Probamos Kite, el Instagram de las noticias

En internet hace ya mucho tiempo que el mayor problema al que se enfrentan los usuarios es dar con contenido de interés de una manera eficaz y sobre todo, visual. Sí, uno en un par de horas delante de Twitter y siguiendo las fuentes adecuadas puede hacerse una idea de lo que se está cociendo en ese momento en la red, pero… ¿es lo que más se tuitea el verdadero termómetro o un simple refrito que va de mano en mano?

Difícil de saber, pero lo cierto es que la gran mayoría del contenido que se comparte en la red social del pájaro azul nunca se lee, y lo peor del asunto es que muchos de los usuarios que hacen retuit ni siquiera se molestan en abrir el enlace que están compartiendo. En medio de este caos, servicios como Flipboard o Zite se han abierto paso a dentelladas, y la reciente entrada de Apple con su controvertido News parece consolidar esta tendencia de ofrecer al usuario contenido previamente filtrado en base a sus intereses.

Pero atentos porque cuando todavía estábamos asimilando el movimiento de los californianos, un pequeño proyecto promete ponerlo todo patas arriba: llega Kite.

Esta nueva red de noticias está basada también en estructuras sociales, con seguidores, seguidos y material compartido, pero a partir de ese punto, el enfoque es completamente distinto. A diferencia de otros servicios que ofrecen contenido al lector, en Kite será el propio usuario el que lo depure para el resto, partiendo, eso sí, de una serie de fuentes que aparecen por defecto en la aplicación.

El usuario va navegando por la red y en cuanto encuentra algo que le merece interés, lo comparte a sus seguidores, y a partir de este punto comienza la difusión. Las claves de Kite que lo hacen especial residen en que no hay algoritmos, todo sucede dentro de la aplicación, y de hecho, se trata en definitiva de un navegador orientado a la lectura y difusión de contenido. ¿Se han perdido? Es comprensible. Son tantos los elementos comunes que es fácil confundirse.

Un día con Kite

Lo mejor es probarlo uno mismo y sacar sus propias conclusiones. Y son todo sorpresas iniciales: al no haber algoritmos… ¿de dónde surge el contenido? Es como leer un libro con las páginas en blanco, pero la realidad es que este desconcierto dura poco: el sistema nos obliga a seguir en el arranque a una serie de usuarios que garantizan un contenido inicial, y lo cierto es que resulta atractivo.

Kite no ha sido el primero en renunciar a los algoritmos, sino que Apple hará lo propio con su News ¿Por qué? Porque a la postre una fórmula matemática repite la secuencia para todos los usuarios y en poco tiempo nos encontraríamos con el mismo mal de Twitter: contenido de relleno y sin leer. Mientras que si es el propio usuario el que comparte lo que va encontrando de interés, las posibilidades de encontrar material de calidad y acorde a nuestros gustos son más elevadas. En realidad, se trata del mismo principio aplicado por Instagram: cada usuario sube sus propias fotos y las comparte con sus seguidores.

Una fórmula matemática repite la secuencia para todos los usuarios y pronto nos encontraríamos con el mismo mal de Twitter: contenido de relleno y sin leer

De hecho, FastCo no ha dudado en bautizar a este nuevo proyecto como “el Instagram de las noticias”. Y en parte lo es. Dentro de la aplicación, el usuario se mueve, como no podía ser de otra manera, mediante gestos. Un deslizar de derecha a izquierda nos abre el navegador, la fuente real de todo el contenido, y que llega con todo el saber hacer de su creador: Trond Werner Hansen ¿Les suena el nombre? Fue uno de los nombres más relevantes de Opera, el célebre navegador, firma de la que salió de una manera un tanto abrupta.

Este noruego conoce bien el orden de las cosas y sabe que la fuente de toda la información se esconde detrás de una URL y no de los agregadores de noticias, que replican sistemáticamente lo que mandan los algoritmos. Y ya en el navegador, todo resulta muy sencillo: un botón para compartir y a partir de ahí entra en juego la segunda parte de la aplicación, consistente en poder comentar el contenido compartido. Algo idéntico a Instagram y Facebook, pero con una interfaz mucho más limpia.

Kite se completa con un gestor de lectura, mediante el cual podremos ir almacenando artículos para más tarde, y un sistema de mensajería privada (siempre vinculado al contenido) siguiendo la filosofía de mantener todo dentro de la app. ¿Triunfará? Poca gente daba dos duros por Instagram cuando vio la luz, y miren ahora, y qué decir de Twitter…

Al final, se puede dar la paradoja de que el éxito de Kite dependa precisamente de la bondad de los algoritmos a los que ha renunciado, y que su marca se distribuya por las redes sociales. El motor es bueno y funciona de forma impecable. Ahora sólo nos falta el combustible…