Intel Core i9-13900K y Core i513600K
intel core i9-13900K y Core i513600K . Ya están aquí. Los procesadores Intel Core de 13ª generación ya han llegado, y lo han hecho manteniendo la apuesta de los chips con microarquitectura ‘Alder Lake’ que nos propuso Intel el año pasado. Ambas familias comparten una microarquitectura híbrida que combina núcleos de alto rendimiento (AR) y alta eficiencia (AE), pero las nuevas CPU ‘Raptor Lake’ incorporan varios refinamientos adicionales muy importantes. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Uno de los más relevantes está protagonizado por la litografía que han puesto a punto los ingenieros de esta marca para producir estos chips, pero también han implementado mejoras en las que está involucrada íntimamente la nueva microarquitectura. De hecho, según Tomer Sasson, que es el ingeniero responsable del diseño de los procesadores Intel Core de 13ª generación, estas CPU implementan todas las optimizaciones que no tuvieron tiempo de introducir en la 12ª generación.
Los procesadores con microarquitectura ‘Raptor Lake’ nos prometen batir con mucha claridad el rendimiento de sus predecesores, aunque esto no es todo. También nos prometen pulverizarlos entregándonos un rendimiento por vatio mucho más alto. En este análisis comprobaremos si lo han logrado. Próximamente introduciremos en nuestro banco de pruebas los nuevos Ryzen 7000 de AMD, y en ese momento podremos contaros cuáles son para nosotros los mejores procesadores que podemos comprar actualmente.
Intel Core i9-13900K y Core i5-13600K ‘Raptor Lake’: especificaciones técnicas
Intel core i9-13900k | intel core i5-13600k | |
---|---|---|
serie | Raptor Lake-S | Raptor Lake-S |
fotolitografía | Intel 7 | Intel 7 |
núcleos totales | 24 | 14 |
núcleos de alto rendimiento (ar) | 8 | 6 |
núcleos de alta eficiencia (ae) | 16 | 8 |
hilos de ejecución | 32 | 20 |
frecuencia de reloj máxima | 5,8 GHz | 5,1 GHz |
frecuencia turbo boost max 3.0 | 5,7 GHz | No disponible |
frecuencia base núcleos ar | 3 GHz | 3,5 GHz |
frecuencia máxima núcleos ar | 5,4 GHz | 5,1 GHz |
frecuencia base núcleos ae | 2,2 GHz | 2,6 GHz |
frecuencia máxima núcleos ae | 4,3 GHz | 3,9 GHz |
caché l2 | 32 MB | 20 MB |
caché l3 | 36 MB | 24 MB |
potencia base | 125 vatios | 35 vatios |
tipo de memoria principal | asta DDR5-5600 Hasta DDR4-3200 | Hasta DDR5-5600 asta DDR4-3200 |
canales de memoria | 2 | 2 |
gráficos | Intel UHD Graphics 770 | Intel UHD Graphics 770 |
pci express | PCI Express 5.0 CI Express 4.0 | PCI Express 5.0 CI Express 4.0 |
líneas pci express 5.0 | Hasta 16 | Hasta 16 |
LÍNEAS PCI EXPRESS 4.0 | 4 | 4 |
zócalo | LGA1700 | LGA1700 |
precio | 819 euros | 419,89 euros |
Intel Core i9-13900K 3 GHz Box
Intel Core i5-13600K 3.5 GHz Box
La microarquitectura Raptor Lake-S, explicada
Al igual que en años anteriores, Intel ha clasificado sus procesadores Core de 13ª generación en cinco series diferentes. Las CPU para equipos de sobremesa pertenecen a la familia S, mientras que las cuatro restantes, que son las series U, P, H y HX, aglutinan los chips para ordenadores portátiles.
A la gama U pertenecen los procesadores de bajo consumo para ultraligeros; a la P los chips que equilibran el rendimiento y el consumo; a la H las CPU para entusiastas, y, por último, la serie HX está conformada por los procesadores de alto rendimiento para ordenadores portátiles.
Si nos ceñimos a los microprocesadores a los que está dedicado este análisis, que no son otros que los chips Intel Core de 13ª generación para equipos de sobremesa, merece la pena que no pasemos por alto que nos prometen tres opciones de potencia base diferentes: 125 vatios para el Core i9-13900K, 65 vatios para el Core i7-13700K y 35 vatios para el Core i5-13600K.
Esta es, según Intel, la energía promedio disipada por estos procesadores en forma de calor cuando todos los núcleos están activos y trabajan a la frecuencia de reloj base, que no a la máxima. A la frecuencia más alta, como podemos imaginar, disiparán en forma de calor una cantidad mayor de energía.
El procesador más ambicioso de la familia Intel Core de 13ª generación es, como hemos comprobado en la tabla de especificaciones que publicamos más arriba, el Core i9-13900K. Esta CPU incorpora 24 núcleos y es capaz de procesar simultáneamente un máximo de 32 hilos de ejecución (no debemos olvidar que solo los núcleos de alto rendimiento ‘AR’ implementan la tecnología Hyper-Threading). Además, los núcleos AR son capaces de trabajar a una frecuencia de reloj máxima de 5,8 GHz, y cada uno de ellos tiene acceso a una caché L2 exclusiva de 2 MB.
El procesador Intel Core i9-13900K incorpora 24 núcleos y es capaz de procesar simultáneamente un máximo de 32 hilos de ejecución
Todo esto permite a este procesador, según Intel, entregarnos un rendimiento un 15% mayor que el del Core i9-12900K al procesar un solo hilo de ejecución, y nada menos que un 41% más alto en un escenario de uso multihilo. Suena bien, y en este artículo comprobaremos si realmente esto es así.
La siguiente diapositiva resume bastante bien algunas de las principales características de esta plataforma de CPU. Merece la pena que no pasemos por alto que estos procesadores pueden convivir tanto con memorias DDR4 como con módulos DDR5 hasta DDR5-5600.
Esta plataforma también nos propone soporte de las interfaces CI Express 4.0 (4 líneas) y 5.0 (hasta 16 líneas), e implementa conectividad Thunderbolt 4 y Wi-Fi 6E. Todo en orden hasta aquí. Un apunte más: el nuevo chipset para entusiastas que nos entrega Intel es el Z790.
Si comparamos detenidamente las especificaciones de los procesadores Intel Core de 13ª generación con las de sus predecesores, los chips con microarquitectura Alder Lake, nos daremos cuenta de que las nuevas CPU incorporan más núcleos, son capaces de procesar simultáneamente más hilos de ejecución, y, además, pueden trabajar a una frecuencia de reloj máxima más alta. Sobre el papel estas mejoras deberían permitir a los chips Raptor Lake aventajar claramente a sus predecesores tanto en aplicaciones monohilo como en un escenario de uso multihilo.
Los microprocesadores Core de 13ª generación están siendo fabricados empleando la litografía Intel 7. Aparentemente es la misma tecnología de integración de 10 nm utilizada en la producción de los chips de 12ª generación, pero, en realidad, estas dos tecnologías de integración no son idénticas. Y es que los ingenieros de Intel emplean en Raptor Lake un nuevo tipo de transistores, los SuperFin de 3ª generación, que son en gran medida los responsables de que estas nuevas CPU puedan trabajar a frecuencias de reloj hasta 600 MHz más altas.
Otra mejora importante consiste en que, como hemos visto más arriba, en Raptor Lake cada núcleo AR tiene acceso a una caché de nivel 2 dedicada que tiene una capacidad de 2 MB. Los ingenieros de Intel también han refinado el algoritmo que se responsabiliza de refrescar el contenido de esta memoria caché con el propósito de maximizar la tasa de aciertos y minimizar los fallos de caché. Al fin y al cabo la política de administración de los distintos subniveles de caché también tiene un impacto perceptible en el rendimiento de una CPU.
Otra mejora muy relevante de los procesadores con microarquitectura Raptor Lake que debería permitirles aventajar con claridad a sus predecesores consiste en que incorporan el doble de núcleos de alta eficiencia (AE) que los modelos equivalentes de la familia Core de 12ª generación. Además, cada conjunto de cuatro núcleos AE accede a un mapa de memoria caché de nivel 2 con una capacidad de 4 MB.
Las CPU Raptor Lake incorporan el doble de núcleos AE que los modelos equivalentes de la familia Core de 12ª generación
No obstante, esto no es todo. Estos núcleos también son más rápidos que en Alder Lake. Hasta 600 MHz más veloces. Y, al igual que con los núcleos AR, los ingenieros de Intel han refinado el algoritmo que se responsabiliza de refrescar el contenido de esta memoria caché con el propósito de maximizar la tasa de aciertos. Solo es una hipótesis, pero, quién sabe, quizá en la 14ª generación Intel nos sorprenda introduciendo la tecnología Hyper-Threading también en los núcleos AE.
Como hemos anticipado unos párrafos más arriba, los procesadores Raptor Lake pueden convivir tanto con módulos de memoria DDR4 (hasta DDR4-3200) como DDR5 (hasta DDR5-5600). En estos chips la memoria caché de nivel 3 también ha crecido. De hecho, el procesador Core i9-13900K incorpora una caché L3 compartida de 36 MB, aventajando así en 6 MB al i9-12900K. Los chips Core i7-13700K y Core i5-13600K también integran una caché L3 mayor que la de sus predecesores, una mejora que debería tener un impacto perceptible en su rendimiento global.
La siguiente diapositiva incide en algo en lo que hemos reparado unos párrafos más arriba: Intel nos promete que sus procesadores con microarquitectura Raptor Lake nos entregan un rendimiento hasta un 15% más alto al procesar un único hilo de ejecución, y hasta un 41% mayor en un escenario de ejecución multihilo.
Y aquí viene la que para muchos usuarios será una gran noticia: Intel nos promete que sus procesadores Raptor Lake nos entregan un rendimiento por vatio más atractivo que el de los chips Alder Lake. En la siguiente diapositiva podemos ver que, según la propia Intel, el procesador i9-13900K alcanza un rendimiento en un escenario de ejecución multihilo un 37% más alto que una CPU i9-12900K cuando ambos chips disipan en forma de calor 241 vatios.
El procesador i9-13900K alcanza un rendimiento en un escenario de ejecución multihilo un 37% más alto que una CPU i9-12900K cuando ambos chips disipan en forma de calor 241 vatios
Otra forma de verlo que nos propone Intel consiste en que cuando el procesador i9-13900K nos entrega el mismo rendimiento que el i9-12900K consume aproximadamente el 25% que este último, pasando de 241 vatios a tan solo 65 vatios. No suena nada mal, y, por supuesto, en este análisis comprobaremos si realmente es así.
Al igual que en Alder Lake, en Raptor Lake el componente Intel Thread Director combina hardware y software con un rol fundamental: decidir en tiempo de ejecución en qué núcleo debe procesarse cada hilo dependiendo de sus características. Esto significa, sencillamente, que los hilos que requieren la mínima latencia posible deben ir a parar a un núcleo de alto rendimiento, mientras que los hilos cuya ejecución no es crítica desde un punto de vista temporal deben ser asignados a un núcleo de alta eficiencia.
Intel Thread Director combina hardware y software con un rol fundamental: decidir en tiempo de ejecución en qué núcleo debe procesarse cada hilo
La tecnología Intel Thread Director se responsabiliza de llevar a cabo esta tarea. Y para hacerlo posible monitoriza las instrucciones que está ejecutando cada hilo con una frecuencia de unos pocos nanosegundos con el propósito de analizar su comportamiento y decidir si está siendo ejecutado en el núcleo adecuado. Para llevar a cabo su cometido con más eficacia la revisión implementada por los ingenieros de Intel en Raptor Lake recurre a nuevos algoritmos de aprendizaje automático.
El rendimiento del Core i9-13900K y el Core i5-13600K, a prueba
Antes de revisar cuáles son los componentes que hemos utilizado para poner a prueba los nuevos microprocesadores de Intel merece la pena que repasemos brevemente la configuración de la plataforma de test que hemos utilizado para evaluar el rendimiento de los chips a los que los hemos enfrentado.
Para estas pruebas hemos empleado dos módulos de memoria Corsair Dominator Platinum DDR4-3600 con una capacidad conjunta de 16 GB y una latencia de 18-19-19-39; una tarjeta gráfica AMD Radeon RX 6800 XT con 16 GB GDDR6; una unidad SSD Samsung 970 EVO Plus con interfaz NVMe M.2 y una capacidad de 500 GB; un sistema de refrigeración por aire para la CPU Corsair A500 con ventilador de rodamientos por levitación magnética y una fuente de alimentación modular Corsair RM 750x.
La placa base que hemos utilizado con los procesadores Intel Core de 10ª generación es una Gigabyte Z490 AORUS Master con chipset Intel Z490; con los chips Intel Core de 11ª generación hemos usado una ASUS ROG Maximus XIII Hero con chipset Intel Z590; con los de 12ª generación una MPG Z690 Carbon WiFi de MSI equipada con el chipset Intel Z690, y, por último, con los procesadores Ryzen 5000 de AMD hemos empleado una ASUS ROG Crosshair VIII Hero con chipset AMD X570.
Las pruebas gráficas las hemos ejecutado con la máxima calidad implementada en cada juego o test y habilitando la API DirectX 12
El monitor que hemos utilizado en las pruebas es un ROG Strix XG27UQ de ASUS equipado con un panel LCD IPS de 27 pulgadas con resolución 4K UHD y capaz de trabajar a una frecuencia de refresco máxima de 144 Hz. Las pruebas gráficas las hemos ejecutado con la máxima calidad implementada en cada juego o test y habilitando la API DirectX 12 en aquellos títulos en los que está disponible. Y, por último, las herramientas que hemos utilizado para recoger los datos son OCAT, de AMD, y FrameView, de NVIDIA. Ambas están disponibles gratuitamente.
Y, por fin, pasamos a los componentes que hemos utilizado para poner a prueba los nuevos procesadores Intel Core de 13ª generación con microarquitectura ‘Raptor Lake’. La placa base es una ROG Maximus Z790 Hero de ASUS con chipset Intel Z790. Tiene un diseño eléctrico de primera división, componentes de mucha calidad y un acabado que refleja con mucha claridad que estamos delante de una placa base para entusiastas.
En la siguiente fotografía podemos ver que buena parte de su superficie está cubierta por disipadores para garantizar que tanto las unidades SSD como los demás componentes que disipan una cantidad importante de energía térmica trabajan por debajo de su umbral máximo de temperatura. Además, nos permite instalar hasta 5 unidades SSD, y, lo que para nosotros es mucho más importante, durante nuestras pruebas nos ha demostrado ser estable como una roca incluso cuando recurrimos a un overclocking agresivo
Los módulos de memoria que hemos utilizado para sacar todo el jugo a los procesadores ‘Raptor Lake’ son dos imponentes Dominator Platinum RGB DDR5 de Corsair con una capacidad conjunta de 32 GB, una frecuencia de reloj efectiva de 6000 MHz y una latencia 36-38-38-76. Están impecablemente acabados e incorporan unos disipadores de aluminio anodizado que se responsabilizan de que los chips de memoria no superen bajo ninguna circunstancia su umbral máximo de temperatura. Hemos dedicado a estos módulos de memoria muchas horas de pruebas, y son una delicia para los entusiastas del overclocking.
Le toca el turno a un componente fundamental en este análisis: el sistema de refrigeración que se responsabiliza de evitar que los procesadores ‘Raptor Lake’ superen su umbral máximo de temperatura. La solución que hemos utilizado es un kit de refrigeración líquida iCUE H150i Elite LCD de Corsair equipado con tres ventiladores PWM que pueden dejar de girar cuando el nivel de estrés del PC es moderado.
La solución que hemos utilizado es un kit de refrigeración líquida iCUE H150i Elite LCD de Corsair equipado con tres ventiladores PWM
El disipador que se responsabiliza de recoger la energía térmica disipada por la CPU mediante conducción es de cobre, y este kit incorpora, además, una pantalla LCD IPS de 2,1 pulgadas y una resolución de 480 x 480 puntos, así como un centro de control desde el que los usuarios podemos administrar tanto el régimen de giro de los ventiladores (hasta 6) como la iluminación. Montarlo es pan comido, por lo que cualquier usuario mínimamente cuidadoso puede instalarlo en su PC sin dificultad.
Ahí va otro ingrediente importante de nuestro banco de pruebas que merece la pena que no pasemos por alto: la masilla térmica. La que hemos utilizado para optimizar la refrigeración de los procesadores Intel Core de 13ª generación es la XTM70 de Corsair. Junto a la jeringuilla que contiene los 3 g de pasta térmica esta marca nos entrega un dosificador que resulta muy útil para distribuirla uniformemente sobre la superficie del disipador térmico que recubre el núcleo de la CPU.
Por último, la fuente de alimentación a la que hemos encomendado la tarea de saciar, y ahí va un espóiler, a los glotones procesadores Intel Core de 13ª generación es una Corsair HX1500i 80 Plus Platinum modular con una capacidad de entrega de potencia máxima de 1500 vatios y unas prestaciones acordes a las de las CPU que estamos analizando. De hecho, durante las decenas de horas que han durado nuestras pruebas esta fuente de alimentación se ha comportado de una manera completamente estable. Además, es sorprendentemente silenciosa.
Y, por fin, ha llegado el momento de meternos en harina. Por alguna razón que no hemos logrado identificar el procesador Intel Core i9-13900K no ha superado la prueba ‘Digital Content Creation’ de ‘PCMark 10’, lo que ha provocado que no tenga una puntuación global en este test. Aun así, en las pruebas ‘Essentials’ y ‘Productivity’ es claramente la CPU más rápida de todas, aunque el más modesto Core i5-13600K le pisa los talones.
En la prueba multihilo de ‘Cinebench R20’ la superioridad del Core i9-13900K es aplastante. Como podemos ver en la siguiente gráfica supera con mucha claridad incluso al ambicioso Ryzen 9 5950X de AMD (próximamente veremos cómo queda frente a un rival de su misma talla: el Ryzen 9 7950X).
En el test multihilo de ‘Cinebench R23’ sucede exactamente lo mismo que en la prueba anterior: el Core i9-13900K se impone con una contundencia aplastante. No obstante, el algo más modesto Core i5-13600K no queda nada mal. De hecho, queda colocado entre el Ryzen 9 5900X y el Core i9-12900K.
La prueba monohilo de ‘Cinebench R23’ nos depara una sorpresa. El Core i9-13900K se mantiene imbatido en la cima, pero en segunda posición se erige el Core i5-13600K, que gana por los pelos al Core i9-12900K. En este test la elevada frecuencia de reloj a la que son capaces de trabajar los núcleos de los nuevos procesadores de Intel marca la diferencia.
El claro vencedor en la prueba de renderizado mediante trazado de rayos ‘Corona 1.3’ ha sido, una vez más, el Core i9-13900K debido a que es el procesador que ha invertido menos tiempo en esta tarea. Curiosamente, en este test el Core i9-12900K y el Ryzen 9 5900X han empatado, y el Core i5-13600K sigue su estela muy de cerca.
intel core i9-13900K y Core i5-13600K
El test monohilo de ‘Geekbench 5’ pone encima de la mesa otro recital de los procesadores Intel Core de 13ª generación. El Core i9-13900K se impone con rotundidad, y el Core i5-13600K aventaja tímidamente al Core i9-12900K. De nuevo, la frecuencia de reloj máxima a la que pueden trabajar los chips ‘Raptor Lake’ marca la diferencia.
Más de lo mismo. En la prueba multihilo de ‘Geekbench 5’ los dos procesadores ‘Raptor Lake’ toman, por enésima vez, la delantera, aunque el Core i5-13600K se impone por los pelos al Core i9-12900K. Curiosamente, este último es capaz de procesar simultáneamente un máximo de 24 hilos de ejecución, mientras que el i5-13600K puede lidiar como mucho con 20 threads.
‘Octane 2.0’ es un test desarrollado en JavaScript que resulta útil para evaluar la capacidad de cálculo de un microprocesador. Esta prueba define un número elevado de escenarios de análisis, y, sorprendentemente, los chips Intel Core de 13ª generación han quedado los últimos en todos ellos. Es una anomalía que aún no podemos explicar, por lo que lo más prudente es que por el momento recojamos el resultado de este test con reservas debido a que es probable que no refleje el rendimiento real de los nuevos procesadores de Intel.
Vamos ahora con los juegos. En la siguiente gráfica podemos ver que en la prueba ‘Time Spy’ de ‘3DMark’ los dos procesadores ‘Raptor Lake’ toman, de nuevo, la delantera. El test más interesante en este ámbito lo tenemos en la pestaña ‘CPU Score’, y refleja que el Core i9-13900K se impone con mucha claridad, mientras que el Core i5-13600K aventaja tímidamente al Core i9-12900K.
‘Wolfenstein: Youngblood’ el rendimiento de todos los procesadores que hemos analizado es similar, aunque, curiosamente, uno de ellos se ha quedado rezagado: el Core i5-11600K. En este juego los Intel Core de 13ª generación quedan esencialmente empatados con buena parte de las alternativas que tenemos a nuestro alcance.
En ‘Doom Eternal’ el Core i9-13900K se impone a 1080p y 1440p, pero, curiosamente, no a 2160p. A esta última resolución ha rendido mejor, sorprendentemente, el Core i5-13600K.
En ‘Control’ los procesadores Intel Core de 12ª generación son los que mejor han rendido en nuestras pruebas, y los chips ‘Raptor Lake’ nos entregan con el motor gráfico de este juego un rendimiento similar al de sus predecesores de 11ª y 10ª generación, y también al de los chips de AMD. La única CPU rezagada es, de nuevo, el Core i5-11600K.
Por último, el resultado que hemos obtenido en ‘Final Fantasy XV’ está sorprendentemente competido. Los nuevos procesadores de Intel y los chips de AMD están relativamente parejos, lo que evidencia que el rendimiento del motor gráfico de este juego está condicionado de una forma más profunda por la GPU que por la CPU. Aun así, hay pequeñas diferencias entre unos procesadores y otros. Un apunte interesante: a 2160p el Core i9-13900K y el Core i5-13600K nos entregan el mismo rendimiento.
Hay una razón sólida por la que hemos decidido utilizar un sistema de refrigeración líquida con los nuevos procesadores de Intel: se calientan mucho, especialmente el Core i9-13900K. Es evidente que junto a los chips ‘Alder Lake’ son los microprocesadores que más energía disipan en forma de calor de todos los que hemos analizado durante los últimos años, y a los usuarios nos interesa tenerlo en cuenta.
No obstante, es importante que sepamos también que a pesar de superar los 100 ºC durante nuestras pruebas no han evidenciado ningún síntoma de inestabilidad, lo que refleja que han permanecido en todo momento por debajo de su umbral máximo de temperatura.
La última gráfica en la que os proponemos indagar recoge el consumo de todos los procesadores que hemos analizado, y no deja lugar a dudas: el Core i9-13900K es una auténtica bestia por su rendimiento, pero este no es el único récord que ha batido; también ha pulverizado nuestros registros de consumo, arrojando picos durante nuestras pruebas de 314 vatios.
A los usuarios que quieran hacerse con esta CPU les interesa tenerlo en cuenta a la hora de dimensionar la potencia de salida de la fuente de alimentación de su PC. Eso sí, este apetito voraz no echa por tierra, aunque puede parecerlo, el rendimiento por vatio de este procesador, y merece la pena que nos detengamos un momento para comprobar por qué.
El Core i9-13900K tiene un rendimiento por vatio muy superior al del i9-12900K
La herramienta Extreme Tuning Utility desarrollada por Intel nos permite actuar sobre un amplio abanico de parámetros que condicionan profundamente el comportamiento de los microprocesadores de esta marca. Este software es un recurso muy valioso para los entusiastas del overclocking, pero nosotros lo hemos utilizado para hacer un experimento muy interesante.
Como hemos visto unos párrafos más arriba, Intel nos ha prometido que cuando consume 65 vatios el Core i9-13900K nos entrega el mismo rendimiento que el Core i9-12900K, que, como hemos visto en la gráfica de consumo, arroja picos de hasta 202 vatios. En la siguiente captura podemos ver cuál es la configuración por defecto que nos propone Intel para el Core i9-13900K.
Los parámetros que nos interesan son Turbo Boost Short Power Max y Turbo Boost Power Max. El primero nos permite limitar el consumo instantáneo de la CPU cuando está habilitada la tecnología Turbo Boost, y el segundo limita su consumo sostenido en las mismas condiciones. Por defecto el primero no limita el consumo del procesador Core i9-13900K, de ahí que haya arrojado ese pico de 314 vatios que hemos medido, mientras que el segundo parámetro está limitado a 253 vatios.
El parámetro ‘Turbo Boost Short Power Max’ limita el consumo instantáneo de la CPU, y ‘Turbo Boost Power Max’ restringe su consumo sostenido
Como podemos ver en la siguiente captura, cuando pisamos el acelerador a fondo y dejamos a este procesador que rinda al máximo nos entrega en el escenario multihilo de ‘Cinebench R23’ un índice de 38 533 puntos. Es brutal, pero es en estas mismas condiciones en las que arroja picos de consumo de 314 vatios. Un apunte importante: el sistema operativo que hemos utilizado en nuestras pruebas es Windows 11 Pro. ‘Cinebench R23’ lo identifica erróneamente como Windows 10.
Empieza nuestro experimento. Como podéis ver, lo primero que hemos hecho ha sido limitar el consumo de la CPU a 150 vatios para comprobar qué impacto tiene esta restricción en su rendimiento. Para hacerlo lo único que hemos tocado son los parámetros Turbo Boost Short Power Max y Turbo Boost Power Max.
En estas condiciones el rendimiento del procesador Core i9-13900K en el escenario multihilo de ‘Cinebench R23’ se reduce hasta quedar en 32 774 puntos. O, lo que es lo mismo, rinde aproximadamente un 15% menos que si le permitimos pisar el pedal del acelerador a fondo.
Nuestra siguiente prueba consiste en limitar su consumo a 65 vatios para comprobar si, tal y como nos ha prometido Intel, es capaz de igualar el rendimiento del Core i9-12900K con «el freno de mano echado».
intel core i9-13900K y Core i5-13600K
La siguiente captura refleja con claridad el resultado de nuestro experimento: cuando limitamos su consumo a 65 vatios el Core i9-13900K nos entrega un rendimiento en el escenario multihilo de ‘Cinebench R23’ de 21 789 puntos. Su productividad se ha reducido en un 44% aproximadamente si la comparamos con el rendimiento que nos entrega si no limitamos su consumo.
El rendimiento por vatio del nuevo procesador insignia de Intel es muy superior al que nos propone su predecesor
En esta prueba el procesador Core i9-12900K arroja un índice de 24 585 puntos,
por lo que es evidente que el Core i9-13900K no ha logrado igualar su productividad.
Eso sí, Intel ha llevado a cabo esta prueba evaluando el rendimiento con SPECint, por lo que es posible que en este test esta CPU sí iguale el rendimiento de su predecesora.
En cualquier caso, cuando limitamos su consumo a 80 vatios el Core i9-13900K
sí iguala el rendimiento en ‘Cinebench R23’ del i9-12900K, que, como hemos visto, arroja picos de consumo superiores a los 200 vatios.
No hace falta hacer muchos cálculos para darse cuenta de que el rendimiento por vatio del nuevo procesador insignia de Intel es muy superior al que nos propone su predecesor.
Intel Core i9-13900K y Core i5-13600K ‘Raptor Lake’: la opinión de Xataka
Las cartas están sobre la mesa. Y boca arriba. El rendimiento de los procesadores Intel Core de 13ª generación es altísimo tanto en un escenario de ejecución monohilo como en multihilo. Como hemos visto, en nuestras pruebas han arrojado una productividad global muy superior a la que nos entregan los procesadores de 12ª generación, y también superan con mucha claridad a los Ryzen 5000, aunque está por ver cómo quedan frente a los Ryzen 7000.
El Core i5-13600K nos parece una opción equilibrada y apetecible para un abanico amplio de usuarios
Aun así, no podemos pasar por alto que consumen mucha electricidad, y tampoco que disipan mucha energía en forma de calor, especialmente el Core i9-13900K. Si recurrimos a la herramienta Extreme Tuning Utility podemos limitar su consumo drásticamente, como hemos comprobado, pero en estas circunstancias su rendimiento se resiente perceptiblemente, y no parece razonable gastarse más de 800 euros en un procesador para entusiastas si vamos a limitar su rendimiento.
El Core i5-13600K nos parece una opción más equilibrada y apetecible para un abanico amplio de usuarios. Además, cuesta poco más de 400 euros. Eso sí, ambos procesadores tienen en común un rendimiento por vatio muy superior al que nos entregan sus predecesores, lo que avala el buen trabajo de optimización que han realizado los ingenieros de Intel durante la puesta a punto de los chips ‘Raptor Lake’. Veremos qué nos proponen en 2023 con la microarquitectura ‘Meteor Lake’ y hasta dónde son capaces de llegar cuando refinen más su litografía.