La Escuela Politécnica celebra los 145 años del Observatorio Astronómico

145 años no se cumplen todos los días. Pero el Observatorio Astronómico de Quito lo hace con bombos y platillos. No solo por su legendaria edad, sino también por la huella en la historia y sus aportes a la ciencia.

Freddy Javier Picoíta, coordinador del Museo, explicó cómo fue que la entidad se convirtió en un ícono de turismo y de conocimiento. «Es una institución que realiza aportes en ciencia para llegar a niños y adultos», reiteró.

Desde el inicio en funciones, el observatorio se encuentra bajo la administración de la Escuela Politécnica Nacional. La construcción del Observatorio se ejecutó entre 1873 y 1877 a cargo del padre Juan Menten, su primer director. Además, su equipamiento se realizó con los equipos con tecnología de punta, en aquella época. Con el tiempo, muchos de los objetos se convirtieron en artículos obsoletos y son reemplazados por los de nueva generación.

Los artículos viejos son almacenados, clasificados y ubicados en sitios específicos como parte del museo para dejar huella de las investigaciones más importantes que se han desarrollado en el país.

Uno de los personajes que han aportado en el estudio de los cuerpos celestes es el director Erickson López, el primer astrofísico del Ecuador.

El Observatorio no solo se trata de un espacio de ciencia, también representa un ícono turístico, ya que está rodeado por los árboles más antiguos de la capital, localizados en el parque La Alameda.

Se efectúan visitas guiadas para que las personas conozcan los oficios que se cumplen en el lugar.

Picoíta habló de los objetos que más llaman la atención y que son empleados para realizar especialmente observaciones nocturnas: el telescopio ecuatorial Merz, ubicado en la torre de Observación, también conocido como la Torre del Gran Ecuatorial.

Entre otras novedades, los visitantes también pueden encontrar una placa conmemorativa de la Primera Misión Geodésica Francesa realizada en Ecuador. Esto dio inicio al estudio de la meteorología en Quito.

Además, contó que en 1929 se instaló el equipo sismológico Mainka, que hasta 1963 se equipó con dos sismógrafos más y se convirtió en la estación sismológica tipo Vela.

El Observatorio contempla varias actividades por su aniversario. Este jueves se llevará a cabo un acto solemne con las autoridades de la institución. Luego se efectuarán recorridos en sus instalaciones.

Mario Francisco Llerena, analista del Observatorio, invitó a la ciudadanía a jornadas de observación del Inti Raymi (La Fiesta del Sol) para conocer el comportamiento del astro en esta temporada del año. (I)