POCO M4 Pro 5G
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“¿Cuál es el mejor móvil por unos 200 euros?”. Parece una pregunta sencilla, pero lo cierto es que no lo es en absoluto. 200 euros es una cifra muy competida, una cifra en la que todas las marcas quieren destacar porque es tan baja como popular. Y precisamente por eso es complicado conseguirlo. ¿Qué armas tiene POCO para conseguirlo? En cuatro palabras, POCO M4 Pro 5G.
El POCO M4 Pro 5G se presentó hace ya unas cuantas semanas y ya hemos tenido ocasión de probarlo largo y tendido para traeros este, su análisis. ¿Qué tal se comporta este interesante smartphone cuyo precio de partida es de 229,99 euros? ¿Qué es capaz de ofrecer POCO por este precio? Salgamos de dudas.
Ficha técnica del POCO M4 Pro 5G
DIMENSIONES Y PESO
- 163,56 x 75,78 x 8,75 mm
- 195 gramos
PANTALLA
- IPS/LCD de 6,6 pulgadas
- Resolución FullHD+ (2.400 x 1.080 píxeles)
- 450 nits
- Tasa de refresco: 90 Hz
- Tasa de refresco táctil: 240 Hz
- DynamicSwitch (50/60/90 Hz)
- Gorilla Glass 3
PROCESADOR
- MediaTek Dimensity 810
- GPU ARM Mali-G57 MC2
MEMORIA RAM
- 4/6 GB LPDDR4x
- Dynamic RAM
ALMACENAMIENTO INTERNO
- 64/128 GB UFS 2.2
- Ampliable con tarjetas microSD
CÁMARA TRASERA
- 50 MP f/1.8
- Gran angular 8 MP, 119º, f/2.2
CÁMARA DELANTERA
- 16 MP f/2.45
BATERÍA
- 5.000 mAh
- Carga rápida 33W
SISTEMA OPERATIVO
- Android 11 con MIUI 12.5 para POCO
CONECTIVIDAD
- Dual 5G Standby
- 4G
- Bluetooth 5.1
- WiFi 2,4/5 GHz
- USB tipo C
OTROS
- Lector de huellas lateral
- Accesos directos en el lector de huellas
- Desbloqueo facial
- Doble altavoz
- Jack de 3,5 mm
- Sensor infrarrojos
PRECIO
- 4/64 GB: 229 euros
- 6/128 GB: 249 euros
Diseño: plástico al poder
Como siempre, comenzamos hablando del diseño. Es normal que los móviles baratos estén acabados en plástico, pero hay plásticos y plásticos. El POCO M4 Pro 5G está hecho de los primeros. El dispositivo no trata de ocultar que cuesta poco más de 200 euros y se nota. Basta con sacarlo de la caja y sujetarlo para descubrir que la parte trasera no está hecha de los materiales más nobles y que el tacto es el que es.
No es desagradable, pero tampoco es el mejor acabado que hemos podido probar. Pero al César lo que es del César: es una delicia para los que, como yo, odiamos que las huellas se queden marcadas. Al tener este acabado, las huellas apenas se notan y, en ese sentido, rompo una lanza a favor de POCO.
La parte trasera es de todo, menos disimulada. Nuestro modelo es el de color azul, una suerte de azul holográfico que cambia de color en función del ángulo de la luz. En la parte superior es inevitable ver el “módulo de cámaras” que, a simple vista, podría parecer una implementación similar a la del Xiaomi Mi 11 Ultra, pero no. La zona negra de la parte superior no es un módulo, sino pintura de color negro. El acabado es exactamente el mismo que el resto de la trasera.
El módulo de las cámaras, del que hablaremos más adelante, es… para darle un tirón de orejas a la empresa. A priori podríamos pensar que tiene cuatro cámaras, pero no. Realmente hay dos lentes (un gran angular y un angular), pero el resto de “huecos” son estrictamente decorativos. En uno hay un punto rojo y en otro las letras “AI”, pero no cámaras como tales. ¿Por qué simular que tiene más cámaras de las que tiene?
Este módulo sobresale un poquito del cuerpo del terminal. No demasiado, pero sí uno o dos milímetros, lo suficiente para que baile al ponerlo con la pantalla hacia arriba sobre una mesa. No obstante, POCO ha tenido a bien añadir en la caja una funda transparente que podemos usar sin problema para solucionar este pequeño problema.
En el canto lateral tenemos los botones para subir y bajar el volumen, así como el botón de inicio que es, a su vez, el lector de huellas. Este último está en una posición cómoda para poder desbloquear el teléfono con una mano, ya seamos zurdos o diestros, pero los de volumen están demasiado arriba. De esa forma, si queremos modificar el volumen tendremos que o bien usar las dos manos o bien deslizar el teléfono hacia abajo y luego volver a reposicionarlo. El canto izquierdo está completamente limpio, salvo por el puerto para la bandeja de la SIM y la microSD.
En el canto inferior tenemos el puerto USB tipo C, un micrófono, un altavoz y, ojo, un puerto jack de 3,5 milímetros. Efectivamente, el POCO M4 Pro 5G es compatible con auriculares cableados, así que minipunto para la compañía. En la parte superior, por otro lado, tenemos otro micrófono, otro altavoz y otra cosa que no se ve todos los días: puerto infrarrojo, lo que nos permite controlar electrodomésticos (o la tele) desde el móvil.
Ya sabemos cómo es el dispositivo, así que hablemos de sensaciones. El POCO M4 Pro 5G es un móvil grandote, no cabe duda. Al fin y al cabo, es un terminal con 6,5 pulgadas de pantalla, por lo que era de esperar. Es grande y manejarlo íntegramente con una mano no es precisamente sencillo. También es un dispositivo relativamente pesado (195 gramos), aunque es una cuestión de gustos. A mí me gusta que los móviles pesen, pero insisto, depende de cada uno.
No obstante, y a pesar de tener un peso de 195 gramos, 5.000 mAh de batería y una pantalla de 6,5 pulgadas, el móvil se siente realmente equilibrado. Las cifras pueden llevarnos a engaño, ya que no se siente en absoluto un móvil demasiado “armatoste”. Sí, es grande, pero no se siente como tal. Ayuda, por supuesto, su grosor, que es de 8,8 milímetros.
En resumidas cuentas, podemos decir que el POCO M4 Pro 5G es un dispositivo que no esconde su precio y gama. Es de plástico, es grande y es lo que cabría esperar de un móvil de alrededor 200 euros. Es de agradecer que, a pesar de ser grande, se sienta equilibrado en mano, que tenga jack y que apueste por el sensor infrarrojo, aunque la decisión de poner un módulo de cámaras que simule que tiene más de las que realmente hay no nos parece la más acertada.
Pantalla: 90 Hz que salen baratos
Pasamos así a la pantalla. A pesar de que Xiaomi ha llevado la tecnología AMOLED a sus dispositivos más asequibles, POCO ha optado por un panel IPS/LCD convencional. Hablamos de una pantalla de 6,5 pulgadas con resolución FullHD+ (399 píxeles por pulgada) en formato 20:9. Nada nuevo ni sorprendente.
Lo más llamativo es su tasa de refresco dinámica de 90 Hz que, por algún motivo, viene desactivada por defecto. Siendo uno de los puntos más interesantes de la pantalla del terminal, resulta sorprendente que la compañía no haya querido hacer gala de ella nada más se encienda el móvil. En cualquier caso, activar los 90 Hz es tan fácil como ir a los ajustes y pulsar un botón.
La pantalla, en pocas palabras, es muy sencilla. Reproduce el espacio de color DCI-P3 y tiene 240 Hz de tasa de refresco táctil (por lo que la sensación de respuesta es muy alta). Desgraciadamente, el panel no es compatible con HDR, pero tampoco es que sea algo particularmente frecuente en estos rangos de precios.
Tiene un brillo máximo de 450 nits, pero es capaz de subir un poquito más cuando le da la luz de pleno. En cualquier caso, no es el brillo más alto del mercado y es posible que echemos de menos algo más potencia al usarlo en días soleados (algo que, todo sea dicho, no abunda en el momento en que se escriben estas líneas).
Hablando de visibilidad, el panel viene bien calibrado de fábrica, pero siempre podremos ajustar la temperatura del color manualmente desde los ajustes. Los ángulos de visión son buenos, pero si inclinamos el dispositivo veremos que los bordes más cercanos al eje se quedan un poquito grisáceos. Nada preocupante, pero nunca está de más comentarlo.
El panel ocupa un buen porcentaje del frontal (alrededor del 85%, que no está mal) gracias, en parte, a la perforación de la zona superior. Eso, sin embargo, no significa que los bordes no se hubieran podido aprovechar mejor. En la parte inferior tenemos una barbilla generosa y en la parte superior y los laterales el marco es completamente visible. Es algo normal en los paneles IPS/LCD y, de alguna forma, perdonable en estos rangos de precios.
En cualquier caso, y siempre teniendo presente que estamos hablando de un teléfono de 230 euros, podemos decir que la pantalla es suficiente. No es la más completa, pero se ve bien (salvo cuando la luz le da de lleno en día soleados), es grande, tiene una resolución correcta y ofrece 90 Hz para disfrutar de ese extra de fluidez. No es la mejor pantalla del mercado, pero es más que suficiente si tenemos en cuenta la foto global.
Sonido: nada del otro mundo
Y ahora que hablamos de la pantalla, completemos el apartado multimedia y hablemos del sonido. El POCO M4 Pro 5G nos ofrece dos altavoces, uno arriba y otro abajo, y su rendimiento es suficiente, pero sin llegar a deslumbrar. Estamos en las mismas que antes: por 230 euros de partida está bien, pero no le podemos pedir peras al olmo.
Podremos escuchar música y podcasts sin problemas, así como ver películas, vídeos o directos en Twitch, aunque el volumen máximo no es tan alto y, realmente, tampoco compensa, ya que satura en exceso el sonido. Las llamadas se oyen bien, aunque uno o dos puntitos más de volumen no le habrían venido nada mal.
En cualquier caso, el dispositivo tiene jack de auriculares y conectividad Bluetooth 5.1, por lo que siempre tendremos la opción de conectarle unos auriculares completamente inalámbricos o cableados y escuchar con la mejor calidad que puedan darnos. Dicho de otra forma, el POCO M4 Pro 5G tiene un sonido suficiente que se solventa gracias al jack de auriculares.
Rendimiento: lo esperable (en todos los sentidos)
Ahora que ya conocemos el dispositivo por fuera, vamos a sacar el bisturí, a echar un vistazo al motor y a ver cómo se comporta. El POCO M4 Pro 5G monta un procesador MediaTek Dimensity 810. Este ha sido desarrollado con un proceso de seis nanómetrose incorpora ocho núcleos, dos Cortex-A76 a 2,4 GHz y seis Cortex-A55 a 2 GHz, además de la GPU Mali-G57 MC2 y un módem 5G compatible con redes 5G NSA y SA. Es decir, que el POCO M4 Pro 5G es un dispositivo compatible con redes 5G, algo que no está nada mal por este precio.
A su lado hay cuatro o seis gigas de memoria RAM LPDDR4x (nuestro modelo es el de seis gigas) y 64 o 128 GB de almacenamiento interno UFS 2.2 ampliables hasta 1 TB mediante tarjetas microSD. Nuestro modelo es el de 6/128 GB. Recordemos que hay dos versiones: 4/64 GB por 229,99 euros y 6/128 GB por 249,99. Por 20 euros más, realmente compensa ir a por el modelo superior. Para los que se dejen llevar por los benchmarks, he aquí los resultados pertinentes:
El rendimiento del smartphone es bueno. Si bien es cierto que el MediaTek Dimensity 810 es de lo más básico que tiene MediaTek en su categoría de plataformas 5G, que 6 GB de memoria RAM no es la cifra más alta y que la tecnología de almacenamiento tampoco lo es, el dispositivo sabe sacar pecho y moverse con relativa soltura. No tiene la fluidez de un gama alta, pero tampoco estamos pagando por ello.
El tiempo de apertura de las aplicaciones es correcto y el rendimiento es bueno. Es posible jugar a juegos pesados, como ‘Genshin Impact’, así como a títulos más modestos como ‘Brawl Stars’ o ‘Pokémon Unite’. Lo que sí he notado es en que juegos más pesados, como ‘Pikmin Bloom’ (fuera máscaras, estoy enganchado a plantar flores mientras paseo), hay algún que otro tirón, pero nada preocupante. Tampoco hemos notado que se caliente en exceso.
Sea como fuere, en aplicaciones del día a día no hemos tenido ningún tipo de problema. WhatsApp, Twitter, Instagram, Gmail, Chrome… todas estas apps se mueven con soltura y, gracias a los 240 Hz de tasa de muestro táctil, la sensación es que el móvil responde realmente bien a nuestros toques. Es un buen dispositivo en este sentido, simple y llanamente.
A nivel de conectividad, el POCO M4 Pro 5G cuenta con WiFi 5 (una pena que no sea WiFi 6), Bluetooth 5.1, 5G NSA y SA, dual SIM y NFC. Esto está bastante bien, ya que podemos usar el móvil para pagar de forma inalámbrica a través de Google Pay. Salvo por la falta de WiFi 6, el dispositivo es bastante completo.
Software: MIUI siendo MIUI
Corriendo por las venas de este POCO M4 Pro 5G tenemos MIUI 12.5 for POCO basado en Android 11. Por el momento, Android 12 se queda reservado a unos cuantos terminales, pero cabe esperar que este modelo se actualice tarde o temprano a la nueva versión de Android. Dicho esto, y como era de esperar, MIUI 12.5 está lleno de añadidos y apps preinstaladas que aportan entre poco o nada.
Nada más encender el teléfono tendremos instaladas Facebook, Booking, TikTok, eBay, Agoda, LinkedIn, AliExpress y Amazon Music, entre otras. También tendremos instalados ocho juegos, entre ellos ‘Lords Mobile’ y ‘PUBG’, a los que tendremos que sumar las aplicaciones promocionadas que podemos activar en las carpetas, toda la suite de herramientas de Xiaomi y toda la suite de apps de Google. Vamos, que tiene bloatware para dar y regalar. Es algo típico de Xiaomi, sin duda, pero no es excusa. Por suerte, todas las apps preinstaladas se pueden desinstalar.
MIUI va bien (aunque no tan fina como versiones anteriores, algo que ya hemos notado en otros dispositivos de Xiaomi) y ofrece un sinfín de opciones de personalización, como los temas. También tiene apps interesantes, como la de radio FM y el mando a distancia, que nunca sobran, así como un limpiador de memoria.
Es un sistema operativo que nos permite hacer casi cualquier cosa, siempre y cuando estemos dispuestos a dedicarle algo de tiempo para comprender todos sus menús y opciones. Tiene cajón de aplicaciones, algo que yo, personalmente, echo de menos en MIUI, pero no cuenta con los Super Wallpapers de otros modelos de Xiaomi o pantalla Always On, que es comprensible teniendo en cuenta que es una pantalla IPS y no AMOLED.
En resumidas cuentas, es un sistema operativo solvente, capaz y suficiente. Se mueve bien y la experiencia es buena, pero lo cierto es que se echa en falta un pelín más de potencia. No obstante, y teniendo en cuenta su precio, poco más se le puede pedir. Para un uso normal, MIUI 12.5 for POCO va más que sobrado.
Biometría: si algo funciona, no lo toques
Pasamos así a hablar de la biometría. El POCO M4 Pro 5G nos ofrece dos opciones: lector de huellas lateral y desbloqueo facial en dos dimensiones. El lector de huellas lateral se puede configurar de dos formas, “toque” o “pulsación”, siendo la primera la que viene configurada por defecto. Yo recomiendo encarecidamente que lo cambies a “pulsación”, ya que con la opción “toque” es frecuente que el sensor detecte pulsaciones involuntarias y nos obligue a meter el código. En cualquier caso, funciona muy bien.
El desbloqueo facial en dos dimensiones, por su parte, es como todos los desbloqueos faciales en dos dimensiones. Funciona bien cuando la luz abundao es relativamente tenue, pero es completamente inútil cuando estamos a oscuras porque, simple y llanamente, la cámara no nos puede ver. No está mal tenerlo configurado, aunque lo más probable es que acabemos usando siempre el lector de huellas porque es más cómodo.
Batería: un gigante que aguanta
Seguimos hablando de la batería, el que sin lugar a dudas es uno de los mejores apartados del POCO M4 Pro 5G. Ser un móvil grandote tiene sus ventajas y es la posibilidad de incorporar 5.000 mAh de batería, que se dice pronto. Además, es compatible con carga rápida de 30W y el cargador necesario para aprovecharla está incluido en la caja.
Es un monstruo, en pocas palabras. Es de esos móviles a los que cuesta gastarles la batería. Haciendo un uso normal, como podría ser ver películas, usar redes sociales, echar alguna que otra partida, hacer fotos y demás, es muy fácil llegar a los dos días de vida.
Capturas batería
Durante el periodo de análisis no ha habido un solo día en el que haciendo el uso que hago de mi móvil personal haya conseguido acabarle la batería. Es, simple y llanamente, una gozada. Si la batería es algo que te preocupe, tranquilidad, porque con el POCO M4 Pro 5G estarás más que servido.
En cuanto a la velocidad de carga, el dispositivo se carga al 50% en algo más de media hora y por completo en poco más de una hora, así que los 30W son la guinda del pastel. Es una mejora sustancial con respecto al POCO M3 Pro, que tenía 5.000 mAh y 18W de carga rápida y tardaba en cargarse unas dos horas. Ahora tenemos la misma autonomía, pero una velocidad de carga superior.
Cámara: cuatro parecen, solo dos son
Nos acercamos al final del análisis y toca hablar de la cámara. Como indicábamos en los apartados anteriores, el POCO M4 Pro 5G tiene un módulo de cámaras un tanto tramposo, ya que parece que tiene cuatro cámaras cuando realmente tiene dos. Y es curioso, desde luego, porque tener dos cámaras no es malo per se. ¿Para qué poner más cámaras cuando al final se usan siempre dos?
POCO ha sido valiente al optar por solo dos cámaras, un angular y un gran angular. No está mal. No hace falta dar más y más por el mero hecho de dar. Llevamos tiempo viendo móviles con cuatro cámaras a costa de que dos no se usen, normalmente un macro y un sensor de profundidad. Optar por solo dos cámaras es una decisión valiente y no hacía falta “simular” que el móvil tiene más.
El conjunto, por lo tanto, queda compuesto de la siguiente forma:
- Principal: sensor Samsung ISOCELL S5KJN1 de 50 megapíxeles, 1/2,56 pulgadas, píxeles de 0,64 micras, apertura f/1.8 y PDAF.
- Gran angular: sensor Sony IMX355 de 8 megapíxeles con apertura f/2.2.
- Cámara delantera: sensor OmniVision OV16A1 de 16 megapíxeles con píxeles de una micra y apertura f/2.5.
Como podremos intuir por las cifras, el POCO M4 Pro 5G no saca fotos de 50 megapíxeles en modo automático, sino que hace uso de la tecnología de combinación de píxeles para sacar fotos de 12,5 megapíxeles. En cualquier caso, podemos activar este modo manualmente.
La app de cámara es exactamente la misma que encontramos en otros móviles de Xiaomi. Es fácil de usar, intuitiva y funciona con bastante soltura. No hay novedades interesantes que abordar. Es una aplicación sencilla y sin complicaciones, algo a lo que Xiaomi nos tiene más que acostumbrados. Dicho lo cual, veamos qué tal se comporta.
Cámara trasera
Cuando la luz acompaña, el POCO M4 Pro 5G consigue sacar fotos decentes, pero sin llegar a hacer maravillas. Es una cámara correcta, pero sin más. Las fotos, por norma general, tienden a salir algo más oscuras de la cuenta, con colores algo planos, pero las luces altas y las sombras, en líneas generales, están bien gestionadas.
Si forzamos el HDR, la imagen recupera algo de viveza y luz y, de alguna forma, tiende a salir mejor. El HDR automático tiende a funcionar bien en escenas poco complejas como las superiores, por lo que recomiendo dejarlo activado como normal general. Eso sí, se aprecia una pérdida de detalle considerable.
Este mismo patrón se repite con el gran angular. Como era de esperar y como es normal en la inmensa mayoría de smartphones, el gran angular es un sensor de menor resolución y menos luminoso, por lo que perdemos detalle. La foto, de nuevo, es correcta, aunque tiende a salir algo plana y subexpuesta.
Activando el HDR, de nuevo, conseguimos que la foto tenga algo más de viveza y luz. El nivel de detalle, curiosamente, es algo más bajo, pero en líneas generales la foto es más vistosa y visualmente atractiva que si no usamos el HDR. Así pues, la misma recomendación que antes: dejad el HDR automático encendido y que la app de cámara decida.
Como no podría ser de otra forma, el sensor principal de 50 megapíxeles puede forzarse para que dispare en la máxima resolución posible. Haciéndolo perdemos el HDR, pero ganamos bastante en nivel de detalle. Las líneas están mucho mejor definidas y podremos ampliar sin que la imagen se pixele más de la cuenta. Es un modo que conviene usar si la luz acompaña y tenemos intención de editar la foto a posteriori.
El rendimiento de la cámara de noche es correcto, más que correcto para un dispositivo de esta categoría, al menos en cuanto a nivel de detalle. Los colores siguen estando algo apagados y hay una dominante rojiza evidente, pero quizá sea cuestión de pulir la cámara mediante software.
El HDR consigue recuperar los colores y eliminar esa dominante roja de la que hablábamos antes, pero lo hace a costa de aumentar un poquito la claridad y el contraste y, en el camino, reduciendo el nivel de detalle de algunas texturas. En esta foto en particular, se puede ver claramente en las hojas de los árboles.
Como era de esperar, el gran angular de noche deja un poquito que desear. Es algo normal en casi todos los smartphones y en este no iba a ser menos. Es un sensor mucho menos luminoso y con menos resolución, por lo que perdemos detalle y aparece cierto efecto acuarela en los elementos lejanos. ¿Servirá para echar alguna que otra foto puntual? Sin duda, pero en líneas generales es mejor usar el angular estándar.
Si activamos el HDR con el gran angular obtenemos un resultado aún peor en casi todas las situaciones. No solo se pierde una enorme cantidad de detalle (para muestra, un botón), sino que la foto sale extremadamente lavada y los colores muy empastados. Todo apunta a un problema de software en el procesado.
En lo que al modo noche se refiere, el rendimiento es bastante bueno y, realmente, es una pena que no se active automáticamente. Somos nosotros los que tenemos que activarlo manualmente y a la vista está que conviene hacerlo. La imagen sale mucho mejor, más nítida, con mejor iluminación y con la dominante roja algo más controlada. A mí, personalmente, también me gusta que el resultado no sea tan artificial como en otros móviles de Xiaomi.
En las imágenes inferiores tenemos a la izquierda la foto sin modo noche y a la derecha la misma foto, pero con este modo activado. Podemos comprobar que la dominante rojiza hace acto de presencia en casi todos los escenarios, pero también cómo la foto tiene mejor iluminación, más contraste y más detalle. En pocas palabras, recomiendo usarlo siempre en la medida de lo posible.
Cámara delantera
La cámara delante tiene un rendimiento suficiente cuando la luz es buena. El nivel de detalle del sujeto es bastante bueno, pero sin el HDR es posible que algunas zonas aparezcan quemadas o demasiado oscuras. No obstante, su rendimiento nos ha parecido correcto y podemos concluir que es un selfie que se disfruta.
Si activamos el HDR se mejora la exposición global de la foto (fijémonos en que las zonas quemadas de la frente han desaparecido), pero se pierde bastante detalle. Puede verse claramente en el pelo y en las hojas de los árboles de detrás.
El modo retrato ofrece un nivel de detalle similar al que conseguimos con el modo selfie sin HDR, es decir, correcto. Al perder el HDR nos enfrentamos a que la foto salga algo quemada, sobre todo el fondo, pero en términos globales está bien. El recorte es relativamente preciso, aunque pueden aparecer artefactos en las zonas más complejas, como en este caso es el pelo del chaquetón.
De noche la cámara selfie consigue mantener la compostura, aunque es evidente que no consigue los mismos resultados que de día. El nivel de detalle es menor, pero las luces están bien gestionadas y los colores, dentro de que el amarillo suele ser un color dominante de noche, están bien representados. Sin hacer maravillas, el POCO M4 Pro 5G se comporta.
Con el HDR vemos el mismo patrón que en las fotos anteriores. El dispositivo consigue levantar ligeramente algunas sombras, pero añade ruido y grano a la foto en general. Esto no es necesariamente malo, ya que a simple vista, gracias al grano, el nivel de detalle es más alto. Sin embargo, si ampliamos veremos que los colores están más empastados y que la foto está, realmente, más pixelada.
Sin sorpresas en el modo retrato. La foto tiene el mismo nivel de detalle que el conseguido con el modo selfie sin HDR, por lo que está, sencillamente, bien. El recorte es preciso, incluso en zonas complejas como el pelo del abrigo (y aquí había una doble dificultad debido a la complejidad del fondo). Sin ser el mejor modo retrato del mercado, es correcto.
Vídeo
Ya hemos visto cómo rinde la cámara echando fotos, así que pasemos al vídeo. Spoiler: regular. Regular tirando a mal. La cámara solo graba en FullHD a 60 FPS y no tiene estabilización. Para poder acceder a ella hay que grabar a 30 FPS. El nivel de detalle es regular y la calidad global del vídeo es pobre, ya grabemos con el angular o con el gran angular. No es una cámara de vídeo que se disfrute.
POCO M4 Pro 5G, la opinión de Xataka
Llegados a este punto, podemos concluir que el POCO M4 Pro 5G es casi todo lo que cabría esperar de un móvil de 200 y pico euros. No es el mejor en nada, pero tampoco defrauda en ningún aspecto en términos globales. El dispositivo nos ofrece una pantalla generosa, un rendimiento correcto, una cámara suficiente y una batería abismal, que es casi todo lo que se le puede pedir a un móvil de esta categoría.
¿Podría ser mejor? Sin lugar a dudas, podría. Personalmente, el acabado de la trasera no me ha terminado de convencer y la cámara no es de esas que haya disfrutado usando. Si nos ponemos tiquismiquis podemos sacarle todos los fallos que queramos y más, pero no podemos perder de vista el precio.
Y es ahí donde está precisamente el problema. Por 229,99 euros de base, el POCO M4 Pro 5G es un terminal solvente, pero es que por 40 euros más tenemos el POCO X3 Pro, que es mucho más potente, tiene una pantalla de 120 Hz y más opciones en la cámara. No solo eso, sino que por 249,99 euros, que es lo que vale el modelo de 6/128 GB, tenemos el Redmi Note 10 Pro con pantalla OLED, procesador Snapdragon 732G y una cámara todavía más potente.
El catálogo de Xiaomi es confuso y, realmente, es complicado encontrar una razón de ser al POCO M4 Pro 5G. Está dirigido a aquellos usuarios que tengan un presupuesto de 230 euros como máximo, quieran un diseño diferente y llamativo, conectividad 5G y no necesiten la potencia y la pantalla que ofrecen las opciones mencionadas anteriormente. De cada usuario depende poner las prestaciones en una balanza y decidir.