Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, está de visita en Pekín, donde se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping. Este viaje supone la antesala a una nueva cumbre con Estados Unidos para hablar sobre desnuclearización, anunciaron los medios norcoreanos y chinos.
No obstante, para los analistas, la visita de Kim quiere enviar un mensaje claro.
“Kim Jong-un no se siente confiado acerca de su segunda cumbre con Trump, por lo que está tratando de cortejar a su contraparte china”, detalló Zhao Tong, del Centro Carnegie-Tsinghua en Beijing. “Es decir, esto envía un mensaje: Que, incluso si EE.UU. no coopera, incluso si mantienen las sanciones económicas, Corea del Norte todavía puede hacerlo bien con el apoyo de China”.
Durante su discurso de Año Nuevo, Kim hizo la advertencia pública: “Si EE.UU. no cumple la promesa que hizo ante los ojos del mundo (…) y los intentos de imponer unilateralmente algo sobre nosotros y persistir en imponer sanciones y ejercer presión contra nuestra república, podemos vernos obligados a encontrar una nueva forma para de defender la soberanía”.
De acuerdo con The Washington Post,la amenaza se puede leer de dos maneras: que Corea del Norte puede volver a desarrollar agresivamente su programa de armas nucleares, o que puede encontrar otros países con los cuales trabajar.
Detalles de su estadía
La agencia estatal KCNA corroboró que Kim viaja junto a su esposa, Ri Sol-ju, y representantes del partido único, del gabinete y del Ejército. Su estadía concluirá mañana.
Este viaje, el cuarto de Kim a China en el último año, hace pensar que el encuentro antecedería a una segunda reunión entre el joven líder y el presidente Donald Trump, después de que ambos hayan mostrado su voluntad de celebrar un segundo encuentro para desatascar el proceso de desnuclearización. (I)