Kia Picanto 1.0 CVVT prueba
Kia Picanto 1.0 CVVT prueba. Exterior bonito, interior austero, pero ahora toca arrancarlo y probar las sensaciones que es capaz de transmitirnos este pequeño utilitario. Primero en ciudad y luego en carretera intentaremos que nos desvele sus secretos dinámicos, os adelantaré que a pesar de pequeños detalles mejorables, el Kia Picanto está dentro de lo esperado en ambas situaciones. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Y ¿qué es «lo esperado» del Kia Picanto?. El Picanto es un utilitario principalmente urbanita, de bajo coste, esto significa, pequeño tamaño, motor justo y agilidad, pero sin ser un vehículo con unas prestaciones claramente destacadas. Por otra parte, siguiendo la moda del momento, el consumo real de combustible, lo que a priori sería una razón positiva para los que se compran este coche, está lejos del consumo de la ficha. Veremos más detalles a lo largo de esta parte.
Con él hice buena cantidad de kilómetros por recorridos de lo más variado, suficiente para intentar hacer buenas migas con el pequeño motor e intentar predecir las reacciones del Kia Picanto. Para ser un coche que juega en una división muy competida, necesitaría un puntito, o más bien puntazo extra en según que detalles en los que sus competidores son mejores aunque también es cierto que son más caros.
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Conducción y dinámica
Tras perderme por el edificio de Kia llegué al Picanto, procedí a abrir el coche y apuntar los datos previos a la prueba, poco después lo estaba arrancando para salir de allí. Me habían puesto la salida complicada, estaba rodeado de otros coches en el aparcamiento y el único hueco que quedaba para salir era bastante estrecho. Confiando en las capacidades de maniobra del Kia Picanto me puse a maniobrar y salí en un momento, había sido mucho más fácil de lo que había pensado.
Los apenas 4,9 metros de radio de giro (sin embargo más que el Nissan Micra) fueron suficientes para salir sin grandes complicaciones. Sin embargo estos primeros momentos al volante del Picanto me habían mostrado un detalle adicional aparte de que la maniobrabilidad del Kia Picanto es buena. Ese detalle espero que solo sea un problema de ajuste de la unidad de pruebas en concreto y concernía al pedal del embrague. Tenía varios centímetros de recorrido “tonto”, es decir, no accionaba el embrague hasta casi la mitad de recorrido del pedal.
Funcionalmente no tenía gran efecto, ya que haciendo el recorrido completo del pedal las marchas entraban sin problemas, pero la incomodidad de pisar un pedal blando como la mier** de pavo que de repente llegaba a un punto donde tenía la dureza apropiada no era nada agradable, porque se perdía la referencia para regular el tacto al cambiar de marchas.
Tras salir del aparcamiento, me tocó un poco de callejeo y después, un tramo de autopista con una rampa pronunciada. El verano estaba mediado cuando hicimos la prueba y a excepción de ciertos masoquistas, el aire acondicionado era obligatorio. Empezaba el sufrimiento en el Picanto, íba a 90 y no tuve más opción que darle al botón del Turboboost (apagar el aire acondicionado) para pasar el trozo de rampa lo antes posible, pero… vamos por partes.
Motor y prestaciones
El motor del Kia Picanto es un 1.0 tricilíndrico de inyección indirecta que entrega 69 CV, como podréis intuir, de prestaciones bastante justas. El Picanto lleva con este motor un sistema que permite evitar que nos quiten puntos del carnet, básicamente porque su velocidad máxima es de 153 km/h y tanto llegar como superar los 120 km/h son hitos que hay que afrontar con mucha tranquilidad.
El motor está acoplado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, el Kia Picanto de momento solo se ofrece con cambio manual, aunque en otros mercados el motor 1.2 se vende con una caja automática de cuatro velocidades. Además del detalle del embrague con medio recorrido “tonto”, el movimiento de la palanca de cambio tiene algunas holguras al finalizar el recorrido, no suficiente para preocuparse, pero algo molesto cuando se suma al detalle del pedal.
Las relaciones de cambio son las apropiadas para un coche de cinco velocidades y motor pequeño como este, son todas muy cortas y la reducción final de la caja de cambios del motor 1.0 es aún más corta que en el 1.2 siendo la única diferencia de relaciones de uno y otro motor. Esto se traduce en un motor que a 120 km/h está girando por encima de las 3.500 rpm, régimen que mantenido mucho tiempo resulta bastante desagradable al oído a causa de un aislamiento sonoro prácticamente nulo, pero que es donde el motor entrega su máximo par.
El contrapunto a las prestaciones ajustadas está en la cantidad de par que suministra el motor, 95 Nm a 3.500 rpm y que es una de las pocas cosas agradables del pequeño motor 1.0, estirar el motor hasta casi el corte de inyección e ir engranando marchas. La fuerza no es la de un V8 de 7 litros de cilindrada americano y la aceleración no es la de un Pagani Zonda R, pero la sensación de empuje es muy satisfactoria, aunque se acaba muy pronto.
Consumos del Kia Picanto
En cuanto al consumo de combustible, como introducción diré que no me gusta que me mientan (¿y a quién sí?) en la ficha de los coches. En la ficha técnica, el Kia Picanto dice homologar 5,4 l/100 km en ciudad, 3,6 l/100 km de consumo extraurbano -introducir risas enlatadas aquí- y 4,2 l/100 km de consumo combinado. Pues bien, analicemos los datos y veamos que sacamos en claro.
Nada más coger el coche el odómetro marcaba 2.432 km, el consumo desde el último repostaje era 7,3 l/100 km, mientras que en el trayecto recorrido desde la última puesta a cero del trip A era de 7,2 l/100 km. La autonomía no era muy optimista, según los cálculos del coche se cifraba en 418 km, teniendo en cuenta que la reserva salta cuando quedan 5 litros en el depósito, el Picanto estaba tomando como referencia 7,17 l/100 km, tres litros arriba de lo homologado en la ficha.
Tras la puesta a cero el consumo fue oscilando dependiendo de la conducción, en los primeros días con el Picanto, tuvimos juntos mucho trayecto por ciudad y puntualmente llegó a marcar hasta 8 l/100 km, con un motor tan pequeño un sistema start/stop sería un gran aditamento a la gama sabiendo su orientación al callejeo urbano donde los semáforos, rotondas y demás paradas son habituales.
El indicador de cambio de marcha se activa con la pantalla del ordenador en el salpicadero, llegando a la pantalla donde nos indica el estado, encendido o apagado y a continuación manteniendo pulsado el dificilmente accesible botón hasta que se cambie a ON, una vez activado, el coche nos recomendará cambiar de marcha cuando lo vea adecuado mediante un número (la marcha recomendada) y una flecha hacia arriba o hacia abajo (meter hierros o quitarlos).
Después de varios kilómetros y ver que el consumo no bajaba de forma significativa, decidí entrar en su juego de cambios prematuros y a destiempo. No tardé mucho en volver a ignorarlo y al poco tiempo lo desconecté para a continuación encender mi chip de pesetor conductor eficiente. El consumo empezó a bajar despacio pero de forma constante a medida que hacíamos kilómetros por carretera.
Al final de la prueba, el trip indicaba 489 km recorridos durante 14 horas y 38 minutos, lo que nos da una media de 33,41 km/h (el ordenador de a bordo no tiene indicador de velocidad media), la reserva había saltado solo 18 km antes, a los 471 km, lo que nos da una media de consumo, si consideramos el depósito como lleno hasta las trancas, de 6,37 l/100 km. Si tenemos en cuenta la conducción realizada, en gran parte tranquila, vemos que el consumo de ficha no se alcanza ni de coña.
El consumo según el ordenador era de 6,0 l/100 km, así que el fallo del ordenador no es excesivo, pero esos 2,17 l/100 km más de lo homologado en ficha técnica, es una pasada sobre todo cuando hablamos de unos consumos tan “bajos”, hablamos de una diferencia entre el consumo real y el de ficha de casi un 50%. Un poco de compromiso por parte de los fabricantes en homologar consumos de verdad en vez de ciclos irreales estaría muy bien, pero es pedir peras al olmo, porque los consumos no adulterados no venden coches.
Sobre raíles
La suspensión del Kia Picanto, McPherson en el eje delantero y rueda tirada con barra de torsión y muelles en el trasero, aunque inicialmente pensada para el confort resulta bastante satisfactoria en movimiento, porque aun siendo blanda, la transferencia de masas de un lado a otro en el momento de girar es muy rápida. Esto es posible gracias al reducido peso de 920 kg, dando una sensación de firmeza sorprendentemente buena, una vez en apoyo el Kia Picanto da mucha seguridad para ir un poco más lejos y entrar un poco más rápido en la siguiente curva.
Los neumáticos de la unidad de prueba eran unos Kumho Solus KH17 en medidas 165/60 R14, aunque no hemos tenido la suerte de probarlos en mojado, hemos de decir que ha sido un neumático muy satisfactorio en seco, con buen agarre tanto en asfalto nuevo como en carreteras con muchas papeletas de ser deslizantes (con grava).
Como veis, como contrapunto al consumo muy lejano al homologado y a un motor que se queda escaso de potencia, es un coche muy estable y realmente sorprendente cuando lo ponemos en movimiento, realmente creo que necesita un motor algo más capaz para hacer un conjunto dinámico completamente redondo.
Continuará