Planchar menos con la guía de compra tecnológica
Planchar menos con la guía de compra tecnológica. Lavar con pocas prendas, colgarla en una percha nada más sacarla de la lavadora, tender estirando y siguiendo las costuras… hay varias estrategias que puedes seguir para no planchar, pero la verdad sea dicha: hay camisas y trajes que se resisten y al final toca desempolvar la tabla. Si odias planchar, la tecnología acude al rescate: en esta guía de compra encontrarás soluciones para planchar menos (o con menos esfuerzo) y de forma efectiva para tener tu ropa impecable. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Planchar menos con la guía de compra tecnológica
Hay quien dice que lo de planchar se remonta a la dinastía Shang, primero como instrumento de tortura para quemar la piel de los prisioneros y después, con las dinastías Han y Qin, reconvertida como un instrumento para alisar la ropa. En Europa las primeras referencias son del siglo IV a.C. en la antigua Grecia, donde eran los esclavos los que solían pasar un cilindro metálico caliente sobre el lino para eliminar arrugas y marcar los pliegues.
A lo largo de los siglos las civilizaciones han empleado diferentes artilugios para eliminar las arrugas valiéndose de peso y calor. Pero la plancha moderna tal y como la conocemos, es decir, eléctrica, data de 1882, cuando Henry W. Seely presentó los planos en la oficina de patentes de Nueva York.
Eran tiempos en los que la red eléctrica no estaba completamente desplegada y se centraba esencialmente en la iluminación, así que hicieron falta varias décadas hasta que su uso se popularizó en el ámbito doméstico, allá por los años 50. En ese lapso de tiempo, se habían introducido mejoras a las que hoy en día estamos habituados, como el termostato o el depósito dispensador de vapor.
Mucho ha llovido desde entonces, se han depurado diseño, han bajado precios, se ha democratizado tecnologías que facilitaban el planchado y existen un montón de opciones que puedes comprar. Como buena millennial, he crecido esencialmente con tres tipos de plancha:
la clásica plancha básica de vapor. Barata y fácil de usar, simplemente conectándola a la corriente, regulando la temperatura y añadiendo agua en el depósito para mantener a raya las arrugas más difíciles. Es la más común.
Las planchas de viaje son más compactas y sirven para llevar en la maleta, solucionando el problemilla de las arrugas fruto de llevar la ropa doblada en nuestro equipaje.
Para quienes planchan con frecuencia y buscan los mejores resultados, los centros de planchado. Cuentan con un depósito independiente de mayor capacidad que permite contar con un extra de vapor siempre listo para usar y, como no lo llevan integrado, son más ligeras.
Naces, creces, planchan tu ropa tus progenitores y un día te independizas, ¿y ahora qué? Aunque hay unos cuantos trucos para no tener que planchar o al menos, planchar lo menos posible, tarde o temprano toca enfrentarse a esta ardua tarea. No desesperes: la tecnología acude al rescate.
Planchado vertical: planchas y centros de planchado
Si no tienes demasiado tiempo o no te gusta planchar pero no quieres ir con la ropa llena de arrugas, entonces el planchado vertical podría interesarte.
Esencialmente es apuntar con una pistola de vapor (por factor de forma, parece más un taladro) a cierta distancia a la prenda que quieres planchar, que previamente habrás colocado en una percha, aunque también puedes usarla en horizontal.
Este tipo de planchado presenta ciertas ventajas frente al formato tradicional, como por ejemplo que se adapta mejor a cualquier tipo de ropa y sus «percances» como los botones o cremalleras, no necesitas una tabla de planchar, con lo que ahorras espacio y te olvidas de esa postura, pudiendo colgar la prenda en cuestión en una percha a tu altura y al no tener contacto directo con la prenda, minimizas la posibilidad de potenciales accidentes.
Si tienes un perchero o un «burro» para colgar la ropa y planchas de vez en cuando, entonces podrías apañarte con una plancha vertical:
Este modelo de Ufesa (39 euros) tiene una potencia de 1700W, suministra de forma constante vapor a 25 g/min y la tienes lista en unos 40 segundos.
Sirve tanto para reducir arrugas como para desinfectar y desodorizar la ropa. Con un cómodo cable de 2 metros y un depósito de 220 ml. Con cepillo para los tejidos más gruesos
Otra opción fácil de usar es la Rowenta DR8150D1 Access Steam+ (49 euros), con algo menos de potencia (1600W) y un depósito ligeramente más pequeño (190 ml). Eso sí, a cambio suministra un chorro de vapor más generoso de 26 g/min y también la tendrás lista en 40 segundos.
Con largo cable de 3 metros y un manejo muy intuitivo, destaca por incluir cinco accesorios para tejidos gruesos, prendas delicadas, un gancho para colgarla, pinza para la raya del pantalón y una bolsa para guardarlo todo.
Centros de planchado
Si los centros de planchado clásicos eran la solución más interesante para quien plancha mucho y busca los mejores resultados en el ámbito doméstico, esta propuesta también tiene su homólogo en formato vertical con los centros de planchado.
En este caso tampoco hay una plancha al uso, sino un cepillo de planchado similares a la boquilla de un aspirador, pero a la inversa: en lugar de succionar, escupen vapor que alisa las prendas. De esta forma ganamos en ergonomía y el planchado es más rápido. ¿Cómo elegir un buen centro de planchado?
Diseño de la percha y del cepillo, lo que te permita operar lo más cómodamente posible. En este sentido, busca una percha ajustable a diferentes alturas y un cepillo de planchado ergonómico y ligero. Se trata de una compra que teóricamente durará muchos años, así que la calidad de los materiales y acabados es importante.
Qué accesorios incluye: perchas, cepillos para prendas gruesas/delicadas, pinzas, depósitos adicionales…Que tenga muchos accesorios es una buena noticia, pero asegúrate de que vas a usarlos porque igual no necesitas tanto.
La potencia de planchado, medida en Vatios (W), responsable de la velocidad de calentamiento del agua para convertirla en vapor y de la fuerza con la que sale despedida a través de los agujeros del cepillo de planchado. Cuanta más potencia, mejor para lograr unos resultados óptimos.
Este minimalista y funcional centro de planchado Taurus Sliding Care Non Stop (119 euros) ofrece un gran flujo de vapor de 130g/min que lanzará desde su depósito de 2 litros de capacidad gracias a sus 2.500W de potencia, una ficha técnica muy potente para lo que cuesta.
Viene con un accesorio para prendas delicadas y lo mejor, su base es desmontable y multiposición, lo que te permite usarla por partes o ajustarla a tus necesidades. Un centro básico en cuanto a accesorios, pero muy solvente y ajustable para lograr planchados ágiles y de calidad.
La marca especializada en limpieza al vapor cuenta con este Polti Vaporella Vertical Styler GSF60 (119 euros), un centro de planchado vertical que tendrás listo en menos de un minuto. Con 1800W de potencia, depósito de volumen de 2 litros y una estructura ajustable de aluminio, dispara vapor para planchar tus prendas con un caudal de 34 g/min. Con un cómodo mango y seis ajustes de vapor.
Diseño también muy atractivo y funcional el del Philips ComfortTouch Plus GC558/30 (129 euros), que además es ajustable para mayor comodidad. Incluye accesorios para mejorar los resultados, guante de protección y un cabezal que proporciona fragancias a la ropa.
Con una potencia de 2000W y cinco ajustes, es capaz de proporcionar un caudal de vapor de 40 g/minuto desde su depósito de 1.8 Litros.
Si tienes poco espacio y vas a dejarlo a la vista, el Rowenta Pro Style Care IS8460 (139 euros) entra por los ojos, lo que ya es bastante para un centro de planchado.
Además va bien surtido de accesorios para dejar tu ropa perfecta: cepillo para tejidos gruesos y prendas delicadas, pinza para la raya del pantalón, quitapelusas y guante para proteger tu mano.
Hablemos de su capacidad para planchar la ropa: con una potencia de 1800W, calienta el vapor procedente de su depósito de 1,3L en aproximadamente 45 segundos con el que podrás alisar la ropa con un caudal de 35 g/min
Armario de vapor LG Vapor Cleaner Styler
Los centros de planchado vertical sirven para alisar la ropa, eliminar olores y desinfectar gracias al vapor. Ya hemos visto sus ventajas frente al planchado tradicional, pero hay una espinita que sigue ahí: es un proceso manual que tienes que hacer tú mismo.
Si quieres olvidarte completamente de planchar, entonces hay un electrodoméstico para ti, pero te advertimos que no es barato: el LG Vapor Cleaner Styler (977 euros) es un armario de vapor conectado que, además de eliminar arrugas, seca la ropa, la refresca y la higieniza.
Un cuatro en uno que pudimos probar a fondo, lo que nos permitió descubrir sus fortalezas y virtudes. No tiene la capacidad de secado de una secadora y sus resultados no son tan buenos como los de la plancha, pero la versatilidad y comodidad son innegables, ya que se puede controlar incluso desde el móvil, donde incluso puedes descargar programas personalizados.
Pero hay letra pequeña, inversión aparte: tienes que colocar la ropa cuidadosamente doblada en su interior, y eso requiere de tiempo. Con todo, este electrodoméstico premium y «de capricho» puede ser muy interesante para personas cuyo vestuario habitual es especialmente delicado.
Cambia tu estrategia y compra tejidos que no se arrugan
Otra opción para no planchar pasa por renovar el vestuario con prendas que no se arrugan, una idea que suena poco prudente para hacer de golpe, pero interesante en el medio largo plazo. Y es que aunque hay prendas como las camisetas con las que puedes salvar la papeleta de planchar si tiendes y doblas bien, pero hay otras como las camisas en las que no te escapas.
Para ese contexto hay proyectos tan interesantes como la firma española de ropa Sepiia, que además de no arrugarse, repelen las manchas. Vamos, un combo ganador para las bodas.
Están fabricadas 100% poliéster técnico antibacteriano reciclable y para esquivar las manchas cuentan con un tratamiento que produce una nanoestructura en forma de capa, de modo que las moléculas de los líquidos «resbalen» sobre este y no se queden. Su estructura textil y la naturaleza del material evitan las arrugas.
Sepiia comercializa camisas, camisetas y polos, e incluso se ha aliado con la marca El Ganso para lanzar una colección.
Un must en cualquier armario es una camisa básica blanca lisa y Sepiia la tiene tanto para hombres (79 euros) como para mujeres (69 euros), con un corte clásico de lo más ponible.