iPhone 13, análisis: tan bueno, potente e imperfecto como siempre
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Apple ya ha puesto sobre la mesa su propuesta para conquistar el terreno de los móviles premium, los iPhone 13. Lo ha hecho sin demasiados cambios, sobre todo en los modelos no-Pro que, salvo porque ha cambiado la posición de las cámaras y el tamaño del notch, son casi indistinguibles de los iPhone 12 del año pasado.
Sin embargo, y a pesar de que los grandes cambios se han reservado para los modelos Pro, el iPhone 13 tiene mucho que decir: monta lo último de lo último en procesadores Apple, tiene el modo cinemático que tanto ruido ha hecho en redes sociales y mejora sustancialmente la autonomía. En Xataka ya lo hemos probado largo y tendido y esta ha sido nuestra experiencia.
Ficha técnica del iPhone 13
IPHONE 13 | |
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DIMENSIONES Y PESO | 146,7 x 71,5 x 7,6 mm 173 gramos |
PANTALLA | Super Retina XDR OLED de 6,1 pulgadas Resolución FullHD+ (2.532 x 1.170 píxeles) 460 ppp True-Tone HDR 800 nits |
PROCESADOR | Apple A15 Bionic GPU cuatro núcleos Neural Engine |
MEMORIA RAM | 4 GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO | 128/256/512 GB |
CÁMARA TRASERA | 12 MP f/1.6, OIS Gran angular: 12 MP f/2.4, 120º FOV Vídeo: 4K Dolby Vision |
CÁMARA DELANTERA | 12 MP f/2.2 |
BATERÍA | 3.227 mAh Carga rápida 20W Carga inalámbrica 7,5W Carga MagSafe 15W |
SISTEMA OPERATIVO | iOS 15 |
CONECTIVIDAD | 5G (sub-6 GHz) LTE Gigabit MIMO 4x4WiFi 6 MIMO 2×2 Bluetooth 5.0 Chip UWB NFC GPS, GLONASS, Galileo, QZSS, BeiDou NanoSIM y eSIM |
OTROS | Resistencia IP68 FaceID Altavoces estéreo Dolby Atmos |
PRECIO | 128 GB: 909 euros 256 GB: 1.029 euros 512 GB: 1.259 euros |
Diseño: menos mal que las cámaras han cambiado de posición
Cuando presentaron el iPhone 13 me llamó la atención que las cámaras hubiesen cambiado su posición. No lo llegué a entender del todo, sobre todo viendo que los iPhone 13 Pro conservan la disposición de las cámaras aun teniendo un módulo más grande. Ahora que he tenido el iPhone 13 en la mano lo entiendo: es la única forma que tenía Apple de conseguir que alguien diferenciase el iPhone 12 del iPhone 13 a simple vista.
Dejando de lado los 0,3 milímetros de grosor adicionales, los 10 gramos extra y el desplazamiento de las cámaras del iPhone 13, el nuevo móvil de Apple es y se siente exactamente igual que el iPhone 12 y el iPhone 12 Pro. Yo uso un iPhone 12 Pro como móvil personal y cambiar de uno a otro ha sido como no hacerlo.
ALTURA (MILÍMETROS) | ANCHURA (MILÍMETROS) | GROSOR (MILÍMETROS) | PESO (GRAMOS) | PANTALLA (PULGADAS) | BATERÍA | SUPERFICIE (CM²) | VOLUMEN (CM3) | |
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IPHONE 13 | 146,7 | 71,5 | 7,7 | 174 | 6,1 | 3.227 | 104,89 | 80,76 |
IPHONE 12 PRO | 146,7 | 71,5 | 7,4 | 187 | 6,1 | 2.815 | 104,89 | 77,61 |
SAMSUNG GALAXY S21 | 151,7 | 71,2 | 7,9 | 171 | 6,2 | 4.000 | 108,01 | 85,33 |
REALME GT | 158,5 | 73,3 | 9,1 | 186,5 | 6,43 | 4.500 | 116,18 | 105,73 |
XIAOMI MI 11 UTRA | 164,3 | 74,6 | 8,38 | 234 | 6,81 | 5.000 | 122,57 | 102,71 |
SONY XPERIA 5 III | 157 | 68 | 8,2 | 169 | 6,1 | 4.500 | 106,76 | 87,54 |
HUAWEI P40 PRO | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
ONEPLUS 9 PRO | 163,2 | 73,6 | 8,7 | 197 | 6,7 | 4.500 | 120,12 | 104,5 |
El iPhone 13 repite el diseño del iPhone 12, que a su vez era una inspiración del iPhone 5. Como tal, la parte trasera está hecha de cristal y los marcos, totalmente rectos, de aluminio. Personalmente, me gustaba más el diseño de los iPhone 11 en parte por sus marcos redondeados, ya que permiten un mejor agarre.
La trasera se llena de huellas con solo mirarla. No es tan evidente en la parte coloreada, pero sí nos fijamos en el logo de la manzana veremos que las huellas se quedan muy, pero que muy marcadas. Maniáticos de la limpieza, avisados quedáis.
El módulo de la cámara sigue siendo del mismo tamaño que el del iPhone 12, solo que la lente inferior ha cambiado de posición: ahora está en la derecha. Y hasta ahí los cambios en materia de diseño, porque por lo demás el iPhone 13 es exactamente igual que el iPhone 12. Bueno, no, está el notch, que es más pequeño, pero de eso hablaremos en el siguiente apartado.
También hay otro cambio menor: la posición de los botones y la pestaña del modo vibración. Apple los ha puesto un poquito más abajo, algo que puede chocar al principio si venís de un iPhone anterior. En cualquier caso, es un cambio que yo agradezco porque hace que los botones estén en una posición todavía más cómoda al usar el móvil con una mano.
Dicho lo cual, el iPhone 13 es un móvil que se siente premium nada más cogerlo. Si de algo sabe Apple es de construir móviles, y se nota. Es agradable al tacto y, a pesar de tener una pantalla relativamente grande, se siente compacto y equilibrado. Es un iPhone bastante ligero y no es pesado usarlo con una sola mano.
Tiene el mismo problema que los modelos anteriores, y es que el módulo de las cámaras sobresale bastante. Eso provoca que se tambalee al dejarlo con la pantalla hacia arriba sobre una mesa. Ahora bien, si tenéis pensado ponerle una funda resolveréis este problema (y el de las huellas).
En cuanto a conexiones y puertos, sin sorpresas. El lateral derecho queda reservado para el botón de inicio (que ya podría ser un lector de huellas, ejem, ejem), el izquierdo aloja los botones de volumen, la pestaña para el modo vibración y la bandeja de la SIM y el marco inferior guarda el puerto Lightning (perfectamente centrado) y los altavoces. El otro altavoz, para el estéreo, está en el notch.
En resumidas cuentas, es un móvil muy bien construido, compacto y perfectamente terminado. Esto, todo sea dicho, es algo exigible si tenemos en cuenta su precio. En materia de diseño, quitando que no tiene jack de auriculares y que la trasera se llena de huellas, no se le puede poner ninguna pega.
Pantalla: el notch adelgaza
Y ahora que ya hemos visto cómo es el iPhone 13 por fuera, vamos a pasar a la pantalla. El dispositivo, por suerte y por desgracia, es casi, casi, casi igual al iPhone 12. No hay diferencias en la diagonal, que sigue siendo de 6,1 pulgadas, ni en la tecnología usada, en tanto que tenemos un panel Super Retina XDR OLED con resolución FullHD+.
¿Dónde están los cambios, entonces? En dos apartados: el notch y el brillo, así que empecemos por el primero. El notch es un 20% más pequeño que el de generaciones anteriores. Es algo menos ancho y algo más delgado, pero sigue siendo un notch. Sigue siendo visible y si no te gustaba antes tampoco te va a gustar ahora.
Que el notch reduzca su tamaño es una buena noticia y nos lleva a pensar que en algún momento, quizá pronto, tengamos un iPhone todo pantalla / con panel perforado, pero por el momento es lo que hay. Por otro lado, y sin que tenga mayor implicación en el día a día, el altavoz, que antes estaba en la zona central del notch, ahora está un poco más arriba, pegando con el marco.
¿Cuál es el problema con el notch? Que no se aprovecha. La ganancia de espacio libre, que tampoco es mucha, no supone tener más iconos en la barra de notificaciones ni nada por el estilo. De hecho, mi sensación es que los iconos son algo más gruesos, pero más allá de eso, se puede concluir que la reducción del tamaño del notch es testimonial.
En cuanto al brillo, la diferencia está en el brillo máximo. Eli iPhone 12 tiene un nivel de brillo típico de 625 nits y pico de 1.200 nits. El iPhone 13, sin embargo, sube el brillo típico hasta los 800 nits y conserva los 1.200 nits de pico. ¿Implicaciones? Sobre el papel, mejor visibilidad a plena luz del día, pero no es algo que vayamos a notar mucho durante el uso, y menos ahora que estamos en pleno otoño.
Por lo demás, la pantalla del iPhone 13 ofrece una experiencia similar a la del iPhone 12. La resolución es FullHD+ y, desgraciadamente, en la recta final de 2021 el dispositivo se queda con 60 Hz de tasa de refresco. Apple ha decidido dejar esta tecnología para los modelos Pro, y es «comprensible», entre comillas, pero hace del iPhone 13 un dispositivo mucho menos interesante de lo que podría ser.
En cualquier caso, la calidad del panel es excepcional. Ya usemos el móvil para ver películas con HDR, vídeos en YouTube o jugar tendremos una experiencia sobresaliente en todos los apartados, salvo en la tasa de refresco, claro está. La calibración de fábrica es excepcional y no faltan opciones como True Tone y el modo oscuro automático.
En definitiva, es una pantalla de calidad. Creo que es imposible sacarle pegas a nivel de visualización, tamaño y resolución, pero desgraciadamente se queda por detrás de sus competidores más directos en tasa de refresco. La cosa cambia en el iPhone 13 Pro, pero en el iPhone 13 tenemos una pantalla con lo mejor de la gama alta (visualización) y lo peor de la gama baja (tasa de refresco).
Sonido: sin jack (obviamente), pero solvente
Sobra decir que no tiene jack de auriculares y que no hay auriculares incluidos en la caja. Para usar unos auriculares, o pasamos por el aro de un adaptador lightning-jack o nos pasamos a unos TWS, de los cuales Apple tienen unas cuantas opciones.
Lo que sí conviene destacar es que el iPhone 13 es compatible con FLAC, Dolby Atmos y Apple Lossless, el códec necesario para explotar (no al máximo, pero sí mejor con auriculares inalámbricos) el formato sin pérdida de Apple Music. También es compatible con audio espacial, algo muy interesante y que gana enteros en ciertos contenidos de Apple TV.
Rendimiento: lo que cabría esperar de un iPhone
Seguimos con el rendimiento, un apartado que nos ha dejado con un sabor de boca exquisito. Apple sabe lo que se hace cuando habla de procesadores y el Apple A15 Bionic es, sencillamente, espectacular. Se trata de un procesador de cinco nanómetros que, ojo, no es exactamente el mismo que el de los Pro: en los iPhone 13 la GPU tiene cuatro núcleos mientras que en los iPhone 13 Pro tiene cinco.
El procesador está acompañado por 4 GB de memoria RAM, la misma que los iPhone 12, y en esta ocasión, por fin, partimos los 128 GB de almacenamiento interno hasta alcanzar los 512 GB. Pueden parecer pocos gigas de RAM si comparamos la cifra con lo que vemos en Android, pero iOS y Android juegan en ligas distintas y no requieren de los mismos recursos.
En el día a día, el iPhone 13 se ha comportado como cabría esperar. La experiencia es excelente en todos los aspectos, ya usemos el móvil para hacer fotos, chatear, navegar o jugar. Es un iPhone hecho y derecho y no se aprecia el más mínimo retardo al abrir apps ni el más mínimo tirón al jugar a juegos como ‘Pokémon Unite’, ‘Brawl Stars’ o ‘Pokémon GO’. Por si os interesan los benchmarks, he aquí los resultados:
IPHONE 13 | SAMSUNG GALAXY S21 ULTRA | IPHONE 12 PRO | XIAOMI MI 11 ULTRA | ONEPLUS 9 PRO | HUAWEI P40 PRO | |
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PROCESADOR | APPLE A15 BIONIC | Exynos 2100 | Apple A14 Bionic | Snapdragon 888 | Snapdragon 888 | Kirin 990 |
RAM | 4 GB | 12 GB | 6 GB | 12 GB | 12 GB | 8 GB |
GEEKBENCH 5 | 1.728 / 4.510 | 991 / 3.272 | 1.614 / 4.148 | 1.127 / 3.663 | 1.105 / 3.603 | 943 / 2.527 |
3D MARK (SLINGSHOT) | Maxed out | 9.226 | – | Maxed out | Maxed out | 8.726 |
PC MARK WORK | – | 14.043 | – | 11.691 | 11.919 | 9.476 |
¿Qué apreciamos? Algo de calentamiento, sobre todo cuando lo ponemos a cargar, cuando grabamos vídeo o sacamos fotos durante mucho rato o cuando jugamos más tiempo de la cuenta. No es algo exagerado, ni mucho menos, y el iPhone 13 no tarda demasiado en volver a su temperatura normal, pero nunca está de más comentarlo.
Finalmente, conviene destacar que el dispositivo es compatible con redes 5G sub-6 GHz. Esto está bien, sobre todo si vivís en una ciudad con 5G, como no es mi caso. La aplicación de esta conectividad queda, por ahora, relegada a un par de casos de usos minoritarios, pero que el iPhone llegue preparado para esta tecnología es una buena noticia. También es compatible con WiFi 6 y tiene chip UWB.
Sistema operativo: iOS 15 a la carga
Como no podría ser de otra manera, el sistema operativo que gobierna el iPhone 13 y sus hermanos hasta el iPhone 6s es iOS 15. iOS 15 es un sistema operativo completo, como ya lo era iOS 14, y su rendimiento es excepcional. Es un sistema operativo estable, eficiente desde el punto de vista energético y que, salvo un bug que comentaremos en el siguiente apartado, no nos ha dado problemas.
No hay demasiadas novedades en términos gráficos y de diseño con respecto a iOS 14, más allá del rediseño de las notificaciones (que ahora son algo más pequeñas y muestran los iconos más grandes). Destaca el modo concentración (que es una especie de modo «No molestar» vitaminado y personalizable), la posibilidad de hacer FaceTime con móviles Android o Windows y los mapas, que son mucho mejores que los anteriores.
De todos los cambios y novedades, yo me quedo con una que es útil, funciona de escándalo y se integra genial con Spotlight: el texto en vivo. Es de esas cosas que no aprecias hasta que la tienes y que se convierte en una herramienta imprescindible para el día a día. Si tenéis Google Lens, seguramente sabréis a qué me refiero.
El rendimiento de esta función es excepcional, tanto en la cámara en vivo como en las fotos de la galería. Poder extraer el texto de una foto de una forma tan intuitiva y rápida es, sencillamente, fabuloso. Y hablando de cosas mejoradas y útiles, mención especial merece la nueva app del tiempo, que es mucho más completa.
Lo que no me ha gustado tanto es el nuevo Safari. Que Apple haya decidido, por lo que sea, llevar la barra de navegación abajo no me parece óptimo. Es incómodo, es poco intuitivo y ha provocado que, por primera vez en mucho tiempo, me plantee usar un navegador alternativo. Cuestión de gustos, imagino. En cualquier caso, es algo que se puede desactivar desde los ajustes.
Por lo demás, iOS sigue siendo iOS. Es un sistema operativo pensado por y para el ecosistema de Apple y en ese sentido cumple con creces su cometido. Si venimos de otro iPhone será como estar en casa, mientras que si venimos de Android la adaptación será tan intensa como lo ha sido siempre.
Biometría: FaceID, presente
Decir a estas alturas que no tenemos lector de huellas es una obviedad, pero por si acaso: no tenemos lector de huellas. El único sistema de biometría que tenemos en el iPhone 13 es FaceID, uno de los sistemas de reconocimiento facial más avanzados hasta la fecha que es viable gracias a todos los componentes ocultos en el notch.
El registro es rápido, apenas un minuto, y el rendimiento es excepcional, tanto a plena luz del día como completamente a oscuras gracias al sensor infrarrojo. Además, está muy bien integrado con gestores de contraseñas como Bitwarden o las apps de los bancos.
¿Se echa en falta un lector de huellas? Por supuesto. Para desbloquear el iPhone es necesario cogerlo y apuntar la pantalla hacia nuestra cara, algo que puede ser incómodo en según qué situaciones que no supondrían mayor problema con un lector de huellas integrado.
En cuanto al uso con mascarillas, Apple lanzó hace poco una función que permite desbloquear el teléfono cuando llevamos la mascarilla si tenemos un Apple Watch. El problema es que hay un bug (reconocido por Apple) que, en el momento de escribir estas líneas, evita que este sistema funcione. No obstante, y ciñéndome a su rendimiento en mi iPhone 12 Pro personal, puedo decir que cuando funciona, funciona muy bien. El problema, evidentemente, es que tienes que tener un Apple Watch.
Cámaras: a la cabeza en vídeo
Y llegamos así al apartado de la cámara, un apartado en el que vemos «muchas» y «pocas» novedades a la vez. «Pocas», porque el iPhone 13 sigue teniendo dos lentes y queda huérfano de telefoto. «Muchas», porque como el resto de terminales de la gama tiene el nuevo modo cinematográfico y los estilos.
Antes de pasar al resultado, hablemos del hardware. Como comprobaremos, la configuración de los sensores parece similar a la de los iPhone 12, pero hay una diferencia interesante y que ahora veremos si se nota o no: los píxeles son un poquito más grandes y el sensor principal tiene estabilización por desplazamiento.
- Cámara principal: 12 megapíxeles con apertura f/1.6, 26 milímetros, píxeles de 1,7 micras, dual pixel PDAF y estabilización por desplazamiento.
- Cámara gran angular: 12 megapíxeles con apertura f/2.4, 120º de campo de visión, 13 milímetros.
Como en los modelos del año pasado, el iPhone 13 es capaz de grabar en Dolby Vision HDR, cuenta con el modo Deep Fusion (que seguimos sin saber cuándo se activa y cuándo no) y con modo noche. Ahora bien, hay una novedad y son los estilos, que son una suerte de modo manual que, realmente, no lo son tanto.
La app de cámara siguesiendo exactamente igual que en los modelos anteriores, con todo lo bueno y todo lo malo. Es muy fácil de usar, sin duda, pero hacer cualquier ajuste (salvo cambiar los FPS y la resolución) supone hacerlo desde la app de ajustes. Además, por algún motivo, ha desaparecido el botón para desactivar o activar el HDR.
Cámaras traseras
Empezamos con las cámaras traseras. El iPhone 13 consigue ofrecer un nivel de detalle muy bueno, a pesar de que los 12 megapíxeles pueden empezar a quedarse algo cortos en términos de resolución. Ya sabemos que más megapíxeles no significan mejores fotos, pero sería interesante ver qué es capaz de ofrecer la compañía con sensores de mayor resolución.
En cualquier caso, con el sensor principal el dispositivo captura unas imágenes geniales. Si algo ha caracterizado a los iPhone desde ya un buen puñado de años es por sacar fotos naturales, sin un procesado más agresivo de la cuenta y fieles a lo que vemos con nuestros propios ojos. El resultado es muy bueno y nos ha dejado con un buen sabor de boca.
No obstante, debo reconocer que no aprecio demasiado el mayor tamaño de los píxeles. De hecho, las fotos sacadas con el iPhone 13 son muy, pero que muy parecidas a la de los iPhone 12. Eso es bueno, porque esas fotos ya eran buenas, pero también dejan patente que la cámara, de alguna forma, no ha evolucionado demasiado.
El gran angular repite calidad y resultados. Desde mi punto de vista, el gran angular de los iPhone es de los mejores del mercado, en tanto que consigue corregir bien la distorsión de lente e iguala los colores con respecto a la misma imagen tomada con el sensor principal. Evidentemente, se pierde algo de detalle en los objetos lejanos al estar tirando la foto desde «más lejos».
El problema de la cámara es su escasa versatilidad. Apple sigue reservando el telefoto, ahora de tres aumentos, para los modelos Pro y eso deja a los iPhone 13 normales un poco cojos. Es cierto que se puede hacer zoom digital, pero los resultados no son ni de lejos los mismos. En pocas palabras, se echan en falta más opciones.
Esto mismo se puede apreciar en el modo retrato. Al no tener telefoto sacamos el retrato con el sensor principal, cuya distancia focal es de 26 milímetros. El recorte es muy bueno, pero no consigue ese efecto ¡wow! que se consigue con el telefoto. Una lástima, realmente.
Otra de las novedades que tenemos en los iPhone 13 son los estilos. En pocas palabras, los estilos nos permiten ajustar el tono y la temperatura de color en tiempo real para sacar fotos con diferentes estilos. Es lo más parecido a un modo manual que tenemos en el iPhone.
Hay cinco opciones, todas ellas modificables, y son estándar, alto contraste, brillante, cálido y frío. Los resultados son notables, pero tampoco marcan la diferencia. A continuación tienes algunos ejemplos para que veas cómo queda una misma imagen capturada con los diferentes estilos.
Cuando cae la noche el iPhone 13 consigue sacar pecho, si bien es cierto que dista de ser el móvil con mejor cámara nocturna. Con el sensor principal conseguimos una imagen correcta, sin un efecto acuarela más evidente de la cuenta y con buen balance de blancos. No obstante, sí se puede apreciar que las texturas están algo más lavadas. En pocas palabras: no es la mejor fotografía nocturna, pero tampoco es que los resultados se queden cortos.
Con el gran angular, desgraciadamente, la cosa cambia bastante. Se nota que es un sensor mucho menos luminoso y, como tal, hincha la rodilla cuando la luz escasea. El detalle de los elementos del fondo se reduce mucho y sí se nota que las líneas están peores definidas. No es una lente que brille de noche, desde luego. Pero afortunadamente tenemos modo noche, y con él la situación mejora ligeramente.
Lo mismo podemos decir al hacer zoom. Si de día notamos que no tenemos un telefoto para ampliar de forma óptica, de noche todavía más. Es verdad que el dispositivo se defiende con solvencia, pero podemos apreciar cómo las texturas están mucho más lavadas y que, aunque se pueden distinguir los elementos de la foto, no tiene nada que ver con los resultados que conseguimos con terminales preparados para hacer fotos desde lejos.
En cuanto al modo retrato, el resultado es similar al conseguido de día, si bien es cierto que se nota una reducción del nivel de detalle. En cualquier caso, cuando la luz acompaña se pueden conseguir resultados interesantes. Sin embargo, si la luz escasea (algo que es normal en estos escenarios) es posible que los recortes no sean precisos en zonas oscuras como el pelo.
El modo noche se activa automáticamente cuando el iPhone considera oportuno. Aquí sí he notado los píxeles más grandes de los que hablábamos antes, ya que el modo noche se activa en menos ocasiones (porque el sensor es capaz de capturar más luz). El iPhone nos da un valor predefinido, como uno, dos o tres segundos, aunque nosotros podemos elegir hasta cinco segundos si usamos el móvil a mano alzada y hasta 30 si lo ponemos sobre una superficie estable o un trípode.
Con el modo noche conseguimos resultados buenos, motivo por el cual considero que es mejor usarlo cuando el iPhone nos diga que tenemos que usarlo. La diferencia en términos de iluminación, texturas y contraste es evidente. Además, y a título personal, considero que el modo noche de los iPhone es, con diferencia, de los más naturales que podemos encontrar en el mundo de los smartphones.
¿Y hasta dónde es capaz de llegar el modo noche? Pues vamos a verlo. En la imagen inferior podéis ver mi despacho completamente a oscuras. No hay ninguna luz, salvo un pequeño reflejo que entra por la puerta a la izquierda. Pues bien, a la izquierda está la foto sin modo noche en automático y a la derecha la misma foto, tomada instantes después, con el modo noche a 30 segundos. El resultado habla por sí mismo.
Cámaras frontales
En cuanto al selfie, el iPhone 13 consigue sacar pecho y sacar imágenes más que correctas. No es el mejor selfie del mercado, pero sí se queda en la parte alta de la tabla. Repetimos el resultado natural, con buena definición y con un HDR capaz de mantener a raya las luces más altas y las sombras.
Como en los modelos anteriores, la cámara del iPhone 13 tiene dos angulares, uno para selfies en vertical y otro para selfies en horizontal con mayor amplitud. El angular cambia automáticamente cuando giramos el móvil, pero la app de cámara nos permite elegir el que nosotros queramos pulsando en un botón.
El modo retrato sigue siendo bueno, como ya lo eran antes. Personalmente, aprecio una mejora en el recorte y un desenfoque algo más natural. Sin embargo, depende mucho del fondo, en tanto que no es lo mismo un fondo más sencillo (como una pared blanca) que un fondo más complejo (como unos árboles).
De noche la cámara no termine de brillar. Podemos seguir usando los dos angulares, pero el nivel de detalle del sujeto cae muchísimo y la imagen en general deja un poco que desear. Puede servir para echar alguna que otra foto puntual, pero no nos ha terminado de convencer. El modo noche también se puede usar con este modo, siempre y cuando estemos dispuestos a aguantar tres segundos sujetando el móvil sin movernos demasiado.
El modo retrato, por su parte, sigue recortando de forma precisa al sujeto, pero se nota que la luz escasea y el ruido no tarda en aparecer. Volvemos a la misma premisa: puede valer para sacarnos una foto puntual, pero no es la mejor idea hacer este tipo de fotos en condiciones de poca luz.
Vídeo
Terminamos hablando del vídeo y lo resumimos en una frase: los iPhone siguen sin tener rival en este apartado. Quitando que no pueden grabar en 8K como ya hacen otros tantos móviles Android, a nivel de calidad, estabilización, captación de sonido y nitidez, los iPhone siguen siendo el rival a batir en grabación de vídeo. El resultado es sensacional, tanto grabando con el angular normal como con el gran angular.