La alfarería ancestral se resiste a desaparecer en Cañar

En la parroquia San Miguel de Porotos, provincia de Cañar, la vida de las mujeres transcurre entre la agricultura, el cuidado de la casa y la alfarería.

En las comunidades Jatunpamba, Pacchapamba y Olleros, las artesanas se dedican a la elaboración de las vasijas de barro, aunque en los últimos años el oficio ha ido en descenso.

Aurora Fernández, originaria de Pacchapamba, recuerda que aprendió a moldear las ollas cuando tenía 12 años.

Hoy a sus 60, aún aplica las técnicas ancestrales y los conocimientos que heredó de sus padres Manuel Fernández y Natividad Sigüencia.

“Aquí todos saben este oficio pero ya no se dedican, solo hay seis familias que todavía hacen ollas. En Jatunpamba también, toditos saben pero ya no hacen (…) es que tienen los hijos en Estados Unidos y les dan facilidades”.

Las mujeres elaboran las vasijas sin instrumento, solo usan sus manos. “Es un trabajo duro”, acota Fernández. (I)