Luis Napoleón Dillon, la cuna de contadores

El Luis Napoleón Dillon tiene como objetivo central fomentar valores a sus estudiantes para ser “señores y señoritas contadores”. Con ese principio ha educado a muchas generaciones de profesionales contadores desde 1951.

La institución fundamenta su prestigio en el respeto y honestidad, así como en el cumplimiento del perfil de salida del bachiller técnico en servicios contables.

Esta benemérita institución oferta el Programa del Diploma de Bachillerato Internacional, que otorga a los alumnos oportunidades para que incursionen en los estudios superiores con habilidades y destrezas de alto nivel. Para cumplir esta estrategia intervienen docentes con una preparación y capacidad adecuadas.

El fin es proporcionar a los chicos los conocimientos necesarios y ayudarlos a mejorar su capacidad crítica.

Su rectora, Narcy Recalde, expresa que la primera vez que ingresó al colegio, vio la falta de espacios de recreación, por lo que tuvo la iniciativa de cambiar la imagen de la institución. Y así lo hizo: el Dillon cuenta hoy con infraestructura para realizar actividades pedagógicas y recreativas. Pero el sueño continúa: “El plantel pronto contará con aulas y más herramientas tecnológicas de trabajo para mejorar e impulsar el estudio de los alumnos”.

Historia y retos

El Dillon es una entidad educativa pública que abrió sus puertas el 19 de octubre de 1951, con el propósito de formar tecnólogos en contabilidad. A partir de 2015, el colegio tuvo la oportunidad de ofrecer el Programa del Diploma de Bachillerato Internacional. Dos promociones ya han completado satisfactoriamente sus estudios.

Los retos del Dillon, como primer centro especializado en contabilidad, son fortalecer la Educación General Básica, el Bachillerato Internacional e impulsar la inclusión de la familia Dillon. (I)