Un vídeo en 3D del vivero de estrellas más famoso del universo

Cría estrellas y te disolverán la nebulosa. Los Pilares de la Creación, una imagen tomada por el telescopio espacial Hubble en 1995, es un espectáculo cósmico de nacimiento y muerte. Situados en la nebulosa del Águila, se trata de un vivero de estrellas a 7.000 años luz de distancia de la Tierra. Allí, la materia gaseosa se va acumulando por la fuerza de la gravedad hasta construir centrales naturales de fusión nuclear como el Sol. Cuando las estrellas crecen, comienzan a bañar la nebulosa con radiación ultravioleta y la comienzan a erosionar. Al ritmo actual, en tres millones de años, una minucia en tiempos cósmicos, los Pilares de la Creación habrán desaparecido destruidos por sus propias criaturas.

Ahora, utilizando un instrumento del VLT (Telescopio Muy Grande, de sus siglas en inglés) del Observatorio Europeo Austral (ESO), instalado en Chile, los astrónomos han producido una imagen tridimensional de los pilares. Las nuevas observaciones de la nebulosa, que se añaden a las recientes imágenes de la zona publicadas por la NASA a principios de este año, muestran cómo se distribuyen en el espacio sus estructuras polvorientas.

Según ha explicado el ESO en un comunicado, “los Pilares de la Creación son un clásico ejemplo de las típicas formas de columna que se desarrollan en las nubes gigantes de gas y polvo, los lugares donde nacen nuevas estrellas». Las columnas surgen cuando las inmensas estrellas blancoazuladas de tipo O y B recién formadas «emiten una intensa radiación ultravioleta y vientos estelares que empujan el material menos denso, expulsándolo de su vecindad”, añade. Sin embargo, los grumos más densos de gas y polvo pueden resistir esta erosión durante más tiempo. Detrás de estos grumos más gruesos de polvo, el material está protegido del duro y fulminante fulgor de las estrellas O y B. Este blindaje crea oscuras «colas» o «trompas de elefante», y es lo que vemos como el cuerpo oscuro de un pilar que apunta hacia las brillantes estrellas”, continúan.

Aunque este proceso acabará con una de las estructuras más famosas del universo en un tiempo relativamente pequeño, es imposible incluso que, en este mismo instante, los Pilares de la Creación ya no existan. En 2007, un grupo de astrónomos descubrió imágenes del telescopio Spitzer en las que se observaba una nube de polvo caliente junto a este vivero de estrellas. De acuerdo con su interpretación, este fenómeno se debería a una supernova que habría destruido la nebulosa hace 6.000 años. Como la formación se encuentra a 7.000 años luz de distancia, la destrucción aún tardaría 1.000 años en observarse desde la Tierra.