“El papel negociador de Noruega en los acuerdos de paz de Colombia valió el respeto de todas las partes, incluidos los gobiernos de Cuba y Venezuela”, indicó Leiv Marsteintredet, profesor noruego de Política Comparada de la Universidad de Bergen.

El foco negociador regresó de nuevo a Noruega. Esta vez por la crisis venezolana.

La delegación del gobierno de Nicolás Maduro es formada por el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez; y el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, mientras que por la oposición están el segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN), Stalin González; el exdiputado Gerardo Blyde y el exministro Fernando Martínez Mottola.

En principio, el acuerdo es hablar por separado con los mediadores noruegos y luego un encuentro entre las dos comisiones (hasta el cierre de esta edición este último objetivo no se confirmaba).

El punto de partida de la oposición es el mismo de las fracasadas negociaciones anteriores: convocar a elecciones libres y democráticas. El gobierno, por el contrario, asegura llegar con la agenda abierta, pero no contempla los comicios presidenciales.

Según la última encuesta de Datanálisis, Maduro tiene el 12,9% de respaldo popular, frente a 56,5% del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.

Las dos delegaciones tenían previsto retornar este jueves mismo a Caracas.

Los obstáculos de los diálogos

Las reuniones en Noruega se dan en medio de la nueva embestida revolucionaria contra el Parlamento.

En cifras 3 diputados están encarcelados, 11 exiliados, 8 escondidos, 5 protegidos en embajadas, 3 desincorporados y 2 con medidas cautelares. Además de Edgar Zambrano, el primer vicepresidente de la AN, que fue detenido la semana pasada.

De acuerdo con el portal Alnavio, el principal obstáculo para el avance de la iniciativa de Noruega es la desconfianza absoluta que el Parlamento mantiene sobre las intenciones del gobierno.

Para los opositores, el chavismo ha usado las negociaciones para ganar tiempo ante la división interna entre los distintos partidos de la Unidad Democrática.

El líder opositor, Juan Guaidó, por su parte, insiste en que no se prestará para un nuevo “falso diálogo” y que no habrá elecciones con Maduro en el poder. “Primero debe cesar la usurpación”, indicó Guaidó. (I)