La reforma constitucional no es prioridad para presidente chileno

Las movilizaciones en Chile no cesan. Las medidas anunciadas por el gobierno de Sebastián Piñera son insuficientes para frenar el estallido social en el país sudamericano convulsionado hace 14 días, en medio de la mayor crisis desde el regreso a la democracia.

Consultado sobre la posibilidad de una nueva Constitución para solucionar la crisis, el jefe de Estado no descartó ningún cambio estructural o abrirse a otras opciones. No obstante, indicó que ahora su prioridad es restablecer el orden público.

“Voy a ser claro, nuestras prioridades son restablecer y resguardar el orden público, la paz de los ciudadanos, proteger sus bienes, terminar con el vandalismo, la delincuencia y violencia desatada que hemos conocido” en los últimos días, mencionó el gobernante tras visitar a funcionarios de Carabineros heridos en las manifestaciones.

Piñera apunta a “impulsar con urgencia la nueva agenda social, que recoge las principales demandas de nuestros compatriotas, mejorar las pensiones, congelar o bajar las tarifas de los servicios públicos, mejorar el ingreso de nuestros trabajadores y muchas cosas más”.

De esta manera, el Mandatario responde a las palabras del presidente de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, quien aseguró que es necesaria una nueva Constitución para dar una respuesta a las demandas de la ciudadanía.

Para el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, una de las formaciones que integran el gobierno, la reforma constitucional podría ayudar a desactivar la protesta.

“Cada vez es más fuerte la idea de que hay que revisar la Constitución. Eso es legítimo y creo que hay que conversarlo”, mencionó.

Las protestas en Chile comenzaron el pasado 17 de octubre por la cuarta subida del pasaje del Metro de Santiago en pocos meses, pero crecieron rápidamente para denunciar la desigualdad social.

Piñera presentó una agenda social y remodeló el gobierno para dar respuesta a los chilenos, pero las manifestaciones continúan. Los ciudadanos demandan cambios estructurales que mejoren su calidad de vida, una nueva Constitución y la renuncia del mandatario.

Las protestas llegaron ayer frente al palacio de Gobierno La Moneda, sin que la Policía les impidiera el acceso a la parte frontal del edificio.

La marcha se realizó en el contexto de un llamado a huelga general hecho por la plataforma Unidad Social, que incluye a 70 organizaciones sindicales y sociales.

A pesar de que la manifestación no tenía permiso de las autoridades, como ninguna de las que realizaron en los últimos días de protestas, Carabineros no reprimió a los ciudadanos como sí ocurrió en ocasiones anteriores.

En estas dos semanas, 20 personas murieron, 1.132 resultaron heridas y 3.535 fueron detenidas. Además, el Instituto Nacional de Derechos Humanos denunció abusos de las fuerzas de seguridad contra los arrestados que incluirían torturas y vejaciones, entre otros abusos.

Cumbres canceladas

Los problemas de orden público obligaron a que Piñera cancelara las cumbres de líderes del Foro de Cooperación del Asia Pacífico (APEC) y la del clima COP-25 previstas para este año en Santiago.

“Nuestro gobierno, con profundo dolor, porque este es un dolor para Chile, resolvió no realizar la cumbre del APEC (…) ni tampoco la cumbre de la COP-25”, dijo el mandatario, sobre la reunión comercial que se iba a realizar en Santiago, entre el 16 y 17 de noviembre, y la del clima, entre el 2 y 13 de diciembre.

La medida fue un golpe duro para las aspiraciones del gobierno de transformarse en el escaparate mundial de un virtual acuerdo entre Estados Unidos y China, para solucionar la guerra comercial entre ambas potencias.

La secretaria del APEC, Rebecca Fatima, apoyó la decisión de Chile de cancelar la cumbre en Santiago y anunció que Malasia será sede del evento en 2020.

Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, reportó “búsqueda de opciones alternativas” para la COP-25. (I)