Once mil niñas y adolescentes que se encuentran en situación de trabajo riesgoso en el área agrícola serán atendidos por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

Justamente, la ministra Berenice Cordero presentó en Milagro, Guayas, la estrategia que se centra en intervención sobre el trabajo infantil agrícola no remunerado.

La propuesta plantea una intervención integral para la restitución de los derechos de los menores de edad.

Según la funcionaria, se fortalecerán las capacidades de cuidado de las familias y la inclusión económica como garantía hacia la sostenibilidad del proceso.

Mediante esa estrategia -aseguró la Secretaría de Estado- busca la prevención de la problemática en 220.000 hogares de personas que actualmente reciben el Bono de Desarrollo Humano y el Bono Variable.

El proyecto estatal se replicará en 126 unidades y la inversión ascenderá a $ 5’000.000.

Cordero manifestó que entre los ejes de trabajo se establecerán espacios de diálogo permanente con los sectores público y privado. La finalidad será establecer consensos interinstitucionales e intersectoriales.

De esa manera, las entidades contribuirán a la generación de condiciones sociales, culturales, políticas y económicas que garanticen los derechos del grupo etario que se encuentra en situación de vulnerabilidad.

Las cifras nacionales de empleo, desempleo y subempleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos, del año pasado, revelaron que el 66,8% del trabajo infantil pertenece a zonas rurales y el 33,2% a zonas urbanas.

Los niños y adolescentes entre 5 y 14 años trabajan un promedio de 11,9 horas semanales.

Las actividades no remuneradas en el hogar, el comercio informal, la agricultura y el reciclaje concentran al 62,7% del colectivo de atención prioritaria.

El programa cuenta con actores estratégicos como son los Gobiernos Autónomos Descentralizados. (I)