La mejor receta de alitas de pollo al horno, con ajo y queso parmesano
Coloca una bandeja en la zona central del horno y precaliéntalo a 200ºC. Mientras, con un buen cuchillo o con unas tijeras de cocina, corta la punta de las alitas -guárdalas en el congelador para hacer caldo de pollo– y separa las articulaciones de las alitas en dos partes.
Mezcla una cucharadita y media de sal, 1 cucharadita de ajo en polvo y media cucharadita de pimienta negra molida y usa esta mezcla para sazonar las alas ya cortadas. Hornea durante 50 minutos las alitas dándoles la vuelta a los 30 minutos para que queden bien doradas por las dos caras.
Mientras tanto, mezcla en un tazón 50 g de queso parmesano, 3 dientes de ajo muy picados y dos cucharadas de perejil también muy picado. Derrite 60 g de mantequilla y añádela al tazón. Cuando estén bien crujientes, saca las alitas del horno y mézclalas con el parmesano y los demás ingredientes y remueve hasta que todas se hayan impregnado de manera uniforme.
Sirve las alitas con ajo y parmesano en una fuente grande y acompaña con más perejil picado y más queso parmesano en un bol por si alguien desea añadir un poco más. Estas alitas se deben comer muy calientes.
Las alitas de pollo al horno con ajo y parmesano son perfectas para un picoteo, para una noche de cena y película o para compartir durante un evento deportivo en televisión. Puedes acompañarlas con otras recetas de picoteo como unas croquetas o si prefieres algo especial, para servirlas continuando con un tataki de ternera marinada al horno y rematar así un menú de lujo