Sergio Moro y Lava Jato, en la mira tras filtraciones

Las revelaciones del portal The Intercept que ponen en tela de juicio la imparcialidad de la investigaciónLava Jato incendian las redes sociales en Brasil, con las etiquetas: “#EuApoioLavaJato” y “#EuApoioTheInterceptBR” (“YoApoyoLavaJato” y “YoApoyoTheInterceptBR”) y «#MoroCriminoso» (MoroCriminal).

Se trata de conversacionesen los últimos años entre los fiscales de la operación entre sí y con el juez Sergio Moro, llamado en enero a integrar el gobierno del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro. Estas evidenciaríanparcialidad política para perjudicar al expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.

A las filtraciones respondió este lunes 10 de junio del 2019 la fuerza tarea de Lava Jato en el Ministerio Público Federal (MPF), que reconoció que «sus miembros fueron víctimas de una acción criminal de un hacker» y afirmó que la publicación de los mensajes pirateados es «tendenciosa y tiene la intención de atacar a la Operación«.

Pero «los fiscales de Lava Jato no van a doblegarse a la invasión inmoral e ilegal, a la extorsión y a la tentativa de exponer y perturbar sus vidas personales y profesionales», agregó.

El comunicado recalca que «la fuerza de tarea de Lava Jato estará a disposición para dar aclaraciones sobre hechos y procedimientos de su responsabilidad, con el objetivo de mantener la confianza pública en la plena licitud y legitimidad de su actuación, así como de rendir cuentas de su trabajo a la sociedad».

El presidente Jair Bolsonaroaún no se ha manifestado públicamente sobre las filtraciones, no así uno de sus hijos, el concejal Carlos Bolsonaro, quien sí se sumó a la batalla.

É impressão minha, ou só no Brasil, uma imprensa utiliza uma invasão ilegal de algo privado, ignorando a invalidade judicial e ilegalidade, mas não se importa em divulgar, com o único intuito de queimar o governo Bolsonaro e favorecer o sistema? Acho que já vi isso antes!

— Carlos Bolsonaro (@CarlosBolsonaro) June 10, 2019

«¿Será una impresión mía, o solamente en Brasil cierta prensa usa una invasión ilegal de algo privado, ignorando la invalidación judicial y la ilegalidad, sin que le importe divulgar con el único fin de quemar al gobierno de Bolsonaro y de defender al sistema?».

Los hallazgos ponen en tela de juicio la imparcialidad de la investigación, pues muestra que los fiscales actuaron deliberadamente y coordinados con el juez Sergio Moro, actual ministro de Justicia, para perjudicar a Lula.

Además, muestran que el principal fiscal de la fuerza tarea de Lava Jato, Deltan Dallagnol, estaba preocupado por la solidez de las acusaciones presentadas contra Lula para condenarlo como beneficiario de un apartamento en el litoral paulista entregado por una constructora a cambio de contratos con la estatal Petrobras.

Lula, que purga por ese caso 8 años y 10 meses de cárcel, siempre se declaró inocente y denunció una «persecución judicial» para impedir que su fuerza política, el Partido de los Trabajadores (PT), vuelva al poder.

Las revelaciones caen en momentos en que Bolsonaro trata de dejar atrás las querellas dentro de su propio campo para avanzar con las reformas económicas que los mercados consideran indispensables para dinamizar al país, amenazado por la recesión.

El actual ministro de Justicia, Sergio Moro, consideró por su lado que en los mensajes que lo citan «no se vislumbra ninguna anormalidad de direccionamiento de actos en tanto que magistrado, a pesar de ser sido sacadas de contexto y de su sensacionalismo».

Pero los integrantes del Consejo Nacional del Ministerio Público (CNMP) pidieron que el órganoinvestigue las conversaciones entre Dallagnol y Moro.

Fernando Haddad, candidato izquierdista en las últimas elecciones presidenciales brasileñas, exigió una investigación sobre lo que podría convertirse en «el mayor escándalo institucional de la historia de la República«.

La Operación Lava Jato, lanzada en 2014, condenó o sentó en el banquillo a centenas de políticos de primer plano y a empresarios implicados en una vasta red de corrupción centrada en Petrobras. (I)