Un profesor de la Universidad de Alicante (UA), Adriano Campo Bagatin, ha sido el investigador de España seleccionado para participar en la misión espacial AIDA, cuyo objetivo es, entre otros aspectos, medir la capacidad tecnológica actual para evitar el impacto de asteroides en la Tierra.
Coordinada por la Nasa y la Agencia Espacial Europea (ESA), esta misión se encuentra en fase de estudio y tratará de interceptar el asteroide Didymos en el momento de su máxima aproximación a la Tierra, en el año 2022, han informado fuentes de la UA.
Didymos es un asteroide con un satélite. Su cuerpo principal mide aproximadamente 800 metros de ancho, su satélite tiene 150 de diámetro y orbita a una distancia de 1,2 kilómetros del primario.
Para llevar a cabo este proceso, AIDA lanzará dos naves: la sonda espacial AIM (Asteroid Impact Mission), dirigida por la ESA, y el proyectil DART (Double Asteroid Redirection Test), a cargo de Estados Unidos.
En concreto, en octubre 2020, AIM estudiará de cerca el asteroide, mientras que con el lanzamiento del DART, previsto para julio de 2021, se impactaría sobre el satélite del asteroide Didymos a unos 6,5 km/s de velocidad en octubre de 2022.
Una colisión para salvar la Tierra
Según Campo Bagatin, «observando y midiendo la desviación provocada por el impacto de DART sobre la órbita del satélite, se podrá comprobar la eficiencia de utilizar una colisión para desviar cualquier asteroide de pocos centenares de metros que estuviera en una órbita de colisión con la Tierra».
En el marco de la misión AIDA, el profesor de la UA coordinará uno de los cuatro grupos de trabajo que se ocupa del estudio detallado del sistema binario Didymos: propiedades físicas y dinámicas, estructura interna y medidas necesarias para su interpretación, entre otros aspectos.
Desde este departamento, junto a la profesora Paula Benavidez, Campo Bagatin trabaja, por una parte, en el estudio de la estructura interna de pequeños cuerpos del sistema solar (asteroides y cometas), por medio de simulaciones numéricas.
La misión se encuentra en fase de estudio y tratará de interceptar el asteroide Didymos en el momento de su máxima aproximación a la Tierra, en el año 2022
Por otra parte, en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Andalucía, está llevando a cabo el estudio del movimiento del material superficial (rocas, polvo) de asteroides pequeños (menos de 5-10 kilómetros) que rotan muy rápidamente (en menos de 3,5 horas). «Ambos aspectos están resultando de interés para las misiones espaciales a asteroides, en particular en el caso de AIDA», ha señalado Campo Bagatin.
En declaraciones a Efe, este investigador ha precisado que, «a día de hoy, y que se conozca», no hay ningún asteroide que se encuentre en una situación de posible orbita de colisión con la Tierra.