, un mercado en el que hay varias empresas de nueva creación especializadas en macrodatos. Sus métodos representan la versión digital del principio más elemental de la banca: conozca a sus clientes. Estas nuevas entidades crediticias especializadas en datos aseguran que, al recopilar datos de fuentes como los contactos de las redes sociales, o incluso observar el modo en que un solicitante rellena un formulario de Internet, pueden conocer a los prestatarios mejor que nunca y predecir si devolverán el préstamo mejor que si se limitasen a estudiar el historial crediticio de alguien.

Lo que prometen es una financiación y una valoración más eficaces de los préstamos, lo que ahorrará a la gente miles de millones de dólares. Pero los préstamos basados en macrodatos dependen de unos algoritmos informáticos que analizan minuciosamente montones de datos y van aprendiendo durante el proceso. Es un sistema muy complejo y automatizado (y hasta sus defensores tienen dudas).

Toman una decisión sobre usted, sin que usted tenga ni idea de por qué la han tomado”

“Toman una decisión sobre usted, sin que usted tenga ni idea de por qué la han tomado”, explica Rajeev Date, que invierte en entidades crediticias que emplean la ciencia de los datos y ha sido director adjunto de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor. “Eso es inquietante”.

La preocupación es similar también en otros ámbitos. Desde que su ordenador Watson venciese a los ganadores del concurso televisivo Jeopardy! hace cuatro años, IBM ha llevado la tecnología de la inteligencia artificial basada en datos mucho más allá de los juegos de ingenio. La asistencia sanitaria ha sido uno de los grandes proyectos. La historia del uso de la tecnología “especializada” para contribuir a la toma de decisiones médicas ha sido decepcionante; los sistemas no han sido lo bastante inteligentes ni lo bastante rápidos para ayudar de verdad a los médicos en la práctica cotidiana.

Servicio médico

Pero los científicos de IBM, en colaboración con investigadores de algunos grupos médicos destacados —entre ellos la Clínica Cleveland, la Clínica Mayo y el Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering—, están consiguiendo avances. Watson es capaz de leer documentos médicos a una velocidad a la que resultarían incomprensibles para los humanos: miles de ellos por segundo, en busca de indicios, correlaciones e ideas importantes.

Se ha usado el programa para formar a los estudiantes de Medicina y está empezando a emplearse en entornos clínicos oncológicos para proporcionar diagnósticos y recomendaciones de tratamiento, como si fuera un ayudante digital ingenioso.

IBM también ha creado un programa informático llamado Watson Paths, una herramienta visual que permite al médico ver las pruebas y las deducciones en las que Watson se ha basado para hacer una recomendación.

“No basta con dar una respuesta sin más”, afirma Eric Brown, responsable en IBM de la tecnología relacionada con Watson.

Watson Paths apunta a la necesidad de que haya alguna clase de traducción máquina-humano a medida que la ciencia de los datos progrese. Como dice Danny Hillis, experto en inteligencia artificial: “La clave que hará que funcione y resulte aceptable a ojos de la sociedad será la historia que cuente”. No una narración exactamente, sino más bien una información de seguimiento que explique el modo en que se ha tomado una decisión automatizada. “¿Cómo nos afecta?”, pregunta Hillis. “¿Hasta qué punto es una decisión de la máquina y hasta qué punto es humana?”, añade.

Uno de los planteamientos es que el humano siga formando parte del proceso. Los datos y los programas informáticos dan vida a las nuevas entidades crediticias que emplean la ciencia de los datos. Pero, en San Francisco, una de estas empresas de nueva creación, Earnest, hace que al menos uno de sus empleados revise las recomendaciones predictivas del programa, aunque es raro que rechace lo que dictan los algoritmos. “Pensamos que el factor humano siempre será una parte importante del proceso, ya que nos permite asegurarnos de que no nos equivocamos”, dice Louis Beryl, cofundador y consejero delegado de Earnest.

Pero esa postura, opinan otros, no es más que una ilusión reconfortante; puede que sea buen marketing, pero no necesariamente buena ciencia de los datos. Afirman que el hecho de concederle a un humano capacidad de veto dentro de un sistema algorítmico introduce un sesgo humano. Al fin y al cabo, lo que promete la toma de decisiones fundamentada en los macrodatos es que las decisiones basadas en los datos y el análisis —más ciencia, menos intuición y menos arbitrariedad— proporcionarán mejores resultados.

No obstante, aunque el optimismo esté justificado, hay un reto importante, dada la complejidad y la opacidad de la ciencia de los datos. ¿Podrá una tecnología que promete grandes beneficios medios proteger lo suficiente al individuo de una decisión misteriosa y caprichosa que podría tener un efecto duradero en la vida de una persona?

Una posible solución, según Gary King, director del Instituto de Ciencias Sociales Cuantitativas de Harvard, sería que los creadores de los algoritmos que otorgan puntuaciones los retoquen no para obtener el máximo beneficio o rentabilidad, sino para que el valor que conceden a la persona sea algo mayor, lo que reduciría el riesgo de equivocarse.

En el sector bancario, por ejemplo, se podría ajustar un algoritmo para que redujese la probabilidad de catalogar erróneamente de aprovechado al solicitante de un préstamo, aunque ello conlleve que la entidad crediticia acabe concediendo más préstamos incobrables.

“El objetivo”, dice King, “no es necesariamente que un humano supervise el resultado a posteriori, sino mejorar la calidad de la clasificación de los individuos”.

En cierto sentido, un modelo matemático equivale a una metáfora, una simplificación descriptiva. Filtra, pero también distorsiona un poco. Por eso, a veces, un ayudante humano puede aportar esa dosis de datos matizados que se le escapa al autómata algorítmico. “A menudo, los dos juntos pueden funcionar mucho mejor que el algoritmo por sí solo”, afirma King.

Steve Lohr, columnista de New York Times especializado en tecnología, es el autor de Data-ism.

© 2015 New York Times News Service

Traducción de News Clips.

Cómo la NSA también intercepta las fotos de tu pene

Un programa de entrevistas puede dar mucho juego y desembocar en lugares insospechados, como en el caso de Last Week Tonight, donde John Oliver preguntó al exagente de la CIA Edward Snowden sobre la vigilancia gubernamental, que no respeta ni las partes íntimas y que todo ello se explica muy bien en la web Can They See My Dick.

En la era de Internet, somos la moneda de cambio: ¿nos importa?

Cuando algo es gratuito, normalmente el precio que estás pagando son tus datos. Es lo más habitual en la era de Internet y de las aplicaciones móviles, una era en la que nos cuesta pagar por servicios como una red social, el correo electrónico e incluso videojuegos o aplicaciones con grandes prestaciones. A cambio de su uso gratuito, entregamos nuestra privacidad. ¿Nos importa? Parece que al consumidor final sí, pero consiente.

Nómadas gracias a la tecnología

“Antes nuestra vida acababa con la puesta de sol. A partir de ese momento apenas podíamos hacer nada. Teníamos que utilizar velas para alumbrarnos, y éramos conscientes del peligro que eso entrañaba. Así que íbamos a dormir pronto y nos levantábamos un poco antes del amanecer para ordeñar a las vacas”. Sin embargo, ahora la existencia de la familia de Zolzaya Bandgait ha dado un vuelco. “Desde hace algo más de un año somos más felices. Podemos cenar más tarde, disfrutar jugando a las cartas, comunicarnos con amigos y familiares, y ver lo que pasa en el mundo”. La diferencia radica en la tecnología. Porque los Zolzaya son nómadas, viven en el desierto del Gobi, y han decidido invertir gran parte de sus ahorros en la instalación de varios aparatos que han reducido notablemente la brecha que los separaba de la calidad de vida de la población urbana.

Z. A.’);»> ampliar foto

Hijos y amigos de Damb Batnasan juegan con los dos teléfonos inteligentes de la familia a la luz de la bombilla de bajo consumo que tienen conectada a una batería. / Z. A.

“Primero instalamos el aerogenerador y las placas solares. Eso nos permitió tener luz dentro del ger —la yurta tradicional mongola con la que esta familia se mueve hasta ocho veces al año en busca de los mejores pastos—. También compramos una batería a la que hemos conectado el teléfono por satélite —subvencionado por un programa del Banco Mundial— y un televisor en blanco y negro. Gracias a una antena parabólica recibimos algunos canales de televisión”, cuenta Zolzaya. Su hija, Azzaya Soyol, ya no se pierde ni un episodio de sus series surcoreanas favoritas, que llegan con multitud de interferencias, pero llegan. “La televisión también nos ayuda a tener entretenidos a los niños y nos permite hacer algo de tiempo para nosotros”, comenta entre risas ella, que, a sus 25 años, tiene dos hijos con Bot Amgalan, un joven de su misma edad.

Z. A.’);»> ampliar foto

Zolzaya conecta el teléfono vía satélite que han recibido gracias a un programa del Banco Mundial. Gracias a él pueden estar en contacto con sus allegados, confirmar los precios de los productos que venden, y dar la voz de alarma en caso de emergencia. / Z. A.

No obstante, la mejoría va mucho más allá del ocio. Por un lado está la reducción del riesgo de incendio que, como es lógico en una vivienda de tela, con el uso de velas era muy elevado. Además, la llegada del teléfono por satélite a una zona sin cobertura de móvil permite dar cuenta de emergencias y pedir ayuda, así como conocer el precio que se paga por el ganado, la lana, o los productos lácteos. Eso dificulta que los intermediarios que los compran les engañen, “algo que antes sucedía a menudo”, y que puedan decidir cuál es el mejor momento para venderlos. También gracias a la televisión, Zolzaya tiene acceso a previsiones meteorológicas que le permiten determinar con más exactitud la zona más adecuada para llevar el ganado. “En el desierto no es fácil cuidar de 600 ovejas como tenemos nosotros. Elegir el lugar en el que crece más vegetación puede marcar la diferencia entre que vivan o que mueran”.

Z.A.’);»> ampliar foto

El uso del móvil en Mongolia es difícil por los bajos índices de cobertura. No obstante, Bahitbergen Uranbai lo utiliza en lo alto de la montaña para comunicarse con otros ganaderos e intercambiar información sobre los lobos que acechan al ganado. / Z.A.

Pero uno de los efectos más importantes que tiene la adopción de la tecnología por parte de los nómadas que habitan el país con menor densidad de población —tres millones en una superficie de 1,5 millones de kilómetros cuadrados, equivalente a tres veces la de Francia—, es la propia supervivencia de una forma de vida que se remonta a los tiempos de Gengis Kan. “La juventud no quiere vivir en el campo, quiere mudarse a la ciudad. En gran parte es así porque no solo percibe que allí hay más posibilidades de crecer en el terreno profesional, también porque en un ger las opciones de ocio y de acceso a la información son muy limitadas. Es duro y es aburrido”, explica Damb Batnasan, otro ganadero que instala su yurta a unos mil kilómetros de distancia, en la estepa del centro del país. “Si queremos que el nomadismo no muera con la gente de nuestra generación tenemos que hacerlo más atractivo para los jóvenes. No nos podemos oponer a los avances que llegan, lo mismo que tenemos que asegurarnos de que las nuevas generaciones vayan a la escuela”, explica.

Z. A.’);»> ampliar foto

Batsuren Tsetsegmaa sintoniza una película en la nueva televisión que ha comprado la familia, que ahora tienen conectada a una antena por satélite. / Z. A.

De hecho, su ger está lleno de niños y de adolescentes. Porque, además de las dos hijas del matrimonio, cuatro de sus amigos han decidido pasar las vacaciones escolares del Año Nuevo Lunar con la familia. Y después de haber disfrutado al galope de las interminables llanuras congeladas durante el día, por la noche se turnan para jugar con los dos teléfonos móviles inteligentes que posee la familia, que también sirven para capturar momentos que antes se perdían para siempre. “Para hacernos una foto teníamos que ir al pueblo que está a 40 kilómetros de distancia”, ríe Damb mientras se hace un selfie con la hija menor. Mientras tanto, la madre, Batsuren Tsetsegmaa, disfruta de la película que reproduce en un lector de DVD. “Algunos nómadas creen que la tecnología distancia a las familias porque cada uno está a lo suyo, pero yo creo que es al revés”, sentencia el padre, que ya está pensando en cómo instalar una conexión a Internet.

Delgerma tiene 16 años y está de acuerdo con Damb. Es una de los 300.000 nómadas que todavía no tienen electricidad, y, a su edad, la vida en el campo ya no le satisface. Se siente incomunicada y aburrida. Sus padres, habitantes también de la estepa, dan la espalda a todo lo que tenga cables, y con ellos no tiene la confianza suficiente como para hablar de temas propios de la adolescencia. “El único contacto que tengo con el mundo exterior es a través de la radio de mi padre. Y casi siempre está sin pilas. No puedo comunicarme con los pocos amigos que tengo, y sin luz no hay nada que hacer por la noche”. Así no es de extrañar que esté pensando en hacer las maletas y labrarse un futuro mejor en la capital, Ulán Bator, a unos 350 kilómetros de distancia. “Quiero conocer gente y llevar una vida normal. Aquí terminarán casándome con alguien que les interese para que siga llevando la misma vida”, se lamenta. Como ella, muchos otros jóvenes apuestan por la vida sedentaria, y cada año entre 30.000 y 40.000 mongoles, sobre todo jóvenes, abandonan el campo para echar raíces sobre el asfalto.

Z. A.’);»> ampliar foto

Incluso en las zonas más montañosas del extremo occidental del país, las placas solares han cambiado el ritmo de vida de los nómadas de la etnia kazaja. En la fotografía, Tolhinbai Kenje (izda.) y Uranbai Samat (dcha.) posan bajo las tres placas solares de su casa de invierno. «Es la mejor inversión que hemos hecho», asegura el abuelo. / Z. A.

Afortunadamente, cada vez son más los que apuestan por la incorporación de placas solares y de aparatos electrónicos en sus vidas. De hecho, el Proyecto para el Acceso a Energías Renovables y Electricidad en Zonas Rurales, implementado por el Gobierno desde el año 2000 en colaboración con el Banco Mundial, ha conseguido que más de 100.000 familias nómadas, en torno a medio millón de personas en total, cuenten con esta fuente de energía limpia que, a su vez, ha permitido incrementar sustancialmente el acceso a un teléfono, cuya tasa el año 2005 era la más baja del mundo —un 1% en el campo—. En 2006 solo 1,2 millones de minutos de conversación telefónica tuvieron su origen fuera de la capital, pero en 2013 esa variable aumentó hasta los 56,5 millones. El objetivo es que para 2020 toda la población tenga acceso a la electricidad, y un 70% pueda comunicarse por vía telefónica.

Z. A.’);»> ampliar foto

Azzaya Soyol amamanta a su bebé mientras disfruta de una de sus series surcoreanas favoritas en la vieja televisión en blanco y negro que han comprado. / Z. A.

Mineihan Hadis, otro nómada del desierto, reclama también ayudas para adquirir vehículos de motor. “Una moto como la que yo tengo, por ejemplo, tiene muchas ventajas sobre los caballos y los camellos que hemos utilizado tradicionalmente: nos permite llegar a la zona en la que tenemos el ganado mucho más rápido, y podemos desplazarnos a la ciudad si hay una emergencia. Porque hasta aquí no llegan las ambulancias, se pierden por el camino”, explica. Es fácil entender por qué: el desierto y la estepa son dos infinitas alfombras en tonos ocres y verdes, en las que no hay carreteras ni forma sencilla de orientarse. De ahí que el GPS también esté ganando adeptos. “Nosotros sabemos llegar a los lugares cercanos gracias a las montañas o a particularidades del terreno, pero para el resto resulta casi imposible localizarnos. El uso de coordenadas es una buena solución”, comenta. “En cualquier caso, lo importante es utilizar la tecnología a nuestro favor. Para que la vida nómada pueda seguir existiendo con dignidad”, sentencia Damb.

Llamadas de WhatsApp: ¿Sabes si tu operadora las bloquea y por qué?

Las llamadas gratuitas sobre VoIP son una salvación para aquellos que andan simpre justos de saldo o que quieren llamar desde el extranjero sin dejarse el sueldo por el camino, pero un problema para las operadoras y sus planes de voz.

Conoce la aplicación Remind, el WhatsApp de los profesores

La tecnología está cambiando la educación. Pizarras electrónicas, ordenadores para coger apuntes, aúlas virtuales… No sólo en la universidad, también para los más pequeños en el colegio.

Un pirata informático es condenado a pagar una indemnización de 250.988 euros

La piratería es un delito. No muchas personas lo entienden así pero con medidas ejemplarizantes como esta el camino será más fácil. El Juzgado de lo penal número 2 de Valladolid ha condenado a un individuo a pagar una indemnización de 250.988 euros por facilitar enlaces para descargar películas.

McDonald’s regala 24 películas para niños en Wuaki.tv

Wuaki.tv ha alcanzado un acuerdo con McDonald’s para ofrecer acceso a películas de carácter familiar a través de Internet mediante códigos incluidos en su nuevo producto Happy Family Box.

Este brillante invento de Amazon evitará que olvides comprar café o detergente

Seguro que más de una vez te ha ocurrido que vas a hacerte un café, pero te has quedado sin cápsulas; o que tienes que poner el lavavajillas y te olvidaste de ayer gastaste la última pastilla; o que debías de comprar cuchillas de afeitar porque la hoja que tienes ahora mismo te está arrancando la piel a tiras. El último invento de Amazon va a impedir que te vuelva a pasar: Dash Button.

Comentarios que salen caros

El futuro del que hablaba Andy Warhol cuando dijo: “En el futuro todo el mundo tendrá sus quince minutos de fama”, ya ha llegado. Lleva instalado en este tiempo desde hace unos años. Cada vez es más fácil acceder y compartir información de cualquier tipo, no siempre veraz, ni fiable, ni siquiera de interés general. Cuando Warhol habló de fama no especificó si era buena o mala, y así ha sido. Lo que empezó con programas televisivos que sacaban y sacan a la palestra a personas anónimas, que pueden ser encumbradas o denostadas, lo han multiplicado las redes sociales. La cantidad de datos e imágenes que pueden compartir los 890 millones de usuarios diarios de Facebook o los 284 millones de Twitter y los 300 millones de Instagram puede hacer que un tuit, un comentario o una foto caiga en el vacío o se reproduzca miles de veces y recorra el mundo en cuestión de segundos, esto es lo que le pasó a Justine Sacco.

Sacco iba a pasar sus vacaciones en diciembre de 2013 a Sudáfrica. Antes de coger el avión en Nueva York y durante su escala en Londres escribió algunos tuits relacionados con el país que iba a visitar. Uno de ellos: “Voy a África. Espero no coger el SIDA. Es broma. Soy blanca”, hizo que la chispa estallara. Ella lo lanzó para sus 170 seguidores, cuando llegó a su destino y encendió el móvil se había convertido en trending topic mundial, incluso se publicó una imagen suya llegando al aeropuerto. Era una desconocida que dio la vuelta al mundo de manera física y virtual. Este error le costó, incluso, su puesto de trabajo.

Tuit en el que aparece la imagen de Justine Sacco llegando a Suráfrica.

Anita Sarkeesian recibió insultos en su cuenta de Twitter, pero por motivos muy distintos a los de Sacco. Sarkeesian lanzó una campaña de crowdfunding en la plataforma Kickstarted para financiar una serie que trataba del papel de la mujer en el mundo de los videojuegos. A partir de ese momento la han acosado en distintas redes sociales. Ella ha recopilado en su Tumblr las amenazas recibidas en Twitter durante una semana. Este desagradable episodio la ha hecho más conocida, por tanto más fuerte y con la idea de seguir luchando por la igualdad y contra el acoso en Internet.

Las reacciones a los tuits se multiplican cuando el que los publica es un personaje conocido sea del ámbito que sea. Así, el verano pasado el actor Juan Echanove cometió un error, según él mismo ha reconocido. Tradujo un enfado real con una camarera a un tuit en el que la criticó y donde colgó una foto de la misma. Las respuestas en contra fueron inmediatas, tantas que pidió disculpas y cerró su cuenta. Ahora tiene otro perfil vinculado a su blog gastronómico.

Como el caso de Echanove, en el que algo que se podía haber quedado en petit comité tomó una dimensión inesperada, le ocurrió a Alicia Ann Lynch. Esta estadounidense se disfrazó en Halloween de 2013 de herida en el atentado de la maratón de Boston. Subió una foto a Twitter para compartirla entre sus seguidores. Esto tocó la sensibilidad de multitud de tuiteros que reaccionaron insultándola gravemente. Una broma de gusto cuestionable, que no hubiera tenido consecuencias si esa foto no se hubiera hecho pública, acabó obligándola a cancelar su perfil y pidiendo que no siguieran acosando a sus padres, que también sufrieron las consecuencias.

Tuits de Alicia Ann Lynch pidiendo que pare el acoso.

No solo se pagan los tuits controvertidos. La estadounidense Lindsey Stone tuvo la mala idea de subir una foto a su muro de Facebook en la que aparecía haciendo una peineta junto a un cartel que pedía silencio y respeto en el cementerio Nacional de Arlington, un símbolo nacional. Las reacciones fueron de tal calibre –se creó un grupo en la red social con el nombre «Despidan a Lindsey»– que su jefe la echó alegando que no era buena imagen para la empresa, trabajaba en una ONG.

Linchamientos virtuales: un error puede hundir tu vida social y laboral

Alicia Ann Lynch, una joven estadounidense de 22 años, colgó en Twitter una fotografía en donde aparecía disfrazada para una fiesta de Halloween. El disfraz era una simpleza que tendría insondables consecuencias; aparecía en chándal, con la cara y los miembros embadurnados de pintura roja, como si hubiera sangrado profusamente, y un título que muy pronto le granjearía un linchamiento en las redes sociales: “Víctima del maratón de Boston”. El referente de aquel gracejo era la bomba que, en abril de 2013, interrumpió violentamente aquella famosa carrera, causando tres muertos, 282 personas heridas y la huella indeleble de un atentado terrorista en la ciudad. La inconsciencia y el mal gusto de Lynch y la torpeza que entrañaba publicar esa fotografía dispararon el morbo de sus escasos seguidores en Twitter y los retuits de estos consiguieron que en unas horas la joven recibiera miles de insultos y mensajes de una dureza que no admitía ninguna réplica, como este que le envío una víctima del trágico maratón: “Deberías estar avergonzada. Mi madre perdió las dos piernas y yo casi muero”.

El linchamiento virtual pronto ganó consistencia real y la joven tuvo que recluirse en su casa, y unos días más tarde el jefe de la oficina en la que trabajaba, abrumado por la presión de las redes sociales, la despidió. Disfrazarse así no tiene ninguna gracia y publicar la fotografía constituye un gesto deleznable, pero ¿qué hubiera pasado con Alicia Ann Lynch si hubiera hecho la misma broma, con la misma foto, en 1970, antes de la Red? La foto la habrían visto solo sus amigos y su jefe difícilmente la hubiera despedido por esa broma de mal gusto pero de alcance exclusivamente doméstico. El caso es interesante porque evidencia cómo las redes sociales magnifican episodios que, sin esa difusión masiva, hubieran sido mucho menos importantes.

En la fotografía que colgó Alicia Ann Lynch en Twitter, habría que separar el hecho de su difusión masiva

En 1932 fue secuestrado el bebé de Charles Lindbergh, el célebre piloto que cruzó por primera vez en avión, en 1927, el océano Atlántico. Lindbergh era un héroe nacional y el secuestro de su hijo tuvo en vilo, durante dos meses, a la sociedad estadounidense; hasta que un día trágico fue descubierto el cadáver del niño. Unos meses más tarde, cuando el bebé Lindbergh seguía siendo un tema recurrente, el pintor Salvador Dalí, que había inaugurado con mucho éxito una exposición en Nueva York, fue invitado a una fiesta de disfraces a la que acudió la crema y nata de Manhattan. Dalí y Gala, su mujer, asistieron disfrazados, para escándalo de los invitados, del bebé Lindbergh y de su secuestrador. Aquella broma violenta no pasó de alterar a los invitados y a algunos lectores de los periódicos que consignaron la última excentricidad del pintor. En la biografía de Dalí el incidente de la fiesta de disfraces es un episodio menor, una broma de mal gusto que se parece a la ocurrencia de la joven que se disfrazó de víctima del maratón de Boston, salvo porque en la época de Dalí no había ni redes sociales ni televisión para magnificar su imprudencia y su broma quedó en eso, en una boutade; pero si esto hubiera ocurrido en este siglo, Dalí probablemente se hubiera quedado sin galeristas, hubiera sufrido un gravoso boicoteo y habría tenido que maniobrar para que no se hundiera su carrera.

ampliar foto

Lynch, disfrazada de víctima del maratón de Boston.

En la fotografía que colgó Alicia Ann Lynch en Twitter, habría que separar el hecho de su difusión masiva, de su multiplicación exponencial en la Red. Pero esto, de momento, es complicado, porque a los internautas les encanta el linchamiento y, sobre esta penosa pulsión tan propia del siglo XXI, nadie ha tenido tiempo de legislar.

Recientemente han aparecido en inglés dos ensayos sobre este inquietante tema, que es otra de esas zonas oscuras que tiene ese invento luminoso que es Internet: So you’ve been publicly shamed (Has sido avergonzado públicamente), de Jon Ronson, e Is shame necessary? New uses for an old tool (¿Es necesaria la vergüenza?, los nuevos usos de una vieja herramienta), de Jennifer Jacquet. Los dos ensayos tratan de la dimensión contemporánea de la vergüenza, del desprestigio y del escarnio, que se salen de proporción cuando se amplifican en las redes sociales; cualquier descuido, desliz o tontería, que hace cuarenta años hubiera producido un rato de incomodidad o un momento de rubor, hoy, esa misma tontería magnificada por Twitter o por Facebook puede generar un linchamiento que le arruine la vida al tonto.

Los casos de linchamiento virtual, de vergüenza pública masiva abundan; todo el tiempo los internautas linchan a políticos, cantantes, futbolistas y banqueros, personajes que están expuestos permanentemente al ojo público y que, por tanto, están habituados a lidiar con el odio y el desprecio de la masa tuitera; pero el asunto cambia cuando el linchamiento va dirigido a una persona normal, que se vuelve súbitamente famosa como la joven que se disfrazó de víctima del maratón de Boston, o como el caso de Justine Sacco, un episodio emblemático que Jon Ronson desmenuza en su libro. Sacco se fue de viaje a Sudáfrica a visitar a unos familiares y, mientras abordaba el avión en Nueva York, dio rienda suelta a su locuacidad tuitera y comenzó a lanzar mensajes, algunos muy ofensivos, para su modesta parroquia de 170 seguidores. En su escala en Londres lanzó un mensaje desgraciado que iba a cambiarle la vida: “Voy a África. Espero no coger el sida. Es broma. Soy blanca”.

ampliar foto

El tuit racista de Justine Sacco que provocó la polémica: “Voy a África. Espero no coger el sida. Es broma. Soy blanca”.

Sacco pasó las siguientes once horas volando hacia su destino y, cuando aterrizó en Ciudad del Cabo y conectó su móvil, se encontró con un diluvio de mensajes, de insultos y también de condolencias que le escribían sus conocidos; mientras trataba de asimilar lo que sucedía, recibió una llamada de su mejor amiga que le decía que su mensaje sobre el sida era trending topic mundial, es decir, el mensaje más reproducido en Twitter en las últimas horas. Inmediatamente después llamó su jefe que, presionado por el escándalo que había en las redes sociales, sobre esa mujer ejecutiva que acababa de demostrar su ignorancia y su racismo al mundo, no tenía más remedio que despedirla de la dirección que ocupaba en una importante firma de comunicación de Nueva York. Mientras Sacco volaba hacia Cape Town, una etiqueta, un hashtag, sobrevolaba Twitter: #yaaterrizójustine? Decenas de miles de personas esperaban el momento en que Justine, que tenía solo 170 seguidores cuando despegó de Londres, aterrizara en Sudáfrica y viera el lío en que se había metido. Un espontáneo fue al aeropuerto, fotografió a Sacco, con unas aparatosas gafas, pasmada, mirando la pantalla de su teléfono y la tuiteó con el siguiente mensaje: “Sí, de hecho Justine ha aterrizado en el aeropuerto de Ciudad del Cabo. Ha decidido disfrazarse con unas gafas oscuras”.

La vida de Justine Sacco quedó hecha trizas. Jon Ronson cuenta en su libro, a partir de una serie de conversaciones que tuvo con ella a su regreso a Nueva York, los detalles de su descenso a los infiernos. Sacco publicó un comentario racista e idiota, pero la penalización que se le impuso desde las redes sociales parece excesiva. Quizá, para empezar a establecer un marco civilizado de convivencia en Internet, habría que desterrar la idea de que eso que sucede en el ciberespacio es realidad virtual, y que, a pesar de su naturaleza intangible, debe ser considerada, tratada y legislada de la misma forma en que se hace con la dura, y muy tangible, realidad.

Un juzgado de Madrid autoriza el bloqueo del acceso a The Pirate Bay en España

El Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo nº 5 de Madrid ha pedido a los proveedores de servicios de acceso a Internet la suspensión y bloqueo en España en el plazo de 72 horas de dichos servicios a todos los dominios identificados del grupo The Pirate Bay, las páginas web ‘www.thepiratebay.se’, ‘www.thepiratebay.org’, ‘www.thepiratebay.net’, y ‘www.thepiratebay.com’, según ha informado la Asociación de Gestión de Derechos Intelectuales (AGEDI) en un comunicado.

Trabber.es lanza el primer comparador de precios de autobuses y trenes de España

El metabuscador español de vuelos, hoteles y coches de alquiler ha lanzado este viernes el primer comparador de precios de autobuses y trenes de España. Este servicio permite comparar todas las opciones de precios y horarios para cualquier viaje sin salir de la misma web e independientemente del medio de transporte que se desee utilizar.

Hacker gana 225.000 dólares en una semana investigando navegadores

Las noticias sobre ataques informáticos son cada vez más recurrentes y las compañías han empezado a necesitar ayuda externa para localizar sus propias vulnerabilidades. En este contexto, un investigador privado (hacker) ha conseguido 225.000 dólares por descubrir fallos en la seguridad en Internet Explorer, Chrome y Safari.

Facebook invierte en la favela

En el corazón de la favela más poblada de São Paulo, donde cerca de 200.000 habitantes no son dueños ni de sus propias casas, Mark Zuckerberg acaba de plantar una semilla que puede rendirle millonarios beneficios. Facebook ha inaugurado en una callejuela de Heliópolis, a ocho kilómetros del centro de la ciudad, un laboratorio con 15 ordenadores donde instruirá a los vecinos a usar con responsabilidad la Red, pero, sobre todo, enseñará a los 5.000 pequeños emprendedores de la comunidad a crear páginas para sus negocios, alimentarlas con contenido y promocionarlas con la publicidad del propio Facebook, anuncios que desde un real (30 céntimos de euro) prometen alcanzar los muros de miles de potenciales clientes.

Por primera vez en sus 11 años de vida, Facebook invierte en una favela, un gigantesco y creciente mercado ignorado por muchos, pero en el que ya han entrado marcas como Coca-Cola y Ambev, la mayor cervecera de Brasil.

Heliópolis, donde el tráfico de drogas continúa siendo un poder paralelo en la comunidad, es para la compañía un “excelente terreno de pruebas”. El país, que ha asimilado la red social como parte de su cultura, se presenta además como un impresionante laboratorio: el tiempo que pasan los brasileños navegando en Facebook supera el tiempo que argentinos y mexicanos juntos pasan conectados a Internet, según un estudio de la medidora de audiencias ComScore. En Heliópolis, aunque el 90% de los vecinos tiene un perfil, según cálculos de Facebook, solo el 14% de los pequeños emprendedores posee una página para su negocio —la mayoría promociona sus productos en sus páginas personales—.

Eder Camargo, de 32 años, es uno de los clientes ideales para el experimento de Facebook. Este peluquero, desterrado a los 16 años por su familia evangélica por ser gay, llegó a la favela después de años viviendo las penurias de la calle y cumplió aquí su sueño de montar su propio negocio. “Facebook es una máquina que me ayudó mucho a promocionar el salón, tengo clientes de otros barrios que vienen aquí gracias al perfil, pero yo no sé utilizar una página profesional”.

A cuatro calles de la peluquería, Fernanda Bianca, de 24 años, enseña la página que creó para promocionar el trabajo de su madre, Marlene: limpiadora por horas y ayudante de barbacoas. A la señora, que aún se niega a unirse a la red social, le llueven las ofertas y sus jefas escriben comentarios para alabar su trabajo.

más información

Facebook dobla el beneficio anual
Eres lo que ‘te gusta’
Facebook traza sus líneas rojas
Estas son las imágenes que Facebook no quiso que vieras
¿Apartheid en los centros comerciales de São Paulo?

Si el experimento funciona y pequeños empresarios como Camargo o Marlene comienzan a usar y pagar por los servicios de la red social para promocionar sus negocios, la empresa de Silicon Valley pretende llevarlo a otras comunidades pobres en otras economías emergentes. “Es el proyecto más importante de este año en América Latina”, mantiene Patrick Hruby, líder de los programas para pequeñas empresas en la región. “Es un piloto de algo que puede convertirse en viral, una posibilidad que hasta ahora no estaba en nuestro radar y que puede crear riqueza en la comunidad”, completa Hruby.

La idea de conquistar este nicho de mercado no surgió de prestigiosos publicitarios, sino de un comerciante de la favela más poblada de Brasil, la Rocinha, en Río de Janeiro. André Martins, dueño de un bar de bocadillos, atiende los pedidos a domicilio de sus clientes por el chat de Facebook y afirma que la red social catapultó su negocio. La historia de Martins inspiró a la compañía. Hoy Facebook invierte en las favelas.

¿Por qué "adgjmptw" es una contraseña tan mala como "123456"?

Aunque dejemos volar nuestra imaginación para encontrar una combinación de letras o números insospechada, las contraseñas que utilizamos no son tan seguras como suponemos. Puede que no resulten tan fáciles de adivinar como los cumpleaños o la ‘innovadora’ clave «contraseña», pero algunas menos manidas son tan ‘hackeables’ como la más simple de las palabras.

Sony lanza PlayStation Vue por 50 dólares al mes

El pasado miércoles, el servicio de video PlayStation Vue Web vio la luz en tres ciudades. PlayStation Vue  llega con el objetivo de satisfacer a aquellas personas que demandan alternativas más baratas para poder disfrutar de sus series o programas favoritos. El servicio costará entre 49.99 y 69.99 dólares dependiendo de los canales contratados. El paquete inicial cuenta con 50 canales.

El Día del Padre llega a la Appstore de Amazon con más de 100 euros de regalo

Regalos y alguna que otra reunión familiar son algunos de los protagonistas que hacen que «El Día del Padre» o de «San José» sea una fecha señalada en nuestro calendario y Amazon no ha querido desaprovechar esta oportunidad. Por ello, la Appstore de la tienda ha decidido ofrecer gratis un pack de apps y juegos de pago valoradas en 100 euros.

Pasar todo el día delante de una pantalla está acabando con tu salud

Si ya los cuerpos y los cerebros de nuestros antepasados no estaban preparados para el shock que supuso la iluminación eléctrica, la llegada de las pantallas de teléfonos, televisores, ordenadores, tablets o ‘wearables’ ha revolucionado nuestro organismo y está perjudicando gravemente nuestra salud.

YOMVI Play, el nuevo servicio de vídeo bajo demanda de Canal + por seis euros al mes

Canal + la lanzado este lunes Yomvi Play, una alternativa a Yomvi que ofrece contenido a la carta por 6 euros al mes. Este servicio que cuenta con interesantes novedades respecto a su hermano mayor, aspira a convertirse en la referencia del cine y la televisión por streaming en nuestro país. No obstante, la compañía ofrece la posibilidad de probar este servicio gratis durante un mes.

El primer dominio .com de Internet cumple 30 años

Es difícil señalar una fecha exacta para el origen de Internet, al que se le ubica generalmente en los años 60 del siglo pasado. Sin embargo, es de quien si conocemos la fecha de creación es del primer dominio .com. Un 15 de marzo de hace 30 años nacía Symbolics.com y hacía historia.

Telefónica y Vueling ofrecerán 20 Mbps de Internet en sus vuelos

Vueling ha anunciado su primer avión Airbus A320 con WiFi de alta velocidad de hasta 20 Mbps. Este proyecto, desarrollado junto con Telefónica, convierte a la aerolínea en la primera de bajo coste de Europa en ofrecer Internet de alta velocidad en vuelo.

Yahoo ya permite acceder a su correo sin tener que recordar contraseña

Yahoo ha lanzado un nuevo sistema para iniciar sesión en un sus servicios que requieran identificación, pero que evita tener que recordar una contraseña. Se trata de una nueva forma de acceder a su página web o correo electrónico, con una verificación vía móvil.