Rusia desmiente acusaciones de ciberataques

La Unión Europea (UE), Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cargaron este jueves 4 de octubre contra Rusia después de que Holanda y Reino Unido la acusaron de intentar perpetrar ciberataques contra organismos internacionales y en concreto, a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), con sede en La Haya.

Holanda anunció este jueves 4 de octubre que el pasado 13 de abril expulsó a cuatro funcionarios del Departamento Central deInteligencia de Rusia (GRU, en ruso) cuando preparaban un ataque cibernético contra la red de internet de la OPAQ.

Los agentes, que llevaban $ 20.000, realizaron exploraciones en la sede del organismo, en La Haya, estacionaron su vehículo cerca del edificio y abrieron el maletero para manipular un “equipo de alta calidad” destinado a piratear conexiones WiFi de forma remota, dijo la ministra de Defensa holandesa, Ank Bijleveld.

Las instituciones de la Unión Europea tienen “serias preocupaciones” por el “acto agresivo” de Moscú, indicaron en un comunicado conjunto el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; el máximo responsable del Consejo de la UE, Donald Tusk; y la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se sumó a la catarata de reacciones occidentales de alto nivel y declaró, por su parte, que “Rusia debe detener su patrón de comportamiento imprudente, incluido el uso de la fuerza contra sus vecinos, el intento de interferencia en los procesos electorales y las campañas de desinformación generalizadas”.

También el secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, calificó el supuesto ataque como un comportamiento temerario e irresponsable de Moscú.

En un comunicado conjunto, los primeros ministros de Holanda y Reino Unido, Mark Rutte y Theresa May, respectivamente, indicaron que la inteligencia militar de Rusia desarrolla operaciones cibernéticas inaceptables dirigidas contra organizaciones internacionales del mundo.

Entre los ciberataques que el Centro Nacional de Ciberseguridad (NCSC) británico atribuyó al GRU figura el del partido demócrata estadounidense, preludio del escándalo sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, y del que Washington acusó a la inteligencia militar rusa.

Además, a la denuncia se sumó la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) con base en Montreal y el centro canadiense para ética deportiva que recibieron ciberataques atribuidos a Rusia, informó Ottawa.

“El Gobierno de Canadá estima con un alto nivel de confianza” que los ataques fueron responsabilidad del servicio de inteligencia militar ruso (GRU), señaló el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.

Moscú niega espionaje

Rusia negó, a través de su embajada en Londres, cualquier intento de atacar digitalmente la OPAQ. “Estamos ante un nuevo elemento de la campaña anti-Rusia de Reino Unido”, declaró en un comunicado un portavoz de la embajada rusa, que aseguró que responsabilizar al Kremlin de ciberataques en el mundo entre 2015 y 2017 responde a una campaña de “desinformación”.

Poco después la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, señaló en rueda de prensa desde Moscú que las acusaciones vertidas por Occidente contra Rusia responden al hecho de que “la espionajemanía gana impulso”.

Cuando se produjo el presunto intento de pirateo en La Haya, la OPAQ investigaba, por un lado, la intoxicación, el pasado marzo, en la localidad británica Salisbury del exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia con el agente nervioso “novichok”, de fabricación militar, que, según las autoridades británicas, fue obra de Rusia, al ser el único país con medios y motivos para elaborarlo.

Asimismo, la OPAQ preparaba una misión en Siria para investigar las denuncias sobre el presunto uso de armas químicas en un ataque contra civiles en la localidad siria Duma, del que se acusa a las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, del que Rusia es aliada. (I)