¿Por qué lavarse los dientes previene complicaciones por el coronavirus?
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Una buena higiene y cuidado de la boca previene las complicaciones en personas con COVID-19 o que aún no se han contagiado.
Jimmy Tintín, director de la carrera de Odontología de la Universidad Internacional SEK (UISEK), señaló en entrevista con Edición Médica que si la boca tiene un buen estado de salud, el coronavirus tendrá menos incidencia al momento de generar complicaciones.
¿Por qué lavarse los dientes previene complicaciones por el coronavirus?
Mientras que una boca con poca higiene se convierte en un caldo de cultivo, «donde va a aumentar la proliferación viral de forma más rápida, lo cual puede permitir que avance a las vías respiratorias, en especial a los pulmones», señala Tintín.
El especialista explica que se ha observado que el índice de complicación de COVID-19 es mayor en pacientes que tienen malas condiciones de salud bucal. También se ha visto que la recuperación de los pacientes que han superado la parte crítica del virus es más rápida si su boca está en buenas condiciones. Prevenir complicaciones por el coronavirus.
Tintín recomienda que si alguien no se han contagiado de COVID-19 se realice un examen odontológico para determinar la condición de su cavidad oral. Mientras que para aquellas personas que ya han superado la enfermedad se sugiere acudir al odontólogo para que haga mantenimiento de su boca y se le derive a un tratamiento adecuado.
Tiempo de lavado
El tiempo adecuado para una buena higiene bucal es de tres y cinco minutos. Pero se recomienda que un paciente con COVID-19 debe limpiar los dientes por lo mínimo cinco minutos y cambiar de cepillo de dientes luego de dar negativo al virus.
Errores al lavar los dientes
- Mojar el cepillo antes de lavarnos los dientes. Este es uno de los errores más habituales que cometemos casi todos. Mojar el cepillo hace que este pierda fuerza y no arrastre la suciedad de una forma tan eficiente. Además, también genera más espuma, lo cual da un sensación suave y agradable, pero no permite un cepillado correcto.
- Cepillar con demasiada fuerza. A veces, tendemos a pensar que cuando más fuerte cepillemos, mejor. Esta falsa creencia puede tener consecuencias muy negativas para nuestras encías, a las que podemos causar heridas y que pueden llegar a retraerse.
- No cepillarse la lengua. Cepillar los dientes sirve para eliminar las bacterias que se generan al terminar de comer. Solemos pensar que nos lavamos los dientes para eliminar restos de comida, pero esto está muy lejos de la realidad; el objetivo del cepillado es quitar bacterias y estas se acumulan de forma importante en la lengua. Así que, ya lo sabes, no te olvides de cepillarla.
- Cepillar los dientes justo después de comer. ¿Es que no se hace así? ¡No! Cuando acabamos de comer, generamos ácido para conseguir digerir la comida. Si lavamos los dientes nada más terminar corremos el riesgo de extender el ácido por los dientes y debilitar el esmalte. Es recomendable esperar media hora para la higiene dental.
- No utilizar el hilo dental después de lavar los dientes. ¿Crees que con cepillarte es suficiente? Debes saber que entre los dientes se quedan restos de comida que no pueden ser eliminados con el cepillado. Para mantener nuestras encías en buenas condiciones y evitar caries interproximales, debemos pasar el hilo dental siempre después de cada cepillado.